Partida Rol por web

Y allí aparezo yo. El ultimo de todos con paso apresurado a través de las puertas del centro de control
Acababa de llegar y veía a los que iban a ser compañeros de misión repartidos, mas o menos, por la sala de briewfing.
Por tanto, quedo al fondo de la sala y desde allí, presto toda mi atencion a la directora Kyriakou.
Y conforme va desglosando los parámetros de la misión, yo voy frunciendo el ceño pues me va dando muy mala espina el asunto si.
No obstante cuando la directora termina, puedo contemplar, con aire divertido, la reacción de un par de compañeros.
Pues si. Va a ser una misión divertida si.
Y como el conato de bronca termina casi al instante de empezar, yo suelto de brazos cruzados y bastante buen humor.
Muchachos, esas cosas en un bar o mejor aun, en el callejón trasero del bar en cuestión. Así podréis explayaros a gusto.
Pero mentalmente me encojo de hombros pues para mi, estas situaciones son casi algo normal. Formas que tiene la gente de soltar algo de tensión. Ya sea aporreando un saco, o a algún compañero. Lo que este mas próximo.
Presto particular atención al mapa de la colonia y su localizacion en el cinturon cuando se muestra en mi PCPU con forma de muñequera en mi brazo izquierdo y suspiro para mi.
Dos meses de incomunicación. No. El panorama no mejora no.
Mientras sigo examinando los datos, escucho las preguntas de mis compañeros. Parece que se van oliendo el marrón que nos vamos a comer.
Y cuando Johanna habla, alzo la cabeza y añado.
A menos que la directora requiera mi presencia para algo mas, yo también voy a preparar mi mech.
Mi mirada se pasea por los rostros de quienes van a ser mis compañeros de equipo antes de añadir.
Suerte para todos. Pero recordad, dejad el mínimo de factores posibles en manos de esa suerte con una buena preparación. No se prodiga mucho la muy zorra no.
Sonrío levemente dicho esto, alzo mi mano derecha derecha a modo de despedida y tras inclinar levemente la cabeza ante la directora, abandono el centro de control de camino a los hangares de mechs.

Estaba esperando el permiso para retirarse todo lo elegantemente que un tipo como yo podía ser, que era más bien poco, cuando alguien levantó la voz detrás de mi. Sin saber que la fuente del deseo de aquellas palabras era mi persona, me giré para descubrir un imbécil de virilidad herida lanzarse contra mi.

Un paso atrás, y mi pie topó con la holopantalla del oráculo, lo que hizo que, además de no poder ganar la distancia necesaria para evadir tan evidente golpe, tropecé con el proyector de la IAL, sumando el golpe a la caída, golpeando la cabeza contra el dispositivo. Quizás fueron unos segundos donde mi mente y mi cuerpo no estuvieron en el mismo lugar, pero cuando parpadeé dos o tres veces para aclimatar donde estaba, un fuerte pinchazo en la mandíbula y parte del pómulo abierto, así como un dolor de cabeza similar a la de una resaca. O lo que era peor, una resaca al cuadrado, ya que la resaca ya la traía de serie.

Incorporándome en el suelo, palpé el suelo con la mano buscando el maldito sombrero, solo para encontrarlo junto a mi pierna y acto seguido, sentir la calidez de la prenda sobre la cabeza, a pesar del fuerte dolor que la presión de la goma ejercía sobre mi piel. - Visto lo visto, herir la sensibilidad de una fierecilla. - contestó a la Directora sin reparos. Parece ser que allí los había con sensibilidad alta, de esos cuyo ego se sostenía por lo que los demás pensaban de ellos.

- Lo único que has dejado claro es quien eres. - mascullé entre dientes mientras hacía uso de la derecha para apoyarme en el proyector de la IAL para ponerme en pie, a la par que acariciaba la mandíbula con la izquierda. Tenía por seguro que aquello me dolería un par de semanas, cuanto menos. - No soy un cínico, disculpa. - fue mi contundente respuesta cuando Teran mencionó que nos llevariamos bien, acompañado de una sonrisa.

Solo un gilipollas se tragaría una mentira así.

Ya en la vertical, y sin darle la espalda a la fierecilla por si acaso le entraban ganas de atacar por detrás, mi mirada fue para la Directora, negando una sola vez. - Puede estar tranquila, Directora, la profesionalidad no se pondrá en tela de juicio más. - fue la única conclusión, mientras me cruzaba de brazos. Por otro lado, me había llamado la atención la forma de dejar tirado a un compañero del resto de pilotos, ahora sabía de quien no debía depender cuando estuviera ahí fuera.

