Partida Rol por web

Curse of the Dragon

Escena 4 - La Maldición del Dragón

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04/11/2022, 07:41
Director

Notas de juego

*Leí que los dragones, o por lo menos algunos, podían adoptar forma humanoide. No recuerdo si eso era de dominio público y lo narro como que Diésel no tiene ni idea.

Como cualquier leyenda, has oído historias de dragones en las calles de Seattle, pero depende de lo receptivo que fueras en el momento en que te lo contaran, lo crees o no. Para saberlo a ciencia cierta sería una tirada de conocimiento dragones, o parazología con dificultad tres.

Hay runners que si creen en esas cosas desde el principio y runners que llevan diez años y no creen nada de eso, todo depende.

 Aparte de intentar identificar el vehículo, si pertenece a alguna Corp también busco si hay iconos en modo silencioso dentro del vehico, número de pasajeros... 

El vehículo pertenece a una corporación llamada Novacom. Se dedica al desarrollo y producción de cosméticos a nivel estatal, aunque tiene registros de exportaciones a otros países, principalmente a sudamérica. 
Tan solo detectas un icono de persona dentro del vehículo (el otro es el ordenador del vehículo; para hackearlo necesitas una tirada enfrentada de tu habilidad de guerra electrónica contra el cortafuegos del ordenador)

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06/11/2022, 02:23
Guren Waltz "Diesel"
Sólo para el director

Notas de juego

Ok. Gracias por la info, Jefe :D

Diésel, como mucho, ve algún documental de la 2 en trideo y porque le ayuda a pillar el sueño en la siesta. Vamos, toda una eminencia XD

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06/11/2022, 02:35
Guren Waltz "Diesel"

   - Vale equipo. Si éramos pocos en la fiesta ya tenemos a los corpos aquí. El buga está registrado a nombre de Novacom. Están metidos en cosmética y mierdas de esas. Puedo intentar pinchar el ordenata del coche y cortarles las comunicaciones. Solo da la orden, Doc. - informó Diésel por el enlace de voz.

   - Joder, tíos ¿Y si la porquería esa que tenía pegada el dragón es alguna crema de noche para viejunas pijas que ha salido chunga? Menuda cagada. - era más un chiste que una deducción sesuda pero con lo loco que se estaba volviendo todo el asunto el orko ya se esperaba cualquier cosa.

   Y faltaba un dragón. Feliz Halloween.

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07/11/2022, 14:20
DIRECTOR

El tiempo parecía pasar muy despacio, mientras todos prestabais atención al nuevo jugador de esa extraña partida. Kumiko salió de la oficina llevando, o mejor dicho, arrastrando consigo a un hombre de pelo blanco, cincuenta y muchos años y bata blanca. Su cara presentaba múltiples moretones y golpes. 

Kumiko se puso al lado de su jefe, manteniendo erguido al tipo de la bata blanca, que sin ninguna duda era Ambort Hemworth.

Con un sonido apagado, la puerta del conductor de aquél coche caro se abrió. Con esmerada lentitud, su conductor puso un pie en el suelo de hormigón y después otro. Al incorporarse por encima de la ventanilla pudisteis distinguir el rostro de Mr. Johnson, aquél que os contrató en el club Kraken.

Su mirada estaba fija en el hombre que os había mandado buscar. Despacio, pero con cierta rabia contenida, cerró la puerta del coche. 

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11/11/2022, 06:29
Ahmad Jamal

-La última pieza del juego que esperaba ver por aquí.- Dijo Jamal observando atentamente a cierta distancia. -No me lo diga; usted es el dragón que nuestro chamán ha detectado. Estaba allí, en el club Kraken, viendo a ese otro dragón pequeño muerto y no pudo por menos que pensar en lo que le podría suceder a usted si ese agente contaminante le tocara. ¿Me equivoco?.-

Era bien sabido que los dragones eran egoístas a mas no poder. Solo se movían por beneficio propio. Por eso habían encajado tan bien en aquél mundo corporativo donde las megacorporaciones manejaban los hilos de millones de personas.

