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Destinos

Bestia Salvaje (O´conner)

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17/05/2016, 00:29
Destino

Era casi mediodía y ya llevaban casi media hora aguardando a que la asesina del puerto hiciese acto de presencia. Aburrido y hambriento a partes iguales, Dean compró un hot dog en un puesto y ofreció a O´conner uno. Aún no era precisamente la hora de comer, pero Dean no seguía un horario normal en lo referente al descanso y comidas. No eran pocas las ocasiones en las que su dieta se basaba en comida basura, aunque por algún milagro de la genética, su cuerpo parecía capaz de procesar todos esos carbohidratos sin engordar ni un solo gramo.

Se encontraban en la avenida Rooset, cerca de un pequeño parque, se alzaba la empresa Women Cosmetic. A lo largo de los últimos minutos, decenas de jóvenes se habían ido reuniendo en el lugar para protestar de forma pacífica contra el uso de animales por parte de la empresa de cosméticos. La gran mayoría eran jóvenes universitarios guiados por sus ideales y deseos de proteger a los indefensos animales, de las barbaries a las que les sometían entre aquellas paredes.

Los silbatos y las pancartas pronto empezaron a ser percibidos aquí y allá, llamando la atención tanto de los viandantes, como de los propios empleados de la empresa cosmética. El miembro de seguridad que custodiaba la puerta, contemplaba con asco a los jóvenes reunidos y mostraba una aptitud de desprecio hacia ellos. Aunque no era el único, en lo alto de una de las ventanas, dos ejecutivos de la empresa, con trajes elegantes y cabellos repeinados con gomina, se burlaban de los muchachos reunidos, e incluso, les arrojaron los restos de su desayuno. Algo como una cáscara de plátano, algunas uvas y algo más que O´conner no pudo identificar.

-Esto va acabar mal para todos ellos.   -Indicó Dean mientras daba un buen mordisco a su tentempié.   -Tienen suerte de que gran parte de las fuerzas policiales estén en el centro y en el distrito 13. El alcalde parece que tenía algún rollo político y necesitaba que la policía se desplegase para que todo fuese perfecto en el centro. Pero lo jodido es lo del distrito 13, parece que anoche hubo una pelea entre bandas. Se cree que son más de diecisiete muertos, aunque no están seguros. Algunos de esos cabrones están hechos pedazos o tan jodidamente destrozados, que los del CSI van a tardar varios días en poder identificar a algunos de los cuerpos. Era una venta de drogas que acabó mal, lo jodido es que algo debió de pasar y tanto la pasta como la droga acabó ardiendo.

Con tres rápidos bocados más acabó con su comida, se limpió las manos con una servilleta y hurgó en sus bolsillos hasta dar con su teléfono móvil. Mientras trataba de quitarse un resto del hot dog de los dientes con la lengua, buscó unas imágenes que acabó mostrando a O´conner.

-No vivo muy lejos de allí y al ir a buscarte vi los coches patrulla. Ni que decir hay que paré para echar un vistazo. ¿Sabes? En mi ciudad había mucha mierda, pero nada en comparación con esta puta ciudad. Mira...     -La imagen que le muestra a su compañero es la de un joven de piel oscura que viste los clásicos colores de los 4.2.0, una pequeña banda que opera en el distrito nueve. Lo más impresionante es que resulta imposible de reconocerlo, pues gran parte de su cabeza no está. La sensación que tiene O´conner es que alguien le ha disparado a bocajarro con una escopeta.    -Si esto impresiona, deberías de ver esto...   -La siguiente imagen muestra dos coches calcinados y a miembros del cuerpo de bomberos cerca de los mismos. Sin duda hace poco que han logrado apagar las llamas, aunque lo realmente impresionante son los cuerpos esparcidos alrededor de los coches. Algunos de ellos muestran una gran cantidad de agujeros de bala en sus cuerpos, otros en cambio, han perdido diversas extremidades. Como si hubiesen sido arrancadas de cuajo bajo la potencia de una escopeta a poca distancia. Aunque lo peor de todo, es el amasijo de carne que se encuentra esparcido por el suelo. O´conner no está seguro de si se trata de un solo cuerpo, de dos o tal vez, de hasta tres diferentes. Su instinto le susurra que parecen haber sido víctimas de un pequeño explosivo y que se encontraban en la zona cero de la detonación.     -No me importa que estos mierdas se maten entre ellos. Pero está claro que tienen armas de gran potencia, la policía está peinando la zona por si alguien ha visto algo. No creen que haya supervivientes, pero nunca se sabe. Si alguien ha escapado y tiene esa potencia de fuego, es un jodido peligro para todos. Te apuesto veinte dolares que tienen munición matapolis.

Dean se refería a munición perforante, capaz de penetrar los chalecos que portaban. Bien pensado tan solo ese tipo de munición sería capaz de causar semejantes estragos en los cuerpos de los pandilleros. Lo más extraño, es que tanto los 4.2.0, como los Redsons (La otra banda involucrada en el altercado) no tenían los recursos suficientes como para disponer de semejante arsenal.

Mientras hablaban, mantenían los ojos puestos entre los jóvenes reunidos esperando que Aisha apareciese. Pero por el momento la cosa estaba tranquila, bueno, al menos tan tranquila como todo podía ir tras los gritos y acusaciones de los jóvenes contra la empresa farmacéutica.

