Partida Rol por web

Corazón Delator (VLM +18)

3. Debut y despedida (Eliseo toreador)

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04/11/2020, 15:48
Eliseo Toreador

El museo estaba a punto de cerrar, las salas semivacías. Los pasos en el piso de mármol resonaban solitarios recreándose en su propio eco, las de paredes pintadas de un intenso azul francia que producían una sensación automática de relajación y ensoñación.

Un Greco con sus azules etéreos, sus telas brillantes y vaporosas y sus rostros alargados imposibles, reinaba en la pared a la derecha del paso al área privada en donde se celebraría la fiesta: era el cuadro La Anunciación. La mirada codiciosa de varios cainitas allí apostados la recorrían sintiendo un placer estético intenso y pecaminoso que bordeaba lo orgásmico, como evidenciaban sus rostros, que los instaba a contemplar sin poder escapar.

Una vez sorteada la trampa para toreadores, los ghouls allí apostados indicaban a los que mostraban su invitación lacrada un largo corredor lleno de esculturas en bronce y mármol de estilo barroco que daba a una puerta dorada de doble hoja. Allí había un salón espacioso, ricamente decorado con distintas obras de arte y un estilo ecléctico que, sin embargo, tenía un aire definitivamente antiguo... los más madrugadores ya habían llegado y hablaban en pequeños grupos dispersados aquí y allá.

La música era rock moderno en contrapartida con el tango de rigor que siempre acompañaba a la Príncipe, que como no podía ser de otra manera había decidido llegar elegantemente tarde cuando ya todos estuvieran presentes. La banda que tocaba en el escenario bajo bañada en luces azules de led deslizaba por el ambiente una música relajada que invitaba a la charla íntima o en grupos, por lo menos hasta que el plato fuerte de la noche se presentara.

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05/11/2020, 19:50
Lenora Rubinstein

Lenora te había permitido vivir en tu apartamento, te había informado por teléfono sobre la reunión y que no era una opción no asistir, te hizo llegar tu invitación lacrada. Esa noche harían otra jam session con los mismos músicos que en Bar Frank's. Por lo que te había comentado tu Sire sucedería algo importante, se elegiría a la primogénita del clan de la rosa y debían garantizarse la simpatía de quien ganara para asegurar la presencia de las Hijas de la Cacofonía en la ciudad.

El lugar estaba concurrido, pero no apretado. Eran temprano todavía, el ocaso había dado paso a un cielo azul nocturno muy claro para lo que era usual y el clima de la noche era a todas luces primaveral.

Como quien diría, una noche para disfrutar.

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05/11/2020, 20:00
Mercedes Moreno

La invitación había llegado de parte de la misma Senescal, como te había prometido la última vez que se habían visto. Era un sobre lacrado con una carta dentro escrita en papel grueso y elegante tinta índigo que explicaba que estabas cordialmente invitado a la fiesta del clan toreador en el Museo de Bellas Artes.

El lugar estaba concurrido, pero no apretado. Eran temprano todavía, el ocaso había dado paso a un cielo azul nocturno muy claro para lo que era usual y el clima de la noche era a todas luces primaveral.

Como quien diría, una noche para disfrutar.

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05/11/2020, 20:12
Mercedes Moreno
 

La invitación había llegado de parte de la misma Senescal. Era un sobre lacrado con una carta dentro escrita en papel grueso y elegante tinta índigo que explicaba que estabas cordialmente invitado a la fiesta del clan toreador en el Museo de Bellas Artes.

El lugar estaba concurrido, pero no apretado. Eran temprano todavía, el ocaso había dado paso a un cielo azul nocturno muy claro para lo que era usual y el clima de la noche era a todas luces primaveral.

Como quien diría, una noche para disfrutar.

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05/11/2020, 20:17
Don Matías Dueñas

Matías te había indicado que llegaras un poco más tarde que él, señal de que te estaba dando espacio y libertad, y que no quería atosigarte... Te pidió que fueras elegante pero sin perder "tu estilo que tanto me gusta", como digna representante del clan a su lado.

