Escena para la conversacion entre dos jugadores.
Leus, hagamos el roleo de la conversación entre emisarios (y futuros planes o lo que salga) por aquí ;)
En un rato escribo la presentación de mis emisarios :)
Los sirénidos emergieron orgullosos y desafiantes de las aguas. Caminaron entre la multitud que se había acercado a ver qué ocurría que había un extraño revuelo en la costa. Al ver a los habitantes de las profundidades, monstruosos y amenazadores, se alejaban de su paso y temían lo peor. Lo sirénidos, con sus gestos hostiles y sus miradas cargadas de odio no hacían más que incentivar esa sensación.
Sin embargo, llegaron hasta la morada de Madre sin causar ningún jaleo o provocar a los curiosos que seguían su marcha.
Al llegar ante la líder de los nayas, su trato fue respetuoso. A pesar de su carácter belicoso, estos emisarios habían sido adoctrinados por la propia Ohh’lp’lh y sabían que cualquier desliz fuera del protocolo que les había impartido, acarrearía la muerte.
-Salve Madre, protectora y directriz de vuestro pueblo. Venimos en nombre de la reina de los mares, la Perla de Pyaray a dialogar con vos.- Omitieron referirse a su reina por su nombre sirénido pues sabían que no lo comprenderían.
-Os pedimos que nos acompañéis a la costa, dónde la embajadora designada por nuestra majestad tiene un mensaje que transmitiros.
Bueh, el rato fueron días... que se le va a hacer XD
La llegada de los sirénidos a la costa la había llegado antes de lo previsto, sabía que al surcar por los mares con sus naves los seres acuáticos se harían presentes ante ella. De momento no pretendía entrar en ningún conflicto con otra raza, su único objetivo era reunir a su pueblo y protegerlo de los conflictos que se avecinaban.
La sirénida observó impasible como Madre se acercaba hasta la costa y la recibía como embajadora de su reina. Aceptó sus palabras con una inclinación de cabeza respetuosa pero no servil. Luego llegó el turno de hablar.
-Os saludo Madre, guía de vuestra raza en las tierras de Albur... y también en sus mares- a pesar de su tono neutro y recatado, se notaba que lo último no le agradaba para nada. Sin embargo estaba allí para cumplir órdenes sin cuestionar el por qué de las mismas. -La Perla de Pyaray, emperatriz del océano y custodia de sus aguas me envía para conoceros y haceros llegar su inquietud acerca de vuestras intenciones, al transitar por sus territorios sin atreveros a visitarla de igual a igual- otra cosa con la que la cantora no coincidía. ¿Cómo podían llegar a ser ellos, poderosos seres de las aguas iguales a esos débiles habitantes de tierra firme que intentaban, sin éxito, dominar los mares? -También quiere ofreceros acuerdos de comercio e intercambio de conocimientos, como muestra de que, a pesar de vuestra osadía, ella y por lo tanto todo el pueblo sirénido, no tiene intenciones de hostilidad para con los nayas.
Madre no podía creer la prepotencia con la que la embajadora de los sirénidos se dirigía a ellos, sin embargo había aprendido tiempo atrás que demostrar sus emociones solo la perjudicaría. No pretendía entrar en una guerra con aquellos seres por lo que debía actuar con cuidado para ganarse su simpatía.
Los sirénidos saludaron respetuosa aunque altivamente a Aerleem y ofrecieron escoltas a los embajadores.
Cuando llegaron a la zona del palacio real, la cantora creó una burbuja mediante la magia de los elementales para poder sumergirlos, pues la reina no asomaría a la superficie.
Al llegar hasta la residencia real, los emisarios fueron presentados ante la nueva Perla de Pyaray, quien no los recibió con demasiada cortesía. Sin embargo, no ordenó que se los tomara prisioneros o se los lastimara, lo cual era una buena señal para los nayas
-¿Qué queréis habitantes del suelo firme? ¿Qué propuesta traéis para mí?