Partida Rol por web

"No seas de los que obedecen a Aslan en público y lo maldicen en privado. Todas las paredes tienen oídos, cada mortal es un dedo en sus manos - Consejo de un checheno anónimo

De repente la cueva se abre a un enorme hueco en el interior de la montaña presidido por una columna central de roca alrededor de la cual véis varias construcciones excavadas en la propia pared.

Cables colgando de forma caótica a través del espacio central llevan luz a los distintos hogares apuntalados con ferralla, y otros materiales de construcción reciclados terminan de conformar cabañas y tiendas improvisadas.

El lugar bulle con actividad, mayormente podéis ver a hombres con ropajes de guerrilla como los que ya habéis conocido, trabajando alrededor del campamento, pero también hay alguna mujer en burqa o hijab. 

Cada parte de su cuerpo le estaba pidendo a gritos huir de ese lugar. Cuando vió esa excavación las sensaciones de aquel día bombardeaban su conciencia. mark seguía hablando sobre el trato que Omar le estaba pidiendo pero eso para él había quedado en un segundo plano. Entonces Viktor le preguntó sobre su línea. Es un Abrek. Había escuchado de ellos a algún gangrel que se había cruzado durante sus años de viaje, y la verdad es que al escuchar ese nombre el nerviosismo se apoderó más del cainita. No sabía si era proel o por ese lugar, pero esa sensación era insoportable para él.

 Me quedo callado unos instantes, para variar. Pero no dura mucho.

 -Pero que chimba de ciudad tenés acá! Yo que pensaba que iba a ser esto todo pasadizos y negrura...

 Que aquí si se puede vivir bien pues!

 Ignoro el tema de la línea de Omar, no me suena de nada el nombre que utiliza para denominarse.

 -Será una huevonada de las gentes de aquí. Todo el mundo quiere ser el copico de nieve y ponerse un nombrecico especial... Como si fuesen tan distintos.

Viktor tenía un mal presentimiento, un muy mal presentimiento, mientras se adentraban en esa especie de refugio subterráneo. Había leído historias, cortesía de su sire Hassan, fragmentos manuscritos de la mitología de los Condenados, que hablaban de "los que duermen bajo las montañas". Relatos de terror y poder, capaces de helar la sangre de aquellos sangre joven que vivían sus vidas ajenos al verdadero horror. Había que caminar con pies de plomo mientras estuviese allí, no sabía qué había de leyenda en esos viejos manuscritos y qué de verdad, pero no pensaba averiguarlo durante la cena. Esa sensación, como un siniestro canto de sirena, estaba latente en su interior, pero no se atrevía a escucharlo. Las palabras de Mark le hicieron sonreir, por suerte, trayéndolo de nuevo de vuelta de su mundo interior:

- Claro que sí, podemos abrir un Vampire King allí al lado de esas chabolas - Dijo riendo, mientras caminaba junto a ellos.- Y allí podemos poner un Pret-A-Vampire. Bueno, bromas aparte, ¿Qué hacemos exactamente aquí? Si hay un objetivo que abatir, deberíamos estar en camino lo antes posible.

- Hay preparativos que debo hacer antes de que salgáis.

Omar vuelve su cabeza a Ali e intercambian un par de frases en checheno antes de volver a dirigirse a vosotros.

- Alimentaros y descansad por ahora. Ésta noche sois nuestros invitados, los hombres del general Taziev estarán a vuestro servicio para lo que podáis necesitar.

El checheno se despide y da media vuelta.Junto a Ali y un parde sus hombrestoman uno de los túneles contíguos y desaparecen dejandoos a los pies de la ciudadsubterránea junto a algunos de los mortales que viajaban con vosotros. Los guerrilleros os observan como si esperaran órdenes.

En cuanto el pelirrojo y su séquito desaparece tomo una actitud mucho más dominante con los mortales que quedan.

 -Ya pues! Llevenos a nuestro sitio pues. Que nos digan dónde podemos foquiar el día y nos traigan melona para los cuatro.

 Un momento después y ante la cara de no entender de los guerrilleros me giro hacia Viktor y Pavel.

 -Ay... Ya díganles lo que queremos a ver si se entienden con los troilos estos...

 Pero díganles, melona bien eh... Ni niñas ni murgas de esas. Unas mujeres bien y si no que les digan dónde vamos o qué.

 Es posible que algunos de los soldados hablen inglés y se hagan los tontos, debemos tener cuidado con que decimos en todo momento.

Vince no quería quedarse en ese asentamiento subterráneo mucho más tiempo, así que decidió buscar un escudriñajo ptrácticamente inaccesible pero cercano donde refugiarse por ese día. Se acercó a Mark y a Victor.

- Yo no me quedo aquí a pasar el día, este sitio no me sienta bien. - les dijo mirando sus caras para ver su reacción. Decidió  alimentarse, no sin antes olisquear para asegurarse de que estaba todo correcto.

