Partida Rol por web

- Debemos emprender la marcha. Son más veloces que nosotros y no nos han visto, muy posiblemente volverán a buscar más despacio sobre sus pasos y nos acaben encontrando. Vamos muchacha, movámonos.

Sujetando un brazo pasado por encima de mi cuello y sujetándola del cinturón con el otro para ayudarla a mantenerse en pie, comienzo a dirigir nuestra marcha alejándonos del castillo en dirección opuesta a los disparos. - Si hubiera algún olivo u otro árbol de ramas bajas y suficiente follaje, habríamos encontrado un rincón lo bastante seguro hasta que pasaran los guardias. Lástima que estos no crezcan por estos lares. Pienso con frustración, comenzando a buscar salidas imaginarias con mi mente.

Os moveis a duras penas entre el barro y la arboleda mientras la lluvia azora vuestros rostros y Gabrielle parece a punto de desfallecer. La colina donde se encuentra el castillo no es demasiado alta por lo que poco a poco comenzais a descenderla sin que vuelvan a escucharse los ruidos de vuestros perseguidores hasta que finalmente llegais a su falda donde varios arboles de ramajes mas densos y bajos os sirven de descanso y refugio.

Ya esta amaneciendo y os sentis mas que cansados despues de vuestra huida pero no sabeis si seria precabido el permanecer alli por mucho mas tiempo...

No permitire que esto termine asi... pienso mientras bajo al Tajo en un intento de salvar la vida.
Encontrare al culpable y lo despellejare vivo... sigo "pensando" mientras me agarro a los salientes y raices para descender...

- Muchacha ya hemos pasado lo peor.- le digo a Gabrielle mientras le permito unos minutos para descansar mientras recupero mi aliento. Tengo el cuerpo entumecido, pero aquí apenas podría hacer nada por ella.- Hemos de alcanzar la ciudad, ¿hay algún lugar donde puedan guardaros mientras os recuperáis? Quizás esa ama vuestra...- Gabrielle se halla al borde de la inconsciencia y sus cabeceos de agotamiento lo demuestran. Agito con firmeza pero sin brusquedad por los hombros a la muchacha - ¡Vamos!, no es momento de dejaros vencer. Morfeo es mal amante para las doncellas heridas; tendréis mucho tiempo para descansar cuando lleguemos.

Comienzas a descender por los salientes cuando escuchas como los guardias estan mas y mas cerca haciendo que esta distraccion te haga realizar un error de calculos y resbalar entre las escarpadas piedras del terraplen. Sin posibilidad alguna de reaccion o de agarrarte a algun saliente caes irremediablemente al agua del tajo con un sonoro chapuzon mientras escuchas los gritos de los guardias acercandose al saliente.

Al menos ya estas a salvo... ahora solo te queda nadar y llegar a un lugar seguro...

Gabrielle entreabrio los ojos. No sabia cuanto tiempo había pasado desde que los cerró. Oía la voz tenue de don Francisco susurrandola y la brisa fresca de la mañana le refrescaba la cara.

- Don Francisco... - las preguntas del médico interrumpieron su divagar. - Mi ama vive en la callejuela de las beatas, tras la posada del Aguilar.

No era el nombre real de la calle, pero era como todos la conocían en Toledo, pues era frecuente ver pasear a las superioras de algunos de los conventos que se hallaban a la busqueda de ingredientes para los pasteles y dulces que preparaban las monjas.

Gabrielle luchaba por mantener su consciencia despierta, pero no pudo articular más palabras que esas. Su mente estaba con su ama, deseando que se encontrara a salvo y que aquel padre con aires de inquisidor no hubiera puesto sus garras sobre la pobre mujer.

Espero que los demas esten bien... pienso mientras llego nadando a algun vado.
Me acerco al pueblo mas cercano y con la limosna que consiga intento ir al lugar donde he de reunirme con mis compañeros de desventuras.

Con Gabrielle trastornada entre dos mundos Antonio no tiene mas remedio que volver a llevarla a cuestas por la colina embarrada mientras se escuchan unos disparos lejanos... parece que Armand finalmente ha acabado su huida llevandose consigo a los guardias que os seguian lo que os da un margen mas que aceptable para huir lo mas rapido posible de alli.

Tras un descenso abrupto, frio y nervioso conseguis alcanzar el fin de la colina dejando atras el castillo y toda su crueldad pero tambien el comienzo de la llanura y el camino y carreteras que conducen a Toledo o a los cercanos pueblos de la zona... que deberiais hacer? Sea como fuere ya no contareis con la proteccion que os brindaban los arboles y hace apenas una hora que ha comenzado a amanecer...

Cualquier otro huiría camino de los pueblos, para continuar alejándose y evitar los grilletes inquisitoriales. Pero Gabrielle requiere atención inmediata, y una promesa me liga a Toledo: mi maestro confía en mí.

Afianzando el brazo que sujeta el maltrecho cuerpo de Gabrielle comienzo nuestra andadura hacia la posada del Aguilar. El trecho es largo, pero la necesidad apremia.