Partida Rol por web

Acabas de salir del Cuartel de la Guardia, comienzas a dirigirte hacia el templo de Sigmar cuando un joven te para

-Disculpe señor, me han mandado decirle que lo esperan en el Templo de Ulric, el Alto Sacerdote Ranulf quiere reunirse con vos

- De acuerdo muchacho, lléveme hacia allí... le comenté al chiquillo para así ahorrarme tener que ir preguntando a los viandantes, además el muchacho tenía pinta de ser suspicaz y seguro que conocería el camino más directo. La noticia del muchacho me dejó algo sorprendido, pero necesitaba más información y esa era una puerta que se abría para ello. 

El chico comienza a conducirte por las calles hasta el templo de Ulric. Una mezcla de castillo y catedral, posiblemente el edificio más famoso de Middenheim. Los peregrinos vienen a la ciudad desde todo el Imperio, así como desde las tierras del norte más allá de donde se venera al dios de los lobos y el invierno.

El punto central del templo es la llama sagrada de Ulric. Según la tradición, el fuego fue creado por el mismo Ulric. Se apareció en una visión a Wulcan, el primer Alto Sacerdote e hijo fundador de Middenheim, el jefe Tetutógeno Artur. Elevándose sobre la ciudad, golpeó la roca con la cubierta de hierro del mango de su gran hacha de guerra Blitzbeil, y la plateada llama blanca comenzó su existencia. El dios profetizó que mientras esta llama sagrada continuara ardiendo, la ciudad y su gente perdurarían. Al despertar de la visión encontró la llama manando de la roca tras él, Wulcan no perdió tiempo en iniciar la construcción del templo de Ulric en ese lugar.

La bóveda del templo se encuentra a 36 metros de altura y está sostenida únicamente por su perfecto diseño arquitectónico, sin ayuda mágica. Esto le da al templo una acústica impresionante, que permite a un predicador en el púlpito ser escuchado por toda la congregación, sin tener que levantar la voz. El templo tiene capacidad para albergar a un millar de fieles a la vez.

Alrededor del templo se ha desarrollado un complejo de edificios, incluidos el alojamiento para los sacerdotes mayores, capillas privadas mantenidas por algunas de las familias más ricas de la ciudad, los archivos oficiales del culto de Ulric y varias otras funciones de apoyo. Las habitaciones ocupan la mayor parte de la mitad oriental del complejo del templo, junto con los diez pisos de la Gran Torre que los unen al templo principal. El templo cuenta también con varias torres menores.

Al llegar te hacen pasar a una sala de reuniones pequeña, donde Ranulf te espera, un sacerdote mayor se sienta junto a él, los ojos blancos como la leche revelan el hecho de que es ciego.

El sacerdote de más edad se estremece un poco, y comienza a hablar con una voz seca y ronca

-Fue terrible -comienza-. De repente, la oscuridad habitual de mis ojos desapareció, y me encontré en un bosque oscuro y profundo. Delante de mí se alzaba una gran piedra, en lo alto de un montículo de hierba. Alrededor de su base se amontonaban cráneos y huesos.

Mientras miraba, la sangre comenzó a caer desde la parte superior de la piedra, corriendo por sus lados y empapando el montículo. La sangre comenzó a brillar con una luz roja, como si fuese fuego, y el suelo comenzó a temblar. Por último, el montículo se abrió, y descubrió a un hombre alto, vestido con una armadura negra, en el escudo llevaba la marca de Khorne, el sangriento, Dios del Caos. Alrededor de su cuello, en una pesada cadena de hierro negro, colgaba un cráneo de bronce con cuernos. La misma luz roja salía de sus ojos, como si estuviera vivo (o muerto viviente).

Traté de rezar a Ulric para que me diese fuerza y protección, pero mis labios no se movían. Caí al suelo ante la mirada de esta terrible cosa. Entonces, se dirigió a mí, estoy seguro de que era el cráneo el que hablaba, y no el guerrero, porque vi como su mandíbula se movía. Dijo: "¡Voy a ser libre!

El hombre se estremece de nuevo

-Ahora puedo sentir su presencia- dice con una voz débil-. ¡Es como si la cosa estuviese mirando!

