[ EPÍLOGO: HERMANAS DE SANGRE ]
En un marco de sangre y entrañas las guerreras de ojos plateados se encontraron ante uno de los momentos que cambiaría el resto de sus vidas. Selin, una de sus fieles compañeras había rebasado el limite. Su yoki había superado con creces el umbral entre lo humano y lo yoma.
Se sentía fuertemente atraída por la sangre derramada durante el combate contra la Kakunseisha Stelmaría. Apenas podía controlar su cuerpo y ansiaba matarlas por encima de todo. Pero la poca humanidad que todavía conservaba luchaba ferozmente y con todas sus fuerzas para retenerse.
Las guerreras, heridas por la batalla apenas tenían fuerza para sostenerse en pie. En todas ellas había un sentimiento de impotencia ante lo que estaba sucediendo. El objetivo había sido eliminado, si, pero la única posible cura contra los yomas podría haberse perdido para siempre con la muerte del último espécimen vivo. Y si por si fuera poco su compañera estaba al borde del colapso. Si se transformaba las mataría a todas en un segundo.
Por suerte o por desgracia, todavía quedaba una de ellas en pie tras el combate a parte de Selin. Kiarah había estado recuperando fuerzas para implantarse el brazo de su compañera y amiga Yrihal. Justo después de la muerte del Kakunseisha su mimetismo se completo. Las células del brazo de Yrihal ahora corrían por la sangre de Kiarah.
Con su nuevo miembro recién implantado y con las fuerzas justas para tenerse en pie comenzó a andar directa a Selin...
SELIN: Marchaos...
Kiarah se acercaba a ella arrastrando su espada, pues no podía gastar las pocas fuerzas que le quedaban.
KIARAH: No... no pienso dejarte así.
El resto de guerreras contemplaban la escena. Kiarah se acercó hasta su compañera y le dijo unas palabras al oído. Selin conteniendo sus últimos momentos de humanidad dejo caer una lagrima por sus mejillas mientras afirmaba con la cabeza. Entonces la claymore se alzó dejando caer todo el peso sobre su cuello...
La cabeza cayó como un peso muerto y poco después le siguió el cuerpo desplomándose en un charco de sangre en mitad de la sala. Selin había tomado su última decisión... había preferido morir como humana que transformarse en un ser horrible...
Los minutos pasaron y finalmente las guerreras pudieron reponerse de sus heridas, que poco a poco iban sanando. Ninguna dijo una sola palabra, aunque todas sabían que cualquiera de ellas hubiera hecho lo mismo por una de las suyas.
Y tras ese triste momento descubrieron la verdad acerca de los yomas. Los informes se sucedieron y tras su lectura todo quedó claro. La organización se había dedicado a experimentar con humanos para encontrar el soldado perfecto. Las guerreras mitad yoma-mitad humano no eran más que una mera herramienta para destruir a los defectuosos experimentos que liberaban. Todo formaba parte de una red de mentiras y engaños, de manipulación y de poder...
Después de eso nada volvió a ser como antes. Las cuatro supervivientes juraron vengarse de la organización. Incendiarían toda la base para hacer desaparecer las pruebas de todo lo que ellas "no debían saber" para que los agentes no supiesen hasta que punto tenían conocimiento de sus verdaderos planes. Volverían a la organización pero esta vez para destruirla desde dentro...
FIN