De pronto la alarma de incendios comenzó a sonar del interior del edificio y parte del personal de la empresa comenzó a salir corriendo hacia el exterior. Los propios estudiantes se quedaron sorprendidos y se miraron unos a otros preguntándose si alguno de ellos tenía algo que ver, pero nadie parecía saber que estaba pasando.

El rostro de pánico de algunos de los empleados dejó bien presente a los inspectores de que algo no iba bien y por puro instinto, se acercaron hasta la entrada principal. Entre el caos, diversas palabras llegaron hasta ellos. Algunos hablaban de un tigre, otros de un gigantesco lagarto asesino. Bastó un leve vistazo a sus mentes, para que O´conner confirmase lo que seguramente ya sospechaba.

Women Cosmetic estaba siendo asaltado por diversos animales salvajes, que no solo estaban destrozando el lugar, sino que estaba liberando a los que ya tenían allí. Seguramente se tratase de Aisha adoptando las formas más apropiadas para cada ocasión.

-¡Joder! ¿Animales salvajes aquí dentro? Esta ciudad es de locos...

 

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23/05/2016, 02:57
Mike O'Conner

Aquel día, que apenas había empezado hacía un par de horas,se había convertido en toda una montaña rusa emocional. Sin embargo y de alguna extraña forma, había servido para que el viejo detective hiciese catarsis y pudiera desahogarse. Porque el viejo sabueso tenía mucho dentro suyo. Tanto que ejercía una tremenda e insoportable presión que amenazaba con hacerlo reventar y convertirlo en algo que Mike nunca había sido, un vengador desesperado. Pero el viejo John, uno de los pocos amigos que la vida le había regalado, era como una válvula aliviadora. Estaba allí para escucharlo cuando más lo necesitaba. No es que Mike fuera un de esos pusilánimes que todo el tiempo necesitaban de un hombro para llorar... Trataba de llevar su luto lo mejor posible. Hacía lo que podía. Y la verdad es que había días en los que le costaba más que otros tratar de ver el lado luminoso de la vida. Había días, incluso, en que la oscuridad lo acorralaba. Pero Mike era, por sobre todo, un maldito cabeza de piedra y no flaquearía así porque sí, era un hueso duro de roer... Y lo sería hasta el final.

Sin embargo y pese a la desolación lo había invadido, Mike fue a trabajar. Tenía que despejar la mente y ¿Qué mejor forma que aquella?

De todos modos lo que venía por delante no parecía mucho más halagüeño. En los viejos —¿buenos?— días, los malos eran malos y los buenos eran buenos. No había grises. Toda era más sencillo, más simple. Pero hoy ya no era así. Había matices, grises, ambigüedades y dualidades... Y es que aquel mal parecía haber afectado a todo el mundo, incluso a los de buen corazón. Un ejemplo de ello era Ashia. La muchacha que habiendo sido víctima, había decido ser juez y jurado, mientras aplicaba la ley del talión con sus propias manos.

Pero los italianos lejos estaban de salir limpios de culpa y cargo. Habían sido ellos quienes embriagados de pedantería habían acorralado a una mujer desesperada. No tendrían que haberle cerrado todos los caminos, ni haberse vanagloriado con la impunidad que ellos mismos supieron forjar. Pues Ranieri terminó por toparse con alguien que no se permitió acojonarse y que dispuesta a practicar el ojo por ojo hasta las últimas consecuencias.

---

Y allí estaba Mike, en la avenida Rooset, frente a la empresa Women Cosmetic. Frente a él una banda de jóvenes buenos para nada protestaba para evitar la prueba de cosméticos en animales. —Estúpida juventud— dijo su mente, mientras observaba inexpresivamente a la multitudinaria protesta. Antes la juventud protestaba por temas de relevancia política, o incluso por el bienestar general del país, no por la suerte que unos animales podrían sufrir ¡Pfff! ¡Estúpidos jóvenes! Mientras que su generación había estado en contra de la innecesaria guerra de Vietnam, guerra en la cual innumerables vidas estadounidenses se perdieron innecesariamente, estos muchachitos se preocupaban por temas insignificantes. Bueno, al menos estos jóvenes —pensó— tienen algo de sensibilidad y no se quedan encerrados en sus casos con esos malditos teléfonos, o impávidos mirando la TV... Al menos tenía que reconocerles eso.

Tranquilamente se acercó hasta Dean.

—¿No es muy temprano para eso, muchacho? —preguntó con aire ausente mientras miraba a los que estaban en lo alto del edificio, arrojandoles basura a los manifestantes— si sigues alimentándome a base de esa mierda llegarás a los sesenta con cinco stents.

—Mira a los soquetes de traje. Allí, en lo alto de aquel edificio, creyéndose mejores que todos los que estamos aquí abajo —soltó, mientras fruncía el ceño, notoriamente molesto.

Aquella actitud era una tocada de cojones ¿Eran tan estúpidos para creerse mejores porque estaban vestidos de traje caro? Los jóvenes (hippies, zurdos, anarquistas... cualesquiera sean sus alineación política) al menos luchaban por algo que creían justo. Uno podía estar o no de acuerdo, pero defendían sus ideales, buscando a su manera, hacer un mundo mejor. Sin embargos aquellos ejecutivos, allí en lo alto de aquel edificio ¿Qué buscaban? ¿Saciar la avaricia? ¿Acaparar aún más recursos? ¿O era que simplemente les gustaba lamer botas y prostituirse por un poco de dinero?

Un momento más tarde, cuando Dean comienza a contarle los detalles de lo que había pasado la otra noche, Mike solo atina a devolverle una mirada inexpresiva. Aquello era el cuento de la buena pipa, era algo de nunca acabar.

