Partida Rol por web

La médica se fue la enfermeria pensativa. Era su destino para bien o para mal atender este caso,  había estudiado estas enfermedades toda su vida y ahora era como si estuviera a prueba. Si podría hacer una vacuna  o no eso lo vería, aunque eno estaba muy segura, aunque podía que tuviera suerte.

Ahora bien,  Iris y Lia no estaban contagiadas, pero no por eso  fuera de peligro, la que menos posibilidad estaba de contagio era Iris que no salió de la nave nunca, la segunda   estaba protegida por su armadura, pero necesitaria descontaminación.

Muy posiblemente el equipo médico podría  luego de una evaluación y decision del comite hacer una maniobra de descontaminación sacarlas a las dos, a un apartado de cuarentena  en el ala médica donde  se les podría observar, pero la superviviente y Alfred no podrían salir de la nave. Y ella como médica tampoco podría.

No sabría que pasaría, por lo menos habría personal  médico que la apoyaria desde la distancia, si era necesario podría pedir  que le llevaran su equipo de investigación a la Manticora, aunque parte de ella no descartaba darle la eutanasia a estas dos personas.

La mujer intentó absorver la información lo más rápido que pudo, pero había mucha, por lo que la doctora se adelantó, como era lógico. Sentada todavía sobre el duro suelo, sacó la pistola que le habían dado y que había guardado momentaneamente en la funda para tal efecto de su armadura. Miró a ltodos con tristeza, sobre todo a Nue, de la que no sabía como actuaría tras la información recién recibida.

De hecho, todo su ser estaba concentrado en adelantarse a cualquier minimo movimiento sospechoso por su parte.

- Doctora Semionov. No tiene cura. Ninguna. La médico de la colonia Noriko lo confirma en los datos que Muller me ha pasado. Lo mejor es... eliminar a los portadores. Pero tienen que decidirlo ellos, pues no somos asesino. - su tono denotaba preocupación y sinceridad. - Piensen que he visto los momentos finales de un portador y.... no es nada agradable lo que les sucederá a sus cuerpos si no ponen fin a esto... -

La decisión del tratamiento es mi responsabilidad como oficial médico a cargo- le dice a Lia claramente- no es tú decisión. Aunque la información es útil la miraré con calma en la enfermería. Tengo muchas cosas que hacer. No por nada tengo un doctorado en epidemiología.

Dijo  por el microfono de manera  seria mostrando su personalidad seca que mostraba con frecuencia mientras se dirigia a la enfermería, esperando que  Alfred y la superviviente la siguieran.

Los mechas y la Mantícora han conseguido evitar su destrucción, pero no han salido indemnes. Los motores y el fuselaje prácticamente se caen a pedazos cuando entran en el hangar de la Argos. Lillith tiene que apoyarse en las manos para no caer al suelo. A su alrededor empieza a formarse un charco de su extraña sangre alienígena.

Debido al protocolo de cuarentena médica ordenado por Natasha no se permite desembarcar a su tripulación. Incluso se ignoran los ruegos de Iris, que en ningún momento ha entrado en contacto con Alfred y Nue. Mientras tanto, los motores de la Argos hacen vibrar toda la nave cuando se encienden a la máxima potencia.

El equipo de emergencias y rescates de la Argos acuden a la Mantícora vestidos con trajes aislantes y se llevan a Alfred y a Nue en sendas camillas antigravedad rodeadas de campos esterilizadores. Angus, Johanna, Lía y Natasha son llevados a otra sección de la enfermería para hacerles pruebas y evaluaciones psicológicas.

Los Migou intentan perseguir a la Argos, pero sin el apoyo de su nave nodriza, destruida por la explosión de Noriko, son rápidamente eliminados por la artillería de la nave. Sin embargo no es difícil de imaginar que los Bichos seguirán el rastro de la Argos.

Y su respuesta no tardará en llegar...