Partida Rol por web

Tercio ya tenía preparado un morral con esa parte de su equipo separada del resto, así que no tuvo más que dejarlo junto con el resto de armas de los demás.

Vlad deposito su rifle largo en el contenedor de armamento, soltó igualmente su rifle lasar convencional, y su pistola laser de reserva. Podía parecer que era un obseso del armamento laser. Como el agente habia encomendado, tambien depositó su cuchillo de supervivencia.
En suma, estaba ahora mas desnudo que si le hubieses capturado y se dispusiesen a fusilarlo. Pero quizas su vida ahora habia cambiado lo suficiente como para dejar de pensar como un Guardia Imperial.

Lazerus se acercó hasta el contenedor, mientras el arbitrador observaba cómo sus compañeros depositaban en él sus armasa. El tecnosacerdote hizo lo propio con naturalidad, dejando allí su carabina y pistola láser, así como su cuchillo.

Sin embargo, Lazerus-20-Silon se giró hacia el hombre que vigilaba la operación, y se acercó apoyándose en su bastón, aquella vara metálica que siempre le acompañaba a todas partes.

[Arbitrador, necesito de este bastón para caminar.] explicó, su voz mecánica y artificial, mientras abría levemente su túnica de modo que sólo auqel hombre pudiera ver en su interior, la cantidad de engranajes metálicos y conexiones de cableado que conformaban su torso y parte de sus piernas.

[Mi cuerpo pesa demasiado como para poder caminar sin ayuda. Solicito su permiso para que permita quedarme con él.]

- Poco después el grupo de Acólitos, supuestos mercenarios metalicanos, está embarcado en la lanzadera civil que cae hacia el Espacio Puerto Tarsus.

GOATWICK. - ESPACIO PUERTO.

- El grupo desembarca en el Espacio Puerto de Goatwick.

- El equipaje es inmediatamente facturado al aeropuerto adyacente.

- El avión hacia la Colmena Sibellus despega en una hora.

- "Bienvenidos a Scintilla, capital del Sector Calixis. Están ustedes en la Colmena Tarsus. Su equipaje está siendo facturado con destino a su avión en el aeropuerto.

¿Tienen algo que declarar?

¿Qué les trae a Scintilla, negocios o placer?" -

-Gracias por la bienvenida -Arlesha se adelantó hasta situarse delante del Adeptus Arbites- No, no tenemos nada que declarar. Estamos de permiso, que ya era hora de tener uno. Aunque no puedo negarle que estudiaremos nuevos trabajos si se presentan y si nos resultan interesantes a todos-le dijo a la vez que señalaba a sus compañeros.

Tercio, que nunca había salido de su colmena, se preguntaba cuánta gente "viajaba" por placer, sobre todo si eso suponía cruzar el espacio disforme, y cuánta gente podía permitírselo realmente. Pero no dijo nada, dejando a la arbitradora todo el protagonismo.

- "Que tengan una feliz estancia. Sigan el corredor principal hasta la Puerta de Embarque 62. Su vuelo es el 684866A." -

Con un asentimiento de cabeza, Arlesha se despidió del Adeptus.

-Vamos, localicemos la Puerta de Embarque 62 y despues ya veremos con que tiempo libre contamos antes de que salga nuestro vuelo. El Adeptus dijo una hora, no tendremos tiempo para mucho, así mejor, menos tiempo muerto que nos evitamos. Adelante.

Arlesha comenzó a andar en la dirección que el Adeptus les había indicado.

Comienzo a caminar mientras me despido del Adepto:

 - "Muchas gracias, Adepto. Que la luz del Emperador le guie."

Y comienzo a caminar con mi leve cojera tras Arlesha.

El tecnosacerdote, sin mediar palabra como de costumbre, siguió a su líder la arbirtadora de camino a la puerta de embarque que les correspondía.

Con su capucha echada hacia adelante ocultando su rostro, sin duda consituía una curiosa viión. No obstante cuando los arbitradores se acercaban para obligarle a quitarse aquella prenda, y entreveían las facciones metálicas de un miembro del Adeptus Mecanichus, tendían a dejarle pasar sin mayores controversias. Tal era el poder de su orden, y tal era el respeto que aquellas gentes debáin sentir por ella.

- El grupo embarca en su avión y pocas horas más tarde aterrizan en un aeropuerto de la Colmena Sibellus.

Vladymir procedió tal y como habia indicado tanto el Arbitres como su actual "lideresa", si bien se sentia algo inquieto ante la total indefensión que sentia al estar completamente desarmado.

La situación actual no era comparable a los largos viajes, caminatas, temporadas esperando en campos de reagrupación o en las cubiertas de naves imperiales. En aquel caso, ellos eran poco menos que agentes encubierto, andando al filo de la cuchilla. Cualquier descuido podia costarles la vida. Un chiste mal contado, un gesto que los delatase.
Aquello comenzaba a ser mas tenso que estar bajo el visor de un francotirador a un kilometro de distancia.

COLMENA SIBELLUS:

SIBELLUS DESDE LA ORBITA: