Sonrió con tristeza al escuchar las decisiones, recordaba las ultimas conversaciones con sus propios hermanos...
-Yo aquí soy un extraño, no voy a intentar convenceros de nada. -Su voz era suave, era como si hablase directamente en susurros a los oídos de los presentes- No sabia lo que habría aquí cuando me desplace o si funcionaria pero tenia claro que no me iba a dejar desaparecer, tampoco se lo que habrá cuando vuelva a desplazarme, pero ahora se que soy capaz de hacerlo.
Nith-Rah, no puedo decir que mientas o estés en lo cierto, carezco de ese conocimiento. Pero con mi llegada aquí he aprendido algo que en mi realidad desconocía, quiero pensar que cada vez seré un poco mas sabio. Tal vez mis oportunidades se terminen tarde o temprano, tal vez mi ciclo simplemente sea mas largo, no lo se. Con vuestro permiso...
De su cuerpo broto una especie de tentáculos sombríos, los desplegó con lentitud para que pudieseis comprobar que no eran ninguna amenaza. Todos conocíais lo suficientemente bien el Tiempo de Sharashiel como para ver patrones similares en ellos y reconocerlo como el Tiempo de Phenicx.
Ruth-Adum chirrió de nuevo, la casa del Cosmos aun estaba bebiendo energía de la creación, para tratar de cicatrizar las últimas heridas que la llegada de Phenicx le había infligido, el propio dios se percató y regulo aun mas su movimiento para que el palacio no sufriera. Por fin los tentáculos tocaron el mapa de Heris.
-Ah... -Una lagrima cayó por su mejilla.- Vuestra historia es hermosa. No pretendo hacer daño a Heris, el equilibrio ya está roto y vuestra realidad está herida de muerte como lo estuvo la mía, pero eso ya lo sabéis. Respeto que acepteis su fin y queráis formar parte de el. Pero yo no lo comparto, y espero lo respetéis vosotros.
Estoy débil y ya no puedo conseguir energía suficiente por mi mismo aquí, después de los sacrificios que he realizado os pido que no me condenéis a vuestro mismo sino y me prestéis la energía que necesito para irme de aquí...
- ¿Qué energía es esa que precisas, cuando nos contaste que saltabas de realidad en realidad usando a esos Ecos? ¿Cómo lo haces cuando no hay dioses que te concedan parte de su poder? - en las palabras de Eon se destilaba un leve tono de desconfianza.
Percibir "su" Tiempo era algo extraña e intrigante. Tiempo solo había uno, y ese ya abarcaba todas las posibilidades, incluso las que no iban a ocurrir. Por lo que la idea de que hubiese dos era desconcertante, incluso ilógico.
No obstante podíais sentir que al igual que Ruth-adum tomaba energía de la creación para restaurarse, ambos tiempos se diluían y se mezclaban convirtiéndose en uno solo. Era un proceso muy lento, pero sin duda con el tiempo suficiente los dos Tiempos serían solo uno.
-Los ecos me permiten viajar, así es. Pero de nada sirve tener una puerta si no tienes la fuerza como para girar el pomo, abrirla y cruzar el umbral. Lo que quiero decir es que el viaje tiene un coste de energía y eso es lo que os pido... Lamentablemente no puedo prometer que toda la energía que me entreguéis vuelva a vosotros como cuando la invertís en crear algo...
Se esforzaba en ser sincero, teniendo en cuenta que dentro de (relativamente) poco tiempo el universo colapsaría tampoco es que fueran a necesitar ellos toda ese potencial divino.
-Como he dicho, este ha sido mi primer salto, no se lo que ocurrirá si llego a un lugar sin ninguno de los nuestros, pero al menos sabre que he hecho todo lo posible por sobrevivir. Esta vez además será un salto mas a ciegas. Somos una raza de seres arrogantes, podéis imaginar lo que significa tener que suplicar por ayuda. Pero he sacrificado mucho para llega aquí, mis hermanos a pesar de no compartir mi visión me ayudaron, es lo que os pido ahora.
Miró al infinítito, donde los procesos cósmicos hacia tiempo que habías comenzado a deteriorar este universo lentamente pero sin detenerse.
