...en algúna ciudad del Sur, 10 años atrás...
Shanria con tan solo 4 años de edad había sufrido en su corta existencía más que mucha gente adulta en toda su vida. Su padre era la razón principal de su sufrimiento. Un hombre arisco, irascible y despiadado que la maltrataba junto a su madre practicamente a diario. Las costumbres del sur de hacer que las mujeres no salierán practicamente de la casa le hacía el trabajo más fácil si cabe aún. Las dos pobres mujeres veían pasar su vida lenta y dolorosamente bajo palos y sangre.
Hasta que un día el horrible padre de Shanria empezo a cambiar, pero a peor. Algo le había afectado, haciendole todavía más peligroso y temible. Algo le alteraba y Shanría no pudo soportar más. En ese momento su madre estaba siendo apaleada por su padre casi hasta dejarla inconsciente. El muy bastardo se reía mientras la pegaba, como si disfrutará enormemente con ello.
La pequeña que había madurado mucho por culpa del sufrimiento sabía que si se quedaba ahí más tiempo acabaría muriendo ese mismo día. Escapo como pudo y echo a correr por una de las calles del pueblo. Su padre en cuanto se dio cuenta empezo a correr detrás de la niña...
Padre: ¡Pequeña zorra... ven aquí ahora mismo para que te enseñe lo que es sufrir! (risa desquiciada) ¡Jajajaa!
Cuando de repente el cuerpo del hombre se torno en cuerpo de bestia. La carne retorciendose y deforfandose hasta adquirir formas horribles. El semblante y los ojos helaban la sangre de la niña. Cuando en aquel instante la madre moribunda se abalanzo sobre el demonio Yoma para tratar de que Shanria ganase tiempo para huir. Pero no consiguió loq ue se proponía. En un par de segundos la degollo dejandola desangrarse en el suelo.
La criatura que estaba de espaldas a la niña giro su cara lentamente de forma inhumana mientras se oia como crujia la carne y los huesos del cuello. Sus ojos la miraban fijamente, solo pensaba en deborarla lentamente mientras le causaba el mayor dolor posible... La niña estaba paralizada por momentos, moriría en pocos segundos...
Shanria estaba totalmente paralizada, si salía de ésta macabra situación, sin duda la imagen de su más que severo padre con los ojos desorbitados, empapado en la sangre de su querida madre, y transformándose en una bestia salvaje, sería un recuerdo que tardaría demasiado tiempo en olvidar, si es que lo olvidara y saliera con vida.
No quiero morir....un leve resquicio de cordura quedaba aun en la mente de la niña, que desde el fondo de su ser intentaba con todas sus fuerzas reacciónar.
No quiero morir....su voz interiro gritaba para sus adentros, que de alguna forma se moviera y tratara de salvar la situación.
No quiero morir!!!!! un desgarrador grito inindó la habitación, esperando, que por casualidad, algún vecino cercano hubiera escuchado los gritos de dolor de su madre, o los de ayuda de la niña, mientras lloraba descontroladamente, y se acurrucaba en una de las esquinas más oscuras de la habitación. El lugar donde solía calmarse después de las palizas que su padre, o lo que quedaba de él si alguna vez fue humano, solía propinarle, intentando justificar la falta de orgullo, riquezas y estabilidad emociónal.
En aquel instante angustioso fuera de toda logica, la pequeña niña se acurruco en una oscura esquina esperando que el mal desapareciera. El demonio estaba ahi, delante suyo, deseando torturarla y comersela poco a poco mientras sufria. El olor a sangre se confundia con el aliento de la bestia. La pequeña Shanria temblaba mientras sus ojos llenos de lagrimas no le dejaban ver con claridad. Su final estaba cerca...
Todos los abusos de su padre tendrían un final. Acabarían con su vida en ese mismo inetante...