Notas de juego

Pnjotizado

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11/11/2022, 06:37
Mr. Johnson

...

No pareció inmutarse ante la explicación del face.

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15/11/2022, 03:57
Guren Waltz "Diesel"

   La Red arrojó más información sobre Novacom pero, a falta de hacer una búsqueda más exhaustiva, nada relevante: varios enlaces a videos publicitarios de cosméticos, reportajes en webs especializadas en moda y belleza y una serie de noticias relacionadas con el vertido de productos químicos de una fábrica en Auburn que contaminó los acuíferos que alimentaban el antiguo Jardín Botánico de Soos Creek y arruinaron lo poco que quedaba del parque; la corp salió indemne y además el marrón se lo comieron los de ¡TerraPrimero! Cosas de Corp, nada de lo que sorprenderse. Diésel descartó toda esa basura con un gesto de su mano y la información se convirtió en polvo que voló hacia la noche digital.

   Ver quien se bajó del coche sí que fue una auténtica sorpresa. - ¡Ey! ¿Ese no es el tío que paga la carrera? ¿Qué carajo hace aquí? -  

   Diésel activo los sensores de análisis de implantes y detección de armamento de la pequeña avispa robótica, que posada junto a su gemela sobre la máquina del aire acondicionado grababan todo lo que ocurría dentro de la nave y le pegó un buen repaso al Mr. Johnson Último Invitado a la Fiesta.

   Mientras el dron insectoide hacía su trabajo, Doc J expuso su teoría. El jefe estaba convencido de que aquel japonés calvo, con unas gafitas ridículas y una barba que avergonzaría a un chivo era un dragón y además conducía un coche. Bueno, casi mejor así porque Diésel se había esperado algo enorme y escamoso que llegaba arrancando el tejado mientras hacía arder la noche escupiendo fuego y les hacía sentir como hormigas ante su formidable presencia. 

   Por las calles corrían historias de que los dragones podían adoptar forma humana. El orko nunca se las había terminado de creer o más bien no quería creer que eso fuera remotamente posible. Pensar que, un día cualquiera, podías estar comiéndote tranquilamente un TacoSoy con doble de chile y el tipo que está sentado a tu lado a lo mejor es un dragón transmutado con vete a saber tú que intenciones daba canguelo. Que los dragones eran unos cabronazos eso sí que lo sabía todo el mundo.

   El orko empezó a divagar acercandose peligrosamente a la paranoia y ahora era momento de mantener la calma y ver cuales eran las intenciones de Mr. Johnson. Diésel unió los dedos formando el Hakini Mudra para centrar la mente y se sumergió aún más en la simulación. El icono de Persona de Diésel se deshizo en miles de pequeño cubos que fueron absorvidos por su PAN. En menos de un segundo el Salto al Lynx se había completado y orko y dron volvian a ser uno.

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18/11/2022, 23:15
Kenjuro “Waveman” Miyagami

Todo se comenzó a esclarecer poco a poco cuando Kumiko salió de la oficina arrastrando a Ambort.
Parecía que le había soltado un a buena…

Pero antes siquiera de que pudiera pensar en reanimar al doctor, el propietario del coche recién llegado se reveló, resultando ser el Johnson que les había contratado.
No entendía porqué no les había dicho directamente lo que quería… o a lo mejor era como decía Jamal, y es que les usaba para el trabajo sucio.

Sea como fuera, el tipo podía ser… ¡¿un dragón?! O de eso había sospechas, por lo que decía Jamal y lo que había sentido Bleidd.

Por su parte, Kenjuro se mantuvo serio y sin decir palabra, esperando que su contratante revelara sus verdaderas intenciones.
Como no parecía ser el caso, se fijó en Ambort.
Creo que deberíamos llevarlo a que lo revise algún médico. le comentó a sus compañeros.

