Partida Rol por web

Durante una semana completa, Lazerus dedicó toda su atención a memorizar aquellos códigos inquisitoriales. No sólo eran la prueba fehaciente de que por fin pertenecían al Ordo, aunque fuera en su rango más bajo, sino que le permitió al tecnosacerdote poner en orden sus ideas trs la fallida prueba con su Vidente.

Transcurridos 7 días, lazerus se autoexaminó con éxito. La tarea había sido completada con éxito, y aquellos códigos habían sido grabados a fuego en su mente.

- "Novicio Faith, este pergamino es vuestro ascenso al Rango de Iniciado dentro del Ministorum. Está firmado por el Cardenal Ignato, la máxima autoridad de la Eclesiarquía en este Sector." -

Le hace entrega del pergamino con el nombramiento de Iniciado.

- "Tecnógrafo Lazerus-20-Silon. Dad un paso al frente." - Saca de sus ropajes un cubo negro.

- "Este es un cubo de actualización del Sacerdocio de Marte. Se os ordena actualizaros hasta la categoría de Mecartesano." -

Una semana entera de estudios. No era nada nuevo para Arlesha, estudiar, estudiar y aprender cosas útiles que sabia que el dia de mañana le servirían. Pero esos volumenes llenos de códigos eran realmente espesos y difíciles, así que las horas se volvian muy a menudo interminables y de vez en cuando un paseo hacia su habitación se agradecía para estirar las piernas.

Mientras que sentada en la biblioteca repasaba la lista de códigos, estudiaba a sus compañeros. No se le pasó por alto la mejoría de todos desde que los vió en la enfermeria, pero aún así, se notaba que habían pasado por algo traumático. Tenía ganas de saber que tipo de entrenamiento les habia sido impartido, pero por respeto a lo que descubrió en la enfermeria, al silencio de todos, no quiso romperlo ella con preguntas que suponía no serían bienvenidas.

Ahora, allí, en la Sala de Reuniones frente al Adepto Asclates, despues de una dura semana de estudio, esperaba silenciosa a ver que pasaría ahora.

- "En los próximos días espero disponer de ascensos para el resto de ustedes." -

- "Veamos, Lazerus y Arlesha han logrado memorizar los códigos inquisitoriales y la información básica con éxito, superando su examen.

Arlan y Tauron deberán de seguir estudiando. Puedo facilitarles un vocoparlante que les sigue enseñando mientras duermen, dicen que es muy eficaz, aunque puede producir disfunciones en el sueño.

Vladymir y Tercio, estoy esperando el resultado de su examen del alfabeto básico." - (Tirada de INT+20).

Vladymir era iletrado, analfabeto. A pesar de su honrado origen, su unica vida se habia basado en las miserias de la guerra, en los campamentos de retaguardia, en las trincheras del frente, en los charcos de sangre de la vanguardia. Que pudiera recordar, a lo largo de esos dias habia pasado mas tiempo en una biblioteca que en todo el tiempo que habia vivido al servicio del Emperador.

En un primer momento, el tener que usar maquinas vocoparlantes no habia sido ningún problema ni verguenza ante sus compañeros, pues el analfabetismo era algo absolutamente normal para Vladymir. Pero ahora que habia convivido con personas de las que incluso se esperaria que fuesen versadas en varias lenguas o que, en parte, vivian del manejo de la información que contenian aquellos libros; en cierta forma, Vladymir se sentia un mero novato, un primogenito recien reclutado que ha de presentarse ante sus mayores, que aún ha de superar varios ritos de paso para ser considerado un igual.

Sin embargo, dichos sentimientos no le obcecaron. Que Vladymir no pudiese sacar nada en claro de la lengua escrita no era sino una forma que tenia el sistema imperial de decirle cual era su cometido, su nicho, su estamento. Y dicha realidad le sometia a limitaciones que Vladymir asumía sin ningun tipo de remordimientos.

Para Vladymir, aquello simplemente era algo que ya tendria tiempo de resolver, una cuenta pendiente. Tiempo al tiempo, se dijo.

Los ascensos de algunos de sus compañeros le congratularon, quizas la Guardia Imperial remitiría un ascenso para sí mismo. Quizas no. Tampoco le quitaría el sueño. Su objetivo era cumplir ordenes, no recibir medallas.

