Partida Rol por web

Escucho con temor lo que dice el médico y el otro hombre. Oh dios mio, una epidemia, y hemos estado cerca del cuerpo...

Noto que Travis se revuelve inquieto, y presiento por sus aspavientos y su mirada suplicante que quiere hacer la estupidez de salir con esa gente al otro lado. ¡No pienso hacerlo!.Agarro su mano con la mía y trato que deje de moverse de aquella forma.

En cuanto escucho la puerta cerrarse corro la cortina y me llevo las manos a ambos lados de la sien, intento pensar con claridad cosas que no puedo.

 - Esto...parece una broma, si, tiene que serlo, ¿No os parece?. Pero, si no lo es...que hacemos?. Fingir como si nada y seguir en el campamento hasta que nos vayamos?

Me incorporo una vez que ha pasado el peligro, las manos me sudan mi corazón palpita a más velocidad de la normal. Me siento encima de la mesa y me pongo las manos en la cabeza, respiro profundamente. ¡Oh dios mío! Esto no puede estar pasando, he venido aquí para relajarme pasármelo bien y parece que ahora voy a... miro a Maya y escucho sus palabras.

Creo que ante todo debemos de permanecer juntos, incluso por la noche, es bueno Maya que te vengas con nosotros a dormir. Intentarán que no se sepa y en todo caso separarnos para que poco a poco y con débiles excusas ir... Ah solté un profundo respiro no quiero ni pensarlo, creo que deberíamos seguirlos sin que nos vean si sabemos donde entierran el cuerpo podremos convencer a los demás de lo visto. ¿Estáis conmigo? Vamos con cuidado ¿y los seguimos? Otra vez solté varios resoplidos esto es demasiado dije mirando a los demás.

Travis se tensó todavía más cuando Maya lo tomó de la mano. El tacto cálido y suave lo inmovilizó y el doctor y su acompañante abandonaron la sala sin sentir su presencia tras la cortina. La chica salió del escondite y Travis no tardó en seguirla. Al fin pudo respirar con fuerza. Sintió que le volvía la vida, se apoyó en una mesa y usó de nuevo su inhalador, recuperando el aliento.

- Pero cómo vamos a hacer eso? Como si no pasara nada? Podríamos estar ya infectados - se estremeció al expresar en palabras sus más profundos temores. Los picores en su cuerpo arreciaron y le sobrevino una arcada, que fue capaz de controlar a duras penas - Eso solo serviría para que infectemos a todo el grupo.

Luego miró a Paul como si el chico estuviera loco. - En qué te basas para creer que intentan separarnos y...? ¿Y qué? Si hay un virus, ellos deben estar tan expuestos como el resto. ¿Alguien ha visto si llevaban protección para manipular la bolsa? - La pregunta lógica le ayudó a calmar sus nervios y miró al grupo con mejor talante. - Yo... - le costaba decir algo así, le costaba creer que lo pensara de veras. - Yo no quisiera quedarme solo, ahora.
 

Todas las ganas de jugar e investigar se me pasaron de golpe... y lo guapa que hubiera estado yo, en la fiesta de disfraces sin meterme en líos, ni acercarme a cadáveres ni cosas raras.... Si a veces me lo merezco por infantil...

Aunque casi creo que es mejor que lo sepamos a que ignoremos que hay una infección en el campamento... así al menos podremos extremar las precauciones hasta que podamos salir de aquí.

Paul propone seguirlos... no sé si es buena idea o pésima, pero con el acongoje que tengo encima no se me ocurre ninguna alternativa.

Pararse a debatir que hacer les hizo perder unos minutos, no demasiados, pero parecieron suficientes para no encontrar a nadie en ese oscuro pasillo al salir. Tan solo el sonido de varias puertas algo que les haria sin duda dudar de hacia donde ir.

Por suerte, si se le podía llamar así vieron a través de la ventana en el patio posterior, uno que usaba el servicio a dos figuras encapuchadas, con chubasqueros acabar de arrastrar el saco para meterlo en un cobertizo. Uno de ellos se movia de forma mas torpe, el otro mas ágil y fuerte fue decisivo para empujar y cerrar con llave la puerta.

Un relámpago y el hombre mirando hacia vosotros os hizo temer que os había visto, pero fuisteis rápidos en ocultaros bajo el marco de la ventana.

Ejem...¿Que hacen?. Una voz femenina que sonaba a pito sonó a sus espaldas. Era la del servicio, la que les avisara antes lo del tema de la habitación.

- Estaba búscandoles, ya tienen lista la nueva habitación. Si pueden seguirme, les conduciré hasta ella y les daré llaves a todos. La chica no dio mas importancia a verles haciendo cosas raras, como escondiendose tras una ventana.

Si volvían para mirar al exterior ya no vieron mas al doctor y a quien le acompañaba, no tenían mucho ángulo de visión.

Bonita manera de evitar la propagación del virus, meterlo en un cobertizo y cerrar con llave. Todo resultaba siniestro y terrible, el miedo se iba extendiendo en el grupo y aunque se llevó un buen susto al verla aparecer con su máscara, Travis agradeció que la chica del campamento los sorprendiera en sus extrañas pesquisas.