Pero en aquel momento, olvidada ya toda esperanza, un tremendo ruido sacudio la casa. Los cristales de la ventana que permanecia encima de la niña saltaron en pedazos. Una reflejo paso por encima de su cabeza, como si de un rayo se tratara. Un monton de diminutos cristales cayeron sobre el cabello de la niña mientras seguía llorando. Tras unos instantes todo quedo en calma. La respiración del demonio ya no se oía, sus jadeos habían dejado de sonar.
La niña empezo a secarse las lagrimas y a tranquilizarse para poder ver lo que había ocurrido hacía unos instantes...
Shanria estab desconcertada, justo cuándo pensaba que era el fin de su lamentable vida, alguien había acudido a ayudarla. Nadie en el pueblo hizo nunca nada por ella, aunque todos sabían de su situación. Sobre todo, cuándo el viejo Jim, el dueño de la posada, echó la bronca al padre de Shanria, Adrull, por tratarlas así a ella y a su madre. Cómo si de su propia hija se tratara, Adrull propinó una paliza a Jim dejándolo magullado e inconsciente. Pero ahora, algo había cambiado, quizás era un angel salvador, si existían ese tipo de demonios, seguro que los ángeles también, claro, no había otra cosa que pudiera aparecerse así de repente.
Shanria abrió los ojos con cara de incredulidad, y vió a una mujer, de refilón, era alta, guapa, rubia, con el pelo corto, portaba una armadura que la cubría todo el torso, y una enorme espada que manejaba cómo si apenas pesara, y eso que era mucho más grande que ella. Acaso era capaz un humano de semejante hazaña? sería sólo casualidad? Pero lo más extraño de esa mujer eran sus ojos, plateados, intensos y con una mirada que dejó a Shanria sin respiración por un momento.
Con dudas todavía, Shanria fue capaz de murmurar unas palabras, mientras todavía la lloraban los ojos.
Gr....grac..gracias..pensé que iba a morir...aunque, que va a ser de mi ahora?
[imagen borrada por el director]
El yoma yacía por fin en el suelo. Una gran espada permanecía verticalmente incrustada en el cráneo del demonio. como si de una cruz se tratara. La tenue luz de la luna se reflejaba en el acero. La sangre purpura no dejaba de brotar de la cabeza del monstruo, mientras unos pasos se oían a lo lejos. Los cristales hechos añicos no dejaban que la niña apoyase sus manos en el suelo para levantarse.
La puerta estaba entreabierta, y una figura se colo en la sala sin decir una sola palabra. Una mujer de larga melena, con rostro frío. No tenía expresión alguna en su cara. El cabello tapaba gran parte de su semblante, pero algo resaltaba sobre todas las cosas, sus ojos. Unos ojos plateados, que brillaban casi con más intensidad que el acero. Esos ojos se posaron durante un instante en la pequeña Shanria que balbuceaba a causa del terror que invadía su mente.
La mujer puso el pie en el cuello de la criatura mientras arrancaba el arma lentamente para que la sangre no la salpicara. El movimiento era sistemático, casi parecía que lo hacía habitualmente. No reparó en la mujer que yacía en el suelo. La madre de la niña tendida sobre una alfombra había ido perdiendo la vida poco a poco, a causa de una grabe herida en el cuello. Nadie más que aquellas dos personas restaron con vida en ese momento...
No pasaron más de unos segundos pero a la pequeña le parecieron eternos. La joven una vez armada se dispuso a salir de la casa...
No tendré en cuenta tu descripción, pues no es precisamente Clare tu "salvadora".
La niña no podía dejar de llorar, vió cómo su vida, corta y lamentable, había pasado en frete de sus ojos en fracciónes de segundo, justo cuándo su violento y mezquino padre, se había convertido en la bestia que algún día, Shanria, sabía en que se transformaría.
Pero alguien había ayudado a la desamparada niña, que volvía a tener una minima esperanza en lo que quedaba de humanidad.