Viktor sentía cierta curiosidad por la situación, dadas las circunstancias, así que decidió probar algo para confirmar sus sospechas. Las palabras de Vince, aunque tenían algo de la sabiduría rudimentaria Gangrel, erraban en un solo punto, por lo que se dirigió a su compañero de viaje en voz baja:

- ¿Y que sugieres?Pirarnos a hurtadillas, ante un ejército de mortales, en el lugar que apesta a historia lovecraftiana, y corriendo por túneles que tienen tantos años como nuestros ancestros. Me gusta el plan, pero mi trabajo era la integridad del equipo y alcanzar el destino*, y no pienso faltar a mi contrato. - Miró a todos uno a uno.- Voto por irnos a descansar, mantener ojos y oídos abiertos y pirarnos en cuanto no haya problema. - Antes de moverse en busca de un lugar un poco apartado de la vista, se giró haciendo un gesto de "seguidme".- Y allá cada cual, pero yo ayunaré un poco hoy, total, mi menú favorito no está disponible...

-A mi lo que me sorprende es ¿cómo haran el drenaje? -Pável les hace un gesto de que dejen la convesación por que alli no sabe quien esta escuchandoles por mucho que hablen en susurros

Los soldados siguen sin hablar inglés y tampoco responden al ruso. Sin embargo, por la forma de gesticular entienden al colombiano o por lo menos se ponen en marcha hacia algún sitio esperando que los sigáis.

Atravesar la ciudad subterránea es algo curioso. La mayoría de sus habitantes no os presta atención, atareados llevan material de un lado a otro y trabajan en labores de vigilancia con ritmo militar. Los que se percatan de vuestra presencia simplemente apartan la vista al cruzarse las miradas y siguen a lo suyo. Eso os hace pensar que seguramente no sois los primeros "turistas" que visitan la zona.

Sin embargo, en vuestro camino os llama la atención un grupo de tres chicos jóvenes que a diferencia de los demás si parecen interesados en vosotros, sus miradas penetrantes expresan desconfianza. Éstos tres a diferencia del resto no están haciendo nada en particular. De hecho por como están recostados y las cartas tiradas sobre el suelo polvoriento parece que lleven ahí sentados toda la noche.

Un túnel más angosto os aparta del campamento central y tras pocos minutos caminando por los pasillos que hacen a su vez de calles, llegáis a una esquina frente lo que creéis va a ser vuestro refugio para el próximo día. Sobre la puerta un número "148" pintado sin mucho esmero es lo único que distingue esa sala cuadriculada y desamueblada de otras por las que hayáis podido pasar antes.

. 

Los soldados desaparecen para volver al cabo de un rato con un par de vultos amordazados y maniatados. Por su complexión distinguís que se trata de dos varones con aspecto de haber recibido una paliza, tienen sacos sobre las cabezas y a penas se mueven. Huelen a sangre, polvo y sudor

El gangrel miraba a Viktor con cara de incredulidad.- ¿Celda 148 o habitación de hotel 148? - le dijo con el tono más irónico que sabía poner. - Precisamente si quisieras mantener la integridad del grupo estarías pensando en cómo cojones salir de aquí.- Volvió a sentir esa sensación que evocó los recuerdos de ese día. Vince sacudió la cabeza como si así lograra apartar eso de su consciente. Miró a Viktor de arriba a abajo- ¿De verdad no sientes eso? Si tu idea de mantener a salvo al grupo es quedarte a "descansar" en una puta celda custodiado por guardias humanos. Me gustaría ver qué es lo que harás para mantener la integridad del grupo cuando se presente el problema de verdad en tu cara.- Le dijo con una sonrisa bravucona.- ¿Qué es lo primero para ti, esa integridad del grupo que dices  o la misión? Y por si no te has dado cuenta, yo no te he dicho que os vengais conmigo ni te he pedido permiso.- Le aclaró mientras dió unos pasos hacia él. Estaba actuando como un animal que se siente acorralado, sacando los dientes.

Miró a los desgraciados que habían traido. y empujó a uno tirándolo al suelo, ya que estaba entre el gangrel y la puerta.- Y creo que lo del ayuno es lo único coherente que has dicho.

 Me siento en el suelo y pongo las palmas de las manos hacia arriba pidiendo calma.

 -Ay... Ya no empiecen con huevonadas pues.

 No es una orden, nunca he funcionado así, pero si es una solicitud del ductus a los miembros de la manada.

 -¿Que quiere?

 Pregunto a Vince.

 -No podemos insultar la hospitalidad que nos han dado. No

​​podés irte de acá, no podés salir del cuarto, no podés hacer nada que no sea confiar en que no haya una balacera en cuanto salga el sol. Porque si lo hacés te ganas la excusa para que te den bien.

