Para describir y narrar situaciones que se den en cualquier punto de la ciudad sin que tengan una ubicación específica.
La situación de Berlín en los últimos años es la de una gran ciudad sumida en un completo caos, con manifestaciones de sindicatos, de étnias y de grupos o estamentos sociales. Se han multiplicado los crímenes y asaltos dentro de la propia ciudad. La policía se ha visto obligada a usar la fuerza en algunos casos que a simple vista no lo requerían, lo que provoca un mayor malestar entre los ciudadanos. Durante el día, el ganado está revuelto y sacudido, luchando por sus derechos y deberes.
Sin embargo, por la noche los vástagos luchan por su propia supervivencia. Los ghouls controlados por los cainitas mejor situados son ahora los contactos más evidentes con la luz del sol, y muchos de ellos han desaparecido o perecido, pues los vínculos de sangre se han visto debilitados por la falta de control de sus propios amos. Por orden del Príncipe, Wilhelm se ha drectado discrección y seguridad por parte de todos para mantener la Mascarada, pues han sido varios los vampiros desaparecidos en extrañas circustancias. Por ello, los primogénitos de los clanes han comenzado a impartir una serie de directrices. Dieter, primogénito Brujah también ha creado las suyas propias, adiestrando a los miembros más nuevos del clan, y permitiendo a los mejor posicionados su libre elección. Sin embargo, bien es conocida la "libre elección" del primogénito, y pocos son los afortunados que realmente pueden llevarla a cabo.
Nadie cazará en terreno abierto, buscando los Elíseos y Rebaños como puntos de alimento. Las disciplinas serán usadas tan solo en verdadero caso de necesidad, así como el uso de la sangre. Los lazos y vínculos de sangre se verán reforzados. Prohibición absoluta a abandonar la ciudad o a atravesar La Frontera. Esas son las más destacadas, pues otras tantas se dan por lógicas y conocidas, como son las Tradiciones.
El mercado de armas se ha visto disparado en estos últimos meses, consiguiendo grandes capitales para tu negocio. Sin embargo el control también se ha visto aumentado pues la policía y otros órganos de gobierno están al acecho ante cualquier posible error y así poder capturar a los verdaderos comerciantes del mercado negro. Para poder distraer tu atención de tales asuntos y así poder volver a "vivir" alejado de ello te acercaste hace varias noches al centro de la ciudad por orden de Dieter. Parecía tranquilo, lo contrario totalmente al resto de Primogénitos, conocidos por encerrarse en sus refugios y desaparecer de la vida social. El Brujah, de carácter fuerte y agresivo impartió entre algunos de los miembros del clan ciertas órdenes.
- "Buscaréis algo extraño. Nos está devorando desde dentro, y no desde la luz. Es nuestro pues sabe cómo cazamos, dónde nos alimentamos, qué nos hace daño y cómo nos puede detener. Erika -su chiquilla-, os controlará, y seréis vosotros quienes habléis con ella. Toda la información pasará su filtro, y entonces llegará a mí. Buscad vástagos desconocidos, conductas extrañas, ganado especialmente revuelto y por último y más importante, proteged al clan. Si queremos que la ciudad sea nuestra algún día, primero deberemos ser suficientes y bien preparados, camaradas".
Escuetas, sencillas y claras. Esas eran siempre las órdenes de Dieter.
Desde hacía varias noches te mueves por la ciudad haciendo preguntas, visitando clientes y conocidos, y siempre dando algún tipo de información a Erika. Se ha oído hablar de tiroteos, persecuciones y encuentros desafortunados entre miembros de distintos e iguales clanes. Todos son como bestias, no solo los Brujah.
Tras cuatro noches de búsqueda, por fin algo llama tu atención. Cuando te encontrabas próximo a Grünewald viste aparecer a alguien de él. Alguien encorvado, grande y confundido. Era muy rápido, y se movía como un animal herido, o mejor aún, hambriento. Con cuidado y precaución lo seguiste para observar al extraño, pues era evidente que no pertenecía a la ciudad. Ni siquiera cuando hablaba sonaba a acento alemán en su boca. Se movió durante minutos sin rumbo fijo, hasta que finalmente pareció alimentarse. Tus sospechas se confirmaron, pues se trataba de un vástago. Pese a todo, nada estaba claro, pues se movía de forma aleatoria, guiándose por impulsos. Uno de ellos surgió de pronto, llamando también tu atención. En calles cercanas sonó un gran estruendo a metal y cristal aplastado, y acto seguido la alarma de un coche. Minutos después alarmas de policía que se aproximaban al lugar, y el extraño, desapareciendo entre las calles.
Tras seguirle un tiempo más, observaste que entró en un edificio de fachada roja. Frente a la puerta había un coche volcado con la arlama ya desactivada, y varios hombres de seguridad con extintores sofocando posibles llamas en la estructura del vehículo. Aquel sitio era conocido para ti, sabías que alguna vez lo habías visto. De hecho, en cierta ocasión cazaste, siendo un lugar discreto y con clase. Pero jamás habías visto a ese ser en aquel lugar.
Las sirenas de policía y proteccón seguían sonando, pero aquel ser había entrado en aquel sitio guiado por algo. ¿Información suficiente para Erika o debías averiguar más?
Perdón por el retraso, he estado muy liado. Si algo no lo entiendes avísame y explico más claramente.
Me mantengo a una distancia prudencial para que no pueda verme nadie, observando el edificio apoyado en una pared, en las sombras.
¿querías algo extraño? pues ahí lo tienes... parece que Dieter tenía razón, parece un vastago.... pero hay algo extraño. Debería averiguar algo más, aunque con cautela, no se lo peligroso que puede llegar a ser.
Miro la forma de poder entrar sin ser visto desde mi posición.
busco alguna entrada aparte de la puerta principal, ya sea una escalera de incendios, ventana, ventilación, alcantarilla, etc...