—Déjame adivinar. Dos bandas rivales se han terminado peleando por el control de algún barrio, reclamando una vendetta, o alguna sandes similar ¿no? —preguntó cansado. Había oído aquella misma historia tantas veces que ya no le importaba. Habiendo incluso llegado a un punto de saturación en el que empezaba a pensar que se matasen entre ellos. Ya ni siquieras los consideraba personas... Era simplemente, simplemente, pandilleros, vendedores de crack o mierdas similares, pero no personas. Había escuchado que algo parecido le pasaba a los médicos que, tras años de ver sufrimientos y muertes, acababan por deshumanizar a los pacientes. Y así se sentía el viejo Mike. Lo único que importaba es que en muchos de esos enfrentamientos, acababan heridas, o muertas, personas inocentes. Lo peor de todo era que para los criminales todo aquello era apenas daños colaterales, otro subproducto de lo que ellos mismos vendían.

Un momento después, cuando Dean terminó su entremés y comienza a mostrarle fotos de la masacre, Mike lo mira con una clara expresión de sorpresa.

—Maldito seas, Dean. Parecían un ganso desbocado comiendo ese maldito hot dog, a las once de la mañana, vale aclarar, y todavía tienes estómago para ver toda esa mierda ¿Qué es lo que funciona mal en ti?

Sin embargo, cuando el muchacho pasa la segunda foto, Mike se sorprende al ver lo que parece haber sido una explosión.

—Espera, espera... Muestrame la foto más de cerca... Ahí —dice señalando el centro de la imagen— ¿Puedes agrandar esa parte? —tras esperar un momento continua—. Mira ahí Dean, dime si tuvieras que apostar... ¿Qué dirías que ha causado semejante desmán?

Aquello era extraño por demás. Ninguna de las pandillas era lo suficientemente importante ni contaba con los recursos económicos para poder afrontar semejante arsenal... Así que debían de tener algún patrocinador ¿Quién y por qué accedería a financiarlos? ¿Acaso había habido alguna alianza sobre la cual él no estuviera al tanto?

—Dime algo muchacho, tú que estuviste ahí ¿Podrían decirme si los autos que volaron por los cielos eran ambos de la misma pandilla? ¿O ha sido uno y uno?

---

Al poco rato, cuando se disparó la alarma de incendios del lugar, Mike se sorprendió —«¿Qué carajos estaba pasando?» fue la pregunta que instintivamente se hizo—. Rápidamente descartó que se tratase de un simulacro o algo planeado, pues, sólo unos segundos tras el romper de la alarma comenzó a salir gente despavorida, víctima del pánico. Sin embargo y basado en el desconcierto de los manifestantes, entendió que aquello no había sido orquestado por ellos, pues parecían realmente sorprendidos frente lo que estaba pasando.

Rápido y presto a actuar, Mike indicó a su compañero que lo siguiera y juntos se acercaron a la entrada del edificio, donde tras interrogar rápidamente a algunos de los que salía de allí, logró hacerse una idea de lo que estaba pasando. Sin embargo no fue hasta que echó un rápido vistazo a la mente de los que huían que supo que todo aquellos problemas los estaba causando Aisha... —«Maldita sea, muchacha» has resultado ser todo un dolor de muela.

—Entremos muchacho. Si tuviera que apostar diría que es nuestra mujer despechada es quién está detrás de todos los desmanes... —y así Mike, junto a Dean se adentraron en el edificio.

Ya en el hall de entrada, Mike buscó a algún guardia de seguridad y tras identificarse le indicó que lo guiase a donde sea que este sospechase que los desmanes podrían estar ocurriendo. No tenía tiempo para perderse y no quería desaprovechar ni un minuto, pues con cada minuto que gastaba innecesariamente, más desmanes causaba la muchacha.

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26/05/2016, 01:31
Destino

—Maldito seas, Dean. Parecían un ganso desbocado comiendo ese maldito hot dog, a las once de la mañana, vale aclarar, y todavía tienes estómago para ver toda esa mierda ¿Qué es lo que funciona mal en ti?

 

Alzando la vista y enarcando una ceja, el inspector se encogió de hombros.   -¿¡Qué!? Tenía hambre...de hecho ahora mismo me comería una hamburguesa, una de esas bien hechas con carne picada...    -Un brillo de cierta malicia apareció en su mirada, mientras su labio se curvaba levemente al contener la sonrisa. Sus palabras sobre la hamburguesa, sin duda hacían referencia al estado en el que se encontraban los cuerpos. Tal vez fuese una broma de mal gusto y sin ningún tipo de ética, pero a Dean todos aquellos individuos le importaban una mierda.    -En serio, compañero, la ciudad está mejor sin ellos. He visto de cerca lo que las bandas pueden hacer y que de hecho, hacen. No me verás jamás derramar ni una sola lágrima por ninguna de esa escoria.

Desde luego Dean no era la mente más equilibrada del cuerpo...¿Pero quién lo era realmente? Después de todo, si algo tenía Paradise City era la capacidad de destruir el alma y las mentes de sus habitantes. Pero Dean no era ningún monstruo, su propia ética le obligaba a cumplir la ley y desde luego, si en vez de pandilleros las víctimas hubiesen sido personas inocentes, su estado sería mucho más sombrío y estaría dominado por la ira.