Antes de retirarse, si tenía curiosidad por la pregunta de Semionov.

En aquel preciso momento, no tenía muy claro si estaba riendose de mí, o solo era imbécil. ¿Qué no lo tomara como algo personal? ¿Qué no debí llamarle lo que era? ¿Qué había de la parte en la cual infravaloraba el trabajo de sus niñeras? Primero le pegaba un puñetazo y después le pedía corriendo bandera blanca.

Debía estar quedándose conmigo, era la única explicación.

- A mi me da igual volver. - Quise dejarle claro desde el principio. Quizás a él le interesaba volver de allí para seguir atacando a la gente por la espalda, pero a él le daba igual si volvía de pie o con los pies por delante.

La directora confirma con un gesto la petición de Davis y Stone de que pueden marcharse antes de al fin contestar las últimas dudas del resto del equipo.

Por supuesto, doctora Semiónov – responde Kyriakou – Si, por el motivo que sea, el equipo de tierra se encuentra en peligro será responsabilidad del equipo mecanizado organizar la evacuación – Fija la mirada en Angus Duke y su mejilla enrojecida – De todo el equipo. Una responsabilidad inexcusable. Por otro lado – mirando a Teran – el equipo de tierra deberá seguir al pie de la letra las instrucciones del equipo mecanizado para facilitarles al máximo su labor, otro deber igualmente inexcusable.

Luego de escuchar las observaciones de Jonathan Muller la directora enarca las cejas en un gesto de sorpresa y escepticismo - ¿Y dónde iría la Nadeshiko con esa supuesta carga robada, señor Muller? ¿A la Tierra? Aunque consiguiera llegar al planeta madre le recuerdo que la tecnología que tuvimos que emplear para nuestra supervivencia no ha sido aprobada ni legalizada por el NGT, de modo que los obligarían a permanecer en órbita mientras la estudiaran y donde serían presa fácil para los Migou. La alternativa es que alguna colonia quisiera acaparar un posible avance tecnológico de Noriko, en cuyo caso tendría que afrontar la dura realidad de que ninguna colona es autosuficiente. Todas las ISC dependemos unas de otras para sobrevivir. Y esto no es propaganda política sino una verdad que se ha demostrado en infinitas ocasiones. No obstante seguimos siendo humanos. Trabaje con esas hipótesis pero hágalo discretamente ya que una acusación semejante podría desatar una guerra interna y para matarnos ya tenemos a los Bichos.

Por último se dirige a Lía para responder sus preguntas – Esa es una de las preguntas a las que deberán responder y por eso he convocado a personas con conocimientos arcanos…

Apenas consigues controlar a Chas antes de que golpeara al Seraph con unas de sus garras, las cuales sean dicho de paso estaban por empezar a gotear el ácido que guardaban dentro. Puedes notar que Chas está frustrado y furioso por partes iguales dejándote claro que ibas a necesitar algo más que simples rocas para calmar su sed de sangre.

- ¿Y a cual de ellos les gusta compartir? Así son estos niños.- te contesta Hauper a través del comunicador, bastante tranquila. Seguramente ya estaba acostumbrada a los arrebatos de los Engels y al no haber pasado nada realmente grave se la notaba relajada.- Pero me temo que la Argos no es tan grande como para que tu pequeño tenga sala privada. Aunque mientras tenga los pistones y calmantes no debería hacer nada raro. Y con que seas la mitad de piloto de lo que siempre presumes esto debería ser lo peor que ocurriese, ¿no?

- Sin excepciones, Directora. - Remarqué. Una cosa era una pelea de bar. El puñetazo de Teran era el tercero que lo tumbaba en lo que iba de mes, por lo que tampoco era una novedad excesivamente genuina. No por ello iba a dejar morir a nadie a mano de los putos xenos, era una duda que incluso podía llegar a molestarle.

Podía ser un borracho sin esperanzas en la vida, un abandonado del optimismo genuino de la humanidad, un pesimista de libro, e incluso un gilipollas que no sabía cuando callarse. Pero ni era un cobarde ni un cerdo que dejaba a nadie atrás. Y por supuesto no era alguien que no cumpliera su deber.