Ranuld le posa una mano reconfortante sobre su hombro mientras el otro hombre tiembla ligeramente

-Uno de los sacerdotes jóvenes encontró al padre Odo en su celda, desplomado sobre el suelo -te dice Ranulf-. Parece que ese cráneo de bronce es un artefacto del Caos antiguo y poderoso, y la visión de Odo implica que pronto será desatado sobre el mundo.

Tengo que pedir tu ayuda, no sólo en nombre del templo, sino en nombre de la Ciudad de Middenheim y, posiblemente, en el del propio Imperio. Gran parte de nuestro ejercito está fuera de Middenheim o ha sido destruido durante el asedio. El comandante Schutzmann habla muy bien de ti y de tus compañeros y nuestra situación es desesperada. Debéis encontrar esta abominación antes que los secuaces del Caos puedan poner sus manos sobre él, y traerlo de vuelta a Middenheim. Mientras tanto, nuestros investigadores tratarán de descubrir cómo se puede destruir esa cosa (o al menos cómo contenerla).

El Padre Odo te acompañará. Estamos seguros de que el lugar que vio se encuentra en algún lugar del Drakwald, y cree ser capaz de guiaros hasta él, a pesar de su ceguera

Lambert anduvo por las calles con su pose erguida, con su armadura y armas guardadas, la armadura de cuero era liviana y ya se había acostumbrado a su peso, así que anduvo con agilidad, siguiendo al muchacho con paso apresurado, mientras miraba al frente.

El templo de Ulric era colosal y Lambert se quedó estupefacto al contemplarlo, la bóveda era grandiosa y a una altura prodigiosa que motivaba la grandiosidad y misticismo del templo. Lambert entonces creyó, tuvo fe, pues una obra de esas características daba la sensación de estar conducida por la divinidad. Dio su nombre y le permitieron entrar en su interior, el templo tenía varias puertas, torres y establecimientos era como un pequeño pueblo en su interior. La sensación de grandiosidad se mantenía en cada paso dando la sensación de estar ante un lugar grandioso y poderoso. Su interior con varias puertas, torres y establecimientos seguía dando la sensación de grandiosidad a la vez de poder ser como un pueblo en su interior. 

Ya en la sala de reuniones Lambert se presentó con su nombre acompañado de una reverencia, escuchó con detenimiento al anciano mientras se tocaba el mostacho, cuando terminó Lambert se inclinó con una rodilla apoyada en el suelo: - Mi señor antes de partir quiero ser devoto de Ulric, he sentido algo en mi interior que me ha hecho tener fe.  Dijo con la cabeza inclinada mirando al suelo, - en cuanto a mis compañeros están persiguiendo a unos hombres ratas en las alcantarillas cuya entrada está en la roca del Fauschlag donde van a parar los residuos. Se lo he comentado al comandante que me ha comunicado que mandará refuerzos, pero no sé cómo estarán mis compatriotas y si han entrado en una trampa mortal, que es lo más seguro, las alcantarillas están llenas de caminos que se entrecruzan lo que es fácil que se metan en una emboscada, más si esos hombres ratas son numerosos y luchan en las alcantarillas, donde es muy difícil el combate cuerpo a cuerpo y solo tendrían éxito si fueran un grupo de veteranos en armas a distancia, así se lo he comunicado al Comandante.

-Espero que tus camaradas no tengan problema en salir victoriosos de esa lucha -dice el padre-. Vos decidís si emprendéis el camino con el Padre Odo, realmente creo que el tiempo es apremiante, pero si no os veis en condiciones de ir solo podríamos esperar a saber algo de tus compañeros. En caso de partir inmediatamente avisaré a tus compañeros a su regreso de que habéis emprendido el viaje para que os dé alcance. Pero como bien os he dicho, en vuestra mano está el decidir

El Padre Ranulf sonrie al escuchar que deseas ser devoto

-La devoción se lleva por dentro hijo, nadie puede convertirte, en cambio, si deseáis ser un iniciado de Ulric, os recomendaría que lo pensarais bien, si seguís queriendo serlo a vuestra vuelta yo mismo os iniciaré. Aunque os hará falta comprar algunas cosas

- Sí padre me gustaría ser un iniciado y perdone por mi pronta repuesta, si la premura es lo importante partamos ya, yo le acompañaré, mis compañeros están en el interior de las alcantarillas, si pudiera enviar a alguien a la roca del Fauschlag, para que cuando salgan puedan ir directo hacia nuestro camino sería lo mejor para que no perdieran tiempo. Le comentó Lambert que se apretaba bien el cinturón y se sacaba después el escudo para el camino, - estoy listo podemos partir cuando deseéis.

