Tras haberme despedido de mis compañeros ayer, y después de hacer todas las maletas necesarias, me dirijo de nuevo a la academia de héroes dispuesto a comenzar un nuevo día. No parece haber nadie cuando llego a la entrada, así que voy al aula directamente.
Entro a escena
Un nuevo día significaba una nueva forma de amargar a alguien, quizás en esta ocasión lo intentase con la peliblanca que se sentaba cerca, a fin de cuentas, parecía no haberla molestado algún y estaba demasiado "tranquila" con la presencia del enmascarado, al menos en comparación con el que desapareció, sin lugar a dudas, por temor al poder de Alberich, no hay otra explicación razonable a eso.
Mirando que todo estaba en orden por última vez se dirigió hacia su destino. Echando un último vistazo por si veía a aquellos dos compañeros con los que había pasado la comida del primer día. Quizás ellos tuvieran alguna idea de cómo molestar a la peliblanca, o a cualquier otro, Alberich era flexible en cuanto a ese aspecto.
Entro en escena y salgo
Tras despedirse animádamente de sus compañeros, Mizuki sale de la academia y se dirige a hacer una última visita a lo que queda de su antiguo pueblo. Tras pasar un rato allí, se dirige a casa, prepara la maleta con sus escasas pertenencias, y al día siguiente se dirige de nuevo a la academia canturreando.
Al no ver a nadie en la entrada de la academia, asume que ya a partir del primer día, la gente entra directamente a clase. Así que se dirige hacia allí.
Entro en escena
El día anterior había sido un tanto plano. Unas pocas pruebas físicas y el resto de las clases igual de normales que las que tendría en un instituto habitual, quitando los profesores tan extraños que teníamos. El tema de la residencia fue algo a discutir con mi madre y, aunque no estaba de acuerdo con que me mudase, finalmente tuvo que aceptar que esta era una decisión que yo ya había tomado tiempo atrás.
Ya con las maletas preparadas para que luego el camión de mudanzas se encargase de llevarlo a la escuela marché hacia la UA con la esperanza de que el día fuese más animado que el anterior.
Entro a escena.
Cuando crees que me ves cruzo la pared ~
Al salir de clases comencé a caminar con las manos en los bolsillos, pensando que podría hacer.
Tenía un par de horas para aprovechar pero todavía no era de noche, podía conseguir dinero si volvía a las peleas clandestinas, al menos el suficiente como para pagar dónde pasar la noche, pero corría el riesgo de volver con heridas que se notaran y tendría que dar explicaciones y esa conducta ciertamente "no sería de héroe".
Estuve dándo vueltas por el vecindario, parques y casas de juegos recreativos, finalmente decidí volver a la academia y tirarme a dormir en uno de las bancos de la parada del bus.
Al otro día el sol me despertó, aunque tampoco había podido dormir demasiado, me estiré y note que ya habían abierto las puertas, algunas personas ya estaban entrando a la academia y otras que me iban iban cuchicheando por lo bajo.
Pudranse...
Con cara de pocos amigos me dirigí directamente a la clase, ignorando a todo el mundo.
Entro en escena.
Si ayer había sido una llovizna de lagrimas, hoy era un diluvio por parte de madre.
-Si, madre, lo se, tendré cuidado. - Respondía vagamente mientras lloraba sobre mi hombro a moco tendido.
-No me defraudes hermanito. - Decía mi hermano mayor revolviendome el cabello
Me despedí de ellos secamente, solo iba a estar a 20 minutos de casa, no era gran cosa. Lleve las maletas a mi habitación y directamente me fui al aula de clases.
entro al salon
Era un nuevo día y se sentia renovado de energia, se dirige a continuar con este dia de estudios con una sonrisa en el rostro mientras continua caminando por la escuela. Había meditado las cosas y ya sabía la respuesta. Con la mochila lista junto con lo necesario de ese día se dirige al salon sin llamar la atención para sentarse en su asiento del dia anterior.
Entro en escena y saldo de escena para el salon.
Era un nuevo día y un nuevo ciclo en su vida, desde ese día y por lo que resta del curso quedaria viviendo en los dormitorios de la escuela, se sentia emocionado para ver lo que seria su nuevo cuarto. Durante el camino a la escuela anda jugando con una pelota rebotandola con el suelo y atrapandola en un ciclo sin fin. Llego a la escuela y con una mirada expectante entra a la academía para dirigirse al salon de clases.
Entro y salgo de la escena al salon de clases.