Una noche tuviste un extraño sueño. Estabas otra vez en aquella noche mágica, contemplando la lluvia de estrellas junto a Yulia.
-Hoy estás raro, Kelgar -te dijo sonriente, advirtiendo tu nerviosismo. Estabas a punto de dar ese gran paso.
Entonces ocurrió aquella gran explosión.
-¡Pronto, debemos irnos, aquí no es seguro! -dijo la chica mientras tomaba tu mano y se echaba a correr, prácticamente arrastrándote en el proceso.
A medida que se alejaban y ganaban visión panorámica, pudieron ver una gran nave, de oscuro fuselaje, bombardeando la zona. Creyeron que estaban seguros allí, pero de pronto Yulia te miró aterrada. Una sombra apareció detrás suyo mientras su cuerpo se desintegraba. La sombra se acercó entonces a tí, pero cuando la luz comenzaba a golpear su superficie, y ya estabas a punto de distinguir su forma, te despertaste. Entonces, Starsoldier pasó por la puerta de tu camarote y te miró con un dejo de preocupación.