Viajáis a caballo, al ser solo vosotros dos, podéis recorrer el camino más rápido de lo normal, el viaje dura dos días, en el que el agua se acaba y no lleváis provisiones. El Padre Odo por las noches tiene pesadillas, se mueve inquieto, por las mañanas se encuentra cansado al no haber podido descansar lo suficiente.

Al segundo tercer día llegáis, la Piedra de Manada se encuentra encima del túmulo de Kazron Gorespite, es un claro en lo más profundo del Drakwald. Es un menhir de piedra gris de casi 10 metros de altura, con cráneos y cabezas apiladas alrededor de su base y una variedad de garabatos dibujados sobre ella en la degenerada forma de lenguaje oscuro utilizado por los Hombres Bestias. Te das cuenta de que las cabezas más frescas incluyen elfos y enanos así como seres humanos. Custodiando el lugar se encuentra un minotaruro.

El camino no había dado pie a hablar como Lambert quería, fue un no parar mientras galopaban hasta el anochecer y acampaban agotados para dormir, y así hasta el tercer día que vieron la Piedra de Manada... Lo que más impactó a Lambert era la criatura que custodiaba el lugar una bestia mítica, cuyas proezas solo se narraban en las bocas de los bardos de las tabernas locales. Verlo allí presente conmocionó a Lambert que intentó pasar desapercibido antes de determinar la acción a seguir... El escenario era tal cual describía el padre Odo, un menhir de piedra de casi diez metros de altura que impactaba tanto por su altura como por su construcción, era una pila de cráneos y cabezas apiladas alrededor de su base, con garabatos dibujados en un lenguaje desconocido. Las cabezas incluían a elfos, enanos y humanos, era un espectáculo horrendo y maquiavélico que intimidaba hasta al hombre más temerario. 

El minotauro parece haberte visto y hace sonar un gran cuerno de latón que lleva colgado al cuello. El ruido resuena en todo el bosque.

El minotauro que va con una chaqueta de cuero con grebas, saca un hacha de dos manos y se prepara para atacarte

El sonido del cuerno no hizo más que dar un aire todavía más tétrico al espectáculo de por sí, el gran minotauro se había dado cuenta de su presencia y se dirigía hacia él.- ¡Odo bendíceme nos ataca un minotauro...! Dijo Lambert lanzándose al ataque con su caballo de guerra, con espada y escudo. - Sombra gris ataca, le dijo a su montura con firmeza.

Desde encima de tu montura intentas golpear con tu espada al minotauro que para el golpe con su arma, Sombra Gris tampoco tiene suerte, se pone a dos patas intentando golpearle con sus cascos sin ningún éxito.

Odo comienza a recitar unas palabras, reza una plegaria a Ulric

-Ulric te protegerá Lambert, lucha sabiéndote bendecido por él

El minotauro con su gran hacha golpea en el lomo a Sombra Gris haciendole un corte por el que mana sangre

Lambert viendo que atacaba al caballo realizó dos ataques con espada y escudo, el ser atemorizaba...

El minotauro usa su hacha a dos manos contra Sombra Gris casi acabando con su vida, al caballo le cuesta mantenerse en pie, pero aun así lo hace y es capaz de atacar con sus cascos a su enemigo hiriendolo en un brazos.

Mientras tanto el Padre Odo reza nuevamente a Ulric para darle potencia y fortaleza a tus ataques y así consigas acabar con él antes de que él acabe con vosotros

Lambert viendo que iba a acabar con su montura... bajó del caballo y atacó a la gran bestia desde el suelo, con su espada hizo un ataque queriendo herir a la bestia para que dejara en paz a su caballo y se enfrentara a él.