 El pelirollo nos pidió un favorcico, si pensara en darnos billete pues ¿Pa qué se iba a molestar? Nos habría dicho que si a todo y palante.

 ¿Si? Lo que dice Viktor, foquiamios acá con un ojico abierto por si acaso y ya. Mañana en la noche salimos de acá cuanto antes y vamos a pagar el favorcico que nos hacen con no matarnos en este día.

¿Estamos todos en este barco?

Las palabras de Pavel eran acertadas, Viktor ya contaba con que algo los observaba, pero a falta de una manera de comunicarse con ellos, lo mejor era seguir el juego hasta la habitación que los soldados presentaban. Extendió sus sentidos, tratando de no despertar la atención de lo que dormía bajo las entrañas de la montaña. Para ello, decidió focalizar sus sentidos en los presentes, recordando las palabras de Omar "Todos somos Aslan", para ver si efectivamente, ese Matusalén (Haquim quisiese que sólo fuese un Matusalén durmiendo allí) había "subyugado" o "contaminado" a todos los vampiros y mortales presentes. Una vez en la "celda", mientras charlaba con Vince, observaba tanto a los soldados como a los dos prisioneros. Si las cosas se torcían, tenía un plan de escape en caso de que los humanos no fuesen "de Aslan". Pero antes, atendió a las palabras de Vince:

- ¿Crees que estoy ciego, Tovarish? - El acercamiento "violento" de Vince le dio la oportunidad que necesitaba, por lo que actuó como si se acercase a encararlo.- ¿No has atendido a Pavel antes? - Dijo gesticulando con los ojos hacia Pavel para recordarle lo de "no hablar" nada comprometedor, antes de seguir con la "función".- Ese es el problema de los tuyos, creéis que sois bestias, que todo se puede resolver con fuerza bruta... Pero en esta prisión hay "presos" más grandes. ¿Qué sabes tú de lo que he tenido que hacer por ayudaros, de lo que he tenido que renunciar? - Inspiró hondo, esto último se había salido del guión, pero serviría.- No confundas mi templanza con debilidad, sangre joven. El honor de un Juez es ley. Si estoy quieto es porque estoy evaluando opciones, no me he vuelto manso. - Sonrió a su compañero de viaje.- Creo que si todos confiamos en los otros, saldremos de ésta muy pronto. ¿Trato? - Dijo tendiendo la mano al Gangrel.

Una vez se fueron los guardias, se dirigió al resto:

- Creo que si todos estamos de acuerdo en ayunar, estos dos pueden ser de utilidad. - Dijo observando con sus sentidos a ambos mortales. Luego les quitó las capuchas y se dirigió a ellos en ruso.- ¿Habláis mi idioma? Si lo hacéis, espero que nos prestéis atención, porque vuestro futuro, literalmente, depende de lo bien que escuchéis. - Dijo esto último con una sonrisa amenazadora mostrando sus colmillos.

 

-No podemos insultar la hospitalidad que nos han dado. No

​​podés irte de acá, no podés salir del cuarto, no podés hacer nada que no sea confiar en que no haya una balacera en cuanto salga el sol. Porque si lo hacés te ganas la excusa para que te den bien.

 El pelirollo nos pidió un favorcico, si pensara en darnos billete pues ¿Pa qué se iba a molestar? Nos habría dicho que si a todo y palante.

 ¿Si? Lo que dice Viktor, foquiamios acá con un ojico abierto por si acaso y ya. Mañana en la noche salimos de acá cuanto antes y vamos a pagar el favorcico que nos hacen con no matarnos en este día.

¿Estamos todos en este barco?

- Mira Mark, hemos trabajado juntos en el pasado y se que eres un tipo que sabe defenderse y moverse en situaciones peliagudas, pero creo que estás subestimando la situación o sobreestimándote.- Dijo intentando ser cuidadoso.- Precisamente si no nos hubiera pedido nada a cambio es cuando dudaríamos de él. ¿ Que puto vástago hace algo de manera desinteresada en las noches de hoy?- Dijo Vince para que Mark no fuera tan vago en su razonamiento.

- ¿Crees que estoy ciego, Tovarish? - El acercamiento "violento" de Vince le dio la oportunidad que necesitaba, por lo que actuó como si se acercase a encararlo.- ¿No has atendido a Pavel antes? - Dijo gesticulando con los ojos hacia Pavel para recordarle lo de "no hablar" nada comprometedor, antes de seguir con la "función".- Ese es el problema de los tuyos, creéis que sois bestias, que todo se puede resolver con fuerza bruta... Pero en esta prisión hay "presos" más grandes. ¿Qué sabes tú de lo que he tenido que hacer por ayudaros, de lo que he tenido que renunciar? - Inspiró hondo, esto último se había salido del guión, pero serviría.- No confundas mi templanza con debilidad, sangre joven. El honor de un Juez es ley. Si estoy quieto es porque estoy evaluando opciones, no me he vuelto manso. - Sonrió a su compañero de viaje.- Creo que si todos confiamos en los otros, saldremos de ésta muy pronto. ¿Trato? - Dijo tendiendo la mano al Gangrel.