Lo que faltaba, la posibilidad de que alguien jugase con energías que no fueron hechas para el hombre se tornaba más plausible.  -Seré discreto- dijo en respuesta a las palabras de la directora,pero tampoco descartaría la posibilidad de entidades no humanas detrás de todo esto.   Lo pensó pero no lo dijo, por los variopintos perfiles que veía allí le parecía bastante obvio que la directora no había descartado aquella idea.  Bichos, magia y un adorador de Migos con hipersensibilidad emocional e incapacidad para autocontrolarse.  Aquello si que iba a ser "divertido".

Abandonáis la sala de reuniones juntos y andáis por varios pasillos sin ningún incidente salvo por las miradas de odio y precaución de algunos habitantes con los que os cruzáis hacia Davis. Para bien o para mal parecen tenerla más miedo que rabia y nadie interrumpe vuestro camino hacia el ascensor.

Una vez abajo contempláis un lugar que podríais recorrer con los ojos cerrados de tantas veces que lo habéis visitado. El ruido de la maquinaria de reparación y mantenimientos ya es una simple molestia a la que estáis acostumbrados y no os estorba en absoluto para despediros antes de dirigirse cada uno a la sección que les correspondía.

Una vez te separas de Bob te diriges a la zona de los Engels y rápidamente te llama la atención ver a Lilith al lado del Chasmal de Kanth ya operativo y apunto de golpear a tu Sintorg, por suerte parece que el piloto consigue mantener el control sobre su bestia justo a tiempo.

Ya pasado el susto y cuando te sigues acercando te fijas en una joven de pelo blanco que parece estar comunicándose con alguien a través de su PCPU, la verdad es que no te cuesta en absoluto reconocerla como Cindy Hauper. La mujer al notar tu presencia se gira y te medio sonríe. Es consciente de tu carácter y fama pero al parecer te dedica el mismo trato que a los Engels, es decir como una mascota incomprendida.

- No te preocupes preciosa, la niña de tus ojos está intacta. Así que no seas muy dura con Jac, su bebe lleva unos días de mal humor y ya sea dicho de paso tu pequeña tampoco es que esté muy tranquila, supongo que necesitan dar un paseo, lamentablemente por aquí no hay muchas nubes...- como ya te ha contado miles de veces parece que a los Seraph les tranquilizan las nubes aunque es algo que nunca nunca has podido comprobar con Lilith.- En fin, cuidado con sus prontos y no dejes que alimente los tuyos que te conozco, encanto.

Tras escuchar la misión, hago un gesto de entender sin tener más preguntas, aunque viendo como están las cosas espero que los lideres tengan cabeza, porque posible con estas relaciones se terminaran matando entre ellos, ¿y quien les corresponde curarlos si  eso ocurre?, no hay otra persona que yo.

Una vez termine la reunión iré directo hacia el almacén médico y llevaré todo el equipo  necesario para emergencias, recogidas de muestras, medicamentos y suplementos... algo me dice que los vamos a necesitar.

Mientras Johanna se dirige hacia Lillith puede sentir la mirada alienígena de Chas clavada en ella. Siendo como son criaturas orgullosas y poderosas ambos Engels se odian a muerte y han extendido ese odio a los pilotos. No es de extrañar que Chas haya intentado atacar a Lillith y que Jacoby haya tenido que impedirlo. Ella se espera algo similar con Lillith, así que cuando entra en la cabina incrustada en la espalda del Engel se espera algo similar.

Sin embargo al sincronizarse con el Sintorg (1) a través del ISE Lillith se limita a hacer un gesto muy humano hacia Chas...

Jacoby observa a Johanna subirse a Lillith desde la cabina de Chas, preparándose por si la monstruita de su compañera decide devolverle a Chas el saludo.

Pero cuando Lillith da un par de pasos para salir de su nicho lo único que hace es dedicarle a Chas un muy humano gesto de la mano levantando el dedo corazón...

- A sus órdenes, Directora. - pronuncio estas palabras como un soldado al que dan una orden. - Cuando estemos ahí fuera nos dejaremos de gilipolleces. Aquí estamos en un ambiente más relajado y festivo, sólo ha sido eso. - y muestro una sonrisa divertida. Soy bastante profesional durante el trabajo y las misiones, e incluso amigable a veces, pero si alguien se permite hablarme con esa falta de respeto, sin apenas conocerme, y más aún aludiendo a mi herida, sólo obtendrá hostilidad por mi parte.

