-Pardiez-dice Atandil haciéndose el desconsolado-. Nos hubiera gustado saber un poco más de la misión, mas entendemos que no puedan hablar de ella-hace una pausa, como dándose la vuelta para marchar ya, mas de repente, se gira de nuevo-... antes de irnos a descansar, nos ha quedado otra inquietud, y que esta vez espero sí puedan respondernos. Es sobre la relación entre Gaelitos y los aviesos Brujos Rojos de Umbar...-deja la pregunta en el aire, sin arriesgar más palabras, a ver cómo la digieren y si la hacen suya...
La pregunta dejó tras de sí un silencio que duró casi medio Namárië*. Los paladines se miraron. Hablar sobre la vida de Gaelitos, en principio, no comprometía la misión, pero los paladines no eran dados a tales chismes y cotilleos. Esas cosas se las dejaban a las mujeres de los campesinos y de los pescadores, que ociosas y viperinas, despotricaban a diestro y siniestro sobre la vida de todos y cada uno de los del pueblo. Verdades y mentiras. Todas por igual.
Atandil vio que su baza, sin ser mala, no era lo suficiente, y puso un naipe más a su favor sobre la mesa.
-¡Gaelitos es un héroe!-dijo por fin con sonrisa espléndida y rompiendo el denso silencio- Y su vida bien debe ser cantada en Odas y cantares de gestas.
-¡Por Ulmo, baje la voz o alertará a toda la guarnición!-espetó el primer paladín. Mas el segundo, volvió a echar un cable al bardo.
-Entiendo sus inquietudes de trovador. Mas no se crea que nosotros sabemos demasiado de su pasado...-después mira a Erandil, quizás aún dudando y en busca de una opinión más sopesada, pues los paladines de Gondor, fueran de la orden que fueran, tenían siempre un juicio más prudente y sopesado.
Quede mirando a uno y otros, sobre todo al resabiado bardo, que se le veía que no era la primera vez que sonsacaba información a gente de fuerte voluntad, aunque por lo visto a estos centinelas como ya pronostique no le fue todo como la seda, pero en un momento dado mientras andaba yo en mis cabalas, me percate que ambos tres quedaron mirándome esperando una contestación a algo que no escuche con la claridad suficiente mientras andaba en mis pensamientos....
..tras rascarme unos instantes la cabeza como buscando algo apropiado a lo que se suponía que me habían preguntado, acerté a decir…
...Esto..., bueno, Gaelitos, si Gaelitos es una persona de buena Fe y entiendo que quieran guardar con celo sus vida, es por eso que no queremos saber nada que no podamos saber de la misión, todo a su tiempo será revelado como ha de ser, pero la posibilidad de entablar batalla o incluso el cruzarse con uno de esos magos rojos, me pone la piel como escarpias, pues nuestras artes de batalla o nuestras habilidades, me creo que no estarán ni por mucho a la altura de un enfrentamiento justo, pues si hasta al mismo Gaelitos se le encoje el corazón con solo pensar en ellos. Es por lo que creo que algún gran mal tubo que sucederle a el estando posiblemente bajo su yugo o aprisionado por ellos, o algo similar. No por eso solo yo si quisiera estar lo mas preparado posible ante un o unos seres, con el poder de atormentar el corazón ajeno, ya sea para poder encontrar un punto débil, cosa que dudo si no Gaelitos habría de habérnoslo mencionado, pero si bien para poder reconocer el mal y a ser posible eludirlo en pro, de buscar la ayuda apropiada....
Aun no sabiendo si eso es lo que me habían preguntado concretamente, yo supuse que no se habría perdido tanto la línea argumental, pues en base es a lo que hasta aquí veníamos realmente.
-Ha, ha-ríe el paladín-¡Válgame Eru, si vuestras mercedes tienen que enfrentarse solos a esos Brujos!-hace una pequeña pausa y apostilla-... Si hablamos de los mismos brujos hace mucho tiempo que deberían estar muertos ya.
»Cuando Gaelitos era más joven lo enviaron a una temeraria misión. Realmente, a los tres mejores paladines de la orden. Una incursión a la isla de Kjwàjyarântan. Allí descubrió lo que más se temía: que esos brujos eran los custodios del cuerpo de Castamir. Los otros dos paladines no sobrevivieron para contarlo. Uno de ellos era su hermano.