Con cara de circunstancia, y sin saber muy bien que hacer, o decir, finalmente Shanria pudo decir algo inteligible, antes de que su salvadora se fuese igual que vino, silenciosa.
llevame contigo, por favor, ya no me queda nada, ni nadie, estoy.......sola.
Shanria se sorprendió al hablar tan directamente e impulsiva a una desconocida, pero tras sopesar rápidamente las opciónes, creyó que era, aunque arriegada, la mejor.
Había puesto la descripció sólo como un mero hecho anecdótico,y creí que era buena idea añadirle algo de color a tan sombría infancia XD por supuesto, si no concuerda, se cambia^^
La chica se paro en seco al oír como un hilo de voz se desprendía de su garganta. No se molesto ni tan siquiera en darse la vuelta para hablar
De que estas hablando mocosa... no pienso cargar contigo a ninguna parte...
Negó con la cabeza y retomó su camino. No parecía muy dispuesta a dialogar con ella, ni a pasar un solo segundo escuchando sus plegarias. Salió por la puerta y empezó a andar en dirección a la plaza del pueblo. La mujer paso frente a la ventana sin mirar ni un momento a la niña que se encontraba en el inetrior. La casa estaba destrozada. Dos cadáveres inertes en medio del salón esperando a pudrirse. Sangre purpura manchando el suelo... y Adrull, el ahora demonio, con una expresión desencajada en lo que le quedaba de su horrible rostro.
Shanria durante un segundo se quedo paralizada, viendo como todo su mundo se venía abajo. Ya no tenía a nadie más...
El mundo de Sharnia se había derrumbado completamente, no tenía nada, y la única opción de sobrevivir, se escapaba por la puerta, despreciándola desde el mismo momento en que la conoció.
De pronto, un leve espasmo, una sensación que no había conocido nunca, empezó a dominarla, sentía un fuego interno, y una rabía incontenibles, que sólo las lagrimas habían conseguido apagar. No!!! No quiero quedarme sola de nuevo...
Su impetu por sobrevivir, hizo que Shanria moviera un pie, lentamente, cómo si le pesara, pero despues movió el otro, finalmente había conseguido empezar una lucha contra su propio destino.
Cuándo consiguió salir de la casa, la mujer rubia que había salvado su vida, estaba ya calle abajo.
Un paso tras otro, y sin importarle, por primera vez en su vida, la opinión de nadie, se puso a seguir a aquella misteriosa mujer.
La mujer entro en la casa del alcalde, la más grande del pueblo. Dentro, varias personas reunidas parecían esperarla. Era el alcalde, el juez y el tesorero del pueblo. Los hombres recibieron a la mujer. Parecían temerosos de ella, cuando había sido claramente la que los acababa de salvar de la bestia.
(Claymore) Vengo a cobrar la recompensa dice nada más cruzar el umbral de la puerta
(Alcalde) Que.. que recompensa. dice el hombre con voz temblorosa.
(C) Teníais a un yoma en la ciudad y decidí venir y matarlo.
(Juez) ¡Pero nosotros no hemos pedido tu servicio! ¡Maldita bruja! Dice indignado...
En un pestañeo el hombre aparece agarrado del cuello, suspendido en el aire.
(J) Vamos... además de que os hago un favor... ¿No querrás que me enfade verdad?
(A) Suéltele por favor. Pagaremos... dice resignado y cabizbajo...
(C) Los humanos sois estúpidos. Ese yoma hubiese acabado con la vida de muchas personas. Deberíais estar agradecidos de lo que acabo de hacer... podría haber esperado a que mandarais la carta.
Todos en la sala se cayeron, mientras el tesorero se preparaba para darle una bolsa de oro a la joven guerrera.
(C) A mi no. Un hombre vestido de negro vendrá a recoger la recompensa en nombre de la organización. Y más os vale que le paguéis... si no lo hacéis... puede que la próxima vez no acuda nadie en vuestra ayuda.
