Partida Rol por web

Siguiendo saciar su curiosidad se fue adentrando en los jardines, donde creía haber escuchado esas voces y antes de llegar al linde donde ya acababan y comenzaba la selva pisó algo en el suelo.

Una máscara, como las que usaran en el salón de fiestas estaba tirada en el suelo. Al recogerla se manchó de barro y ...sangre, apenas unas gotas que la lluvía se ocupó de borrar.

La propietaria de la máscara no estaba por ningún lado, pero algunas pisadas marcadas en el fango se alejaban y se perdían.

Cross se acercó un poco mas, movió las primeras hojas y encontró un bufido al otro lado esperandola, unos pequeños primates la miraron agitados, mostrando unos dientes grandes, manchados con lo que parecía sangre.

Ver aquella máscara en el suelo me hizo estremecerme. La verdad era que aquello ya me estaba dando mala espina incluso antes de que la cogiera y viera la sangre que había en ella.

- ¿ Qué ha sucedido aquí?

Miré a mi alrededor tratando de localizar a alguien, esperando que no hubiera sido nada serio. No sé, si había alguien borracho hasta las trancas al poco de empezar la fiesta, podría ser que otra estuviera de coca hasta las cejas y le estuviera sangrando la nariz ¿ no?

Todos habíamos sido testigos de una pelea antes, pero no quería imaginar que hubiera sido más que aquello.

Aquellos monos me sobresaltaron cuando estaba husmeando y por poco no me voy yo también al suelo. ¿ Por qué estaban también llenos de sangre? Cada vez estaba más segura de que si seguía buscando iba a acabar encontrándome un cadáver y eso no me gustaba nada.

- ¿ El vehículo de antes estaba saliendo a toda leche por algo?

Decidí armarme con algo con lo que poder atizar a los monos y en cuanto encontré un palo lo suficientemente fuerte como para usarlo de bate de baseball en caso de ser necesario, seguí en la dirección de aquellos monos.

Jessica Cross agarró con valentía, bajo esa lluvia incesante que caía, un trozo de leño del tamaño de una cachiporra para encararse a ese grupo de monos que merodeaban entre las zarzas. 

Cruzó los lindes de lo que era parque para perderse en la selva y los hizo huir agitando su improvisada arma. Solo en una ocasión tuvo que llegar a golpear a uno de ellos que emitió un bufido y se alejó. Sin duda esas bestias eran mas salvajes de lo que podría uno pensar de unos primates.

Vio pisadas en el barro, una mujer por como el tacón se habia hundido en el suelo y parecía que había corrido por la distancia entre una pisada y otra. Las siguió y encontró un trozo de tela desgarrado atrapado en un matorral. Había sangre en el tejido. Algo que le decía que iba por buen camino.

Casi por instinto, o suerte, se detuvo antes de llegar a resbalar. Un feo y empinado terraplén esperaba con una caida fatal de mas de seis metros. Quizás mas, aunque con esa escasa luz no se podría asegurar. Si la persona que buscaba había pasado por ahí quizás no había tenido la misma fortuna que ella. 

Un gruñído cercano la avisaba que nuevamente habia mas de esos monos merodeando cerca. Podía rodear el precipicio o regresar a la seguridad del Campamento..

No me gustó eso de tener que pegar a un pobre mono, pero me daban un poco de miedo. Era una chica de ciudad, que como mucho, había visto unos cuantos animales en el zoo y no sabía qué hacer cuando los monos me gruñían. Ya tenía que poner todo mi empeño en andar por aquella zona con los zapatos que llevaba.

Ahora era cuando sentía que podía habérmelos ahorrado, pues al final, había acabado la noche sintiéndome más sola de lo que ya me sentía antes de haber acudido al campamento. Por suerte, estaba tan acostumbrada a llevar tacones que al día siguiente no me dolerían los pies y no tendría que acordarme de la desafortunada fiesta.

Vi aquel trozo de tela y negué con la cabeza, pero entonces pensé en que quizás la chica estuviera aún viva y necesitara ayuda, por lo que me armé de valor y decidí buscar cómo bajar sin romperme la crisma.