-Solo quiero irme de aquí, no desaparecí junto a mis hermanos y creaciones, no me condenéis a la Nada aquí en la soledad.
- No perteneces a esta realidad - dijo, tajante - Así que no tienes nada que ver entre nosotros. De hecho, el Tiempo probablemente se resentiría si dos señores de la corriente temporal cohexisten. Yo abogo por la Sinergia: si todos mis hermanos contribuyen, costará mucho menos esfuerzo y energía ayudarte.
Kotk-am-Toatl no podía evitar negar con la cabeza, pues cuanto más hablaba ese ser más repugnante le parecía el tener que evitar la muerte y saltar de mundo en mundo como si fuera el mayor mal de todos- No estoy de acuerdo con lo que eres, la forma en que ves el Fin y la Muerte hace que me sienta como si yo fuera el mayor mal que ha ocurrido en ese mundo, en este lugar, y no lo veo así. Si las cosas no terminaran se colapsarían y a saber que podría ocurrir. Yo marco el final de los ciclos igual que mi caido hermano Atharon representaba el inicio. No digo que no haya formas de evitarlos, por ejemplo, mi hermana Sharashiel y sus hijos pueden ver muchos ciclos diferentes que ni yo conozco, pero no creo que se muevan por miedo a evitar un fin, sino buscando lo mejor para su pueblo y para el mundo.
Tamborileó con los dedos sobre el reposabrazos mientras media las siguientes palabras que diría- Este no es tu lugar, y como puntualiza mi hermano Eon, puede que dos representantes del mismo ámbito no sea bueno, así pues, si ninguno se niega a ayudarte, te cederé algo de energía para saltar a otro lugar, pero esto tendrá dos condiciones. La primera, no podrás volver a este lugar, si lo haces serás considerado un enemigo por mi parte y juzgado por desgarrar parte de nuestra creación y puede que otras líneas espaciotemporales. La segunda es que si usas esa energía para algo que no sea el salto, sufrirás las mismas consecuencias. No te lo tomes como algo personal, pero esas son las condiciones que impongo para cederte esa parte de la energía.
La diosa suspiró, miró al tiempo. Su tiempo. Lo habia mimado tanto que a penas habia penetrado en el. Las agradables sensaciones que le producia surcar por su superficie. Fundir su mente con la de el. Ah... su pequeño y joven tiempo ya no era tan joven.
Alargó su mano para que se acercase a ella. volvió a acariciarlo. A sentir el flujo de la realidad desglosarse en su mente y ver variantes. "cuanto podria haber hecho..." pensó. "cuanto puedo hacer...."- susurró. Entonces el tiempo empezó a desacerse entre sus manos. La energia que brotaba de el mismo tiempo destruyendose, inundo todo Ruth-Adum.- cuanto hago...- Miró al otro dios del tiempo- ah... el fin esta tan cerca que casi no me cuesta detener el tiempo. Toma mi energia, no necesitas mas que parte de mi tiempo para poder moverte... pero he visto lo que eres capaz de hacer, e incluso lo que podrias haber hecho y lo que probablemente haras. Intenta no caer en la demencia pronto... Destruyete antes- Tras rescebrajar su propio tiempo para darle energia se reclinó en su trono. Mirando hacia Heris. Mirando como el fin llegaba.
El dios del Orden parecía ausente, como si estuviese concentrándose en otra cosa. Finalmente contesto.
-Lo lamento, pero no puedo concederte tu petición. Como dios del Orden considero mi deber hacer que el ciclo se cierre debidamente y vuelva a empezar. Necesitare todas mis fuerzas para ello. Tu, a mis ojos, no eres más que una anomalía en el ciclo, una variante cuya existencia carece de importancia. Si desapareces aquí, restauraras la esencia que se perdió cuando te fuiste de tu tiempo, si te vas nuestro ciclo continuara tal y como debe ser, salvo por una leve pérdida de energía por nuestra parte. Haz lo que desees.
A pesar de que sus palabras puedan parecer crueles, la voz del dios de Luz es pura lógica carente de emoción en este momento, sin malicia ni bondad.
El trono de diamante de Nith-Rah empieza a resquebrajarse, preludio del fin del viejo Orden del cosmos, que se desmorona poco a poco ante el poder la la entropia y el caos.