Te entregó la invitación que estaba dentro de un sobre lacrado escrita en papel grueso y elegante tinta índigo, allí explicaba que estabas cordialmente invitada a la fiesta del clan toreador en el Museo de Bellas Artes. Al entrar, lo viste con su impecable traje azul marino con las solapas de raso azul francia y sus bucles de ébano lamiéndole el cuello. Se lo veía regio y elegante, rodeado de féminas... En cierta manera, no podía ser de otra manera.

El lugar estaba concurrido, pero no apretado. Eran temprano todavía, el ocaso había dado paso a un cielo azul nocturno muy claro para lo que era usual y el clima de la noche era a todas luces primaveral.

Como quien diría, una noche para disfrutar.

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05/11/2020, 20:37
Elizabeth Lamothe

Elizabeth te había entregado tu invitación personal y te había notificado que debían ir a "colaborar con la seguridad" por pedido de la Príncipe. También te había comentado que habría un arconte del clan toreador merodeando y que el problema de tener una Justicar desertora en la ciudad les tenía con el Círculo Interno respirándole en la nuca, cosa que a nadie le convenía.

Ya había pasado dos semanas desde que habías acabado con la vida de Ernestina Noble, lo que te había validado para los intereses del clan tremere en la ciudad. Más allá de eso, el lugar estaba concurrido, pero no apretado. Eran temprano todavía, el ocaso había dado paso a un cielo azul nocturno muy claro para lo que era usual y el clima de la noche era a todas luces primaveral.

Como quien diría, una noche para disfrutar.

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06/11/2020, 15:15
David Burton Miller

 Sostuve la carta en mis manos mucho más tiempo del necesario para leer su breve contenido. Puede que el resto de las invitaciones hubiesen sido impresas por frías maquinas, pero la mía estaba manuscrita. Una pequeña preferencia hacia mí.. Tras colocarla sobre mi escritorio escribí a Vanesa. Aunque una llamada hubiese sido más efectiva yo amaba las letras y procuraba usar medios escritos siempre que podía.

 Buenas noches, Srta. Córdoba.

Confío en que me halagará con su compañía durante la visita al jardín de rosas.
Un auto de la corporación le buscará.

David Burton Miller.

 Suponía que su invitación había sido leída durante las horas diurnas por lo que ella habría tenido tiempo para prepararse adecuadamente. Su cuenta bancaria está respaldada, tal vez me sorprenda.. Sonriendo con anticipación, giré para comenzar a prepararme. De nada servía intentar contemplarme en un espejo, así que mecánicamente palpé mi rostro y sopesé si debía afeitarme...

 Para bien o para mal, mi apariencia al despertar era la misma de la noche de mi Abrazo; en esa oportunidad regresaba a casa junto a mi hermano luego de varios días reunidos con potenciales clientes y contratistas. Él insistía en enseñarme los secretos del negocio familiar mientras yo pensaba en continuar la lectura del pesado tomo que me esperaba en casa. Era la típica riña fraternal, jovial y amena en la que él me llamaba ratón de biblioteca sabelotodo y yo le respondía con mariscal de campo descerebrado, pero cuando comenzó a criticar mi "apariencia de vago desaliñado" estuvo a punto de convertirse una verdadera discusión; por suerte para ambos la voz de Elvis nos interrumpió desde la radio. Al cantar juntos Suspicius Minds olvidamos al resto del mundo, incluida nuestra pelea. De haber sabido lo que nos esperaba sesenta kilómetros adelante..

 Al limpiar el hilo carmesí que corría por mi mejilla decidí dejar mi rostro justo como estaba. Fue este rostro el que robó tu vida, fue este rostro el que dio descanso a nuestro padre, fue este rostro el que ajustició a tu hijo.. Resuelto a no pensar más, comencé a vestirme. Tomé la misma camisa blanca de rayas y puño francés que había usado la noche de mi presentación en El Elíseo, un traje cinza claro de botones cruzados, una corbata oscura con un discreto patrón ondulado, cinturón y calzado marrón. Completé el atuendo con un elegante reloj y pluma a juego, y mis siempre presentes gemelos de oro blanco con las letras BM grabadas.

 Salí de la habitación e informé a Liam de mis planes. Luego de que corrigiese el acabado del nudo hannover me miró a los ojos y dijo: Las mujeres son nuestra mayor fuente de dichas, Scáth, así como de problemas. Por favor, cuídate. Me limité a sonreír y darle la respuesta que él esperaba. -Prometido, padrino, usaré protección. Sin revelarle todo lo que pasaba por mi mente. Fingimos que no sabes nada y eso nos sirve a ambos..

