Partida Rol por web

-Si la pregunta es si he yacido en cama con otras mujeres, si. Mas eres la primera que me entrega su cuerpo de este modo.

No habló mas. Se limitó a besarla un poco mas, pero, de repente, cayó en la cuenta...

Estaban perdiendo tiempo... si seguían así, la oportunidad de cazar se les escaparía de las manos..

-Discúlpame, de verdad...esto no ha sido solo una cosa casual...prometo terminar lo que he empezado...pero no es el momento.

Tras decir eso, se quitó de encima poco a poco sin dejar de darle cortos besos en los labios..

-Anda...vístete...

Comenta, desconsolado incluso el...cojiendo el pantalón  y la camisa y maldiciendo, mientras que se las iba poniendo....

Me pongo un poco disgustada por suactitud, entonces me situo frente a la puerta del dormitorio y la cierro con llave y me la guardo entre mis pechos haciendole más díficil a Trevor que saliera de ahí y le miro con una cara seria pasndo mis ojos normales a unos ojos rasgados, como los de un gato, de color verde claro y le muestro una sonrisa muy dulce, oculta por un "oscuro próposito".

¿Acaso os vais a alguna parte, Trevor?, me temo que aún no hemos terminado con lo que empezamos...

Doy un salto ágil y me situo encima suya, dejandolo tumbado sobre la cama.

Si deseáis la llave...satisfaced ese deseo que hay en el fondo de mi ser que ningún hombre ha podido hacer...

Las palabras que pronunció Nathalia se te hicieron muy extrañas, ¿cómo que ningún hombre la ha dejado satisfecha?, ¿será que sigue siendo virgen aunque haya tenido sexo con otros hombres...?

Enlazó entonces los pensamientos...

Su misma imagen, en un pasado cercano, le habia dicho algo..acerca de...

Un súcubo....

El muchacho abrió algo mas los ojos, percatándose de lo que aquello significaba.

Aun así, había conseguido vestirse. Una de sus manos extrajo del lugar donde residía, la cruz de madera que antes lo había salvado, mas trató que no se percatara de esto la muchacha... que parecía tener dos personalidades, también.

A su vez, algo en su interior despertó: Aquella sed de sangre, aunque, ahora mismo, ya no resultaba una amenaza, sino, mas bien, un aliado.

La besó subitamente...

Mas después del beso su mano derecha empujó el hombro izquierdo de ella, tratando entonces de desestabilizarla...

En cuanto veo que utilizó aquella táctica del beso para desestabilizarme, me aferro a él con más fuerza.

Tranquilo, no os haré nada malo a vos...No soy un sucubo, soy la auténtica Nathalia y, ah...respecto a mis ojos...

Mis ojos vuelven a la normalidad en cuanto me relajo.

Cambian de aspecto cuando estoy un poco enfadado o...

Me dió vergüenza decir lo último.

Excitada...por favor...soy la auténtica, de verás. Lo que pasa es que esto...es cosa de la sangre de los Norvenda...nosotros, desde hace generaciones hemos heredado un tipo de sangre extraña y hemos servido de alimento a los señores de la noche...sólo los que han muerto en mi rama familiar...pero, nosotros tenemos una alianza con los Belmont en la batalla, por lo que Dios nos brindó con el poder de la noche, pero no llegamos a ser vampiros, somos inmunes a la sed de sangre y a que seamos vampirizados, sin embargo...somos faciles de corromper con magia, pero Dios nos ha protegido de todas estas dificultades, así que, por favor, no me matéis, Trevor Belmont...

Le dije con ojos lástimosos mientras lo tenía atrapado entre mis brazos...aquel sentimiento y aquella excitación al verle de esa forma no se iban...y eso me angustiaba...

Utilizó su fuerza entonces para liberarse de ella, dandole la espalda.

-Entonces, explicame esa frase..."satisfaced ese deseo que hay en el fondo de mi ser que ningún hombre ha podido hacer"

Comentó, sin siquiera mirarla, guardando la cruz, confiando en ella, al menos, un poco. Esperando que se lo explicase...esperando, en realidad, no haber sentido algo por un demonio, un asqueroso demonio.