- Que tres de cuatro miembros del Panteón te cedan una leve parte de su energía para tu viaje me parece plausible - dijo Eon, tras escuchar a su último hermano - Sea pues... tendrás la ayuda de Eon, Kotk-am-Toatl y Sharashiel, siempre y cuando cumplas con las condiciones del Dios de la Muerte.
Un resplandor destelleó junto a Eon, y una esfera crepitante de pura energía lumínica y calorífica apareció junto a él, esperando a que su Señor y Creador le indicara que podía unirse al recién llegado.
Escuchó, como siempre vuestras palabras, asintió agradecido. Tanto si aceptaban ayudarlo, como si no poco podría hacer por hacerles cambiar de opinión, como la vez anterior que les ofreció viajar con el. Fuese cual fuese su respuesta había decidido de antemano no forzarles a cambiarla. Pero agradeció que hubiesen decidido ayudarle, fuese por el motivo que fuese.
-Gracias... hermanastros. -añadió a falta de una palabra mejor.- Como he dicho aun no controlo esta "habilidad" si es que alguna vez llegó a hacerlo. Este salto será aun mas complicado que el anterior creo, no se como resultara, por lo que no puedo prometer no regresar pues de hacerlo os mentira. No obstante, si vuelvo a vuestro tiempo acepto ser juzgado con vuestras leyes y conocimientos. Solo deseo marchas a lugares mas jóvenes, no deseo mas mal a vuestro hogar y mi Tiempo ya está mancillado, no necesito destrozar otro para viajar. Portaré vuestra energía y vuestro recuerdo. Al igual que el de mis hermanos.
Mostró entonces entre sus manos, lo que parecía ser una enorme semilla del tamaño de toda la palma y en la otra una especie de carta de naipes. Si colocaron también vuestras propias muestras de energía y retrocedió unos pasos.
-Os deseó lo mejor en el tiempo que os queda. Y de todo corazón espero por mi bien y el vuestro, que jamás nos volvamos a ver.
Ruth-adum comenzó a temblar de nuevo, su Tiempo que eran esos extraños zarcillos oscuros se comenzó a desgarrar y el Tiempo de Sharashiel se apartó horrorizado. Incluso se pudo sentir un grito mudo que era la garganta de la propia Muerte rasgándose. Y después el silencio y nada mas...
Phenicx se había marchado, Ruth-adum se había deteriorado algo como con su llegada y tal y como prometió sentíais que lentamente la energía que le habíais prestado regresaba a vosotros, aunque no toda.
Ahora me gustaría un post del Dios en los sabiendo que se acerca el fin ¿se despide de su raza?, ¿aprobecha para dejarlo todo atado? Lo que penseis es mas conveniente.
El Fin se acercaba, tanto para aquel mundo como para sus criaturas, y por ende, para Él. ¿Era lástima, pena, estupor lo que llenaba el metafórico corazón de Eon? No, el Dios de la Energía ya había predicho aquel suceso, no con poder divino como el Dios de la Muerte o la Diosa del Tiempo, sino con fría y pura lógica matemática. Y como tal, formaba parte de su Plan Maestro.
¿Pensaba huir, escapar? Ya había manifestado en voz alta que no lo haría, puesto que había cumplido con su cometido, que era SABER todo lo que había acontecido en Heris desde el principio de los tiempos, usando para ello sus laborioso Vish´anur. Los diligentes seres de luz no habían vuelto a saber nada de su Dios de primera mano, y sabían que eso era bueno, puesto que ya se les había dicho el Primer Día que si todo iba bien, nunca volverían a saber de él. Los protectores de todo el Conocimiento de Heris, de alguna manera, también sabía que el fin se acercaba, pero no cesaron en su tarea. Aún quedaban hechos por registrar, y Heraldos que recibir. Aún había experimentos que realizar y cristales que reconstruir y proteger.
Eon y sus Hijos estarían ahí, hasta el final de los tiempos, y una vez llegara su momento, se convertirían en pura Energía y llenarían el Infinito con lo aprendido. ¿Quién sabe? Quizás, en otro tiempo, en otra realidad, el principio de Conservación de Eon se cumpla, y alguien aprenda lo registrado.
