Partida Rol por web

Finalmente, medicamentos - dijo Armand con una pasividad en la voz que estaba lejos del sentimiento de alivio que experimentaba. Era un veterano al que no le asustaba la muerte, pero era diferente morir en batalla a consumido por una enfermedad agónica - Un poco de suerte nunca está de más. Gracias máquina - Añadió al tecnosacerdote.

Tras inyectarse él mismo una dosis, le brindó otra a la pelirroja al tiempo que añadía - Parece que concretamente de esta ...- dijo señalando con la cabeza los medicamentos - sí que vamos a salir - Y sacando un par de habanos de su bolsillo del chaleco se los ofreció - ...te prometí una caja si me sacabas de esta. Disfruta este par.

Tiene agallas esta furcia, no es tan mal soldado. Si no fuera un jodido misógino podría reconocérselo en la cara... Ja! Jodida pelirroja.

Tras tomar una jeringuilla llevó la caja al doctor - Doc, esto ha pasado a ser considerado más vital que la más vital de las vidas... que era la tuya. Así que espero que lo cuides, con ella incluso si es necesario - Y guiñando el ojo para quitarle gravedad a sus palabras, aunque ciertamente era lo que opinaba, se dirigió al encuentro de Jeremías con la jeringuilla en su mano.

Aquí tienes - y sin dirigir una palabra se volvió hacia lo que fuera que Logan estaba arrastrando.

Vivo. De algún modo...vivo.

La experiencia con heridos y cadáveres, más de lo último, le decía que alguien como él, humano de carne y hueso, no debería estar vivo. Menos aún en aquel razonable estado de salud. Aquello había sido una intervención divina, pero a Baltar le preocupaba la naturaleza de ese Dios y qué favores le pediría a cambio.

No era el único en "despertar" un nuevo aliado (en teoría) se les había unido. Un tecnosacerdote que estaba clamando a gritos su utilidad. Pero a Gaius solo le parecía uno más que había quedado atrapado en aquella encerrona de planeta de mierda que había intentado matarle media docena de veces en cinco días.

El médico se alejó en busca de ese-lugar-adecuado-para-cuidar-a-los-heridos que el sargento reclamaba mientras el adepto se conectaba a los ordenadores de la nave, para alegría del funcionario del Monitorum.

El chupatintas tenía que sobrevivir...

Pero sus quejidos duraron poco, pues Logan encontró una buena cantidad de medicinas sobre las que Bltar se lanzó con avaricia.

Necesito clasificarlas y racionarlas. ¡No las toquéis!

Ignorando la segunda caja que encontró el guardia el médico metió sus manos en aquellas cajas, deseando encontrar algún medicamento que le ayudara con sus "múltiples dolores". 

¡Dime que hay drogas!

En efecto, Logan había dado con todos los premios del mes. Arrastró como pudo los pesados cajones y los dejó provocando un estruendo sobre el suelo, frente a los demás. Uno era la típica caja metálica y gris de grandes dimensiones donde el Monitorum guardaba sus tesoros más preciados. El otro, en cambio, era un cajón de madera deslustrada con cierres metálicos pero que tenía varios sellos de pureza adheridos sobre su superficie. En cuanto el pater vio aquello, se lanzó como un tiburón de río contra un grox desprevenido. Empujó a Logan en el proceso y se puso a rezar frente el cajón de madera para luego abrirlo y dejar a la vista de todos un hacha sierra de perfecta manufactura y que portaba diversas cadenas con trozos de hueso, falanges y dientes - no puede ser verdad - logró a mascullar sacándola y asiéndola con reverencial respeto.

La pesada maleta metálica, quien quiera que la abriera, descubriría un cañón láser en perfectas condiciones, con su tripode y una única batería, lo que era malo, pero si uno se fijaba con atención, la batería estaba completamente cargada de energía, y eso, era bueno.

En cualquier caso, lo que era peor, es que empezaba a anochecer y las campanas comenzaron a repicar en la distancia...

El explorador alzó las cejas ante la reacción del sacerdote, aunque se abstuvo de decir nada. La experiencia con el ayatani era más que suficiente para que cualquier Tanith supiera que los miembros del clero tenían ciertas rarezas. Además, aquello parecía una especie de objeto sagrado. Y, cuando lo sacó, quedó claro que además era uno que él no sabía usar, a si que su interés inmediato en él se evaporó totalmente.

-Y tras la puerta numero dos...-dijo, mientras procedía a abrir el otro cajón-tenemos un estupendo cañón láser.

