El largo y frio pasillo de celdas se encuentra en estos momentos bastante vacío por ser una hora temprana en la mañana. Algunas mujeres sin embargo parecen haber decidido quedarse en sus “habitaciones” leyendo o descansando. Un par de guardias hacen la guardia mientras varios más custodian las entradas.
Te acercas a tu celda y ves que en la de al lado, Ayla se encuentra ejercitándose. Al verte, detiene su ejercicio y te saluda.
De momento estás sola, solo ponte a ti y a Ayla de objetivo
Una carrera eh? No es muy... convencional. Pero qué se podría esperar de esa mujer?
Los pasos de la doctora se dirigían con decisión experta a la celda que llamaba hogar. A su paso llevaba una lista mental que iba tachando a medida que todo parecía donde debía estar, más que mal, un ambiente controlado es un ambiente feliz. O al menos así le había parecido tras años de incidentes chorreando su sangre a toda velocidad en sus perfectas e inmaculadas batas blancas.
La gordinflona de la 314, check. Guardía con cara de perro y olor a juego, check. Cámara de vigilancia modelo E-403 en posición gama hacia la puerta, check.
Si, todo bajo control. Al llegar a su celda todo parecía en orden...era un verdadero detalle que la vieja perra no hubiese mandado a uno de sus matones a buscar por contrabando a su celda en eso que ella visitaba el despacho.
Hey, babe -saludó en cuanto divisó a la mujer de la celda de al lado. Sus músculos tensos por el ejercicio, su transpiración abriendo caminos a través de su piel y su respiración entrecortada. Dios...algo tenía esa mujer, aunque sería poco profesional decirlo o hacerlo notar en voz alta. Delilah sabía que, de alguna forma, la chica la entendía tanto como ella la entendía a ella de vuelta... una especie de acuerdo sin palabras desde que se conocieron y que continuaba desde que habían caído en este basurero.- You are not gonna believe the shit that happened with that hoe.
500 repeticiones, 500...solo 500... 438, 439, 440... exhala.
Ayla se gastaba toda la concentración que tenía en enfocarse en ese músculo de "arriba-del-antebrazo". Delilah le había dicho unas mil veces su nombre pero ¿a quién le importa como se llamaba un jodido músculo? Al final del día era cuanto podías hacer con el brazo lo que importaba, no el puñetero nombre.
La mañana había partido horas atrás sin ninguna novedad...patio, cocina, patio, celda, la estúpida de Fitzroll aquí y allá como si fuera una jodida abeja reina solo por tener pechos doble D que tenían la lengua de casi todos los guardias en el piso.
Si tan solo de cara no fuera tan... tan...
El adjetivo demoró algunos minutos en llegar a su cabeza. Para cuando lo logró, ya no tenía asunto seguir pensando en esa perra. ¿Dónde iba? ¿439? ¿450? Carajo! concentrate! Como es posible que no pudiese seguir una estúpida cuenta sin tener que concentrarse para ello! A ver...a comenzar otra vez: 1... 2...
Las gotas de sudor se marcaban en el piso de la celda, pero al menos le ayudaban a pasar el mal trago. Sin embargo los sonidos familiares de unos pasos en el pasillo la alertaron...Delilah
Ayla rápidamente se puso de pie para saludarla a pesar del sudor. La doctora había estado allí desde hacía mucho tiempo atrás ofreciendole cobijo y protección allí donde nadie lo había hecho. Si, era cierto que era una capullo...una cerebrito. Pero la trataba bien, le enseñaba cosas y se preocupaba por ella (lo que es mucho pedir para el estado en que se vivía afuera). Incluso se las había ingeniado para tenerse cerca la una a la otra!
La chica debía admitir que la carcel no estaba tan mal, comidas diarias, tiempo libre, una que otra pelea para mantener la entretención ¿Qué podría ser mejor que esto? Sin embargo sabía que la doctora no era feliz.
He..I mean...Ho-oo-la -respondió al saludo intentando mostrar la nueva palabra que había estado aprendiendo durante todo el día. Casi le había volado los dientes a una de las latinas del bloque hacía un rato y le había escuchado decir eso antes de que sus puños hablaran. No se había escuchado bien, pero al menos Delilah estaría feliz de que ella seguía intentando aprender como hablar con el resto ¿no?- UHHHH...qué ha...eeeem...emmm....pass-ado?
A riesgo de atraer la atención de los guardias, la chica salió de su celda para entrar en la de la doctora para escuchar las noticias.
Nunca era agradable esto, pero el trabajo es el trabajo. Me aproximo a la celda de la que ha llevado a la enfermería a María Morales para poder llevármela a la celda de aislamiento. No me gusta ni creo que sirva de nada, pero no hago yo las leyes. Cuando llego a la celda, esta está vacía.