El Fin se acercaba y Kotk-am-Toatl sabía lo que tenía que hacer, no sabía si sería posible, no sabría si duraría, pero tenía que hacer todo lo posible para mantener el pacto que había hecho con sus hermanos y sus hijos. Todo lo que había creado podría destruirse, pero tenía la esperanza de que si el desaparecía Heris pudiera seguir subsistiendo con la energía que le insuflaron en el inicio del tiempo.
Con un parpadeo, el Señor de los Muertos se apareció en su sala, en el lugar que tenía creado para todos sus trascendidos y no pudo evitar sentir tristeza por ellos- Kotk-Gar, ven -dijo a su hijo predilecto, el cual se apareció ante él- Mi tiempo se acaba, y el de Ruth-Adum también. Por suerte tuvimos el tiempo necesario para crear el Templo de los Trascendidos, así que voy a cederos mi energía para que podáis seguir existiendo en ese lugar mientras Heris siga existiendo. No se si será un segundo, un día o milenios, pero sea lo que sea, espero que le podáis sacar partido. Os he enseñado todo lo que pude, y espero que tú puedas seguir haciendo mi labor con un grupo de allegados para que todo siga siendo justo.
El Señor de los Muertos marcó a varios de los trascendidos de todas las razas que había, incluso de aquellas que habían desaparecido en algún momento- Vosotros seréis los jueces de los muertos, el Tribunal de Heris, y espero que veléis por la justicia de los vivos y de los muertos por igual.
Con un gesto el Señor de los Muertos comenzó a brillar en un tono dorado que podría haber cegado a más de uno de los presentes, pero éstos ya sabían controlar ese pequeño don divino que tenían y no les molesto en absoluto. Cada uno de ellos fue marcado con la mirada dorada de Kotk-am-Toatl e influidos con gran parte de su poder, dejando al Señor de los Muertos como una simple ilusión con poco poder divino.
De esta forma se apareció de nuevo en la sala y hizo otro acto que había mencionado uno de sus hermanos- Eon, tu renegaste de mi don porque tu plan era obtener todo el conocimiento, así pues, quiero ayudarte en tu función. Toma mi poder para que puedas aprender qué pasa cuando los dioses desaparecemos, que veas lo que puede ocurrir y si puedes avisar a otros futuros dioses de lo que hemos sufrido aquí, hazlo. Da tu conocimiento a aquellos que sean dignos, es lo único que te pido -y con un gesto, Kotk-am-Toatl cedió su poder a su hermano del conocimiento.
En el instante en que iba a desaparecer, el Señor de los Muertos musitó una última frase- Hermana, contigo mi relación fue más estrecha, espero que en otras dimensiones nuestra relación sea como poco, tan buena.
Y sin mucho más, el Señor de los Muertos desaareció de Ruth-Adum y de ese lugar.
El final estaba cerca, y los Avoral lo sabían. Tal vez llegara en menos de una generación, tal vez dentro de mil, pero llegaría. Aun así, no se pararon a morir, siguieron viviendo sus vidas en la moribunda Heris, buscando crear Orden en el mundo. Llevaron su sociedad al resto de las culturas, para actuar unificados en un mundo de paz, mientras este siguiese existiendo.
Como raza, los Avoral continuaron prosperando y creciendo, llevados por su curiosidad, su afán de superación y los dones que el dios del Orden les habían entregado. A pesar de las calamidades y decadencia que seguían a Heris, las enseñanzas del dios del Orden a los Avoral eran tan claras que no perdieron su fe, ni cayeron en desesperación. Sencillamente aceptaron que su mundo era viejo, y al igual que ellos perecían con la edad, Heris también lo haría algún día.
En cambio, la otra gran creación de Nith-Rah no hizo más que decaer. La brillante luz de Athra, antes joven y de un cegador dorado, se torno anaranjada y después rojiza, más fría y cansada.
...
En los salones del dios de la muerte, los Avoral comenzaron a migrar, uniéndose a la esencia de su dios creador y alimentándolo con la misma fuerza que este les había entregado en el nacimiento de su raza.
La procesión de las almas Avoral duro el resto de la eternidad. Aquellos que pasaban el juicio se unían a su creador, y aquellos más altos, tenían un destino muy especial en el plan del dios del Orden.