Respondo a la entrega y las palabras del Adepto Asclates con notoria alegria:

 - "Muchas gracias por hacerme llegar este documento, Adepto. Estoy muy feliz de haber recibido algun reconocimiento, cosa que me insta a avanzar con aun mas devocion en mi senda. Muchas gracias."

Antes de retroceder nuevamente a mi posicion, le digo un poco avergonzado:

 - "Con mucho gusto aceptaré los artilugios de aprendizaje nocturno. Creo necesitarlos en verdad."

Vuelvo a mi posicion y aguardo mas instrucciones.

- "Sobresaliente, Vladymir. Unas letras muy bien trazadas. E incluso veo que te has aprendido los números. Ya estás listo para aprender los códigos inquisitoriales." -

Después el Adepto les explica a Arlan y a Tauron el funcionamiento de las máquinas vocoparlantes de aprendizaje.

Luego os hace pasar a todos un test de preferencias de entrenamiento y lo revisa.

El Adepto Asclates se acerca a Arlesha para hablar con ella.

- "Las técnicas de recarga rápida son extremadamente útiles y pueden salvarte la vida en combate en muchas ocasiones. Es una cuestión de reflejos, coordinación manual y conocimiento de las armas.

Cada arma tiene su técnica particular de recarga que debes practicar hasta la saciedad. Por ejemplo, con la escopeta de dos cañones, al abrirla, una fuerte sacudida expulsa los cartuchos gastados. Luego es cuestión de adiestrar la mano para coger del cinturón dos cartuchos nuevos con el mismo gesto e introducirlos ambos a la primera con una sola mano. Parece fácil, pero no lo es en absoluto. Si lo fuera, todo el mundo lo haría.

Cada arma es diferente y te recomiendo entrenar con todas. En el subnivel 9, en la sala de tiro, encontrarás un servidor especializado en recarga. Él te mostrará paso a paso todos los trucos de recarga rápida conocidos por la Inquisición. Practica a lo largo de toda la semana y lo conseguirás. Tienes las cualidades necesarias para conseguirlo. Estoy completamente seguro." -

Tercio, como la mayoría de los habitantes pobres de la colmena, nunca aprendió a leer. El ejército le permitía vivir así honradamente, aunque decidió no hacerlo de ese modo. Hoy no sabía leer y tampoco recibiría ni un sueldo ni un reconocimiento de ellos. Por un momento, miró a sus compañeros y se sintió perdido. En Mordia se habría ganado un sueldo a las cartas, pero aquí no ganaría a un psíquico o a un hombre máquina. De momento, tendría que conformarse con sobrevivir y servir al Emperador como pudiera.

Poco a poco sus compañeros se fueron dispersando con sus entrenamientos. La buena noticia le llegó con los vocalizadores, así no tendría que aprender a leer, cosa que por orgullo no le apetecía especialemente.

Aún así, el aprendizaje del alfabeto le era requerido. Pasó bastante tiempo con Vladymir y el Adepto tratando de memorizar esos símbolos estúpidos, pero su mente se cerraba a ellos.

[Agradecido Adepto Asclates] respondió Lazerus tomando con reverencia el negro cubo en sus manos.

Mecartesano. Si sus labios pudieran hacerlos aún sonreiría. Lazerus se disculpó con los presentes y regresó a su dormitorio. La estrecha cámara que le había sido asignada apenas contenía un catre y una mesa con su silla. Las pocas pertenencias del tecnosacerdote se encotraban pulcramente ordenadas en el diminuto armario-taquilla de la pared.

Lazerus retiró su manto con un enérgico movimiento, colgándolo en el clavo dispuesto a tal efecto en la pared. El cuerpo del mecartesano quedó entonces expuesto, los implantes cibernéticos asomando por todos sus miembros, su torso, su propia cabeza. Parecía más un servidos mecánico que un hombre.

Lazerus pulsó los controles de su pecho, un pequeño panel deslizante se abrió, revelando un espacio exactamente igual que el del cubo que tenía en la mano. El tecnosacerdote introdujo el bloque negro, y comenzó su actualización, quedando sumido en un trance numérico...

- "Este examen es un poco desastroso, Tercio. Me temo que no puedo aprobarle. Dejaremos el alfabeto para otra semana, en esta tercera semana intentará recordar los códigos mediante una sucuencia auditiva usando la máquina vocoparlante mientras duerme.

