Umm.. en 3.5 era prueba de fuerza enfrentada. Aquí tengo que mirarlo. Pero puedo intentar asfixiarlo, que es 1d6
Edito: acaban de decirme que en PF, si el apresado no se logra escapar, ejerces daño igual al daño máximo que tu pj pueda hacer.
Jajaja si eso era, el catacroquer que lo llamamos nosotros xD. Luego te lo narro, en principio seria 1d3 (3) mas la fuerza de la barbara...catacroquer, si xD.
El hombre forcejea para intentar liberarse, sin ningun exito pues las manos de la barbara enfurecida se ponen en su rostro, su cuello y con un chasquido seco que se demora para horror del hombre al final su cuello cede y cae a plomo delante de Braka. El sonido de pies correr por los tablones de madera de arriba es mas que evidente y se puede escuchar la voz de Egrena gritar algo.
Braka sonrió torciendo el morro. Al escuchar los pasos desde arriba, recogió una de las espadas de los atacantes y salió de la jaula, empujando con fuerza y arrastrando el cadáver del tipo al que le había roto el cuello.
Ya fuera, espero junto a las escaleras y gritó, enfurecida -¡ERES EL SIGUIENTE! ¡TUS HOMBRES ESTÁN MUERTOS, SI INTENTAS DETENERME DEVORARÉ TUS HIGADILLOS ANTES DE QUE LA MUERTE TE LLEGUE! ¡RÍNDETE Y PUEDE QUE LLEGUES A VER LA LUZ DE UN NUEVO DÍA!- sonrió -Puede...- Susurró para sí.
Motivo: Acojonar
Tirada: 1d20
Resultado: 16(+6)=22
Cuando sube las escaleras a toda prisa y se para en estas, los pasos de quien fuera el líder de esta banda ya ni si quiera se oyen, Braka puede ver a Egrena tirada en un camastro hecho a base de pieles en un rincon, esta mirando estupefacta lo que ha pasado y tiene un corte en uno de sus brazos, que no es muy profundo pero si está empezando a teñir sus ropas del color carmesí.
-Los...los has matado a todos...¿Sin...armas?.- Parpadea algo confusa, mientras se incorpora lentamente para observar por la puerta:- Ese cabrón no irá muy lejos el solo...Los hombres lagartos lo encontrarán seguramente.
Entre gruñidos, la semiorca llegó hasta donde estaba Egrena. Como un animal salvaje, miró en todas direcciones, con las venas de sus fuertes brazos y su cuello marcadas por la tensión. Lanzó una mirada a la mujer y se fue relajando poco a poco sintiéndose a salvo. La rabia se desvaneció y Braka, agotada, se dejó caer junto a Egrena en la cama, haciendo crujir el somier de madera.
-Un jabalí es mejor rival- dijo, exhausta -. Inútiles... confiados... no saben que un animal enjaulado y acorralado es más peligroso que uno en libertad- cerró los ojos un instante, mientras su cuerpo se recuperaba lentamente. Entonces giró la cabeza para mirar a Egrena -. Ningún macho debe someter a su hembra si esta lucha. La hembra decide aparearse, no el macho.
-Ya, es facil decirlo, pero no cuando estas en inferioridad numerica...Aunque supongo que lo que puse en tu comida te ayudó contra ellos...Igualmente creo que ese cabecilla mentirá a sus hombres y pronto vendrán mas a por ti. ¿Necesitas algo antes de irte?.-La mujer se acerca a lo que parece la pequeña cocina de la cabaña y alarga la mano, comiendo algun tipo de hierba mientras mira a la barbara que va calmandose poco a poco.
-Es fácil: mejor morir luchando que someterse- dijo la semiorca, girando la cabeza para mirar a la mujer. Parecía muy segura de sus palabras -. Antes sesgo mi propia vida- miró al techo y respiró profundamente mientras esperaba a recuperar sus fuerzas -. Siempre he dicho que el hombre que me derrote en combate, tendrá derecho a copular conmigo. Hasta que llegue ese día, ninguno podrá poseerme.