...
En el Salón de la Luz, el santuario del Orden y las Leyes de Nith-Rah, el dios de la Luz realiza los últimos preparativos para el inminente final.
Atando los hilos de luz entre sí, el dios del Orden saca a relucir una última Ley, que entrelaza a todas las demás. Una Ley compleja, porque abarca el Todo y la Nada al mismo tiempo.
-Cada vez me siento mas débil... pronto llegara el momento en que mi esencia empiece a disiparse... pero ya es algo que tenía previsto.
-El balance entre el caos y el orden tiene algo curioso, cuando uno se vuelve absoluto, el otro aparece espontáneamente. ¿Que pasara cuando la entropía desaparezca al no existir materia ni energía que volver caos, y solo exista la Nada? La respuesta es el Orden. La Nada no es más que la forma de Orden más pura.
El dios se repetía estas palabras, como un consuelo al fin de su existencia. El dios del Orden no se consumiría al final, como una llama privada de alimento, si no que ardería para convertirse en el principio de todo. Esa era la última finalidad de su última Ley.
-Cuando llegue el momento, toda la esencia del cosmos revertirá en mi al no existir entropía ni caos que me detenga... y en ese momento desapareceré para dar comienzo al ciclo de nuevo.
Su mente volvió por un instante a sus hijos. Habían sido todo lo que habría deseado y más. Pero no podía hacer nada por aquellos que permanecían en Heris, salvo guardar sus almas en el único lugar donde podría preservarlos, como una extensión de su ser. Dentro de su mismísima estatua , en el salón de las estatuas de Ruth-Adum.
Quizás, algún día, en uno de los próximos ciclos, algún dios despertara la esencia dentro de su estatua, y los Avoral podrían vivir otra vez en un nuevo mundo. Y con ellos la voluntad del Dios del Orden, de llevar Luz y Orden a las nuevas Heris y los nuevos dioses. Pero eso era algo, que solo quedaba en manos del destino y el azar.
Y así Nith-Rah enlazo su última ley con sí mismo, y se sumió en un estado latente, aletargado, preservando su fuerza y energía hasta que llegase el momento. Ya estaba todo listo. Solo necesitaba esperar al fin... y al comienzo.
- Exarca Lathik. Nos acercamos al punto-
La voz del piloto sono en la mente del lider militar. El veterano guerrero y piloto se movio hacia la cabina de mando. Cruzó varios compartimentos hasta llegar al lugar. Sus pasos resonarón por todo el pasillo.
- ¿Que ocurre? - Preguntó fijando su mirada en el armonico de ondas que se desplegaba frente a ellos. Los controles Ithazi no eran simples accionamientos. Si no una lectura sobre las resonancias magicas que flotaban en un cuadro de invocación.
- Algo esta cambiando. Tal com dijó la vidente. La piedra del tiempo esta alterando la energia. Como si pretendiera recuperar toda la que ha ido soltando a lo largo de su existencia- no habia preocupación. No habia nada en la voz de el piloto mas que una afirmación ante un hecho.
El Cronarca Thyrsen. Mas antiguo que el propio mundo. Se encontraba en la sala tambien. Haciendo sus propias mediciones sobre otro cuadro - La diosa nos habla... Mirad las fluctuaciones. Conozco este suceso-
Ambos hombres mirarón en la dirección donde se encontraba el venerado lider espiritual- ¿Deberiamos mandar a cubierta a Athai? Preguntó el piloto.
Si mis predicciones son correctas. Athai y La vidente Pharis estan en la cubierta ya.
Y asi era. Cuando llegarón a la cubierta Athai estaba suspendida en el aire, envuelta por un aura magica. El tiempo se deformaba a su alrededor y los elementos de la creación buscaban la manera de entrar en ella.
- La Diosa busca su cuerpo. Ha llegado el momento- Anunció la vidente, situada mas atras del espectaculo, con Thiflak, el guerrero legendario, a su lado - Debemos volver a atras una vez mas. El mundo llega a su fin. La diosa quiere que nos preparemos mejor-
Sharashiel irrumpio en la creación. Su bastón cruzó los cielos y aterrizó al lado de Athai, clavandose en la cubierta de la nave. La diosa porfin habia entendido. La duda, el miedo y la sospecha que tenia se hacian realidad.¿ como podian unos seres inferiores, unos habitantes de Heris, Moldear el tiempo a su antojo para viajar. Por muy hijos suyos que fuesen. Esa capacidad era tan solo la capacidad de un dios.