 Después abordé el auto y le indiqué al conductor la dirección de Vanesa. Tuve que corresponder a la mirada pícara y cómplice del conductor con otra similar para mantener mi fachada.

Notas de juego

Hola, Lía.

Lo siento, pero no quiero que los otros brinquen encima de Vanesa si llega sin David. Además, él debe respetar la Cuarta Tradición: es responsable de ella.

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08/11/2020, 11:31
Baldwin

Notas de juego

Seleccione el nivel de extravagancia de la entrada de Baldwin...

1 - Moderada, incluso, respetuosa. Quizás contemplando un cuadro y haciéndose pasar por Toreador. Daaaamn... Esto es nivel 3 en realidad ¡JAJAJAAJAJAJAJA!

2 - En su línea. Algo de Funk de obligado cumplimiento.

3 - Nunca se ha probado este nivel. Quién sabe los daños colaterales. Se ruega EXTREMA PRECAUCIÓN al pulsar este botón xDDDDD

Bonus: ¿Puedo inventarme cualquier cuadro para la ocasión? Imagino que el museo es real, pero no sé qué cuadros tiene y me interesa jugar con unos cuantos.

Bonus 2: ¿Doy por liquidada la escena con Lamothe, o la seguimos? ^^

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09/11/2020, 00:20
Diana Gonçalvez
Sólo para el director

Al hablarle Matías de la fiesta en el Museo de Bellas Artes logro que las ansias de cambiar el color de sus cabellera se redujeran lo suficiente como para centrarte más en el conjunto y estética general para esta. Agradeció la indulgencia de Nayara, a quien estuvo a punto de volver loca hasta que dio con el atuendo adecuado que cumpliera todas sus expectativas, las cuales no tenía claras porque Diana se había negado a hablar más de lo necesario del evento al que acudiría con su silver fox. La fotógrafa seguía desconfiando de Don Matías, le costaba aceptar cuan en serio iba la relación entre ellos en un periodo tan corto de tiempo.

Notas de juego

1/2

Para no aburrir a los demás con esta pequeña parte, el siguiente ya va para todos =^.^=

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09/11/2020, 00:32
Diana Gonçalvez

La noche había llegado y decir que estaba nerviosa era quedarse cortó. Sus encuentros con vampiros y ghouls habían sido algo accidentados por una u otra razón, ahora tenía la oportunidad de hacer una entrada digna en la sociedad y Matías le había brindado la ocasión de hacerlo en solitario.

Entro al lugar como había hecho en ocasiones menos formales, sabía moverse por el lugar y no se sentía extraña. Sorteó la distancia del corredor que le indicaron una vez entrego su invitación y acompañada por el repicar de sus stilettos en el suelo marmolado hizo finalmente su entrada.

Llevaba el cabello peinado estilo espartano, recogido a los lados pegado a la cabeza ayudando al recogido por dos tiras doradas y una cresta trenzada, en conjunto mostraba las cascada de turquesas y aguamarina que componían su melena. Que descendía por su espalda denuda.

Vestía en su estilo, sencilla pero elegante, provocativa. Las estratégicas transparencias no solo insinuaban su femenina figura si no que además mostraban la tinta de los tatuajes que decoraban cada centímetro de su piel.

Dio un barrido a la estancia, evaluando a unos y otros, localizando casi de inmediato a su domitor, cruzo con él una fugaz pero significativa mirada y tomando una recatada bocanada de aire comenzó a avanzar en su dirección, cruzando en su camino un saludo con Vidal Jerbeaux. Sonrió al ver a Mercedes Moreno, e ignoro su presencia, se hubiera o no fijado en ella.

-Buenas noches – saludó llegando junto a Matías y sus acompañantes

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11/11/2020, 02:54
Vanesa Córdoba

Le di vueltas a la invitación en mi mano varias veces. Sería la primera vez que estaría entre otros vástagos de forma abierta, no como una mascota, como un adorno. Tomás nunca me había presentado formalmente en la sociedad nocturna, pero me había tenido cerca durante sus fiestas. Así había conocido a Mercedes, así había conocido a Facundo y a Rosa. Pero ellos poco o nada sabían de mi en aquel entonces. ¿Cuánto de eso habría cambiado, ahora que estaba con David?