Otra cosa que él no tocaría, aunque lo sentía por aquel que cargara con eso. Pesaba como un demonio, y no parecía cómodo de transportar. Por desgracia, el tiempo había pasado allí, más rápido de lo que les convenía. Y cuando las campanas sonaron, Logan palideció levemente.

-Pater, si no le da tiempo a consagrar este sitio, sugiero que nos larguemos ya. 

Rabian buscado en otro almacén, esta vez encontrando medicinas, medicinas que salvarían a Stigga, cosa que la alegro sobremanera y a la que dio un gran abrazo mientras decía con un guiño y una sonrisa, así no me dejaras sola ante tanto hombreton.

Después llego Logan con dos cajas, un arma de combate y arma pesada, pero lo que mas la atrajo fue la reacción del Pater por la caja y posteriormente por el arma de combate por lo que acercándose le pregunto:- Conoces este arma?, podría servir para dar por saco a esos esqueletos?

Todo el mundo estaba rebuscando por todas partes, incluso él, pero algo le llama la atención. Sólo buscan y nadie vigila. Se puso rígido y alerta. Empezó a escuchar como un soldado disciplinado. Se desentendió de la ridiculez que protagonizaban a modo de concurso, detalle que le parecía totalmente fuera de lugar en el sitio y momento que se encontraban, y se dispuso a lo que tendría que estar haciendo alguien. - Este es un momento muy delicado para el sotu y nadie lo protege. Están todos entretenidos con los nuevos juguetes.

Su adusto rostro pasó a ser una máscara inquisitiva, con odio en la mirada y que buscaba señal o movimientos de cualquier tipo que no fueran los suyos propios o los del grupo. - Ya tienen juguetes, pero alguien ha de mantener la disciplina y la seguridad.

Armand observó la escena con indiferencia, incluso cuando sus compañeros descubrieron el botín recién adquirido. No obstante el sonido de una campana le hizo reaccionar y volver al estado de alerta... Sin mediar palabra se dirigió al Pater, y sin mucha ceremonia se dispuso a arrebatarle el hacha - Parece una buena baza para luchar en este lugar, no pienso dejarla en manos del Pater...

Se dispuso a agarrar la empuñadura con mano férrea pero cuando se hallaba a escasos centímetros se detuvo - Un poco de ceremonia y pomposidad no hará ningún daño, tiempo hay de arrebatársela por la fuerza... - Se arrodilló y agarró el mango, cerrando fuertemente el puño alrededor - No tengo intención de soltarla Pater.

A continuación miró a los ojos al Pater, pues le parecía necesario realizar algún tipo de súplica o petición para dar credibilidad a la charada - Oh! Pater, permitame portar esta virtud para derrotar a nuestros enemigos... - y bla bla, bla bla... - ...honrar al Emperador, y cumplir la voluntad del Trono, y esto... hum..., derrotar a nuestros enemigos - Vaya! ya lo dije - Y le ruego bendiga toda esta historia y parafernalia, y etcétera etcétera - susurró entre dientes.

No tenía intención de soltar el hacha, por lo que más le valía que el Pater, deslumbrado por su farsa y oratoria (sin duda deslumbrante) accediera a soltarla.

-No tenemos tiempo para esto-dijo el explorador, frunciendo el ceño ante lo que sea que estuviera intentando el sargento-hay que irse ya, deja el dichoso hacha con el Pater.

-Tranquila, no tengo intención de morir en esta puta mierda de planeta invadido. Si no lo hice en la Colmena Vervum no lo pienso hacer en ningún sitio -dijo poniendo una mueca de dolor ante el abrazo de Zora.

-Me pido a ese bebé -dijo Stigga cuando escuchó a Logan mencionar el cañón Láser- preferiría un lanzamisiles; pero no me voy a quejar. Si tuviera una buena mira, ya sería imparable. Y creo que deberíamos de irnos, o que el pater consagre lo que sea. Pero ya.

Ante el comentario del Tanith, Armand frunció el ceño. Parecía que sólo el desconfiaba del Pater, o quizá aquellos bárbaros no eran capaces de ver las funestas consecuencias del arma en las manos equivocadas. Ciertamente se estaba cansando de ser diplomático, no estaba acostumbrado a estas muestras de insubordinación.

No obstante esperó la respuesta del Pater, quizá consiguiera su propósito igualmente.

El Pater había cogido el hacha sierra con más velocidad que el sargento Volpone, pero a pesar de ello, el sangre azul decidió que no le pertenecía a él portarla aferrando el mango después de que Stephan la hubiera cogido. El pater, en primer lugar le dirigió una mirada ciertamente confusa frunciendo el ceño, pero le dejó hablar, escuchó la sarta de sandeces ofensivas que acababa de soltar sin variar la postura. 