Con tristeza la madre del tiempo tomo posesión del cuerpo de la Autarca Athai. El cuerpo descendió lentamente hasta posar los pies de nuevo en la superficie de la nave. Cogió su bastón y camino hacia el guerrero mas grande que habia conocido Heris.
- Hijo mio. Debemos completar el ritual. Solo mi esencia puede mover Aruthzan años... decadas, siglos en la linea temporal. Sin mi... Nunca volvereis a los albores de la creación- Pronunció. Con la voz de un Ithazi y la determinación de una diosa.
Thiflak asintió. Porfin. El sueño de su nacimiento cobraba sentido. El brillo de un dios apagandose, sangre en sus manos... una explosión.
El honorable guerrero cogió su espada runica con las manos desnudas. No llevaba la armadura verde con la que se le reconocia facilmente. Si no que tan solo una tunica cubria el cuerpo del guerrero. Con agua del lago del mana purificó la hoja. Se situó frente a la posesión de la diosa y casi en un parpadeo undió la hoja en el pecho de esta.
No hubó dolor. ¿que dios siente dolor? El cuerpo mortal se apagaba. Lo mas normal seria que la diosa saliera de el y volviese a Ruth-Adum. Pero el hogar de los dioses estaba debil. Y los Ithazi estaban representando la muerte de la diosa. Asi que simplemente Sharashiel murió junto a Athai. Era una sensación extraña. Como la primera vez que despertaba pero de un modo inverso. No pudo evitar el recordar la nebulosa que la vió nacer. Cuanto le gustaria morir allí ahora mismo. El cuerpo mortal extendió la mano hacia el Cristal de almas, situado en la cubierta de la nave. Pero ella veia la Nebulosa. Seguia pensando en ella. Quiza con un poco solo baste.
Dejó fluir su esencia hacia el cristal de almas. Para unirse a la de sus hijos. Pero un pequeño resquicio fue a morir a aquel lugar que la vió nacer.
Mientras su esencia fluia hacia el cristal. Su cuerpo se ilumino. Precediendo una explosión de energia divina. Thiflak cerró los ojos. Mientras la energia divina, que ya habia desintegrado la espada, empezaba a consumir su brazo y su cuerpo.
La Vidente asintió. Con tristeza se volteó mirando el cristal y cuando la energia divina termino de pasar al cristal dió la orden- Abrid el campo de tiempo Warp. Motores a toda potencia! -
Un gran vortice apareció frente a la nave, eclipsando la luz de Athra sobre todo el continente norte... y la Nave fue engullida por aquel monstruo. Aquello que fue una vez el tiempo, el tiempo que juró Sharashiel que nunga seria violado.
Kotk-am-Toatl fue el primero en dejarles, cuando todo estuvo en orden se fue dejando unas palabras de despedida.
Sharashiel lo siguió de cerca, sacrificándose por que sus hijos pudiesen seguir viviendo
Eon y Nith-Rah permanecían pues debían ver el mismísimo final. Sentados en sus tronos se miraban el uno al otro sin decir nada, pues no quedaba nada que decir.
No obstante, todos en su último momento vivieron la misma experiencia.
Loof se acercó, sin que nadie lo llamase, pues ya no era necesario. Avanzo hasta distancia de conversación. Y comenzó a hablar con una voz que ya no era la suya, si no la de algo superior.
El momento ha llegado hijo mio, vengo en una forma de tu hogar que se que te es cómoda y tranquilizadora. La luz prestada debe ser devuelta. Deseo que tu interior no guarde el rencor, si no la felicidad de una existencia plena. No existías y entonces exististe. Ahora volverás a dejar de existir, pero existirás. Ven a mi.
Loof se fusiono en un abrazo a ti, un abrazo que era la propia eternidad, y que solo duro una fracción de pensamiento. Y luego la Nada...