-¿Qué quieres que mire? ¿Eso? Yo diría que fue una granada, a esos desgraciados les dieron de lleno. En la escena había tres coches y una furgoneta. Uno de los coches y la furgo ardieron, los otros dos no estaban precisamente en buen estado. Uno de los coches logró alejarse de la escena unos veinte o treinta metros, pero el conductor se estrelló contra un poste eléctrico. Tenía un tiro en el abdomen, algo feo que provocó que muriese desangrado. El último coche parecía un colador y tenía dos ruedas destrozadas, así que era inservible.

Dean es un buen inspector, con una capacidad única para infiltrarse en bandas y conseguir información. Pero O´conner posee más de treinta años de experiencia y unas brillantes dotes de deducción. La escena que ve a través de las fotografías es la de un verdadero caos, pero hay algo en todo aquello que no le cuadra lo más mínimo. Sin ver el escenario del crimen por sí mismo resulta imposible estar seguro, pero por la situación de algunos de los cuerpos, no tiene la sensación de que se hayan disparado entre ellos. Pero sino fue una lucha entre ambas bandas ¿Quién o quienes hicieron eso? Por lo que sabe, tan solo los Nine y la propia Mafia podría disponer de semejante armamento. Pero lo Nine habrían dejado bien presente que ellos habían sido los autores de la carnicería. Por otro lado, una de las bandas era aliada de los Nine, por lo que todo eso carecía de sentido. Así que le quedaba la mafia, pero el ataque había sido demasiado sangriento y poco refinado, algo que se alejaba muchísimo de los métodos de Pietro Roselli. Así que si ellos no habían sido ¿Habría una tercera fuerza con acceso a armamento de alto nivel en la ciudad?

La histeria, el miedo y el caos que se desatan en Women Cosmetic le arranca de poder pensar más sobre ese asunto y antes de que sea consciente de nada, años de duro entrenamiento lo empujan hasta le entrada al edificio. El agente de seguridad parecía algo sorprendido por lo que estaba pasando y sin duda culpaba a los jóvenes reunidos en el exterior. Habitualmente habría mandado a paseo a O´conner, no le habría permitido pasar sin una orden, pero algo en el viejo sabueso le hizo dar un paso atrás y tragándose su orgullo, les guió a través del edificio.

Tras subir dos pisos en uno de los ascensores, salieron hasta un largo pasillo. El lugar estaba dividido en varias salas que no eran otra cosa que diversos laboratorios. Todo estaba terriblemente silencioso y el lugar parecía despejado, pero las alarmas provenían de aquel lugar. Por lo que separándose para cubrir más terreno, ambos agentes de policía comenzaron a registrar el lugar. 

O´conner no tardó en encontrar a dos hombres con batas blancas, escondidos tras una mesa de laboratorio. Ambos estaban asustados, pero sintieron un gran alivio al verlo. Gracias a su presencia, ambos tuvieron el valor suficiente como para salir de su escondite y dirigirse a todo correr hacia el ascensor, donde el guardia de seguridad les esperaba. Una vez dentro, los tres bajaron de nuevo al vestíbulo, aunque el guardia prometió volver a subir.

De pronto hasta O´conner llegó el sonido de una puerta abrirse de golpe y el sonido de pasos acelerados sobre el suelo. Uno de los directivos que poco antes habían lanzado su basura sobre los jóvenes manifestantes, corría desesperado con la camisa cubierta de sudor y sangre. Su rostro estaba marcado por el pánico mientras trataba de huir de algo.

Tras él, un enorme y majestuoso tigre blanco avanzaba con ferocidad. Impulsado por sus poderosos cuartos traseros, el animal se abalanzó sobre el directivo y lo derribó. El animal colocó sus fauces a escasos centrímetros del directivo y rugió con todas sus fuerzas. Aquello fue más de lo que el hombre podía soportar y tras orinarse encima, se desmayó. Resulta imposible saber si el Tigre estaba dispuesto a segar su vida o no, pues Dean, que se encontraba más cerca de ellos que O´conner, salió con el arma en mano dispuesto a salvar al caído. No hubo dudas, simplemente el sonido de un arma de fuego siendo disparada.

La situación era sin duda de tensión y el disparo fue precipitado, por lo que el proyectil pasó silbando a escasos centímetros de la cabeza del animal, quién agachó las orejas y se agazapó preparado para la acción. Lo siguiente que pasó fue demasiado rápido para el pobre Dean. El tigre abandonó a su presa y avanzó con gran velocidad hacia él. De alguna forma imposible, el tigre parecía mostrar una aguda astucia que le empujaba a avanzar en zig zag para complicar que Dean pudiese acertarle. Incluso en una ocasión saltó, se apoyó en la pared y se impulsó de nuevo con sus poderosas patas. Dean trató de derribarlo con dos nuevos disparos, pero el tigre era demasiado rápido y astuto como para ofrecerle un blanco claro. Por último, trató de huir, pero fue demasiado tarde. El tigre saltó sobre él pero en vez de usar sus garras, usó el peso y la fuerza de su propio cuerpo para proyectar a Dean contra la pared. Fue un golpe seco y el inspector cayó inconsciente al suelo. El animal no hizo intención alguna de dañarlo, más bien parecía que tan solo quería quitárselo de encima. Después alzó la cabeza y olisqueó como si captase algo más...