 Volví la mirada a Victor.- Te equivocas en una cosa, el problema de los míos no es nos creamos bestias, es que lo somos, igual que todos vosotros.- Corrigió.- Solo que nosotros no nos escondemos en fachadas hechas de palabras ahogadas en colonia y bromas estupidas para intentar agradar.- le dijo poniendo cara de asco.- Lo que aprendemos de las bestias es que si no puedes vencer a un peligro, no te expongas a él. Y esto, señores es exponernos demasiado. Y tienes razón, no tengo ni puta idea de lo que has tenido que hacer y sinceramente me importa una mierda, pero si que se que te haces una idea de la fuerza que tiene lo que hay aqui. Y sabes que ese tipo de seres no se alimenta de sangre de simples mortales.- Le quiso hacer pensar en eso.- Por lo que si, para mi esa templanza ahora mismo es debilidad, porque estamos dejando que nos rodeen unas fauces nuestros a cuellos siendo conscientes de ello por la puta amabilidad y la cortesía.- Mientras decía eso otra vez esa sensación de que mis pies se enraizaban al suelo por su presencia le hizo temblar por un instante. Cuando Viktor le dijo sonriendo que saldrían de ésta pronto  si confiaban los unos en los otros un pensamiento le vino, el insitinto de supervivencia le decía que tenía razón. Si algo así estaba por esta zona, el sólo no podría hacer nada.

-Pero esta vez hay trato.- le dijo mientras le dió un apretón en la mano que le tendió para sellar el acuerdo.- Espero que que el juez cumpla con su ley.

Pável descarga sus cosas sobre un rincón, y se acerca a la bolsa de los cuerpos, comprueba su estado.

-Yo probaré los cuerpos. Sé que os parecerá raro, pero estamos en su casa y no tocar su comida podría ser interpretado como una ofensa. Llamadlo "esta gente es especial". Así que seré yo quien lo haga, y prepararé un unguento para que nos depertemos lo más pronto posible.

El nerviosismo se hace presente en la manada cuando por fin los guardias desaparecen y os dejan a solas. Pero la camaradería que os úne, quizás por vuestra relación previa o por los lazos de sangre de la sagrada vaulderie, hace que de nuevo lleguéis a un entendimiento. El grupo recobra la calma y sigue unido.

Al tomarles el pulso a los sacos de carne que os han ofrecido, Pável es capaz de sentir que efectivamente aún respiran pero solo con ese exámen superficial no alcanza a discernir cuán perjudicados  podrían encontrarse. Acto seguido, hinca los colmillos en uno de ellos.*

Después de irse los soldados que os acompañaron a la sala 148, quedó ajustada la puerta metálica que podéis cerrar por dentro con un pesado pestillo rudimentario de los que se introducen en un agujero de la propia pared y dejan la habitación completamente sellada a la luz eléctrica del exterior y a intromisiones inesperadas.

Vuestros cuerpos podrían sumirse en el descanso diurno ahora o en unas pocas horas cuando en el exterior salga el sol.** Si quisierais salir de la habitación, nada os lo impide. Regresar a la plaza central de la ciudad debería ser relativamente fácil y explorar los túneles internos podría ser otra opción interesante, aunque conlleva el riesgo de perderse con facilidad.

Te tomas unos momentos para conectar con las sensaciones que te rodean. Centras tu atención en los soldados antes de que se vayan y luego en los recipientes. Tu consciencia se expande y lo que notas a continuación es más aterrador que cualquier ruido:

Silencio.

Es como si cuando miraras de reojo al abismo, éste te sofocara con toda su fuerza y sin embargo, cuando tratas de mirarlo fijamente, éste desaparece por completo. No hay trazos de ningún matusalén, ni ningún demonio sobrenatural. Nada.

Sin embargo, cuando dejas de esforzarte por sentir lo oculto, la sensación claustrofóbica de sofoco vuelve a hacerse presente como si nada.

Tu instinto animal grava sin problemas todos los detalles del camino hasta la celda 148, analizas las posibles escapatorias y vías de huída menos transcurridas alentado por tus peores temores.

De hecho pareces el único de tu grupo que se da cuenta que no hay rastro de vuestro equipaje por ninguna parte. No es que tu llevaras nada ahí, pero si que viste como las maletas de Viktor, Pável y Mark fueron descargadas de los burros e introducidas en la gruta; pero en ningún caso han aparecido en la habitación y nada indica que lo vayan a hacer pronto.