Partida Rol por web

El curioso Dios desde su barandilla lo observarba todo y estaba decidido a que lo que habia pasado en los sueños tendria un significado, un significado que muy pronto se mostraria. No pudo evitar atender de reojo a la conversación entre Serune y el Padre del Caos. Si en algun momento del pasado los sentimientos le habian preocupado ahora desde luego no.

-Si no piensas estar mejor por Raiza hazlo por ti mismo y por tu especie. No comprendo, ni me interesa lo que sintieras por ella, y perdona si resulta bruco lo que te digo. Pero si despierta el Tabahätta no nacido y os enfrentais... Solo tu caeras tal y como estais, eso nos dejara en desventaja de uno lo cual seria muy problematico... Y si yo puedo ir a verles cuando me plazca, solo es cuestión de tiempo que el otro Khalis nos venga a hacer una visita, y yo no pienso inmolarme para destruirlo.

Sin mirar a su hermano pequeño, pues seguía con la mirada fija en el retrato grabado a fuego en las paredes de piedra divina de la atalaya, respondió.

- Si tu mayor problema, hermano pequeño, es que os quedéis indefensos ante los No Nacidos, no temas. Si surge un enfrentamiento con mi doble tenebroso, le daré muerte. Mientras tanto, si lo único que vais a dedicarme son reproches, podéis perderos entre los pasillos de Ruth-adum.

Khalis se levanto de la barandilla para reaparecer cercano al dios del fuego, pero como siempre a una distancia prudencial, nunca parecia querer estar demasiado cerca de nadie.

-Lo cierto es que si que me preocupa tener desventaja contra los no-nacidos, pero tambien me preocupa tu luto, el tiempo de Raiza termino, el tuyo aun sigue, el de todos nosotros, y o lo asumes o terminaras por consumirte tu propio fuego. Los no nacidos contaminan las lineas temporal... Hay que hacer que se intreguen en las mismas o que las abandonen para siempre.

Pareciera que el Dios del Fuego hubiera recordado algo. Sacudió la cabeza como un animal y sus llamas volvieron a brillar, furiosas y naranjas. Pareció crecer, aunque realmente sólo era la presión que su cuerpo ejercía sobre el ambiente, y en algún lugar en El Mundo, una oleada de furiosa determinación invadió a los Tanar´ri.

- Tienes razón, hermano pequeño. Hay un trabajo que tenemos que hacer - dijo, dedicando una última mirada al retrato de Raiza - Después de acabar con los No Nacidos, podré continuar con mi luto.

Y diciendo esto, desapareció con una oleada de fuego que calcinó la estancia, y bañó con un purificador plasma al Dios del Tiempo. Y luego, el silencio.

Con un fogonazo, el Señor del Fuego apareció ante Airlia. Parecía sereno, y había perdido gran parte de la emotividad que había desplegado desde que había puesto los pies por primera vez en Ruth-adum. Se cruzó de brazos y miró a su hermana desde lo alto.

- Hermana, tu reino ha sido profanado por tu sombra, ¿qué podrías decirnos al respecto?

Medusa acabó de dar la vuelta por su solitaria torre, aquella en la que se exilio cuando Raiza gobernaba en Ruth-adum... un mandato de miedo sobre el resto de dioses, pero ya no estaba y ademas la voluntad caprichosa de Medusa estaba con el control, por lo que en su rostro no habia pena, simplemente una gran sonrisa un tanto siniestra.

-Nuestros hermanos oscuros... lo mejor sera unir nuestros poderes e ir destruyendolos uno a uno, asi no tendremos el problema que tuvo Raiza...es mas divertido asi

   El hecho de que el sueño acabara como lo hizo incomodaba a loke.

   - Hermana, dirigiendose a Airla, tu eres la experta, ¿que fue lo que paso?, ¿como pudo entrar?

 Airlia estaba petrificada.... su no nacida, acababa de entrar en contacto con ella... la profanacion del sueño habia sido como una profanacion a si misma... como? se preguntaba la diosa

se supone que solo son esencias....

susurro, casi tan débil como una pequeña brisa, no sabia como la no nacida habia entrado y roto su sueño entonces miro hacia la isla de sus hadas, solo al sentir el contacto de los no nacidos directamente, se dio cuenta de lo que podia ocurrir si todo esto seguia y ellos no hacian nada.

Khalis, tu querias ir a la guerra verdad? necesito que ese Aerodeslizador de la vuelta, tu protoss volvera mas tarde con los suyos, por ahora quizas pueda ser de utilidad para mis hadas...

Entonces Airlia observo al zepelin que acababa de entrar en el gran continente, siguiendo la linea de la costa, en busca de la isla de Aiur, hogar de los protoss, Se concentro y creo una tormenta cerca de alli, en el mar, la cual obligaria a las hadas a descender en tierra firme y esperar a que la tormenta pasase para retomar el camino que no volverian a tomar.

Por suerte o desgracia, la tormenta destrozo los barcos barbaros que se dirigian hacia la isla de las Hadas, y los obligo a acercarse a la costa tambien, escucho entonces a sus hermanos hablando a sus espaldas, tabahatta le preguntaba

No se que a ocurrido, pero si se, que desde este mismo momento, no voy a descansar hasta saber que esos no nacidos se mueren

Una de las aldeas orcas habia caido, eso demostraba que si se les atacaba no eran invencibles.

-Perfecto. Tus hadas han liquidado a esos orcos de un plumazo jajaja. Mis protoss se preparan para la batalla tambien, pronto construiran su base en el continente. Si atacamos por diferentes frentes los orcos no tendran la mas minima opción y una vez caigan ellos... Los no nacidos no tendran de quien subsistir.

Todavía sorprendido de que su hermana no supiera por qué su reverso oscuro había podido entrar en el Encuentro Onírico, Tabahätta dedicó una mirada a El Mundo. Los ejércitos empezaban a movilizarse, y se percibía la facilidad que emanaba a raudales del Reino Inferior. Los Tanar´ri empezaban a ser multitud, y pronto saldrían a la superfície. Pronto sus hijos tendrían que luchar contra los orcos...

Pero no le importaba. Tenía una misión: acabar con los No-Nacidos, y no forzaría a sus retoños a derramar su sangre contra ellos. Si surgía el enfrentamiento, así sería. Ya había aprendido que no había nada peor que ser forzado a algo.

- ¿Te has dado cuenta de eso, hermano?

Hablaba a Gálmaro con parsimonia, sin emoción alguna, aún afectado. Señaló a un punto en El Mundo, y su férreo hermano pudo ver a los ejércitos asentados frente al pueblo Enano.

- Creo que tus hijos van a comprobar lo duras que son sus murallas.

Galmaro estaba en su trono. Viendo lo que ocurria en el mundo, y llorando al comprender la realidad. Tabahätta, se acerco para hablarle, pero Galmaro no estaba para palabras y todas las buenas palabras de su hermano, de aquel con quien habia compartido tanto, le resultaban dolorosas. 

- No lo consentire - dijo Galmaro sin apartar la vista del mundo. Con un ojo avizor trazaba lineas para saber donde estaban los puntos debiles de sus enemigos. Trazando planes que pronto tendrian que ser. Aguardo unos segundos, que en el mundo fueron meses y entonces continuo hablando - Siempre hemos tenido la certeza de que somos Los Dioses y que aquellos que se aparecen son los intrusos, los no-nacidos, los que no fueron puestos por Padre. Ahora comprendo cuan de equivocados estabamos... - mira a las cuencas de los ojos de ese armazon vacio y cree comprender que su hermano siente el dolor, de la amarga realidad - somos nosotros la broma pesada, somos nosotros quienes hemos llegado como una burla de quienes son Los Verdaderos Dioses de este mundo - vuelve a mirar el vacio al que llamamos mundo -  Nosotros lo encontramos por casualidad - dice señalandolo - y lo tomamos creyendo que era nuestro. Lo poblamos, le dimos vida y nos vanagloriamos por ello... que Grandes nos creimos. 

Sin embargo, aquellos a quienes declaramos la guerra, aquellos que estaban en el mundo pero no supimos ver nos quitaron la venda de nuestra mentira ¡hasta el propio mundo lo hizo y en nuestra arrogancia, creimos que fue por nuestros pecados!

Los Orcos, un pueblo mortal, incivilizado, simple... y sin embargo con la enorme, no, con la Divina capacidad de ignorar nuestra presencia, de imponerse a nuestros poderes, a nuestra fuerza infinita... a nuestra limitada fuerza. Y sin embargo, se doblegaron casi sin oposicion a los No- Nacidos ¿quien es el Dios y quien la Parodia? 

Nuestra hermana, creo un universo mistico, pero lo vinculo al mundo y solo fue cuestion de tiempo que Los Grandes Dioses (debemos llamarlos asi, si aun tenemos la desfachatez de considerarnos Deidades) nos encontraran y una vez hecho, solo fue un pequeño esfuerzo desmantelar todo el trabajo de nuestra querida Airlia. 

Pero lo que me ha abierto los ojos, no es todo eso, ocurrio con la sangre Barbara de Raiza, pues ellos son capaces de atarse al mundo cuando obtienen la esencia de su sombra, nosotros. Pues somos, me temo que es asi hermano, la sombra del mundo, cuando creimos ser la luz. 