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08/06/2016, 05:48
Mike O'Conner

Al escuchar el comentario de Dean sobre las hamburguesas de carne picada, Mike no tuvo que hacer mucho cálculo para entender a lo que su compañero se refería. Pues, pese a que él mismo no compartía ese tipo de humor, sabía lo útil que resultaba. Además, ya se había topado con sus comentarios en el pasado y, tal vez por eso, no lo tomó desprevenido. Mike lo entendía... ¡Diablos si no lo entendía! No todos lidiaban con la parte fea del trabajo de la misma manera... A Dean, por ejemplo, se le daba bien el humor negro. A Mike, por ejemplo, se le daba el endurecerse y cerrarse sobre sí mismo. ¿Cuál era mejor? Y él qué sabía... Apenas podía lidiar con su propia mierda como para andar lidiando con la de los 

Un momento más tarde, cuando el muchacho le indicó que la ciudad estaba mejor sin ellos, Mike 

—Sí, puede que la ciudad sea un lugar mejor sin ellos, Dean. Tal vez por un breve lapso de tiempo este sea u mejor lugar sin esa escoria en la calle... Pero no dudes que este pozo de inmundicia no tardará en colocar un nuevo y tal vez más sádico hijo de puta en su 

—En los últimos diez años he vista eso mismo hasta el cansancio —dijo, se podía oír el cansancio en sus palabras—. ¿Y este se ha convertido en un lugar mejor? No. La mierda continúa subiendo y subiendo, y si seguimos a este ritmo ya pronto nos 

—De todos modos a mí tampoco me caen lágrimas por estos infelices. Ellos solos han decidido meterse en esta mierda y dado que, por lo que dices, no hubo bajas de inocentes... En fin. De todos modos esos sin episodios tristes y no hacen más que demostrar lo ganada que tienen la calle. Ellos son amos y señores y nosotros... — empezó decidido, pero llegó se tornó dubitativo— ¿Y nosotros qué...? Somos el maldito hazme reír. Si la cosa continúa así, uno de esos días los equivocados seremos nosotros, Dean... Ya te digo.

Grande fue la sorpresa del viejo carcamal, cuando tras pedirle a Dean que hiciera zoom en un segmento específico de la foto, éste no vio lo evidente. Pero, tras pensarlo un momento era comprensible que no lo supiera... Sin embargo una rápido ojeada bastó para que Mike se percata de que lo que había causado semejante desastre no había sido una simple ganada, ni la explosión de un tanque de combustible. Se trataba de algo mucho más peligroso, algo que él mismo hubiera deseado no conocer, pero que sin embargo conocía de primera mano. Explosivo de tipo militar.

Aquella certeza puso sus nervios de punta. Quién hubiera causado aquello podía tener información respecto al explosivo que... Pero Mike no tuvo el viaje para terminar aquella frase. No podía permitirse ilusionarse. Tenía que permanecer objetivo y sólo basarse en los hechos.

Tras carraspear, buscando así  limpiar su mente y borrar cualquier posible temblor de su voz, volvió al ruedo.

—Estoy bastante seguro de que lo que causó aquel desparpajo es, en realidad, algo mucho más siniestro que una granada, Dean. Diría que si investigados, cosa que haré le pese a quien le pese, nos encontraremos con un tipo muy específico de explosivo del tipo militar... —soltó lacónico, sin realmente esperar ninguna respuesta por parte de su compañero pues para él, aquel resultaba increíblemente personal.

Luego, haciendo un esfuerzo supremo por no cerrarse, intento explicar por qué había llegado a aquella conclusión.

—Además, Dean... No hay muchos en la ciudad con acceso a tal equipamiento ¿Sabes? Sólo un muy selecto grupo de hijos de puta tiene acceso a él —agregó, asqueado—. Pero hay más, un no sé qué. Porque los que tienen acceso a dicho equipamiento son los Nine y los italianos... Pero el incidente no sólo no tiene la firma de los Nine, sino que además, una de las bandas era aliada de estos. Eso sin mencionar que no es el estilo de los italianos. No creo que ellos hubieran manejado un ajuste de cuentas de esa manera, no porque no pudieran hacerlo, sino porque el mismísimo Don es quién patrocina el nuevo perfil de la mafia. No lo sé, muchacho... —dijo, encogiéndose de hombros— Pero eso me da mala espina.

—Ya de por si aberrante que los Nine y los Cleruzio tengan acceso a semejante cosas, pero si a eso le sumamos que un nuevo jugador pueda tener acceso también, la cosa podía desmadrarse demasiado rápido. Porque alguien con los recursos y la determinación suficiente podría hacer mucho daño con algo así. No es que la situación actual me guste, pero al menos tenemos una suerte de balance que impide que, como ha pasado ahora, intenten resolver los problemas descosiendo gente a balazos.

Pero mientras Mike comenzaba a dar forma a sus pensamientos, intentando así dilucidar quién podría haber estado detrás de aquella masacre, cuando de repente se vio interrumpido y tuvo que dejar todo aquello para otro momento.

Ya dentro del edificio de Women Cosmetic, Mike se dejó guiar por el guardia de seguridad. No tenía sentido moverse a ciegas, así que ¿Por qué no aprovechar el guía turístico? Sin embargo y pese a que el guardia parecía conocer aquel lugar a la perfección, el taimado detective prestó atención al trazado de lugar, memorizándolo por si le hacía falta más adelante. De momento la prioridad era encontrar a Aisha, evitar que continuara con los desmanes y detenerla... Aunque realmente no sabía cómo iba a hacerlo ¿Cómo explicaría que estaba deteniendo a un reptil gigante, porque en realidad era una joven, que gracias a un extraño poder, podía adoptar forma de animales? No... Aquello era de locos. Si soltase algo así lo más probable es que terminara en un cuarto acolchonado, con una camisa de largas mangas y una infinidad de hebillas, y aquello, no estaba dentro de los planes inmediatos del viejo detective. Pero de momento aquello no importaba. Podría hacer mil planes, pero probablemente ninguno de ellos se terminaría ajustando a lo que se encontrase más adelante.