Entretanto, tengo algo que quizá pueda interesarle. Un expediente delictivo a nombre de Tercio Veridio, sus delitos han sido algo exagerados y ahora se le considera oficialmente un Proscrito en todo el Sector, con un precio por su captura, vivo, de quinientos tronos.

No se preocupe, recibirá una identidad falsa alternativa, y sin antecedentes penales, cuando le sea necesario.

Acuda a su habitación, un servidor le hará un tatuaje en el hombro que le identifica como un Proscrito, ya no más una Escoria, en el mundillo criminal. De nuevo no se preocupe, disponemos de parches de piel sintética para ocultar los tatuajes cuando la misión lo requiera." -

Un tiempo después, el Adepto habla con Vladymir Ostrogov.

- "Recluta Ostrogov. Por sus servicios pasados y presentes al Imperio, tengo el honor de comunicarle su ascenso al rango de Guardia." -

Le hace entrega de un diploma y del galón de Guardia (una sencilla tira roja para el uniforme).

- "Tengo entendido que desea usted entrenar supervivencia. Desde ahora tiene acceso al subnivel ocho. Allí se simulan artificialmente diversos entornos hostiles: ártico, jungla, desértico y mundo de muerte. Durante la semana recibirá enseñanzas de nuestros mejores instructores acerca de como sobrevivir en un medio hostil sin comida ni agua, como buscar refugio, encontrar alimento y agua, y como reconocer y evitar los peligros. Adelante, y buena suerte." -

Itsua se acercó al Adepto. Sus estudios habían fracasado estrepitosamente. Lo sabía. Le era imposible concentrarse. Imágenes de la semana infernal le asaeteaban constantemente, impidiéndole dedicarse a lo que debía.

- Aceptaré toda la ayuda que puedan ofrecerme - dijo tragándose el orgullo, casi el único bien que le quedaba.

- "Arlan, yo mismo le entrenaré para ampliar su potencial psíquico antes de que termine este periodo de entrenamiento.

El simple ejercicio mnemotécnico de memorizar los códigos creo que será positivo como paso previo a expandir su mente. Por eso, y como tenemos tiempo suficiente, vamos a intentarlo una semana más." -

El Adepto Asclates le explica detalladamente a Arlan Hex cómo utilizar la máquina vocoparlante de aprendizaje.

[ACTUALIZACION COMPLETADA]

-Gracias Adepto Asclates, entrenaré todo el tiempo que se me otorgue para llegar a ejecutar todos esos pasos de forma automática, mi vida puede depender de ello en un futuro.

Con una mirada a sus compañeros abandonó la sala en la que estaban y se dirigió al subnivel 9. Una nueva meta se abría ante sus ojos y era muy interesante. Iba a entrenar algo que sabia que ahora mismo era uno de sus puntos flacos y agradecía esa semana entera que tendría para trabajar a solas con el servidor de recarga. La semana se preveía dura, intensa, pero nada de eso le importó a Arlesha mientras subía al subnivel 9.

Irónicamente, Tercio también había recibido un ascenso.

"Vaya, si al final voy a poder hacer carrera. ¿Qué tendré que hacer para conseguir el siguiente tatuaje? ¿Cargarme a alguien? ¿Dejar mi firma cada vez que haga otra estafa con éxito?"

- Gracias, Adepto Asclates. Trataré de esforzarme más la próxima vez.

Tercio se fue entonces a su dormitorio donde le esperaban para tatuarse, mientras trataba de recordar cómo se escribía su nombre, y si quedaría mejor si lo ponía completo o sólo sus iniciales.

Vladymir se irguió al escuchar su nombre, y recogió sus honores como nuevo Guardia. Dicho reconocimiento, a pesar de ser en el contexto de la nueva organización a la que ahora rendía pleitesia suponía un cierto triunfo. No tanto a nivel de orgullo personal ni aspiración de exito. Sino de orgullo imperial, de verdadero honor al sentir que serviría de mejor forma posible al Imperio como guardia.

"Gracias, Adepto." Señalo el guardia, tanto a los honores como a las indicaciones en su entrenamiento.

Y continuó aprendiendo.

En la habitación de Tercio, un servidor le tatúa un tatuaje en el hombro derecho.

Es un dibujo sencillo que identifica al portador como alguien que está empezando a ascender en el mundo criminal de las bandas. Normalmente, un tatuaje así sólo se obtiene en una prisión del Arbites o de manos de un maestro tatuador de una banda importante.