La mujer se gira dejando volar su capa durante un segundo. Su mirada se cruza con la tuya al salir por la puerta. En el interior quedan tres hombres muertos de miedo... casi tanto como el que produce un yoma.
Estufacta, y paralizada, aun sin comprender muy bien que es lo que venía pasando, Shanria, decide seguir, a una distancia prudente a la chica que acaba de salvar su vida. No, sin antes, echarle un último vistazo al pueblo en el que había pasado sus primeros años de vida, y casí su último día tambien. No se llevaba ningún recuerdo en concreto, no hubo nada agradable que recordar, ni nadie que la despidiera, simplemente, parecía que nunca había existido, y si lo había hecho para alguien, ahora yacía muerta.
Tras un leve vistazo atrás, Shanria, continúa siguiendo a la chica, hasta salir del pueblo.
Una vez en el exterior toda la gente del pueblo se arremolina frente a la casa de la chiquilla. La ventana del lateral estaba echa pedazos por el proyectil lanzado por la guerrera. El cadáver del yoma era arrastrado con ganchos tirados por cuerdas. Nadie quería tocar aquel cadaver putrefacto. La madre de la chiquilla en cambio salio dentro de una sobria caja de madera, preparada en el último momento. La multitud se aparta dejando pasar a la macabra comitiva.
En ese momento la joven guerrera alza la voz.
Como podéis ver esta niña se ha quedado familia, así que necesita alguien que cuide de ella. No me importa quien sea.... ¿Quien va a encargarse de esta mocosa?
La pregunta queda suspendida en el aire. Entre murmullos de los presentes se distinguen multitud de frases...
Quien va a quedarse con ella, seguro que esta maldita...
Es la hija de un demonio, yo no quiero que se quede aquí...
Nadie va a encargarse de esa niña...
El pueblo permaneció en silencio durante unos segundos, esperando a que alguien se atreviera a hacerse cargo de la pequeña Shanria...
De nuevo, la impotencia parecía tomar el control de la situación, mientras la gente del pueblo tiraba algunas piedras a la niña. Sin duda, era una situación cruel, que Shanria, en otro tiempo, probablemente no habría comprendido, pero, despues de lo que había sufrido aquella noche, estaba más que segura de lo cruel que podía llegar a ser la gente.
Shanria se armó de valor y consiguió hablar, mientras contenía toda su ira y tristeza al mismo tiempo.
No soy ningún demonio, pero vosotros, sin embargo, miraos, le dais la espalda a una niña que ha crecido con vosotros, sólo porque teneis miedo, o porque no comprendeis. Es mejor dejarla de lado ahora que ya no tiene a nadie con quien vivir, verdad?.Me iré del pueblo, me da igual lo que me pase, pero, sea lo que sea, la culpa será vuestra por echar del pueblo a una niña indefensa que no tiene culpa de nada. Mi padre ha matado a mi madre, y casi me mata a mi también, y ojalá lo hubiera hecho, para no tener que vivir ahora como lo tendré que hacer. Quien es el monstruo ahora?.
Shanria se dio la vuelta, y se marchó del pueblo, sin un rumbo fijo, mientras gritaba.
Espero que algun dia un monstruo os mate a todos!!!!
La pequeña salió del pueblo, enfadada con la gente, enfadada con la crueldad del mundo. Triste y sin saber a donde ir comenzó a caminar sin rumbo alguno. No le importaba nada, ni a donde ir ni que hacer... siguió andando sin mirar al frente, sin fin en que se estaba adentrando en el bosque.
Tras unos minutos de caminata te das cuenta de que alguien anda tras de ti. Es la mujer demonio, la que arrebató la vida a tu padre. Anda hasta ti, hasta que te alcanza a la altura de un claro del bosque. Al llegar saca su espada y la clava en el suelo. El polvo de la tierra se eleva a la altura de los tobillos cuando te dice...