No podría volver a dormir tranquila si sé que no llegué a bajar por miedo, aún tenía una conciencia.

Jessica a tientas en la oscuridad por ese terreno descendente fue bajando, agarrada a cuanto sus manos podían aferrarse de manera que no cayera rodando ladera abajo. Eso le llevó mas de un cuarto, aunque a ella se le antojaran muchos mas minutos.

Consiguió bordear el terraplén natural, por donde el agua de la lluvia caía casi como si fuera una cascada de fango y lodo hasta casi tropezar con lo que buscaba y mas temía. Ahí había una chica, estaba tendida en el suelo en una postura antinatural y su sola visión era espantosa. Debía haberse roto el cuello por lo pronto algo que la obligó a mirar a otro lado.

Al no llevar la máscara pudo identificarla pronto, se trataba de Kirsten.

Al ver a aquella mujer allí me quedé primero totalmente helada. Por unos instantes, incluso me olvidé de respirar. Estaba totalmente horrorizada.

- ¿ Sería el grito que he escuchado? ¿ Pero quién ha podido hacer algo así?

Por la postura de la chica no necesité acercarme para mirar si estaba viva. Nadie que tuviera en esa postura el cuello podría sobrevivir. Era científicamente imposible y eso lo veía hasta alguien de letras, como yo.

Las lágrimas caían por mi cara cuando miré a mi alrededor, pero me di cuenta que de haber alguien no estaría aquí abajo, sino arriba y como había venido por ahí, sabía que no había nadie.

Ahora veía todo borroso, pero me di la vuelta y me puse a subir con mi palo en la mano, por el mismo lugar por el que había bajado. Tenía que avisar a alguien, sobretodo, porque después de haber escuchado el grito y ver la máscara ensangrentada arriba no creía que aquello fuera un accidente.

Si bajando el peligro era simplemente resbalar, la subida mas de lo mismo no iba a ser nada fácil. Pero a pesar de ello Jessica Cross ayudada por el palo de madera llegó hasta arriba.

Miró a su alrededor, donde ya nada parecía tranquilo y confortable bajo una tormenta tropical que no cesaba y una jungla oscura y amenazante. Cualquier ruido la ponía tensa imaginando a esos monos salvajes. Incluso antes de subir había visto en el cuerpo de kirsten mordeduras en sus brazos que bien podían ser de esos pequeños primates.

Corriendo, casi al borde de resbalar por el fango que había estropeado sus bonitos zapatos llegó hasta los jardines del campamento. Serpenteando por los senderos que discurrían entre setos y pequeños rosales casi tropezó con un hombre que vestido con un chubasquero andaba merodeando en mitad de la noche.

- Vigile por donde va señorita, por dios menudo susto. No puede ir asaltando asi a la gente en mitad de la noche. Se caló la capucha que hacia de sombrero y la miró con curiosidad y hasta cierto recelo.

- ¿Que hace aquí afuera con la que esta cayendo ?. Esta completamente empapada....Puso gesto desaprobador en una mueca desagradable de su boca. 

- Pasemos dentro, no tengo ganas de tener que llenar mi consulta de pacientes con sintomas gripales mañana...No muy lejos podía verse la entrada al edificio por el Area común.

Me sobresalté muchísimo cuando me encontré a aquel hombre, que claro, pudo verme aún con la máscara puesta, una chaqueta del traje de un hombre por encima y totalmente empapada. Y eso que no había visto el patito de goma que llevaba en el bolsillo. Quizás el hecho de que llevaba un buen palo en la mano pudiera haber contribuido a que me mirara de aquella manera.

- Por favor, hay que avisar a todos. Alguien ha matado a Kristen.

Me importó un pimiento lo de la máscara y me la quité mientras comencé a correr hacia la zona común. Aquel carcamal que me había encontrado no me serviría de mucha ayuda, pero seguro que podría encontrar a alguien que sí lo fuera.