Se incorporó, quedándose sentada sobre el lecho, que parecía menudo bajo su tamaño -Gracias por eso que pusiste en la comida. Sin duda me sentí más fuerte. Pronto marcharé, mas antes necesito mis armas y mi armadura, y al menos algo de comida, si no es mucho pedir.
-Puedo darte algo de comida, si...Pero si me ayudas a deshacerme de esos cuerpos que has dejado ahi abajo.-Dice con una risa nerviosa:- Las armas imagino que puedes quedarte la que llevaban ellos, y la armadura...bueno...Algo podrás improvisar. Me temo que se llevaron hasta tu ultima pertenencia antes de dejarte aqui.
La mujer se seca las manos con un paño y con resignación baja a ver el estropicio ocasionado por la medio orca, sin mas comienza a cargar los cuerpos escalera arriba, con serias dificultades. Durante bastante rato Egrena parece pensativa, silenciosa, evitando en parte las miradas de Braka.
La semiorca escrutó el rostro de la mujer antes de incorporarse del todo del lecho para ayudarla con los cadáveres. Eso sí, Braka sacó un cuchillo de las botas de uno de los hombres que había matado y comenzó a ir, cuerpo por cuerpo, cortando los sacos testiculares de cada uno, para horror de Egrena.
Con una sonrisa ladina, que le otorgaba un aspecto aterrador, Braka miró de soslayo a su salvadora -Ya no los necesitarán y tengo una reputación que mantener- dijo, regocijándose mientras su cuchillo cortaba la delgada piel de un escroto para separarla de los genitales de uno de los cadáveres -. Si te preguntan, di que la Cercenadora de Escrotos lo hizo y que te amenazó con arrancarte las mamas con sus colmillos si no te mantenías al margen- su sonrisa se ensanchó cuando se incorporó y guardó los testículos en un saco arpillero, junto con los otros "trofeos" -El miedo otorga respeto- dio un par de pasos hasta situarse frente a Egrena, aunque la altura de la semiorca hacía que la mujer tuviera que alzar bastante la vista para mirarla a los ojos -. Narra lo sucedido, decora la historia... incluso puedes decir que luchaba como un demonio con las manos desnudas, que corté sus escrotos para devorar sus criadillas. Di que te causé pavor y cuenta las atrocidades que cometí con estos hombres. Si consigues que me teman, no dudarán de tu palabra y no sufrirás su ira.
La semiorca comenzó a cargar con los cadáveres tras saquearlos y, aunque la actitud de la mujer la extrañaba, no quiso preguntar. Eso sí, le debía la vida a Egrena y se lo hizo saber.
-Tengo una deuda contigo, mujer- dijo Braka-. Una deuda de vida que no olvidaré.
Parece impactada cuando Braka les corta las criadillas de esa manera.
-Yo…Vale. Sí. Tenemos que mantenernos unidas.-Comenta mientras escucha las palabras de Braka y carga con los cadáveres.
Cuando el ultimo cadáver de los hombres es arrojado fuera para que lo devoren las alimañas, la mujer toma aire y se gira hacia Braka, encontrándose con esa mirada y esas palabras que hacen que esboce una sonrisa.
-Te tengo que contar algo, algo que no le he contado ni a los hombres lagarto, ni a nadie más…Aunque los hombres lagarto ya saben que está pasando.
La mujer suspira y pone una mano en la espalda de Braka guiándola de nuevo a la cabaña. Se sienta en una silla y comienza a hablar.
-Hay algo en esta tierra que está robando la fertilidad de las razas, no se con que propósito…Pero es una maldición que está llevando el lugar a la locura. Yo vivía en una aldea hasta hace poco; la gente se volvió loca cuando las mujeres daban a luz a niños muertos y las jóvenes mas prometedoras no podían tener hijos…Se sucedieron varias catástrofes; las jóvenes eran violadas en grupo por tipos como estos, las mujeres que daban a luz a niños no natos eran quemadas, los hombres pelearon por aquellas que si podían tener descendencia...-La mujer suspira con pesadez de hombros.