El otro paladín arquea las cejas, perplejo. Parece que ni siquiera él sabía esa información. O que si la sabía, le sorprender que se estuviera revelando con tal facilidad. Mas no busca desafuero con su compañero y nada dice (ya se sabía con qué facilidad se ofendían los paladines y con qué celeridad retorcían mostachos y desnudaban aceros. Incluso entre buenos amigos).
»Sí, habéis oído bien. El infame y decapitado cadáver del Usurpador era custodiado por ellos, pues dice la leyenda que algún día volvería para reclamar lo que por ley le pertenece. Todo Gondor, nada más y nada menos.
-¡Aldariôn, sabe vuestra merced de sobra que eso sólo son paparruchas de esos corsarios!¡Los númenóreanos y los haradrim son siervos de Sauron, y ninguna verdad puede provenir de sus bocas!-apostilla el primer paladín, que por fin parece interesado en la conversación.
El segundo paladín esboza media sonrisa, comprensivo con su compañero.
-Nadie dice que crea en esas leyendas paganas, mi buen Telperio. Sólo pretendía asustar un poco a nuestros ilustres invitados-ríe afable Aldariôn-. Lo único que sé a ciencia cierta es que algo horrible debió acontecer en aquella isla -a parte de la muerte de su amigo y hermano-, que lo mantuvo en ayuno y contemplación durante casi un año. ¡Gaelitos... un hombre de su pulso y de su cuajo!-acompaña el discurso de reiterados asentamientos de su robusta mandíbula, como meditando lo que dice, pero después de haberlo dicho-. También me consta, que cuando Gaelitos estuvo allí, esos Brujos ya eran ancianos. Y sí, Brujos... Los Brujos Rojos se hacían llamar. Aunque más debían ser nigromantes que brujos por lo que parece...
Bueno caballeros, no quisiéramos importunarles mas y que por nuestra causa, dejasen de sus obligaciones, no fuera ser, que tengan algún altercado con los superiores, por andar de cháchara con nuestras mercedes, pues en modo alguno podría perdonarme ese hecho.
Dije finalmente pues ya teníamos algo de esa información que tan ávido estaba de sonsacar nuestro buen amigo Atandil, y creyendo que ya era mas de lo que buscábamos, y que en verdad mañana se nos presentaría larga, y ya habría tiempo de sacar conclusiones acerca de lo escuchado en la noche, y si me apuras, incluso podríamos llegar a preguntarle directamente a Gaelitos sobre esa isla....
Te parece que nos recojamos ya amigo?, le pregunte a Atandil mirándole a la cara y retirando la mano de su hombro...jejeje, bueno aun así necesitamos una pocas indicaciones para poder llegar hasta ellas, le comente a Aldarion, inclinando levemente la cabeza en dirección de donde vinimos.
A Atandil no le satisface nada tu gesto. Ahora que ya habíais hecho lo más difícil querías retirarte. Si no estabais haciendo nada malo... ¡Y con lo interesante que pintaba todo aquello!
-Pareciera que no te interesa la historia, ni la misión... amigo-te gruñe por lo bajini, disimuladamente. Después se gira hacia Aldarion, esperando para lanzarle mil preguntas que martilleaban en su cabeza.
Mas Telperio aprovecha la coyuntura e interviene, dando por cerrada la conversación.
-Cuerda decisión toma vuestra merced, pues estas no son horas de cháchara; y menos en un lugar como este, que podría ser atacado en cualquier momento. Gustoso os indicaré como volver a sus aposentos, pues supongo que serán los de ala de invitados...
Bueno, como no dices nada, supongo que os vais a dormir. eso sí, Atandil ni te habla en el camino a vuestros aposentos. mañana será otro día.
Creo maese Atandil que es hora de dormir... pero si me gustaria terminar de escuchar la historia... tal vez en otro momento, salvo que estes muy interesado en esa gesta viejo amigo, si es asi esperare por ti, pero no es bueno importunar demasiado a estos Centinelas...
perdon, he estado estos cinco ultimos dias apurando las vacas y desconectando un poco en el pueblo...
No, tranqui, está bien. pero bueno, dado que uno de los centinelas casi que os invitó airos tras tu ofrecimiento, supongo que os habréis ido a descansar por hoy. y bueno, de hoy no creo que saques mucho de Atandil ya ^^
Venga animate amigo mio, y veras como mañana sera mejor dia... le digo con una sonrisa amable en la cara, pues ya habiamos hecho lo que Atandil queria, y esa informacion aunque poca, podria ser de importancia mas adelante...