Partida Rol por web

Garok escucho las palabras de el resto de seres que alli se reunian, y bajo su arma, escuchaba con atencion las palabras sobre otros dioses, ademas de su diosa Raiza, y de extrañas criaturas, era extraño, porque si hay otros dioses y otras razas, Raiza no llamo a estas para ayudarles.... ya nada importaba Raiza no estaba y su pueblo estaba muy mermado, empezo a darle vueltas a varios temas cuando escucho al centauro hablar sobre los orcos y como los sullos los masacraron.

-me presento, soy Garok lider de los barbaros, una tribu mermada que habita en las zonas riosas, al norte de los grandes bosques, nuestro pueblo fue arrasado hace poco por los Orcos, y nuestra gente teme otro ataque, gigantes de piedra les acompañan, y poderosas maquinas capaces de empalar a cualquier hombre de mi pueblo, seguro que lo que tu pueblo se encontro- dijo mirando a Cenarion- era un ejercito orco, o simplemente una avanzada de exploradores?

El barbaro no daba credito a que alguien pudiera parar a los orcos en combate.

   Nadiathar habia estado callado durante la conversación, le costaba creer lo dificiel que era para el ser llamado Taba adapatarse al nuevo entorno, aunque el fuego que esta producia era algo que no habia visto.

    - Creo que he estado el suficiente tiempo callado, mi nombre es Nadiathar y soy el representante de la Gran Sierpe bajo las aguas del inmenso mar. Tras una breve pausa. No conozco a estos enemigos de los que hablas y dudo que lleguen hasta mi pueblo, sin embargo me han llegado rumores de algunos exploradores de grandes troncos flotando sobre las aguas pero no parecen naturales, son mas como cortados y unidos por alguien o algo.

Cenarion se giro hacia aquel barbaro, se parecia tanto a la forma oscura que habia nacido, los tatuajes, su complexion... girando un poco la cabeza hizo volver a su mente a la "realidad" en la que estaba.

-Gran Garok, me apena oir tu desgracia, esas "bestias" son un mal que no deberia de existir, segun nuestra deidad no estan incluidos en el ciclo de la vida y como tal no deberian de existir, el grupo que vino al bosque se proponia realizar el ritual, pensamos que era un grupo bastante abundante, proveniente de una de sus aldeas unicamente. No tuvieron tiempo de reaccionar, es nuestro bosque y nos conocemos al centimetro cada trozo del mismo...era imposible que salieran vivos de alli. Pero te prometo una cosa en cuanto termine este Concilio yo mismo ire a tu poblado y os ayudare a fortaleceros si asi lo deseas, tenemos un vinculo con los Pajaros del fuego los cuales nos otorgan un bello don de poder movernos sin peligro...ademas si asi lo deseas incluiremos a vuestro pueblo en la Defensa de la naturaleza, ellos tendran a sus monstruos de piedra pero nosotros podemos otorgar el don de la vida a los arboles para que defiendan un poblado. Toda tu gente podra tener algo de paz para recuperarse mientras estemos defendiendo...si asi lo deseas.

Cenarion se giro al resto, su proposicion era de corazon, estando en el Norte y con su compañeros Fawkees el fenix podrian realizar tareas de exploracion en la zona y sobreavisar a los barbaros y al resto de razas.

-Mi propuesta no esta exenta de valor, yo mismo ire al norte para realizar tareas de exploracion, ademas el ejercito de nuestro Pueblo Lathum se incluira en la batalla con los gatos de las montañas y todo su arsenal. 

Garok miro al centauro y despues de reojo a la elfa- mi pueblo ya tiene una proposicion, la mismisima diosa de los elfos nos ofrecio el hogar de estos para viajar, pero quizas, mi tribu, parte de ella, prefiera viajar hacia tus bosques, si nos lo permitis, dividire a mi gente en dos grupos, uno vivira con los centauros, y otro con los elfos, os alludaremos con vuestras aldeas, trabajando en ellas a cambio de proteccion- Garok hablaba con pena, pero, la diosa ya no existia para ellos, se encontraban parados, sin ayuda, y parecia que en su aldea, la sombra se apoderaba por momentos de cada rincon.

-¿Eso dijo la Diosa? Alabada sea Serune, si esa es su voluntad, será cumplida.-

La tristeza del bárbaro es obvia, por lo que Seledris se acerca y le da un abrazo consolador, las costumbres de los elfos, su cultura, incluye mucho contacto físico.