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21/11/2022, 02:04
DIRECTOR

Tras unos segundos de dramática espera el señor Johnson dio dos pasos atrás. Con cautela extendió el brazo hasta que su mano se posó en la manilla de la puerta trasera, abriéndola lentamente.

Todos parecisteis sorprendidos, pues no esperabais que quien os había contratado fuera un lacayo de alguien mas importante. Pero entonces, cuando creíais que ya no podía haber mas sorpresas, un hombre mas bien bajito, de aspecto normal, bajó del coche.

Señor Ryu

Aquél hombre, japonés en apariencia, parecía uno de los salariman de tokio y que además habíais visto esa misma noche antes del club Kraken. Era el asustadizo e insignificante nipón que contactó con vosotros para ofreceros el trabajo. Pero de algún modo no era ese tipo. Su mirada y porte indicaban un aura de poder absoluto y controlado.
Jamal se quedó con la boca abierta sin saber muy bien que decir. Se la habían jugado, pero no al estilo traición como intentaba la mayoría de la gente, sino con astucia, como diciendo; "soy mas inteligente que tú". Y que a Doc le llamaran tonto a la cara no le gustaba mucho.

Sin embargo, al otro lado del escenario, Chester, con su chaqueta de lentejuelas rojas que brillaban, dio una palmada, y luego otra y otra, aplaudiendo la entrada y aparición del salariman que se hacía llamar Ryu.

Chester Fox-Siempre has tenido un gran estilo, me hubieras decepcionado de no haber hecho esta entrada.- Agregó Chester antes de terminar la última palmada. -Una buena puesta a punto. Un equipo de don nadies en busca de un don nadie...- dijo mientras miraba al doctor Hemworth, que permanecía sujeto por Kumiko. -..y todo para encontrarme a mi, ¿Verdad?. Apuesto a que no saben que eres un dragón.-
La revelación os dejó descompuestos del todo. ¿Ese tipo un dragón?¿No deberían ser imponentes, terroríficos, fuertes...?
El salariman se quitó las gafas de alambre, de pega, y se las tendió al que conocíais como señor Johnson, que se apresuró a recogerlas con cuidado.

Señor Ryu-Siempre abres demasiado tu bocaza, Tazcplan, gusano emplumado.-
Chester mantuvo un semblante serio. Si, eso le había dolido. Otra revelación, otro giro inesperado y, aclaratorio de ciertas cosas. Según Ryu, Chester era una serpiente emplumada, como aquellas que habitaban en sudamerica a las que veneraban y ahora veneran. Según Chester Ryu es un dragón, pero ambos tenían aspecto de humanos normales y corrientes hasta tal punto, que por la calle los habriais despreciado si os chocarais con ellos. Aunque Chester o Tazcplan, o como quiera que se llame el de la chaqueta brillante seguía siendo un bocazas.

Chester Fox-No deberias hablar de gusanos, Hayako, pues como dragona oriental que eres arrastras tu panza por el suelo cuando lo necesssitas.-
La tensión comenzaba a hacerse evidente. La última palabra dicha por Chester comenzó a arrastrar la ese a la vez que su cara se  alargaba, crecía, se volvía escamosa y le salían plumas de vívidos colores entorno a los ojos, barbilla y pelo.
La chaqueta brillante se rasgó y salió despedida dejando una lluvia de lentejuelas de color rubí, siendo reemplazada por dos enormes alas. El rojo, amarillo, verde y azul concedían un aspecto imponente, magnífico, a aquella criatura de leyenda. Una serpiente emplumada.