Galmaro volvio a callar y se alejo de todo, perdido en sus pensamientos mas profundos, preparando su ultimo movimiento antes de la matanza que se preparaba, pues una Horda Orca se preparaba para asaltar una indefensa aldea que resurgia, despues de un siglo de miedos y temores,  como un rayo de esperanza para su pueblo. 
Una lagrima le volvio a caer. 

   Loke escucha a galmaro calmadamente.

   - Hermano no crees que estas filosofando de mas, tal vez tengas razon, pero al igual que ellos ninguno de nosotros quiere perecer...

   Voltiando y buscando al señor del tiempo.

   - Hermano Khalis, ¿que posibilidades hay de que me lleves a hablar con mi refleccion no nacida?

Galmaro habia comprendido su papel en esta historia. Su esencia era lo que era y ahora solo restaba atar cabos sueltos.  

No entendía la reacción de Gálmaro.

Desde que lo conocía, y eso era decir toda su existencia, su hermano era silencioso e imperturbable como la roca. Y ahora demostraba toda una remesa de sentimientos y pensamientos que le sonaron extraños al señor del fuego. Pero no podía culparle: él mismo había cambiado, como tal era su naturaleza. Había cambiado por amor, por odio y por dolor.

Y ahora lo que habían creado con tanto esfuerzo temblaba con el sonido de los tambores de guerra.

Khalis se golpea la frente con la palma de la mano.

-Pooor fin, alguien se da cuenta.

Khalis camina con curiosa lentitud hasta las cercanias de Galmaro.

-Sabia que el que estuvieras tanto en silencio era por algo, estaba convencido de que una gran revelación se estaba cuajando dentro de esa cabeza tuya, que los designios del cosmos saldrian de tus labios largo rato sellados por tu retiro... Y vas y dices soberana estupidez.

El dios del tiempo resopla alejandose de nuevo hacia el balcón.

-Los orcos son producto de los actos de los dioses, al igual que el resto de razas, si ignoran nuestros poderes no es por que sean la raza elegida. Es por puro azar ¿Y los no nacidos? Tampoco son dioses, son lo mismo que los orcos.. Producto del retozar entre deidades, solo que Raiza se inmiscullo en mis dominios y lo cambio todo. Yo los vi con su forma original, no son dioses... Pero tienen el potencial para serlo.

El baston de Khalis giraba a una velocidad imposible entre sus dedos, con un zumbido caracteristico que se sincronizaba perfectamente con el repiqueteo de sus cascabeles a cada paso que daba.

-Soy el azar, la probabilidad, el tiempo, soy un millar de opciones, soy un dios. Y a pesar de todo eso solo estoy seguro de una cosa con todo mi ser. Yo soy el tiempo, y voy a seguir existiendo. No se si sere deidad o sombra, o que sereis vosotros. Pero estoy dispuiesto a lo que sea por asegurar mi existencia.
Los no nacidos se consumen, queman lo que llamamos fe para subsistir, y sin fe se extinguiran y yo voy a extinguir la fuente de su fe, los orcos. En un enfrentamiento directo contra ellos estamos perdidos, esto cada vez se llena mas de dioses sin motivaciones, acabaremos con esto cuanto antes.

Con un giro del bastón Khalis desaparecio y el instrumento se desplomo contra el suelo, el dios reaparecio junto a Loke.

-Respondiendo a tu pregunta, las posibilidades son 0. Necesito toda mi fe para llevar a cabo mis planes, ademas, la ultima vez que hice algo asi murio una Diosa.

Khalis volvio a fanfarronear con las palabras a la par que hacia el ganso con su baston, haciendo gala de sus ¿infinitos? poderes. Sin embargo, era cierto que lejos de su pueblo, se volvia debil. Al igual que los demas. Gálmaro, no cambio de parecer, por mas que el dios del tiempo y las danzas se mofara de su reflexiones.  

  A loke no parece gustarle la falta de ayuda, pero entiende las razones.

  - Entonces espero no te moleste que use tus dominios, hermano Khalis, si no me ayudas usare mi poder para ello.

Sorprendido de la poca atención que había dedicado Gálmaro a sus hijos, Tabahätta se centró en las distintas opciones que se planteaban ante él para destruir a los No Nacidos. Ellos le habían arrebatado lo que más quería, y ahora podía utilizar todo su poder para acabar con ellos.

Desapareció de la sala con una deflagración que inundó de luz a sus hermanos, y apareció en el silencioso e infinito espacio alrededor de la Casa del Cosmos. Con los brazos cruzados, envuelto en una esfera llameante, observó a Suris y a El Mundo, y recordó con total nitidez las palabras que le dijo a su amada tiempo ha, cuando ambos no habían puesto fecha de caducidad a sus sentimientos.