-He tenido algunas visiones, y he fabricado algo con ayuda de los espiritus para ir a por el mal que asola estas tierras, pero no tengo el valor para presentarme allí…Yo solo soy una curandera.
Una grotesca carcajada surgió de la garganta de Braka al ver la expresión de la mujer.
-Nada has de temer de mí, Egrena- dijo, sonriendo -. Mi pueblo es muy violento y eso es algo que llevamos en la sangre los orcos- se abstuvo de decir que era mestiza. A fin de cuentas, había sido criada entre orcos y su sangre procedía del linaje de un Gran Jefe.
Se limpió el sudor de la frente con el antebrazo y movió los hombros en semicírculos para desentumecer los músculos. Las heridas que mamá cerda le había causado, y la pelea con los bandidos, habían resentido su cuerpo.
Miró extrañada a Egrena cuando le dijo aquello, pero la siguió hasta la cabaña. Escuchó lo que la mujer tenía que decirse mientras Braka se hacía un par de trenzas en el cabello.
A pesar de los escabrozos detalles, el rostro de la bárbara se mantuvo impasible.
-Las pequeñas lagartijas... sí- comentó -. Las he visto. Me hicieron cautiva cuando el barco en el que llegué a esta tierra hizo aguas y perdí la consciencia- torció el morro en media sonrisa -. No fue difícil liberarme y uno de esos bichos dijo que su chamán me consideraba fértil- soltó una carcajada y sacudió la cabeza -. Me pareció una burda excusa para retenerme, mas sabiendo que cualquier lagartijo que intentara fornicar conmigo, terminaría siendo puré de huesos y escamas entre mis brazos- la mirada de la semiorca delataba que no era una broma -. Lo intimidé y salió huyendo- chasqueé la lengua -. Una pena... el escroto de un hombre lagarto habría sido un bonito trofeo- de nuevo rió, a pesar de la seriedad del asunto.
-¿Qué necesitas de mí, mujer?- fue directa al grano -El miedo nos hacer saber que estamos vivos. Es un instinto natural, mas no te culpo por tenerlo. Todos debemos tener miedo, sólo los necios aseguran no sentirlo y eso suele llevarlos a la muerte- sonrió -. La clave está en aparentar que no lo tienes.
BrakaN2 o.O??
-Puedo enviarte al lugar donde todo esto tiene origen, para que lo destruyas y liberes esta ola de opresion que siempre se cebará con nosotras...Pero sé que ha habido mas...mujeres que han acabado en este lugar con el mismo destino, los espiritus hablan y yo escucho. Dime...
La mujer se pone en pie, para poner ambas manos en los hombros de la fuerte mujerona, mirandola a los ojos.
-¿Estarias dispuesta a arriesgarte para liberarnos?, puede que sea una lucha desconocida, pero las personas que conocerás quizá tengan pistas y por algun motivo se que las encontrarás allí donde yo te mande.
La semiorca respiró profundamente por la nariz.
-Me has salvado la vida, mujer- dijo, mirándola fijamente desde arriba -. Tengo una deuda contigo y haré lo que sea menester- no estaba de broma -. Y si eso implica arriesgar mi vida, que así sea.
Se apoyó de espaldas en la pared y cruzó sus brazos.
-Además, si yo soy fértil, soy fruto de discordia, por lo que este asunto me atañe. Puedo destrozar varios cráneos, disfruto con ello- sonrió brevemente -pero sola poco puedo hacer si aquellos que piensan que puedo procrear me superan en número. Así pues, indícame hacia dónde he de dirigirme, Egrena. No perdamos más tiempo.
Ale, a postear en la otra escena a partir de ahora ^^