¡Intenta sacarla de la tierra!
Sabes que no podrás... que está clavada demasiado fuerte... e intentas comprender lo que significa entonces...
(si intentas sacarla fallas en el intento)
Shanria agarra la enorme espada con las dos manos, en un intento, obviamente inutil, pero con una gran carga de significado. Quizás, si fuera un poc más fuerte....
La mirada fria de la mujer que abía salvao a la niña, estaba clavada en los ojos de la misma.
Sólo un poco más fuerte..
Tras otro intento fallido, y cuándo la mujer estaba a punto de sacar ella misma la espada, Shanria apartó su mano, y vovlió a intentarlo.
Algñun día...se que algún día podré sacar ésta espada. Me haré más fuete, mucho más, para poder matar a todos los demonios cómo el de ésta noche. Shanria se cortó la palma de la mano, levemente, lo justo para poder sangrar un poco, pero que no fuera una herida muy seria.
Lo juro por la sangre que fluye dentro de mi.
Una sonrisa se dibujo en el rostro de la guerrera...
Mi nombre es Talim. Y a partir de ahora voy hacer todo lo que esté en mi mano para que cumplas con lo que has prometido.
Algo en aquel momento hizo pensar a Shanria que su destino había cambiado. Que desde aquel momento nada volvería a ser igual. Que la promesa que había hecho tenía que cumplirla hasta el día de su muerte...
Y ahora vamonos. No dirigiremos al Este dice desclavando su espada y envainándola de un solo y fugaz movimiento de muñeca. El polvo que restó en el aire fue infinitamente más lento.
Por cierto, como te llamas mocosa. ¿Por que no querrás que te siga llamando mocosa, verdad?
La cara de Shanria mostraba sorpresa, sorpresa y alegría al mismo tiempo, quizás, una segunda oportunidad se le estaba brindando, y ahora la aprovecharía, no decepcionaría a la guerrera, que estaba a punto de cambiar su destino.
Se secó los restos de las lágrimas que había soltado durante toda la noche, y que no habían sido escasas. Miró firmemente a los ojos a Talyn y la dijo.
Me llamo Shanria. Muchas gracias, no seré una carga para ti, lo prometo. Y cómo si nada hubiera pasado, una gran sonrisa se mostró en la cara de la niña, quizás, esa fuera una de las pocas veces que Shanria había sonreido, ampliamente, y de verdad, y quizás, también fuera una de las últimas, pues el camino sería duro y largo, para conseguir su nueva meta.
Has de saber que el camino que has elegido te llevará a una vida solitaria. A vagar por el mundo siendo una herramienta de exterminación. Pero lo has prometido, y si algo nos queda a nosotras...
Quedo en silencio durante unos segundos. Segundos que se hicieron eternos. Como si necesitara recordar, confirmar en si misma lo que estaba diciendo.
Si algo nos queda son las promesas que nos hacemos a nosotras mismas. Morir siendo humana...
Esa ultima frase quedó suspendida en el aire como queriendo prolongar su sonido desde lo más profundo de su garganta...
Siendo humana, esas dos palabras se quedaron suspendidas en la memoria de Shanria durante un rato. Estaba en silencio, meditando, acaso la guerrera no lo era? Su aspecto físico denotaba todo lo contrario, aunque, la fuerza y velocidad con la que se encargó del monstruo en que se convirtió su padre, decían una cosa totalmente diferente. Sin embargo, Shanria había tomado una decisión, seguiría adelante su nuevo camino, y haría todo lo posible por mantener su palabra, tal, y cómo decía Talin.
Soledad....es algo que llevó sintiendo desde que era más pequeña, supongo, que no me pasará nada por seguir sintiendome así. Y si he de convertirme en una herramienta, así sea, pues mi deseo de venganza crece a medida que pasa el tiempo. Me transformaré en el azote en vida de esas bestias.
Aunque para eso, me queda mucho camino aún.