Lo primero era conseguir algo que ponerme. Luego de dar varias vueltas a mi armario me di cuenta que no había nada que pudiera considerar apropiado. Recordé a Mercedes, con su elegante traje de corte masculino y tacones rojos. Una punzada de celos me atravesó. No, vamos. No te compares con otras personas, y menos a ella; sé tu misma. Respiré profundo, y tomando mi bolso, me fui de compras.

El mensaje de David me llegó cuando terminaba de maquillarme. Sonreí por la formalidad del mensaje, antes de escribirle uno corto.

Buenas noches, señor Burton Miller.

Estaré lista a la hora indicada. Muchas gracias, esperaré el coche.

Terminé de arreglar mi cabello, lo llevaría suelto, levemente ondulado. Me miré una vez más en el espejo. Estaba satisfecha con mi elección, pero por un momento temí que David no opinara lo mismo. Cuando sonó el timbre del intercomunicador, me apresuré a bajar, con cuidado de no caer.

Avancé hasta el coche, mientras el conductor me abría la puerta, encontrándome antes de darme cuenta junto a mi domitor. -Hola...- Se me escapó de los labios con una tímida sonrisa, hasta notar que el conductor subía al coche. Carraspeé. -Buenas noches, señor Burton Miller. Gracias por invitarme a ser su acompañante.- Dije en un tono un poco más profesional.

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11/11/2020, 03:26
David Burton Miller

 Le observé caminar auto y disfruté al hacerlo. Demostraba un excelente gusto y un amplio potencial; así como la capacidad de permanecer ajena a la intensa mirada que el conductor dedicaba a su figura mientras le escoltaba hasta el auto. Tendré que recordar al joven su lugar..

 Su tímida sonrisa terminó de cautivarme. -Me recuerdas a Remedios la bella. Belleza pura, elemental y sin malicia. Su apariencia y modos requerían sin duda un halago a la altura. Al decirlo le entregué un pequeño estuche conteniendo una elegante pulsera de plata con un pequeño dije negro. -Espero sea de tu agrado.

 En cuanto el empleado ocupó su lugar tras el volante desplegué la máscara que usaba frente a los mortales y mi tono adquirió matices relajados y juveniles. -Estás preciosa Vanesa, realmente. Y gracias a ti por aceptar venir, odiaría quedar como un tonto en el museo. Además de que todos me envidiarán al verme llegar contigo. Eran frases hechas y habituales de oír en boca de un aspirante a casanova, y como esas pronuncié varias más mientas recorríamos el trayecto al Elíseo.

 El vehículo estacionó frente al edificio para que bajásemos, y hacerlo aproveché para susurrar algo al oído del joven conductor. Cualquiera que viese pensaría que solo giraba instrucciones sobre donde o cuanto tiempo debía esperar, pero la forma en la que sus cuerpo se tensó y sus ojos se abrieron desmentía ese pensamiento. Ahora mantendrá su vista donde debe..

 Antes de comenzar la marcha ofrecí mi brazo a Vanesa. -Entraremos a un Elíseo, es un recinto protegido por la Pax Vampírica por lo que cualquier comportamiento debe ser moderado y la violencia está prohibida. Como estaba a mi lado no era necesario decir "estás a salvo", así como tampoco era absolutamente cierto. Siempre hay riesgo al tratar con inmortales..

Notas de juego

Dejo algo de margén antes de ingresar.

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11/11/2020, 07:43
Vanesa Córdoba

La referencia a Cien Años de Soledad, nombrándome como la virginal Buendía cuya hermosura enloquecía de amor a quien la mirara, aumentó mi rubor y mi sonrisa. Me incliné hacia él con un susurro. -Espero eso no signifique que terminaré desapareciendo hacia el cielo entre sábanas...- Abrí el estuche, exhalando una exclamación ahogada al ver lo que había dentro. -Es hermoso. Muchas gracias.- Con sonrisa un poco nerviosa, lo saqué del estuche y lo ofrecí a mi domitor junto con mi muñeca extendida. -¿Me ayudaría a ponérmela?-

El resto del viaje disfruté del pequeño teatro que realizaba David, le salía natural aquella actitud desenfadada de joven que está obligado a asistir a un aburrido evento por compromiso y decide llevar a alguna de sus encantadoras empleadas para hacer más agradable la velada, y quizás llevársela a la cama. Los rumores en la empresa sobre nosotros ya habían empezado, pero de momento nadie se había atrevido a preguntarme qué había de verdad en ellos. Seguramente luego de esta noche alguna de las cotillas se atrevería a preguntar.