Cuando el ascensor se detuvo en el segundo piso, parecía haber llegado al mismísimo pandemonio. Costaba creer que estuviera dentro de edificio corporativo y no en un miserable tugurio donde los adictos al crack iban a colocarse... Lo primero que captó su atención era que todo aquel lugar estaba patas para arriba, había gente escondida, la alarma bramaba y las luces de emergencia se encontraban encendidas. Sin dudarlo y sin demorarse, se dirigió a los que estaban escondidos tras la mesa del laboratorio y los ayudó a retirarse, mientras Dean, su compañero, le cubría la espalda.

Lo que sucedió a continuación pasó demasiado rápido. Mike apenas tuvo tiempo de reaccionar, muchísimo menos para pensar detenidamente sus movimientos. Pues, menos de un segundo después de haber escuchado una corrida, apareció uno de los patanes que, poco antes, estaban arrojando basura sobre los jóvenes manifestantes. Parecía desesperado, como si huyera del mismo diablo. No hizo falta esperar mucho para darse cuenta de que, en efecto, estaba huyendo del diablo, pues tras él apareció un enorme tigre —«Aisha» fue lo que su mente le dijo instintivamente—. De pronto el tigre estaba sobre el ejecutivo, sus dos zarpas habían sometido al muchacho con increíble facilidad y, estando sus enormes fauces a escasos centímetros del rostro del ejecutivo, rugió a vivo pulmón... Y aquello ya  resultó demasiado para el joven al que tenía sometido.

Si Mike creyó que la escena del ejecutivo y el tigre había pasado rápida, era porque no sabía lo que venía a continuación. De pronto Dean sacó su pistola y disparó contra el animal, sin embargo el joven detective no contacta con un pequeño detalle, aquel no era un animal moviéndose únicamente por instinto, era una mujer despechada buscando venganza. Poco fue lo que el muchacho pudo hacer antes de recibir un tremendo golpe que lo terminaría dejando inconsciente.

En ese punto, Mike proyectó su voluntad, buscando así calmar a Aisha. Luego, aún proyectando aquella sensación de tranquilidad sobre la cambiaformas, llevó muy lentamente su mano a la pistolera y sin sacar su pistola, se la desprendió y la arrojó al piso.

—Tranquila muchacha. Ahora estoy desarmado y no supongo ningún riesgo para ti —dijo, intentando mostrarse lo más calmado posible, aunque su corazón latía tan fuerte que parecía que iba a dejar su tórax.

Lentamente comienza a moverse lentamente hacia donde se encontraba Dean. Necesitaba asegurarse que su compañero se encontraba fuera de peligro...

—Me llamo Michael O'Conner, soy detective del departamento de policías de Paradise City... Y no tengo ninguna afiliación con los de esta compañía, como tampoco la tenía el muchacho que has arrojado contra la pared. Déjame revisarlo y podremos hablar tranquilamente... —soltó conciliador, tratando de ganarse la empatía de la muchacha.

Cuando por fin llegó junto a su compañero, Mike se tomó un momento para asegurarse que el muchacho estuviera bien. Y sólo tras asegurarse que el muchacho se encontraba bien, continuó la charla.

—Si te preguntas qué tanto sé, la respuesta es mucho más de lo que tú crees, Aisha Reyes. Sé lo que estos bastardos hacen y también sé por todo lo que has pasado... Entiendo el dolor que debes sentir, pero esta no es la forma de canalizarlo ¿Por qué no detienes esta locura por un momento y vuelves a adoptar tu verdadera forma? Así podremos platicar como seres civilizados? —preguntó, aunque al mismo tiempo comenzaba a concentrar su voluntad para imponerse a la fuerza. Aquello no era más precaución, una que no tendría problemas en usar si la muchacha cometía alguna estupidez.

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10/06/2016, 00:43
Arca

El asunto de las dos bandas muertas era algo que tendrían que discutir más tarde. Las teorías de O´conner eran de momento tan solo eso. Pues sin un vistazo al escenario del crimen y sin pruebas tangibles, a lo único que podía llegar era a formar diversas suposiciones. Dean por su parte y pese a ser nuevo en la ciudad, estaba acostumbrado a vivir en ciudades donde la "mierda" le llegaba a uno al cuello y eso, tan solo en los mejores días. Pero ante todo era un hombre que prefería resolver los rompecabezas de uno en uno y en aquellos momentos, lo más importante era resolver lo que sea que estuviese pasando en la empresa de cosméticos.

Claro que de haber sabido que iba a ser atacado por un enorme tigre, seguramente no habría tenido tantas prisas en adentrarse en el edificio. El único en todo el piso que aún continuaba en pie era el propio O´conner, quién tuvo la suerte de encontrarse en un lugar un tanto más alejado y al que los años, le habían restado algo de velocidad.

Contemplar al impresionante felino y escuchar su terrible rugido habría sido más que suficiente de hacer huir a cualquiera. Pero O´conner partía con una gran ventaja, en primer lugar sabía que no se enfrentaba a una bestia salvaje. Aunque lo que sin duda le otorgaba mayor seguridad, era que poseía una de las mentes más poderosas del mundo.