Suspiro profundamente...y miro como Trevor me daba la espalda mientras ponía unos ojos vidriosos pero bajo la cabeza para que no se me notase...

Todos los hombres que han tratado conmigo...han acabado muertos...ya llevo 4 ex-maridos y todos muertos por mi sangre maldita, el último de ellos, Izam, fue el único que sobrevivió aquella noche, sin embargo...seguía siendo, como vos me veis, virgen y maldita con esta sangre...Sin embargo, según los libros del linaje de mi familia...si el amante del que posee sangre maldita hace un pacto de sangre con él mientras...usted sabe...podría anularse la maldición, lo probé con Izam, pero fue un fracaso...seguía teniendo la sangre maldita y me produce efectos mucho más dañinos...como aquel ataque al corazón que sufrí antes y pensé...quizás usted puedo ayudarme a bajar la maldición, pero...hay una condición: Que yo debo ser su esclava...su amante hasta el final de mis días y eso...se me hace muy duro para mí, sobre todo para vos, porque supongo que vos amaréis a otra mujer...rechazariáis a una de las criaturas del señor ni siquiera para concederles el remedio ante aquellas ataduras...

Dicho esto, empecé a gimotear levemente, pero en silencio porque no era necesario que se compadeciera de mí, pues yo era un demonio sagrado, sobre todo un demonio...y Trevor es un cazador guiado por el señor y que detesta a cualquier demonio y que no dudaría en matarlo sin pestañear y eso era lo que más temía...

El muchacho se levantó, bajando la cabeza. Comenzó un monólogo que la muchacha recordaría toda su vida.

-Maldiciones....suena peligroso....

Giró su cabeza, mirándola y sonriendo misteriosamente.

-A cuantas me habré enfrentado...y aún sigo vivo.

Despues de aquello volvió a ajustarselo todo.

-Como ya te he dicho, debemos de irnos. No te mataré, pues me has demostrado que, aunque posees sangre oscura, tienes corazón puro, y, para qué engañarnos, siento algo por ti. Mas no trates de hacer un pacto contigo, porque no voy a esclavizarte. No, mientras siga siendo humano, mientras quede humildad en mi corazón y mis ojos sigan siendo azules.

Tras aquello se dió la vuelta, tendiéndole una mano.

-Somos iguales. No trataré como una inferior a alguien que ha sufrido por culpa de la maldición. Juntos.. encontraremos la manera de purificar tu alma, sin que ninguno tenga que morir.

Tras aquello, simplemente suavizó su rostro, sonriendole dulcemente

-Ya es hora de que calmes tu sufrimiento.

Empecé a llorar de felicidad y me abrazo a Trevor, todavía desnuda.

Muchas gracias...no es necesario un pacto, pero...tengo ciertas necesidades...

Le digo algo ruborizada.

Además...he pérdido la llave dentro de mis pechos...

Le añado muerta de vergüenza por mi torpeza.

El chico le sonrió, besándola delicadamente...

Mientras que la besaba, una de sus manos se dirigió entre sus senos, en busca de la llave, que encontró finalmente..

Tras aquello bajó su mano por la silueta de ella..

-Lo deseo...pero no hay tiempo. Vístete y no lo hagas mas dificil, por favor.

Comentó mirándola siempre a los ojos..

Vale...vale...

Le respondo sonrojada por haber metido su mano entre mis pechos para coger la llave...pero, al menos mereció la pena...

Me comienzo a poner la armadura rápidamente y me peino como es debido.

Espero...que esto quede entre nosotros...no se lo digáis a nadie pues mi familia no ha sido muy aceptada por nadie excepto por la vuestra...

Le comento mientras me coloco mi espada sobre mi espalda viendo como Trevor intenta abrir la puerta.

-Tras esta batalla, nadie quedará que amenaze a ninguna familia, creeme.

Comentó, sonriendole, y abriendo la puerta con la llave. Volvió afuera y trató de buscar, ahora si, otra entrada a cualquier otro lugar, que los recondujera al castillo..

Cuando abriste la puerta de la habitación, veis que habéis sido transportados a una especie de selva y ante vosotros se postra un templo desconocido...