- ¡Vaya! Pero si me han indicado que no ha salido del bloque. Entonces… -
No tengo que pensar mucho donde está. Siente adoración por esa mujer. Rápidamente me acerco a la celda de Delilah y justo veo como, en efecto, ahí se encuentra la persona que busco.
- Perdone que las interrumpa doctora, pero mucho me temo que voy a tener que llevarme a su amiga a la celda de aislamiento. –
Mientras hablo, miro a Ayla y la hago un gesto para que me acompañe pacíficamente.
- Vamos, ya sabes que no se puede dar una paliza a otra reclusa y enviarla a la enfermería. –
Espero a que venga sin oponer resistencia.
Ayla había estado practicando. Su español aún no era perfecto pero nadie mejor que ella para saber lo mucho que se esforzaba para encajar...si, a veces podía resultar problemática y lenta; pero en el fondo la pequeña que había encontrado no había cambiado mucho.
Pronto, la felicidad del momento se había opacado. La voz del guardía llegó hasta sus oidos, adelantando las malas noticias a lo que fuera a decir su compañera.
Oh Gregory, siempre un placer...no interrumpe nada. ¿Quién ha sido esta vez? -pregunta suavemente.
Por su parte, la chica no parece terminar de entender todo la frase del recién llegado. Se límita a sonreir mostrando los dientes mientras repite una y otra vez palabras sueltas a modo de cancioncilla. Dios, más allá de toda la ternura que puede llevarle tenía que aprender rápido a no sonreir por todo y entender lo que hacía o no iba a sobrevivir mucho más.
Genial...otra semana de aislamiento. Qué te advertí pedazo de ... uffff... 10, 9, 8...
Babe, another fight? really? Till when eh? You know what is coming now, right? -musitó entre dientes con el tono más maternal que logró juntar. Algo así como una calculadora diciendo te amo en binario.
-Vamos, no daaar palizaa a...emmm....y enfermería -repitió con voz cantarina intentando imitar al guardia... ese truco le había salvado antes y parecía seguir funcionando.
No era una amenaza, no había escupitajos y el hombre solía ser muy amable cuando Dalilah estaba cerca. Ayla intentaba concentrarse en las palabras para intentar ver algo que se le había escapado. Algo había dicho el hombre cuando estaba entrando pero había sido muy rápido y no hacía ella como para captarlo...No sería algo importante, por supuesto. Las cosas importantes solían estar acompañadas de la luma de combate reglamentaria o un alarido canino fuerte y claro.
Ya se había acostumbrado a que la trataran con...lentitud. Estúpida incluso. No importaba mucho, nadie se atrevía a decirlo en voz alta y mantenía todos los dientes para la siguiente pasta recalentada de la cafetería o como se llamara esa basura.
Ayla había dejado de hablar sin notarlo.
Maldición! concentrate..cómo iba? paliza...palizzza, NO PALIZA!. Y algo con ¿enfermería?. Qué?
El español era díficil, más de lo que había pensado, pero ya casi lo tenía. Bella había comenzado a abrir la boca aún asintiendo y sonriendo a Sandman cuando la doctora se dirigió a ella en algo que por fin era comprensible.
...
Pelea?! -Ahora tenía sentido. Acaso el guardia no había leído el memo. Ella se estaba defendiendo. Si, había golpeado primero. Sí, quien fuera esa puta barata se las pensaría dos veces antes de volver a cruzarse con ella. Pero todo el mundo sabía que esa era su asiento. Morales se lo había buscado por imbécil y si ese no era un crimen entonces porqué estaban hasta el techo de tías sin cerebro?
Claro, si el español la hubiese acompañado hubiese podido decir todo eso. En su lugar, Ayla bufó exhalando aire mientras caminaba hacia el guardia, dejando ver su marcada músculatura. Los dedos apretados en puños que se mecían a los lados de su cuerpo, dejando ver las venas llenas de sangre ardida por golpear. Bella chocó su hombro contra el del guardia mientras salía de la celda, no lo suficientemente fuerte para tumbarlo, pero con una clara muestra de agresividad.
Damn fu.... bitch, Imma kill her, told ya bae! Next time is done! ....
Aiiis-lamienta Sad-man! -agregó gritando desde la entrada de la celda
De pronto varios guardias aparecen en la zona y se aproximan a cada uno de los corredores.
- Ha llegado el momento, si pueden acompañarnos… -
Y sin poder hacer o decir nada, os llevan hacia la localización de la primera carrera.
Ya no se puede postear en ningún lado. Las intrigas deberán esperar a la siguiente estancia en prisión… si habéis sobrevivido. En breve abro la carrera