-Seréis bienvenidos. ¿Podréis cruzar el mar? Os podremos enseñar magia...y tantas coasas...y seguro que sabeis hacer cosas que nosotros no ¡Será fantastico!-

ensimismada ve como hablan unos y otros de defensas y ataques, la verdad esque  no imaginaba que estuvieran tan mal que hubieran habido ataques , estaban bastante alejadas de los demas al menos antes...carraspeo apenas levemente

mis hermanas  las hadas y yo misma estamos inmersas en investigaciones para mejorar y pensando como poder cruzar hasta otra tierra , como dije hemos estado en paz hasta hace poco que sufrimos el movimiento de la isla, de todas maneras en todo lo que nos sea posible ayudaremos y pelearemos, y procuraremos de nuestras ideas a quien este dispuesto a recibirlas, nunca hemos tenido enemigos ni represarias contra nadie...pero si quieres hacernos daño no nos quedaremos esperando, lucharemos hasta la muerte...

dijo mientras enalzaba la cara y ponia los brazos en jarras seria , mientras miraba hacia arriba a todos  los presentes

 El Enano seguía mirándola perplejo, preguntándose que ayuda podría prestar un ser tan pequeño. 

Taba observaba al macho humano y meditó las razones por las que habían sido derrotados. De todos los presentes, sólo los enanos parecían suficientemente duros como para plantar una buena batalla, pero ninguno podría hacer frente a un guerrero Tanar´ri cuerpo a cuerpo. Eran blandos, débiles y pequeños. De hecho, parecía que sólo la hembra de orejas puntiagudas parecía manejar la magia, ¿acaso los Vientos no soplaban para todos igual? Taba se mostró segura de sí misma: si los Hijos del Fuego se enfrentaban a los orcos, saldrían victoriosos, y sus cuerpos se alzarían de nuevo para aniquilar a los supervivientes.

Cruzándose de brazos, observó cómo dialogaban entre sí, a sabiendas de que el trato que había hecho con Mruar había sido el más acertado.

Tras una última caricia al torso de Garok, con su correspondiente sonrrisa, Seledris se acercó a Taba.

-Señora sacerdotisa ¿Podemos hablar?- sonríe.

-Os he visto crear fuego ¿Dominais alguna rama más de la magia? Mi pueblo está clasificando la magia en siete ramas distintas, una de ellas el fuego. Sin duda lo controlais bien, pues esas llamas parecían...ardientes, valga la expresión. Aunque esas clasificaciones aun son prematuras, y nadie se...ehm...especializa aún.-

La dura expresión del rostro de Taba se suavizó cuando la hembra de orejas puntiagudas se dirigió a ella con tanta educación y respeto. Estaba claro que, si era cierto que existían distintos dioses, y aquellos eran los elegidos de cada especie, la diosa que había educado a su pueblo era tan sabia como Padre. Ladeó la cabeza cuando le habló de distintos tipos de magia, y comprendió que no andaba muy desencaminada.

- Dama... Selendris - dijo, recordando su nombre y pronunciándolo con dificultad, pues el nombre élfico era demasiado refinado para su vocabulario - La mayoría de mis hijas manejan dos Sendas de la magia, pues los Vientos no soplan dos veces de la misma manera.

Apartó del grupo, más exactamente, de Mruar, a Selendris y pronunció unas leves palabras en su gutural idioma. Al instante, una perfecta esfera de llamas surgió de su mano.

- Nuestros escritos hablan de que Padre nos creó a partir de la roca fundida y la llama, y es por eso que su Esencia, el fuego, es algo que convive con nosotros. Las Hram´anov usan los Vientos de Magia para manipularlo y transformarlo. Ya has podido ver cómo lo hacemos cuando nos vimos por primera vez - dice, algo avergonzada - Hay otra senda, la que conocen las Mut’ ughin. Con ella alzamos los cadáveres de nuestros enemigos, arrebatamos su vida sin nisiquiera tocarlos y encogemos sus corazones para que no planten batalla.

Moviendo la mano para que la esfera de llamas desapareciera, Taba miró a Selendris con la expresión tranquila.

- ¿Te ha servido mi explicación, Dama Selendris?

La sonrrisa de Selendris se ensancha ante el curioso acento que le da a su nombre, flaquea un poco cuando le habla de levantar a los cadáveres. Sin embargo, aunque le parece francamente mal eso, tampoco tiene derecho a enfadarse...es otra cultura, tal vez no honrren a sus muertos de igual manera, quien sabe. Mientras no se lo hagan a los elfos...