Aparte, me da la impresión de que la mitad de este equipo no es consciente de las fuerzas a las que nos podemos enfrentar.

Hice que Chas le diera la espalda e hice que meneara el culo delante de ella. - Disfrutad, vais a ver esta vista durante toda la misión. - Le dije por la radio a Johanna y Lilith. 

Y contoneando mi trasero me dirigí al hangar para llevar a Chas a la nave. 

En cuanto llegó al "dormitorio" de Lilith, Johanna saludó con la cabeza a Cindy. Era una persona extraña, tal vez tanto como ella, y aunque su carácter la había irritado más de una vez, de alguna forma había conseguido acostumbrarse a su presencia y si forma de hablar. Quizás porque Lilith también se había acostumbrado a ella. Durante el instante en el que Chas estuvo a punto de darle un golpe a Lilith, la mirada que le dirigió Johanna a la pareja de idiotas fue de un profundo y absoluto odio, un odio que se apagó cuando todo parecía volver a ir bien.

- Me lo creo. Pero no por eso voy a dejar de pensar que son un par de imbéciles. - bufó mirando hacia Jacoby y Chas, antes de volverse otra vez hacia Cindy - La verdad es que yo también echaba de menos un poco de acción, así que ella debe de estar subiéndose por las paredes... Si pudiera. - una semisonrisa asomó en el rostro de Johanna al oír el último consejo de Cindy, provocando que alzara una ceja, desafiante - Intentaré controlarlos pero no puedo prometerte nada. Ya me conoces...

Se despidió con la mano y se dio la vuelta, lo suficientemente rápido como para evitar fijarse demasiado en el cuerpo de la mujer. Con lo mal que me cae y las ganas que tengo de... Sacudió la cabeza intentando olvidarse de ello y se centró en contener a Lilith mientras entraba en su cabina. Sin embargo, el gesto de su compañera le hizo soltar una carcajada. 

- Vamos a empezar bien la misión, nena... - sonrió mientras conectaba la radio para responder a Jacoby.

Lilith comenzó a seguirles con paso tranquilo, mientras Johanna conectaba el canal de radio.

- Lo siento, siempre se me olvida que es ahí donde tienes el cerebro. - le respondió Johanna con una sonrisa de lado - Haz lo que quieras, ya has visto que somos más adultas que vosotros para ir por ahí pegando a la gente. - una carcajada se le escapó por la radio. Era más común oírla reírse o sonreír cuando estaban en batalla que cuando estaban fuera de ella. Pero su mal humor era algo que no desaparecía en ninguno de los dos casos, aunque no estuviera presente en ese momento - Hablando de pegarse, menuda te has perdido en la reunión. No sé cómo coño maneja el capullo de Duke su mecha con esa habilidad que tiene...

Kurma se había quedado callado tras la contestación de la directora, realmente no tenían mucha más información que dar, así que, les tocaría a ellos averiguar que había ocurrido. Después hubo aquella pelea, no recordaba los nombres de los contendientes, pero veía que iba a tener que preocuparse mucho de sus espaldas si sus compañeros eran incapaces de colaborar juntos. Durante un momento sonrió apenas imperceptiblemente, los recuerdos de su tiempo en el OIS y el grupo singular con el que había trabajado y sus problemas iniciales le habían dejado un regusto a lo acontecido. ¿Qué habría sido de ellos?.

- Son su permiso directora, me retiro a preparar el mecha.- se giró hacia los pocos que quedaban allí y les hizo un gesto con el mentón para dirigirse hacia su máquina.

La mujer habia enlazada sus manos por detrás, a la altura de su trasero, irguiendose así en toda su altura, pero de forma relajada. De hecho su cuerpo se balanceaba muy sutilmente, como si no pudiera permanecer completamente quieta.

- Como siempre muy sabia, directora. La gente normalmente suele desestimar esa clase de peligros - su voz era suave y cadenciosa - Por mi parte no hay problemas en seguir órdenes. Siempre al servicio de nuestro querido NGT - hizo una pequeña inclinación de cabeza en modo respetuoso.

Cuando se volvió hacia sus compañeros, su pelo de repente se alisó por completo, desapareciendo el color rosa por un bonito color azul

- ¿Estamos todos listos entonces? - la sonrisa iluminó sus labios