Descendí del coche, y me tomé del brazo de David una vez me lo ofreció. Asentí a sus palabras de aviso sobre el lugar, y tomé aire profundamente. Allá vamos...

Notas de juego

Adelante n.n

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12/11/2020, 06:22
David Burton Miller

 A pesar de conocer cada elíseo del principado rara vez los visitaba por lo que no podía decirse que fuese un vástago asiduo a ellos. Algunos cainitas los consideraban lugares ideales para compartir con otros sin el riesgo de un enfrentamiento y el miedo a la derrota; por mi parte prefería conversar en lugares privados y jamás temía pues la Oscuridad me acompañaba a donde fuese.

 Aún así, tampoco dejaría pasar la oportunidad para actualizarme en lo referente a la fauna nocturna. Seguramente habrá caras nuevas gracias a la estabilidad que el Principado va obteniendo.. Además, era la ocasión perfecta para presentar a Vanesa. Su atuendo contrastaba con el azul predominante en la decoración y sin duda atraía la atención de muchos. Por mi parte, aunque vestía adecuadamente, me alegraba de pasar desapercibido a su lado.

 Algunos prominentes vástagos se encontraban allí, pero ninguno destacaba tanto como la Senescal. La Príncipe, como era de esperar, no había hecho acto de presencia. Me acerqué a mi acompañante para hablarle en privado. -Observa los grupos... ¿Por dónde deseas comenzar? Dejaría en sus manos la decisión.

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12/11/2020, 06:22
David Burton Miller

 -Observa los grupos... Bajé mi voz hasta convertirla un susurro. -Hay caras desconocidas para mí, pero esos son el Primogénito malkavian y el Pontífice tremere, y un toreador de muy alto rango. Completé cada mención con un sutil gesto para indicarle a quien me refería. Omití a quienes ella ya conocía. -¿Por dónde deseas comenzar?

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12/11/2020, 08:56
Vanesa Córdoba

Gran parte del nerviosismo que debería tener al entrar había mermado desde el momento que me había tomado del brazo de David. Eso no evitó que hiciera una inhalación profunda para intentar relajarme un poco más, cayendo de pronto en cuenta que aquel era un gesto muy humano, y que seguramente captaría la atención de aquellos que me hubieran escuchado. Me di cuenta que sería como entrar a un tanque de tiburones y hacerme un corte en la piel. Por suerte mi acompañante también era un depredador.

Reconocí sólo tres de los rostros que nos rodeaban, antes de escuchar las palabras susurradas por mi domitor. Miré hacia un punto en específico, sinténdome al mismo tiempo atraída y repelida por uno de los grupos. Me giré entonces a David y le susurré a modo de respuesta, volviendo a mirar en la dirección en que se encontraba la Senescal junto con Isabel.

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12/11/2020, 09:09
Vanesa Córdoba

-Supongo que... deberíamos presentar nuestros respetos a los anfitriones, ¿no?- Dije muy suavemente. -Y puesto que no está la Principe, sería en este caso a la Senescal, que además es también toreador...- Expliqué rápidamente, puesto que no conocía tampoco cual era la etiqueta a seguir entre los vástagos. Además, la invitación había llegado con el nombre de Mercedes, suponía que era la primera persona que deberíamos saludar, aún cuando al hacerlo podría ver aún más lo encantadoramente atractiva que estaba y que seguramente David reaccionaría a ella, mermando la seguridad en mi misma.

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12/11/2020, 09:46
Sofía Sandoval

Me he tintado el pelo de negro carbón recogiéndolo por atrás en un moño y chafándolo por delante a un lado de mi frente para evocar sutilmente, o no tanto, la forma de un piano de cola. Mi maquillaje también es negro.

La ropa, en cambio, es blanca: camisa con puntilla, pantalones ajustados y zapatones con tacón ancho con grandes hebillas plateadas*.

