Partida Rol por web

Sin mediar palabra, abandono la sala, bastante molesta por la evaluación.

Los videos habian revelado la razon de que Ann estuviese de esa forma. Los gemelos, por otro lado, no parecian tan afectados por la derrota, aunque el disgusto si que estaba alli.

-¡Claro! Pero no vayas a tardar -respondio Akemi sonriente antes de despedir a su hermana junto a Hikaru.

Una vez Ann se habia ido, ambos hermanos chocaron puños y se dirigieron a los vestidores para cambiarse los trajes, y luego proceder a ir al comedor.

Escuché con atención las palabras y valoraciones que nos dedicó el sensei. No podía evitar tener un gusto amargo. Era cierto que habíamos logrado que no tocarán la bomba; no obstante, el combate acabó de manera abrupta.

Si no hubiera acabado en ese entonces... No tengo claro que mi estrategia hubiera dado resultado, debo entrenar más situaciones de combate. Creo que iré al gimnasio e intentaré idear y practicar desde allí.

- Con su permiso, sensei.

Me retiré de la sala y me despedí de los alumnos que aún quedaban en la sala.

-Sabía que no deberían haber tirado el edificio, fue muy irresponsable- aunque después de oir que lo de lanzar los restos de la bomba fue la causa de que la prueba terminará, no puedo evitar sentirme un poco culpable también.

Tras oir todo el sermón del profesor, le agradecí sus consejos con una reverencia, algo que estaba acostumbrado a ver en las gentes de esta cultura. Aunque me sentí un poco descolocado en aquel momento, ya que nadie más hizo ese gesto -¿Quiza me he confundido?, creía que en esta país era costumbre agradecerlo todo con una leve reverencia- sea como fuere, el profesor tampoco me hizo mucho caso cuando se marcho, así que sencillamente me despedí de los que allí quedaban y salí justo detrás de mi compañero de prueba.

No me hacia mucha gracia que ni siquiera tuviesemos la oportunidad de enfrentarnos a nuestros rivales, solo estuvimos dando vueltas por ahí como imbéciles.

Eso me enfadaba bastane, pero el colmo ya era que además Eraser nos sermoneo diciendonos que debiamos habernos dividido, no pude sentirme algo estúpido al oirlo.

Sin dirigir la palabra a nadie, me puse mis cascos y salí de aquel lugar una vez el profesor ya se hubo marchado.

La próxima vez no me contendré, tengo que demostrar a esta gente que yo no soy un rival débil.

No dije nada y, tratando de pasar desapercibido, salgo de la sala de control. Tenía un poco de hambre pero prefería ordenar mis cosas en primer lugar. Luego tendría tiempo de lo demás.

Crujiendo ambos nudillos, la electricidad abandona mi cuerpo poco a poco. Mi personalidad tímida vuelve a mí, a lo que intento sobreponerme, sin resultado alguno.

Tras la charla de Eraser, veo como todos los demás abandonan la sala, a lo que yo también me apresuro.

Debo pensar en todo lo ocurrido...