Stephan se humedeció los labios con cierta lentitud detectando la nada disimulada desconfianza que el volpone procesaba por el sacerdote, pero sus ojos, ni parpadearon; era una mirada peligrosa, al fin y al cabo, todos los sacerdotes consagrados eran personas peligrosas que no temían a la muerte - Usted no es digno de portar un arma bendita, y menos cuando un miembro de la sagrada eclesiarquia este con vida. ¿Quiere jugársela robándome el arma bendecida? ¿quiere acabar preso de la corrupción disforme? - eran preguntas firmes, formuladas con la lentitud y seguridad propias de alguien que no temía a nada - me ofende su duda hacía mi... he salvado la vida de médico que le acaba de salvar la suya con las medicinas, he salvado la vida de la chica de armas pesadas que tiene más puntería que usted... he salvado la vida de los pocos leales que quedan aquí, en este planeta y por supuesto... he evitado que ese demonio de la muerte disforme le atraviese con sus frías garras heladas - los hechos estaban ahí, claros y contundentes, solo un necio los negaría, pero por todos es conocida la soberbia de los Sangre Azul de Volpone - ahora, háganos un favor a todos, y salgamos de aquí a sitio seguro después de que haya apartado sus armas de este arma bendita - lo miraba fijamente a los ojos, esperando y confiando en que Armand se mostrara colaborador.

Pero... las campanas seguían repicando en la distancia.

Como venía siendo habitual tenía a todos en su contra, la superioridad de los genes le acarreaba el rechazo de la gente mundana, así había sido siempre y así seguiría siendo.

Valoró arrancar el hacha al Pater, separar la cabeza de su cuerpo y fumarse un habano a su salud hasta que el esqueleto sobrenatural volviese para acabar con ellos uno a uno. Pero no lo hizo - Te estás volviendo viejo Armand - En vez de eso suspiró, se levantó sin soltar el mango, miró a los ojos al Pater y habló con calma y serenidad a escasos centímetros de su cara - No se a qué vienen esas palabras, Pater. Celebro que haya salvado vidas y espero que siga haciéndolo. En lo que a mi respecta, la próxima vez que toque este arma habré de recogerlo de unas manos muertas.

Realizó un sentido gesto de decepción, que no sentía en absoluto, y soltó el arma - Habrá que vigilar al Pater aún más de cerca...

Jeremias se estaba recuperando rápidamente gracias a las medicinas, pero aún así, estaba débil. Se levantó con cierta torpeza ayudado por varios de sus montaraces y le dedicó una furibunda mirada que quedó en poco por culpa de sus ojeras y mal aspecto - Sargento, hágase un favor, no amenace de esa manera tan gratuita a alguien que le ha salvado el pellejo, por no hablar de que amenaza a alguien que ha salvado la vida de cientos de personas leales al Dios Emperador... con esa actitud nos insulta a todos los que luchamos contra los herejes en este planeta - su voz sonaba algo débil, había perdido su fuerza, pero negó con la cabeza, claramente decepcionado - debemos volver de inmediato al lugar de descanso anterior y despejar esto mañana al amanecer - aconsejó al grupo, pero sobre todo miró, en esta ocasión, al Tanith veterano, Logan, esperando su confirmación.

El Pater clavó su dura mirada en los ojos de Armand pero no dijo nada ante la intervención de Jeremias. Por ello, hacha sierra en mano, se giró tras dar varios pasos de espaldas para no darsela a Armand y se encaminó a volver al primer pedazo de la difunta nave de carga imperial sin esperar a nadie más. La tensión en su mandíbula segundos antes indicaba, claramente, que se estaba controlando por no agredir violentamente a Armand... por ahora, imperó el sentido común en el sacerdote.

Y aquello seguía. Pronto, el esqueleto les encontraría y les despedazaría a todos. Y todo ello por culpa de algún defecto cerebral del puñetero sargento. 

-Sí, por favor, vayámonos de una vez. No quiero vérmelas con la cosa esqueleto esa, y ya hemos perdido bastante tiempo aquí haciendo nada-dijo, echando a andar rápidamente tras el sacerdote. No se le olvidaba la extraña sensación que había tenido cuando salió a protegerle fuera, puede que aún hubiera algo o alguien intentando matarle. 