Sus actos fueron seguidos bajo la atenta mirada del tigre, quién sin duda parecía comprender no solo sus acciones, sino también sus palabras. Por ello el tigre se apartó lentamente de Dean pero sin perder de vista ni un instante al inspector O´conner.

El felino se deslizaba con gracia y fuerza, haciendo gala de una majestuosidad tan solo propias de los depredadores más letales. Pese a que lanzó algún que otro suave rugido a modo de aviso, no realizó ningún movimiento brusco ni trató de acortar las distancias, permitiendo así que el policía comprobase las constantes de su compañero. Seguramente Dean tendría un fuerte dolor de cabeza al despertar, pero salvo eso, no parecía que fuese a tener mayores consecuencias.

La aptitud del tigre cambió drásticamente cuando O´conner pronunció el nombre de Aisha Reyes. El tigre alzó la cabeza como si estuviese aturdido ante la mención de aquel nombre, pero aún así, apenas unos segundos después, se alzó sobre sus patas traseras a la vez que su cuerpo cambiaba hasta adquirir su verdadera forma.

Pese a que O´conner no la conocía, podía percibir que la mujer había sufrido un gran cambio no solo en el estilo de ropajes que portaba, sino también en su propia aptitud. La Aisha Reyes que vivía en aquel pequeño apartamento era una joven que trabajaba para poder costearse su carrera. Una joven enamorada que tendía a vestir con ropajes de colores animados y que siempre parecía sonreír. Era una de esas personas que se dan a querer y que siempre acaba rodeada por decenas de amigos. Al menos así aparecía en la gran cantidad de fotos que había en su apartamento. Era una joven que trataba de hacer el mundo un lugar mejor junto a quién consideraba el amor de su vida. Su camino hacia la felicidad estaría plagado de baches, pero jamás imaginó que de la noche a la mañana se lo arrebatarían todo y la hundirían por completo en un profundo pozo. Sin duda aquella era una sensación que Mike conocía bien.

-Conoces la verdad sobre mi y no pareces sorprendido.    -Aisha poseía una voz agradable, que en otros tiempos habría sido dotada de gran dulzura. En cambio ahora sonaba acerada y dominada con un ligero toque de profundo odio.    -Si sabes quién soy, sabrás lo que he hecho. Esta ciudad...este mundo está podrido. Los seres humanos no merecemos seguir vivos. Somos una maldita plaga que arrasa y destruye todo lo que toca. El individuo puede ser bueno, pero como especie, somos lo más despiadado y cruel de toda la existencia. ¿Te envían esos cerdos trajeados? Así que eres uno de esos policías que venden su alma a la mafia a cambio de una falsa sensación de seguridad y por supuesto, dinero.    -La joven se desplazaba de un lado a otro con la elegancia de una pantera. Aquella mujer había pasado de ser una asustada cervatilla en el pasado a convertirse en una implacable bestia salvaje.    -Has descubierto de lo que soy capaz...pero en cambio no descubriste lo que le hicieron a mi prometido. No descubriste cómo le dieron una brutal paliza y como después le arrojaron a una de las jaulas del zoo. Eso os importó una mierda, al igual que tampoco os importa que esta empresa experimente de forma ilegal con animales. Seguramente sus dirigentes llenen bien los bolsillos de tus amos. ¿Quieres hablar? El tiempo de las palabras hace mucho que terminó, nosotros tratamos de usar la palabra. Primero denunciamos, después nos manifestamos y lo único que recibimos fueron insultos, amenazas y los golpes de tus compañeros. Nos han tratado siempre como a necios, como a meros criminales a los que podían golpear sin repercusión alguna. Las leyes no se aplican a los ricos y poderosos, para ellos nosotros no somos nada. Pues bien, ahora el mundo ha cambiado, ahora yo tengo el poder en mis manos...en mis garras.   -Alzando su mano, la cerró formando un puño hasta que sus nudillos se tornaron blancos.    -No tienes ni idea del dolor al que someten a los pobres animales que retienen aquí...    -Poca a poco los ojos de Aisha se fueron llenando de lágrimas, algunas eran de tristeza, otras de impotencia y por último, de rabia.     -Yo puedo entenderlos, puedo comunicarme con ellos...Tal vez para ti los animales no signifiquen nada. Pero cuando me contempla con sus pequeños ojos brillantes y me ruegan que termine con sus vidas, se me cae el alma a los pies. Los seres humanos son monstruos, verdaderas aberraciones que van contra natura, siembran el dolor, la destrucción y la muerte por algo tan estúpido como el dinero o la propia satisfacción personal.

La amargura que inunda el alma de la joven apenas es comparable al dolor que la domina. La perdida del hombre que amaba la arrancó toda su humanidad. La impotencia de no poder hacer nada y de ver que el mundo era tan solo un pozo lleno de inmundicia, la han transformado en una mortal vengadora.

-Aisha Reyes murió el mismo día que le arrebataron al hombre al que amaba. El día que fue a la policía y la echaron por considerarla poco más que una mendiga estúpida. Nadie se molestó en investigar su muerte, de hecho tuve que soportar las burlas de tus compañeros indicando que mi prometido no era más que un borracho que se cayó donde no debía. No...Aisha Reyes no podía vivir con tanto dolor...Yo soy Arca y en mi el reino animal podrá refugiarse. Ahora regresa ante tus amos y diles que la naturaleza no va a seguir doblegándose ante ellos.