-Vaya...eso añade una rama a las magias que conocemos, interesante, son ocho, y quien sabe si habrá más. Gracias por sus palabras, señora sacerdotisa. Aire, tierra, agua, fuego, mental, física y arcana son las que conoce mi pueblo, y ahora, la Mut'ugin.-

Con cada tipo de magia, selendris hace una pequeña muestra, creando un soplo de aire que mueve sus cabellos, una copa hecha de piedra, un chorro de agua que llena la copa, una esfera de llamas que rodea su mano, como hizo Taba, y una ilusión, tal y como hizo antes al crear el unicornio, sol oque esta vez crea multitud de copias de la pequeña hada, danzando en el aire.

-La magia arcana es demasiado peligrosa para mostrarla en un simple ejemplo. Y la física, bueno, aumenta las capacidades físicas de cualquier ser o cosa...no se me ocurre como mostrar...bueno...¿ves la manga de mi ropa?- tras un leve brillo, la manga ya no es del mismo material, sino rigido y durisimo, un instante despues es de nuevo normal. Selendris mira a Taba, y abre la boca un instante- ¡Oh! No quiero que penseis que hago ostentación ni nada...solo mostraba lo que sabemos...es que cuando me pongo a hablar de magia me pierdo...lo lamento.-

Selendris hace una leve reverencia.

-Mi pueblo vive en los árboles, pero tambien tenemos casas a pie del suelo, Desde el suelo del bosque, no se ve el cielo de tan denso que es. Es casi como una cueva, aunque más luminosa. Si vuestro pueblo desea visitar la nuestro, será bien recivido.-

No pudo por menos que lanzar una carcajada que sorprendió a la hechicera elfa, mostrando sus afilados colmillos. Cuando terminó, posó su garra sobre el hombro de Selendris, conciliadora. Ella pudo sentir el calor que emanaba de ella, y un destello intenso en sus ojos.

- Dama Selendris, nunca te avergüences de mostrar tu poder, ni de que los demás sepan de qué pasta estás hecha. En nuestro pueblo se premia el poder, el valor y la destreza. Los machos cazan, pero si una hembra es rápida, fuerte y tenaz, se le permite cazar con ellos. Sólo las hembras que demuestran ser las mejores son las que más pretendientes tienes, ¿entiendes lo que quiero decir, pequeña?

Luego posó la otra garra sobre el otro hombro, y se acercó a ella, con una sonrisa en los labios.

- Sólo los más fuertes sobreviven, Dama Selendris.

Cuando hubo terminado su discurso, se apartó ligeramente, y se cruzó de brazos ladeando la cabeza.

- Por otra parte, acepto gustosa tu invitación, pero dependerá de mi compañero tomarla en consideración o no, como con la oferta del pueblo de Mruar - dijo, dirigiendo una mirada al enano - Tengo curiosidad por ver esos árboles en los que podéis vivir, la vegetación de nuestras tierras es pequeña y marchita, negra y malvada.

    Al ver como los demas discutian sobre otras cosas, en vez del tema que seguro los habia traido hasta aqui Nadiathar utiliza la poca magia que ha aprendido de los chamanes, pero el ambiente es muy seco, asi que solo genera un pequeño chorro de agua con el cual refrescarse.

 Una tormenta rodeo el lugar rapidamente, y varios rayos calleron cerca de los reunidos, mas una voz oscura se carcajeo, sonando en todo el lugar, de pronto, vientos hurcanados se formaron en medio de todos los presentes en la reunion, y de pronto con un destello una figura de mujer, delicada y hermosa, con gesto sonriente y vacilon, aparecio en medio de ellos.

- jajajaja.... impresionante, por poco no lo encuentro... por poco no os encuentro...es gracioso, los lideres de los pueblos ante mi... tan facil...- la dama extendio una mano al aire, con los dedos hacia el cielo, y 5 puas salieron del suelo, atravesando a el lider tanar'ri, enano, hada, barbaro y naga y cuando la mano bajo, las puas se retiraron hacia el suelo escondiendose de nuevo, dejado caer los cuerpos inertes...- buh!- exlamo mirando hacia los otros tres que aun quedaban alli, y de golpe, el paso onirico se acabo, los 8 lideres, despertaron sudando...