El tiempo de los dioses llegaba a su fin, pero no así el de sus hijos. Aun cuando los dioses murieron quedaban muchos años a Heris, que nadie salvo sus habitantes verían.
Los mortales ya no necesitaban a sus dioses para existir, continuaban adorándolos a su manera como siempre lo habían hecho, pero ya no necesitaban su chispa para continuar avanzando. Los nodos seguían existiendo en Heris y aunque la energía que manaban no sería capaz de mantener ni a un solo dios, era un potencial casi infinito que mantenía la resonancia mágica del mundo.
Con el pasar de los años los avoral entraron en guerra con los ssra-Toatl por parte del continente norte y tras años y años, poco a poco los avoral fueron ganando terreno hasta expulsar por completo del continente a los hijos de Kotk-am-Toatl.
Pues a pesar de que los ssra-Toatl controlaban fuerzas poderosas, la estructura avoral estaba mucho mejor estructurada, educación, parlamentos, sanidad... fue una carrera de fondo que ganaron, finalmente se hicieron con el dominio de los continentes de Heris y muchas islas.
Por supuesto hubo excepciones, los lugares de climas extremos no eran del agrado de la raza que buscaba colonizar en lugares de forma que su imperio siempre estuviese bien comunicado. La Isla de la Verdad y el Arca del Génesis fueron respetadas.
Los ssra-Toatl, mantuvieron un único dominio, su isla natal. Allí eran mas poderosos que ningún lugar, los avoral trataron de conquistarlos una y otra vez con estrepitosos fracasos. Pues no solo los hijos de la Muerte luchaban allí con mas fiereza que ningun lugar, la propia naturaleza se volvía en contra de cualquier forastero.
Pero su verdadero dominio fueron los mares, su capacidad anfibia les permitió colonizar el gran mar azul de Heris, y en época de guerra, hacían de las costas y las islas los lugares mas peligrosos del imperio avoral, pues realizaban ataques relámpago efectivos y mortales, llegando incluso a arrasar población de islas enteras antes incluso que el resto se percataran del ataque.
En contrapartida, los mas ancianos de esta especie, predicaban por todo el imperio la palabra de su señor enseñando los rituales funerarios y aportando su justa opinión cuando el lugar al que llegaban lo precisaba. Se consideraba un honor que estos sabios oficiaran un funeral o dictaran una sentencia.
Los vish'anur, siguieron haciendo lo que llevaban haciendo desde su nacimiento, recolectando información. Toda ciudad de una mínima importancia en el imperio poseía una catedral en honor a Eon, construida por sus propios hijos con su particular arquitectura. Estas catedrales-biblioteca tenían una capilla a la que los vish'anur acudían cuando alguien necesitaba de sus conocimientos, pues lo compartían con cualquiera digno y que de verdad quisiese aprender. A pesar de la gran cantidad de estos lugares pocos de los hijos de Eon se ocupaban de ellos, pues los que lo hacían viajaban de una a otro en forma de energía en un instante.
Los ithazi habían abandonado Heris, o mejor dicho habían vuelto a una Heris anterior. Pero unos pocos individuos habían permanecido menos de una docena. Se dice que vivían en la isla de los ssra-Toatl, con los que siempre se llevaron bien o en la montaña que les vio naces, cerca del lago de mana. Cada uno a su manera se había embarcado en un peregrinaje continuo visitando las piedras de poder que su madre había creado siglos atrás. Se dice que los que lo completaron obtuvieron el poder de los propios dioses, si es cierto nadie les había visto usarlo, solo se escuchaban rumores.
La mayoría de mortales nacía y moría sin ver jamás a un ithazi y muchos los consideraban ya leyendas, pero lo único cierto es que cuando llegaban a un sitio eran tratados con respeto y se les ofrecía lo que deseaban hasta que partían a otro lugar, pues se dice que cuando el último de ellos se fuese definitivamente sería el fin de los tiempos.
Créditos
Director: Corso
Actores
Eon: Fr3d1
Nith-Rah: Bluefenix
Sharahsiel: Askei
Kotk-am-Toatl: Rafaellos
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Zilath: Tynd
Rata Cornuda: Guassap
Atharon: Dark_Prince
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L_O_V_O: Pájaro