Al hombro llevo colgado con una correa marrón el maletín metálico que contiene mi trompeta.

Me quedo un par de minutos admirando el cuadro del Greco. Su forma de pintar otra dimensión en la que parece atrapar el alma de sus modelos. De hecho aquí, ahora, tiene algo de espejo perverso. Entiendo la broma y sonrío para mis adentros.

Oh esa máscara de estética que parece crecer como una costra en los de nuestra especie. Entro y no puedo evitar pensar que esto tiene algo de un desfile de moda. De hecho esto es anterior a la moda. Y quizá su origen.

Con esos pensamientos, divertidos, acudo hasta el grupo en el que están Leonora y Renata. Saludo también a Dunia y su otra acompañante, con una inclinación de cabeza sutil que pretende ser humilde y orgullosa a la vez.

Me doy cuenta de que estoy un poco ansiosa y trato de apagar esa sensación con una sonrisa a mis hermanas.

—Buenas noches.

Notas de juego

(*) Si le hicieran una foto en blanco y negro sería esta.

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12/11/2020, 10:00
Baldwin

Si te fijas bien, en un rincón de la galería hay un tipo solitario con el rostro oculto tras un extraño... ¿casco?

Está absorto mirando un cuadro tan solitario en la galería como él mismo. O esa sensación proyecta. No es el cuadro más impactante del museo, pero a buen seguro es uno de los más perturbadores. Quizás, como él mismo. Único en su especie, sabiéndose como un peregrino en tierra de infieles.

El individuo, un vampiro al que siempre le han caído simpáticos los Toreador y su exagerada tendencia al paroxismo artístico, viste como un auténtico dandy, de traje negro impoluto y con una llamativa corbata con dos runas brillantes que cambian su forma de modo alternativo. Una corbata de alta tecnología, diríase.

Pero sin ningún género de duda, lo que más llama la atención del personaje es su extravagante... casco. Podría decirse que su rostro es un espejo del exterior, mas una caja insondable de lo que subyace en su interior.

El interior de sus pensamientos se torna pura música mientras analiza la obra. Y es que la carcasa metálica y acristalada que protege su faz es una virguería de la tecnología que incluye un reproductor de sonido espectacular que, si así lo desea, solo suena para él mismo.

-Siris, cariño, modo "Contemplativo"-.

Su IA responde a la petición con la lealtad acostumbrada y reproduce la pista de audio que su amo acostumbra para el estudio analítico de las obras de arte.

Baldwin contemplaba el cuadro con suma atención, de brazos cruzados y ocasionalmente golpeándose el casco con la yema de su dedo enguantado. No se deleitaba en el cuadro. Lo analizaba. Mejor dicho: psicoanalizaba al autor.

-Siris, búsqueda en Google: "René Magritte". Biografía. Despliega-.

La IA volcó en su pantalla una retahíla de datos sobre el autor. Baldwin leía a gran velocidad, buscando datos que pudiesen arrojar luz.

-Ahora busca la obra en concreto. Comentario artístico sobre "Los amantes".

La IA le especificó que la obra databa de primeros del siglo XX, del año 1928. Ríos de tinta se desparramaron por la pantalla. Polémica, como poco. Para algunos, una maravilla del arte. Para otros, uno de los cuadros más inquietantes jamás pintados. Innumerables teorías. Una captó la atención del vampiro: la madre del pintor falleció ahogada en un río, dieciséis años antes de que Magritte pintase el cuadro con 30 años. El margen temporal situaba al pintor con 14 años de edad. Las crónicas mencionaban que la policía extrajo el cadáver del canal con una sábana cubriendo su rostro para evitar que se viese el abotargamiento de sus rasgos, algo propio del ahogamiento.

-Siris, graba comentario para estudio posterior. Hipótesis: trauma infantil generado por la contemplación del cadáver de la madre.

Baldwin introdujo sus manos en los bolsillos de sus pantalones y caminó por la galería dándole vueltas al sentido del cuadro hasta dar con una Toreador que parecía flipar muy fuerte con un cuadro impresionista carente de toda forma. Se detuvo tras ella.

-¿Tienes planes para el sábado?-, inquirió con voz sugerente.

La Toreador, claro, estaba en modo epatante y no se enteraba de lo que sucedía a su alrededor.