- Ya era hora - su voz denotaba, ante todo, alivio. Se recompuso las roas y se dispuso a seguir a la chica, deseoso de recuperar sus ropas, escoger su nueva cama y tumbarse e intenrar dormir y olvidarse de todo. - Vamos? Aquí no hay mucho más que ver... - en el patio los hombres parecían haber desaparecido y desde la posición de Travis el cobertizo aparecía abandonado y en silencio.

Aquello parecía sacado de una película de terror, lluvia relámpagos, los asesinos cubriendo el cadáver en un cobertizo. Cuando se disponen a mirar nos agachamos justo a tiempo... infraganti nos pilla una chica con máscara. Me llevé un sobresalto cuando escuché esa voz femenina a nuestras espaldas, habíamos estado tan concentrados en lo que sucedía ahí abajo, que no nos percatamos de lo demás. El sonido de relámpagos y truenos también contribuyo a no escuchar los pasos de la muchacha.

A sus preguntas respondí oh nada, estábamos jugando al pilla pilla, una de nuestras compañeras de cuarto se escondía y los demás teníamos que encontrarla. Una travesura para aquellos que no nos ha gustado el baile de disfraces. Solté una ligera sonrisa, intentando hacerme el simpático y que no se notara el miedo que habíamos pasado escasos segundos. 

Vi a Cassie indecisa y la abracé para darle seguridad de acuerdo vamos detrás he intenté que no perdiera el control de si misma, le di un beso en el pelo y le susurré tranquila yo te protegeré.

Casi se me escapa un grito cuando el de fuera se gira y mira donde estábamos. Un nuevo susto con la empleada de la máscara que aparece de forma inesperada.

- Si, solo estamos jugando jaja. Rio pero me queda un poco falso, forzado. Ya da igual, la seguimos, tiene la habitación lista.

Que eficientes, me pregunto si tanta rapidez es por un motivo oculto. Viendo lo que esconden en el cobertizo ya cualquier cosa se espera una.

- He decidido después de ver lo que he visto esta noche que me quedo con vosotros. Dije en cuanto nos deja a solas.

- ¿Travis, arriba o abajo? Son literas si no recuerdo mal, así que ya es cosa de repartir cama.

- No se si voy a poder dormir, ¿alguien puede montar guardia?. ¿Atrancamos la puerta?. Me va a dar asco desayunar mañana en la cafeteria del bufet libre, a saber si eso que le ha pasado se pega por la comida...Si, cuando estoy nerviosa hablo sin parar, y ahora aterrada....

Los acontecimientos y la tensión había hecho que me viniera abajo... la visión del cadaver seguía en mi cerebro como si no pudiera borrarlo de mi retina.... Paul, intentó apoyarme y darme ánimos lo cual agradecí... pero si he de ser sincera creo que Paul seguía pensando con su miembro y ahora mismo de lo último que tenía ganas era de ponerme a fornicar.

Acompañé sumisamente al grupo hasta la habitación y lo cierto es que una vez allí me sentí más tranquila, arropada por mis compañeros...

Miré el amplio cuarto y las literas, aunque en realidad eran como las otras, en mi cabeza me parecieron enormes, nuestra habitación me parecía un inmenso vacio en el que me sentía vulnerable e indefensa... Me acerqué a Maya y le pregunté inocentemente: Maya... ¿te importaría compartir la cama conmigo?. Estoy bastante nerviosa y no me gustaría dormir sola esta noche... si te soy sincera estas literas se me han vuelto enormes y frías. 

En aquel momento no me paré a pensar que tal vez mi sugerencia a Maya podría sentarle mal a Paul...lo cierto es que la reacción de Maya a los acontecimientos había sido muy parecida a la mia y eso me había hecho empatizar con aquella chica, su presencia me resultaba cómoda... también la de Travis, pero a él sabía que lo metería en un gran compromiso  si le proponía compartir la cama. En estos momentos necesitaba una presencia que me diera confianza, una amiga, no un caballero andante...

Resultó ser una habitación similar a la anterior, cosa que tranquilizó a Travis, aunque no pudo evitar un sutil momento de desasosiego al contemplar la ropa de cama perfectamente limpia y milimétricamente ajustada al colchón, casi como en un cuartel, recordando la cama idéntica pero tan perturbadora que había abandonado un rato antes en la otra habitación C. Eso hizo que surgiera una nueva duda.

- Disculpe... ¿cuál es el nombre de nuestra habitación, ahora?  ¿Seguimos siendo la C o...?- preguntó a la chica enmascarada. Tal vez mantuvieran la nomenclatura del grupo o quizá renombraran al grupo con la denominación del alojamiento... En todo caso parecía un dato importante para poder identificarse correctamente con el personal del hotel y el resto de invitados.

Sus zancadas aumentaron en ritmo y longitud cuando vio su maleta y el resto de sus pertenencias allí colocadas. Todo estaba mal. Agachado junto a la maleta, levantó la vista hacia Maya y tardó un instante en comprender su pregunta.