 

Cuando Chester Fox hubo revelado su verdadero aspecto, el salariman también se transformó. La piel cedió ante unas escamas de color plateado con tonos iridiscentes que al moverse provocaban un espectáculo hipnótico, casi mágico, que dejaba sin aliento. La cabeza se alargó y crecieron sendos cuernos blancos como la nieve entre una melena de un blanco-plateado que era como hilos de seda con gotas de rocío por todo su cuerpo. Suave y grácil, aquella melena parecía tener vida propia y moverse como en una danza coreografiada. Unas escamas de color azul metálico bajaban por todo su cuerpo, desde su poderosa mandíbula, guardando sus órganos vitales, hasta mas allá de sus patas traseras.

Al verlos a los dos, os dio la impresión de que vuestras simples armas no eran rival para ninguno de ellos. De hecho, no creíais que estuvieseis en el lugar adecuado. Si la serpiente emplumada era magnífica, el dragón hembra eclipsaba por completo a Tazcplan con su majestuosidad. Siempre habíais creído que un dragón era una máquina de muerte escamosa, fea y llena de un odio visceral tanto a humanos como a metahumanos debido a las imágenes que circulaban por la Matriz. Jamás hubierais pensado que un dragón fuera una obra de arte viva.


 

El alargado cuerpo del dragón serpenteó en el aire buscando sitio donde maniobrar. Tazcplan parecía tener el cerebro lleno de serrín en su forma humana, pero no era así. El lugar elegido le daba una ventaja clara de maniobra, pues la dragona era el doble de grande. Puede que Tazcplan incluso tuviera algún otro as en la manga.

 

 Doc. Ambort Hemworth -No he dicho nada.... ¡NO HE REVELADO NADA!.- El casi sollozo del acojonado doctor Hemworth cambió a un grito desesperado que retumbó en el edificio. Kumiko seguía detrás de él, sujetándolo para que no desfalleciera, usándolo como escudo ante la poderosa Hayako o ambas cosas.

  Hayako -Ya hablaremos doctor.- La voz proyectada de la dragona cambió a un tono femenino, sensual, pero poderoso. Era firme y controlada, no parecía para nada asustada por la situación de desventaja.

  Doc. Ambort Hemworth -¡Señora no he dicho naaadaaaa....- Kumiko tuvo que enderezarlo un poco cuando el doctor comenzó a llorar al final de la frase. Un chorrito de líquido comenzó a acumularse a sus pies. Parecía que el doctor si estaba nervioso. -Naaadaaaa...señora perdóneme, siempre he sido fiel, lo sientoooo.....
Hayako desvió su atención de Tazcplan al doctor con evidente resignación. Tazcplan pareció sonreir.

Hayako -¡Silencio!.- Dijo en un tono firme pero sin levantar la voz.

Tazcplan -¿No vas a castigarle?.- Preguntó la serpiente en tono burlón. -Si que vas a castigarle. Lo sé, todo el mundo sabe lo crueles que son los dragones con los "seres inferiores". Además, si que ha hablado. Me conoces, Hayako, y sabes que podría hacer hablar incluso a una mosca.- La dragona volvió a desviar la vista hacia el doctor, afilando la mirada. Kumiko se tapó más si cabía con el cuerpo del doctor. -Aunque también puedo hacerte hablar a ti.- Concluyó la serpiente. 

Hayako depositó toda su atención en Tazcplan. Incluso hubierais jurado que la dragona había levantado una ceja, a modo de incredulidad, ante las últimas palabras de Tazcplan.

Tazcplan -Nunca me has creído lo suficientemente bueno, ¿verdad?.- Los cuatro pares de reptilianos ojos se miraban sin pestañear. Era como en los duelos del antiguo oeste. Algo estaba a punto de suceder.....

De repente, con una velocidad inusitada que solo Kenjuro podía seguir, el dron de setenta kilos de Diésel salió volando de un coletazo de la serpiente hacia Hayako como si lanzara una pelota de tenis. Hayako lo apartó de un certero golpe con la garra, como si de una mosca se tratara, estrellándolo contra la pared de hormigón. 