-Oh, entiendo. Vas a suicidarte. ¿Qué tal entonces el viernes?

Tampoco hubo respuesta, así que el enmascarado, algo molesto, señaló aquella basura pictórica que podría haber hecho un niño de cuatro años arrojando varios cubos de pintura contra la pared.

-¿Acaso es porque yo no tengo colores cálidos? Oh... Qué crueldad. Me parrrrrtes el corazón-. Baldwin hizo amago de largarse para comprobar la reacción de la Toreador.

Nada de nada.

-Me voy muy airado. Pero que mucho. ¿Ni siquiera vas a derramar una lágrima por mí?-.

La Toreador derramó una lágrima, sí. De pura emoción. Pero cabía sospechar que no era por Baldwin, no.

-Bueno, siempre puedo comprar el cuadro-, razonó el enmascarado mientras se encogía de hombros y se alejaba hasta la galería principal, donde reconoció rápidamente a la Senescal.

-Uuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuh... That's what I call... SPIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIICYYYY. Siris, Marvin en modo auditorio en tres... dos... uno...-.

Imaginen la escena: Un tipo que ignoraba estar moviéndose al ritmo de una música que solo era audible para él mismo. Y es que Siris era una IA peculiar, pues tenía celos de las reacciones de su amo ante esa condenada y peligrosamente atractiva Senescal.

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12/11/2020, 23:51
Dr. Franco Noble

La entrada del Museo de Bellas Artes estaba bañada por luces de distintos colores que hacían parecer vivo al edificio. El auto negro se detuvo a pocos metros, Gerónimo se bajó primero y caminó unos pasos alrededor del vehículo, observando los movimientos de las personas que se acercaban. Desde la muerte de Ernestina había doblado la vigilancia de su protegido, aún así todas las precauciones parecían insuficientes. Un gesto desde el interior del auto lo invitó a abrir la puerta del Alfa Romeo, un hombre bajó del automóvil y cruzó un par de palabras con él antes de dirigirse hacia el Eliseo. 

Franco subió las escaleras del museo, de su museo. Observaba en silencio una entrada que conocía bien, su rostro permanecía imperturbable pero eso era un buen signo para los ghoul que custodiaban el lugar, si algo hubiese salido mal otra hubiese sido su actitud. Los Toreador tenían buen gusto, siempre les reconocía eso y esta vez no era la excepción, habían logrado generar un ambiente propicio para que aconteciese lo que desde semanas había estado planeando con lujo de detalles. Esa noche la Príncipe consumaría definitivamente su poder ante la peligrosa estirpe que gobernaba la ciudad de la furia.

La propia María Malena de Alvear y Ponce de León le había encomendado una tarea al parecer frívola y superficial, pero el Giovanni supo de inmediato por qué él y no un Toreador era quién se encargaría de organizar el primer Eliseo en el que la Príncipe hiciera su aparición. Pesaba por supuesto la amistad que tenían desde hacía tiempo, también el acuerdo secreto que habían sellado a pocos metros de ese museo apenas un año atrás, también el cargo que Franco ostentaba pues era competencia del Administrador del Principado organizar los Eliseos de la ciudad... y vigilarlos y controlarlos, claro. Pero el verdadero motivo residía en que ambos sabían jugar el juego, la dama blanca y el alfil negro se movían con destreza entre Primogénitos y Ancianos por igual, y esa noche el tablero era un museo dentro del cuál Franco había logrado ubicar cada pieza en el lugar que quería. A la Príncipe le correspondía tan sólo hacer un movimiento, el más importante.

Atravesó las puertas doradas que daban al salón con paso calmo y seguro, sus pisadas podían escucharse sobre el piso de mármol mientras andaba. Su traje gris oscuro había sido confeccionado por un sastre del siglo pasado, tenía un corte anticuado pero elegante y una tela exquisita que no delataba el paso del tiempo. Su piel parecía joven, cálida incluso si se la comparaba con la del Pontífice, pero sus gestos y modales daban testimonio de un siglo de existencia. Se detuvo lo justo como para encender un cigarro y dio un par de bocanadas disfrutando del sabor y el aroma como si fuese una experiencia trascendental. Desde el lugar observó a los presentes.

Aún faltan piezas por venir, pensó.