Partida Rol por web

Si... lo entiendo mi señor... casi no puedo hablar del miedo.
Salvar mi alma o salvar la vida...
Tal vez si confieso esta murga me manden a trabajos forzados...

- Entonces confiesa!!

El carcelero aprieta aun mas los grilletes y sientes un inmenso dolor por los clavos en todo tu cuerpo.

¡¡Aggghhh!! ¡¡Esta Bieeeen!! ¡¡Yo lo mate!! ¡¡Confiesoooo!! grito de dolor mientras lagrimas recorren mi cara, no de dolor, sino de impotencia.
Yo sabia que era inocente pero estos barbaros no me dejarian salir de aqui o tener una digna muerte mientras siguiera en mis trece. Preferia morir a seguir siendo torturado en vano.

Tras el dolor, los gritos y tu confesion parece que el Padre ya se encuentra conforme.

- Bien, es mejor para ti y para tu alma. Dentro de unos dias seras purificado en las llamas del creador por tus crimenes pero al menos tu alma viajara hacia su calor. Llevaoslo!

El carcelero te saca a rastras de tu confinamiento por los pasillos sin moelstarse siquiera en curar tus heridas mientras escuchas la risa del Padre a tus espaldas.

Ahora ya lo sabes, estas condenado... que podrias hacer para salvarte?

Tras un rato te conducen nuevamente hasta una celda pero, al contrario que pudieses pensar, alli no hay nadie.

Te arrojan con fuerza contra el suelo de esta humeda morada y ruedas hasta chocar contra una pared. La puerta se cierra sumiendote en la mas absoluta oscuridad aunque notas el agua y las ratas a tu alrededor. Tu sangre las llama...

Me limpio como puedo la sangre con la putrefacta agua a mi alrededor apartando a los roedores que intentan morderme.
Solo faltaria enfermar por algun malbicho de estos. Ya tiene MI confesion, espero que esto acabe pronto.
Intento mantener la vigilia ante algun acontecimiento importante mas alla de mi pronta muerte.

Tras examinar con detenimiento la habitación (para mí este tipo de lujo, aunque no desconocido, es completamente inhabitual) decido intentar averiguar donde me hallo, y me planteo el curso de mis acciones.

- El padre Angel debía saber algo acerca de Léjaro e Hinojosa, pues de lo contrario no me habría enviado aquí. Lo extraño sería poder salir de esta estancia y no dar con mis huesos en uno de los calabozos subterráneos. La desdichada pareja que atendí también parecía tener relación con Hinojosa. ¿Estará este individuo siendo protegido o buscado por la inquisición?

Doy una vuelta a lo largo del cuarto, y girándome me dirijo a la puerta para salir.

- Tal vez un paseo por el lugar me sugiera por donde debo continuar, aunque he de andarme con cuidado, ya que no es este rincón en que pueda fisgarse impunemente.

Te mueves por la estancia durante un rato hasta que, finalmente, sales de ella con los pensamientos azorando tu mente.

Tras andar por los pasillos de la petrea edificcion te percatas de que hay un gran numero de monjes y guardias para garantizar la seguridad de los presos en la fortaleza antes de los Autos de Fe pertinentes.

De repente un monje entra corriendo por las puertas del patio exterior.

- Doctor! Buen Doctor! - corre hasta quedarse detenido cerca tuyo y proseguir - han llegado los ultimos prisioneros y necesitan de vuestro reconocimiento tal y como manda nuestro señor.

Te hace un gesto para que le acompañes.

Pasan las horas en frio descanso intentando conciliar el sueño en un lugar que se cae sobre ti como una maldicion. Solo puedes pensar en los muertos, tus amigos, tu familia y las palabras de la mujer que estaba aqui contigo encerrada y que hablo de cosas que te han intranquilizado... y si todo esta unido? por que la providencia, o quiza el Divino, nos ha traido al buen medico? parecia que el tambien sabia sobre lo sucedido... coincidencia?

Si algo aun cabe dentro de mi es la Esperanza pienso puesto que aquel buen medico no parecia malhechor como los hiosdeputa que me tratan aqui... esto tiene que estar conectado,mas yo, ahora con menos reales que hace dias, ¿que puedo hacer sino aceptar lo que el destino caprichoso nos trae? Si he de morir aqui, morire dignamente puesto que no merezco otro tipo de muerte... puesto que aqui hay intereses superiores a mi y no provienen del cielo sino de algun miserable...
Con esta retahila mental trato de conciliar el sueño y descansar,para que cuando vengan a por mi talante sea del buen caballero que soy.

- Definitivamente un extraño aquí lo iba atener dificil para actuar sin ser visto. Llevadme hasta ellos señor cura, aún estoy dispuesto. Me uno a él permitiendole guiarme hasta los presos recién llegados, allí donde los hallan llevado.

Gabrielle miró por un segundo al hombre mientras se lo llevaban. Sabía que su destino no sería mejor que el suyo. Intentó buscar palabras tranquilizadoras para decirle, o como el, dejar abierta una puerta a la esperanza, pero era muy dificil en su situación.

En el último momento, mientras ya caminaba por el pasillo, Gabrielle corrió hacía las rejas y grito por el pasillo:

- Yo también espero veros de nuevo. No desfallezcais.

Te vuelves a quedar nuevamente sola en la celda, a oscuras, en la humedad insalubre de aquella mazmorra y no puedes hacer otra cosa que descansar e intentar pensar en como salir de alli con vida pues apenas quedan unos dias para el Auto de Fe en el que te condenen y te prendan fuego por hereje.

Tras un rato de quietud tan solo acompañada por las ratas escuchas los gritos lejanos de Armand (o quiza los sueñes) y te desvelas pero poco mas puedes hacer... debes pensar en algo.