Diésel profirió una retaila de tacos y maldiciones que llegaron a oídos de todos a través del comunicador. Mientras tanto, Kumiko apartó al doctor a un lado para dejar ver una Barret de calibre 50 posiblemente con munición perforante antiblindaje. La muy zorra la había tenido oculta detrás del doctor para disimular su tamaño. La serpiente, el espacio reducido para esquivar y la Barret habían conseguido por lo menos empatar contra la dragona.

Pero el chófer de Hayako, el Sr. Johnson, sacó dos Ares viper con cargador extra y comenzó a disparar mientras avanzaba. El primer disparo de Kumiko fue a parar al torso del Sr. Johnson, atravesándolo y lanzándolo varios metros atrás, para que no volviera a levantarse.

Kenjuro puso a Doc a cubierto mientras la pelea se iniciaba. A penas podía procesarse la rapidez a la que sucedían las cosas, pero Frankie pudo escabullirse hacia las escaleras de la entrada lateral por donde había llegado.

Los disparos de la sirvienta se sucedieron sin tregua contra el cuerpo de Hayako. La dragona ondulaba su cuerpo intentando esquivar las balas mientras Tazcplan arremetía con sus alas provocando un inmenso viento. La dragona rugió de frustración y daño cuando un proyectil alcanzó su piel y perforó su armadura, derramando su roja sangre por su inmaculado cuerpo.

Una bola de fuego apareció de la boca de Hayako estrellándose contra la pared del fondo donde momentos antes había estado Tazcplan. El fuego prendió a su paso varias cajas e instalaciones comenzando un infierno dentro del edificio.

Serpiente y dragón se abalanzaron mutuamente mientras los disparos de Kumiko no dejaban de sonar. Los coches de alta gama salían volando por que estorbaban, o bien como proyectiles improvisados. Las tuberías cedieron y el agua comenzó a manar en una lluvia constante y el hormigón de la estructura temblaba y se desprendían cascotes debido al terrible combate que se libraba allí dentro. Plumas y escamas se desprendían en el loco frenesí de sangre mientras los dos cuerpos serpentinos se enroscaban intentando aplastar al otro.

Fuego, plumas, agua y escamas junto con alguna bala perdida de calibre .50 eran demasiado para vosotros. Diésel aceleró su furgo tanto como le daba el pedal llegando a la puerta del almacén con un chirrido de sus ruedas y dejando una marca de dos metros al frenar. No sabéis muy bien cómo, pero lograsteis escapar de ese infierno reptiliano y nunca, nunca volveréis a meteros en asuntos de dragones.

   

FIN

Notas de juego

Muchas gracias a todos.

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24/11/2022, 18:33
Guren Waltz "Diesel"

1 de Noviembre del 2074

08:00 Horas. Bistró "Le Robinet". Distrito de Bellevue, Seattle

 

   La camarera, una chavala con tatuajes, cromados estéticos y peinado a la última, dejó la fuente de tortitas en la mesa y retiró las dos que ya había vaciado Diésel. El orko murmuró un escueto gracias y siguió tragando comida y café en cantidades industriales. Junto a los restos del copioso desayuno había un bote de analgésicos. El rigger se había tenido que tomar una docena de pirulas para calmar los dolores de la pierna izquierda, las costillas y la cabeza, resultantes de cuando los dragones habían jugado al fútbol con él.

   El Lynx era una máquina dura, un pequeño tanque de combate urbano, pero las dos tremendas hostias y el posterior golpetazo contra el muro de hormigón habían causado daños severos en el dron inutilizado una de las patas articuladas, desencajando el soporte de la ametralladora y deformando una buena porción del chasis. Fusionado con la máquina, Diésel, lo había sentido todo como si lo sufriera en sus propias carnes. 

   El orko tardaría un buen par de semanas en recuperarse de las lesiones y andaría cojeando; las reparaciones del dron le iban a salir caras, en tiempo y materiales, y para puto colmo solo habían cobrado la mitad del trabajo. Al menos seguían con vida.