Zora sonrió a Atigga y la dijo:- eso espero y yo tampoco. Iba a seguir con una charla mundana pero de repente algo ocurrió, El Sargento azul quería el arma sagrada, Toma cojones!, siempre tocando los huevos si no es a unos es a otros, no se cansara?
Pero el Pater se supo defender bien, dijo las cosas claras y realistas a lo que por muy grillado que estuviera el Sargento nada tenia que espetar.
Pero aun así no podía dejar clara su postura y mas cuando supuestamente estábamos bajo las ordenes del Sargento, así que se acerco al Pater y poniendo su mano delicada en el hombro le dijo:- Pater Stephan, gracias por todo lo que hace por nosotros, por este planeta, sus habitantes y por el Dios Emperador. Siempre habrá egoístas o mentes obtusas que no comprendan su actuación, pero no por eso debe variar su rumbo, yo le seguiré donde diga, pues eres el único que ilumina esta tierra oscura, cualquier cosa que necesite no dude en pedírmela.

T.E.R. contempló la discusión entre el Pater y el Sargento con desapasionada actitud. Aquello no le influía, por lo único que se preocupaba era porque el arma, obviamente bendecida, fuera tratada con respeto. Pensó en intervenir en última instancia, pues a pesar de que parecía que el Pater había impuesto su "status", el arma no dejaba de haber sido encontrada en el almacén que estaba a su cuidado, en la nave en la que ellos habían venido y por lo tanto, de pertenecer de algún modo más a la Guardia Imperial que a aquel sujeto. Nadie había realizado las peticiones adecuadas según el protocolo establecido...pero decidió ignorarlo, pues tenía potestad para ello. Tras realizar unos cálculos con sus circuitos craneales, el porcentaje resultante de adoptar una decisión adecuada con la información de la que disponía no era satisfactorio. Sus indicadores le decían que adoptara una actitud condescendiente hasta obtener más información. Así lo hizo saber mientras caminaba hacia afuera, pues la decisión de salir de allí, parecía, según los parámetros, lo indicado...Aquel soldado, Logan, parecía de inteligencia superior a la media. O tenía más ganas de vivir que el resto.

"Pater Stephan. Registrado en mi base de datos. Tiene mi permiso para usar el arma, al igual que la soldado No Computada-02*. Trátenlas con el debido respeto y realicen los rituales debidos. Si tienen dudas pueden consultarme, estoy aquí para ayudar."

La voz monótona de T.E.R. impidió que supieran si había sarcasmo, rechifla, condescendencia, o véte tú a saber qué. Era complicado acertarlo.

Siguió al soldado con denominación "Logan" mientras dejaba un pequeño rastro de olor a incienso a su alrededor.

Tenía que seguir las normas que les habían dado y esto empezaba a parecerse demasiado a una trifulca de patio de colegio. Estabamos en combate y hería su orgullo, que era reflejado en su rostro, lo que senteía por la situación. Sin demorarse más, y con una voz cortante soltó. - Sargento, estamos demasiado tiempo en la misma posición. PResiento que algo se avecina y cuanto más tiempo estemos en este ... no tenía muy claro si califarlo de basurero, pero no quería herir los sentimientos del nuevo miembro del grupo y continuó con: ... montón de recursos hechados a perder más cerca estará de afectarnos. Sería una premonición, su sexto sentido o un "empujoncito" que les estaba dando el Sagrado Emperador de la Humanidad pero algo le decía que tenían que salir de allí ¡YA!.

Miró a la chica que ahora disponía de un arma "nueva" y se trasformaba en automático en el "arma pesada" y el puesto de fuego de apoyo de la variopinta sección que formaban. Incluso a pesar del disgusto que sentía con la "chiquillada" del sargento, se podía entender una pizca de envidia en aquellos ojos. No envidia de ese equipamiento, sino de uno adecuado a sus habilidades. Pronto podrá aprender a usar esos trastos y ser "el artillero" de este mejunje de soldados que no terminan de cohesionarse ... ni a patadas. -¿Quién sería el tarado que nos reunió a todos para salir juntos? Si esto es una broma del destino ... tendré que hablar con el tal Destino muy seriamente.

Cuando el sacerdote de marte le dio su "permiso" para usar las cosas, Stigga puso cara de asco- No necesito tu permiso, chacho de lata -dijo poniendo una ligera mueca- soy la más apta para usarlo contra los herejes y eso haré.

Se ajustó de nuevo la armadura de caparazón y se echó a la espalda el cañón láser portatil- Zora, échame una mano para que no estorbe con el depósito de combustible -pidió a la Volponita mientras ajustaba la carga que iba a llevar- Poco a poco empieza a ser interesante este lugar, aunque aún nos quedan tres partes de la nave por investigar -miró a sus compañeros- en marcha y vámonos de una vez, no quiero ver a ese esqueleto de mierda más cerca de lo necesario.