- Si no te importa prefiero quedarme abajo - solo su mente volcada en el problema de la maleta podía explicar tal grado de amabilidad en Travis, en un asunto que pocas horas antes había zanjado de manera mucho más tajante. Buscó la llave y abrió la maleta y se enfrascó en un repaso minucioso de cada artículo.

Se volvió una última vez hacia Cassie, que se había desprendido de Paul y ahora se aferraba a Maya con ahínco - Aunque no lo parecen las camas son bastante acogedoras y calentitas. - A punto estuvo de explicar que se había acostado y leía cuando tuvo que levantarse al descubrir... pero su propia frase le sonó extraña y fuera de lugar así que dudó, miró a un lado y a otro buscando un punto de interés y terminó agachando hacia sus pertenencias. Encontró junto a la mesilla, casi donde debería estar, su libro, y el verlo intacto - habría que revisarlo con más calma - le sacó una suave sonrisa.

Solo el repaso de maleta le llevaría horas. Y aquello no era lo peor. Vio ropas amontonadas en un armario y el resto de objetos personales, incluyendo la bolsa de aseo, el botiquín... Le daría el amanecer allí. Aunque no pensaba dormir debajo de una litera sobrecargada con las dos chicas, claro. Así, reorganizándolo todo al menos estaría entretenido, y el trabajo metódico podía ayudarle a sacar alguna conclusión válida sobre lo ocurrido aquella noche, el virus, el cadaver...todo aquel lío.

- Vale pues arriba que voy ...Cassie tiembla como una hoja, se la ve mas asustada que yo y me pide que duerma con ella.

- No se, no son muy grandes estas camas, tendrá que ser en la tuya no quiero caerme al suelo o sobre Travis en mitad de la noche. Bueno, no negaré que me fio mas de dormir con ella que con los chicos. 

- Vale, antes lo había callado, pero después de todo lo que he visto quiero respuestas. Saco un cuchillo enorme que tenía escondido y lo mantengo en alto a la vista .

- Travis, ya puedes explicarte de que hacias con esto. No me he fijado su aun tiene manchas de sangre esa cosa.

Las dos mujeres salen dejando atrás la zona del jacuzzi y la sauna, pisando los pasillos y en dirección a la habitaciones del personal donde esperan encontrar a alguien.

- Ya va, un momento....Con ropa informal  sale un joven al que  Maria reconoce como Ian instructor de surf.

El hombre escucha lo que le cuentan con rostro de incredulidad, y tan solo cuando le llevan a ver el cuerpo atiende a razones.

- Hostia puta!!. Joder es Lucia!! Que demonios le ha pasado.?¿. Se acerca nervioso y mira de sacar el cuerpo de la monitora del agua. Lo tiende en el suelo con claro gesto de preocupación en su rostro.

- Yo..me ocupo, llamaré al doctor, el sabrá ver que ha pasado.. Vuelvan a sus habitaciones. Mañana cuando hayamos dormido todos seguramente las llamen para que cuenten lo que han visto ....

El instructor de surf sacó su cellular, esperando que las dos mujeres se marcharan, pero al parecer la tormenta dejó sin cobertura.

- Cerraré con llave estos baños mientras voy de camino a ver al doctor. Regresen a sus habitaciones por favor...dijo instandolas a salir.

- La encontramos asi. No puedo mirar, no quiero hacerlo pero en algún momento me traiciona la curiosidad. Nunca antes habia visto una muerta.

Si, es lo que quiero que sea otra persona la que se ocupe de semejante marrón. Recojo mis cosas y me cubro, ya comenzaba a tener frio y como no sueño.

- Eso pienso hacer, coger con ganas mi cama...Miré a la otra mujer.No sabia quien era con esa máscara.

No hacia falta que lo repitiera dos veces, ahí me dirigía o eso pensaba yo.

. Ahora me da miedo dormir sola, ¿Quieres...?La miré sin acabar la frase y mordí mis labios de forma coqueta cuando ian se fue.

Se quita la mascara, ya era tontería seguir teniéndola...

Te acompaño, no me fio mucho, por si hay alguien haya fuera asesinando gente... - le dice a la preciosa chica, en cuando salen de nuevo de la zona del Jacuzzi.

Por cierto, mi nombre es Catherine, Catherine Dumont..., encantada... - le dice de manera suave a la misteriosa chica.

- Vaya..exclamo cuando se quita la máscara. - No te tenía vista, entre los del campamento, ¿eres recién llegada?. La verdad que era una mujer hermosa y tenía un magnetismo especial en la mirada.

- Catherine, mucho gusto, Yo soy María Rodríguez. Como en cualquier buen saludo le di un beso, pero en los labios, de forma natural y sin que quizás lo esperara. No le di importancia y seguí caminando hacia las habitaciones.

- ¿Vamos a mi habitación o prefieres la tuya?

...sonríe...

Lo que ahora me apetece es dormir con la puerta bien cerrada y con esta arma improvisada al lado, hasta que no se aclare lo de la difunta. La verdad que ver muertas, cuando estaba a punto de pasarlo bien, me quita todas las ganas de nada... - dice con tono afable y con tranquilidad.

Quien sabe para otra vez, yo iré a mi habitación.. - dice con una sonrisa.