   Diésel se tragó otra tortita y volvió a reproducir lo que habían grabado los Mc-fly antes de que el orko les ordenase retirase cuando se desató el infierno. Las imagenes eran una autentica pasada. Un espectaculo que, sin duda, pocos mortales habían visto. Y era una información muy valiosa, seguro que podrían sacar buena tajada si la movían bien y así rentabilizar la noche. Pero también era información peligrosa. Ya estaban, más que seguro, en el punto de mira por haberse mezclado en asuntos de dragones y esas grabaciones solo hacían más grande ese punto de mira. Borrarlo y olvidar todo este asunto era la opción más sensata.

   Diésel miró al resto del equipo que, sumidos en sus propios pensamientos, desayunaban en silencio.

   - Ehhh…peña, pillar los comms un momento y echar un vistazo a lo que os he enviado. - por la línea segura que compartían llegó un enlace que daba acceso a la parte de la grabación donde los dragones recuperaban su reptiliano aspecto y empezaban a zurrarse de lo lindo. También se veía por ahí a Kumiko, M82 en mano escupiendo muerte; la visión de la sexy japonesa armada con aquel cañon le recordó al orko a "Rock 'N' Roll # 3: Sexy Girls and Sexy Guns", un viejo vídeo del siglo pasado. Ahhh…. La vieja América y sus locuras.

   Cuando el fragmento de grabación terminó, Diésel miró de hito en hito a sus compadres. - Y bien, chummers ¿qué hacemos con esto? -

Primer plano de la cara de Diésel. Fundido en negro y saltan los créditos.

 

Notas de juego

Un placer haber jugado con vosotros.

Cargando editor
27/11/2022, 16:11
Kenjuro “Waveman” Miyagami

Kenjuro salió de la ducha, maldiciendo otra vez haberse dejado la toalla.
Aunque encima del lavamanos había una, lo cual hizo que Kenji sonriera. Yuriko, la mujer de su anfitrión Atsushi, seguro que había tenido el detalle.
Ya llevaba demasiado tiempo allí en esa casa.
Y no es que estuviera mal, más bien al contrario.
Yuriko cocinaba de maravilla y Atsushi era hombre que siempre daba buena conversación. Y desde que consiguió zanjar su deuda tras derrotar al troll, le trataban de forma exageradamente amable.

Toda esa gentileza le comenzaba a sentar mal. Sabía que podía acomodarse allí y ablandarse. Pero eso era algo que no podía permitirse.
Sin embargo, su última misión no había recibido el rédito económico que esperaba, y tendría que buscar bien un nuevo alojamiento.

Ya se había decidido prácticamente por un apartamento, para cuando Diesel les llamo para que acudieran a un bar o lo que fuera eso llamado Bistró, para discutir sobre un posible nuevo trabajo.

Kenji se secó, observando en el espejo la cicatriz que Kumiko le había dejado en el torso con su cuchilla.
Se preguntaba si era una chica real o un cyborg… pero a esas alturas ya era imposible saberlo.

Se vistió y puso sus escasas pertenencias en su petate. Aquella sería la última vez que abusaría de la hospitalidad de la familia Tanaka, y para evitar dolorosas despedidas y ruegos a que se quedara, dejó una sencilla nota en su habitación.

Muchas gracias por todo, nunca olvidaré vuestra hospitalidad.
Debo seguir mi camino, y vosotros debéis convertir a Megumi en toda una mujer.
Sed felices
剣十郎 (Kenjuro)

Llegó al bistró con su petate y se sentó al lado de sus compañeros. Diesel les enseñó las imágenes de los dos dragones luchando… ya casi había creído que había sido un sueño, pero no, esas imágenes le recordaban que todo había sido bien real.
No lo sé. Pero sería un desperdicio eliminarlas en mi opinión… respondió al orko, pensando en que quizás tuviera alguna idea de qué hacer con ellas.

Notas de juego

Pues lo mismo digo! Encantado de haber jugado con vosotros!! Saludos!