Mientras hablan, cinco chimpancés cruzan la puerta que poco antes, la propia Aisha había atravesado. Los animales sufren heridas y malformaciones de diversos grados. Las criaturas parecen asustadas, en especial a ver O´conner, por lo que no tardan en correr y colocarse tras Arca. Algunos la rodean las piernas abrazándola, como si solicitasen protección de ella. La mujer acaricia les acaricia la cabeza mientras contempla a O´conner con sus oscuros ojos. Enfrentase a Arca no es hacerlo contra una mujer, sino hacerlo contra todo animal vivo del planeta.

 

Notas de juego

El nombre que la muchacha ha elegido viene del Arca de Noe. Hace un poco referencia a su capacidad de ser cualquier animal y como ha dicho, se considera una especie de protectora de los animales.

En fin, tengo curiosidad por ver cómo acaba todo esto. A ver que hace O´conner ^^

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28/06/2016, 06:00
Mike O'Conner

El ver a aquel majestuoso felino rugiendo a escasos centímetros de uno debía de ser, como poco, sobrecogedor. Algo que tranquilamente podría acojonar al más valiente y hacer que el no tan decidido se hiciese encima. Un espectáculo que Mike se alegró de no contemplar como primerísimo espectador.

Así mismo, el veterano detective agradeció no ser atacado directamente por aquella fiera, aunque astuta, bestia. Porque poco podría haber hecho contra semejante ejemplar que, además de la clara ventaja física, gozaba de una inteligencia humana. Era a todas luces un enfrentamientos desigual y teniendo en cuenta como se habían dado las cosas, Dean lo había hecho increíblemente bien. Tenía que estar orgulloso del muchacho. Sólo restaba esperar que, tras el ataque, su pareja no haya sufrido heridas de consideración... Pues si así fuera, la cosa se pondría fea, muy fea. Por suerte, tras corroborar los signos vitales del muchacho, Mike pudo volver a respirar. Aunque magullado, Dean había salido indemne de aquel desigual encuentro.

Un momento después, cuando vio al tigre transformarse en una persona, Mike se maravilló. Estaba al corriente de que la muchacha tenía dicha capacidad, pero una cosa era saberlo y otra, completamente diferente, era verlo. Aquello era algo increíble, algo digno de una superproducción de Hollywood. Como si fuera una de esas películas de ciencia ficción, donde la fantasía estaba a la orden del día. Eso sin mencionar el que él mismo podría de estar en una de esas películas tranquilamente... Como había cambiado todo a lo largo de los años —se dijo a sí mismo, al caer en la conclusión de que él mismo era tan o más peligroso que la iracunda muchacha.

—Sí, así es Aisha. Conozco tu identidad y tu pasado. Y si no estoy sorprendido es porque esta última semana he cumplido con mi cuota de sorpresas... Créeme cuando te digo que, ni por lejos, eres la única persona con capacidades únicas. Esta misma semana me he topado con alguien que, sin mucho esfuerzo, ha jugado con mi mente, recordándome lo vulnerable que todos nosotros somos y con una muchacha incluso más joven que tú que, sin ningún esfuerzo, pudo salir de una comisaría —dijo refiriéndose no sólo a ellos dos, sino a los humanos en general—. Y si bien comparto tu opinión en parte, me temo que el dolor y el odio han embotado tu cerebro. Es cierto que algunos de nuestra especie son capaces de cometer los más atroces actos, pero eso es sólo una parte de lo que la humanidad es capaz. Pero sólo estás viendo una parte, muchacha, la parte que sirve para alimentar tu odio. Sé que hay momentos en que la mierda tapa todo lo bueno, pero aunque ahora no lo veas, sigue habiendo algunos que capaces de grandes cosas. 

—Esos ejecutivos de los que hablas no son el mal, muchacha. Son sólo esbirros de una enorme y voraz maquinaria, peones que corren tras una zanahoria que nunca van alcanzar. Ellos son solo el rostro del verdadero poder, un poder que pocas veces muestra su verdadero rostro. Un poder que lleva siglos operando desde las sombras. Sólo te diré que aquellos que promueven el mal no son tantos, ni tan poderosos, como nos han hecho creer, y lo saben. Ellos lo saben a la perfección y que me lleve el diablo si estoy equivocado. El mal es taimado y astuto. Ha ocultado hábilmente su más valioso activo, que no es el poder en sí mismo, sino la pasividad de los buenos y de los virtuosos. El mal reside dentro de ti, dentro de mí, dentro de todos y cada uno de nosotros. El mal no es el diablo, ni un concepto abstracto, el mal es la pasividad ante las injusticias, la indiferencia ante las miserias, el mal es un montón de pequeños y cotidianos actos.

Apenas un momento después, cuando Aisha desliza que era un policía corrupto, Mike tuvo que hacer  acopio de voluntad para no escupir la respuesta. Cuán equivocada estaba... 

—Te estás apurando demasiado en sacar conclusiones ¿Sabes? —dijo, imprimiendo un tono neutro a su voz— Los prejuicios en los que basas tu juicio provienen del desconocimiento y éstos se convertirán en una terrible carga mucho antes de que llegues a darte cuenta. Nada bueno va a salir de los prejuicios, muchacha; sólo miedo, odio y desesperación ¿Y tú, realmente necesitas más de eso? —preguntó, pese a que sabía que en aquel momento el dolor y el odio no la dejarían pensar con claridad.

—Pero vamos, dime ¿Qué te hace pensar que he vendido mi alma al diablo? Porque realmente me gustaría saberlo ¿Es que acaso sabes algo de mí que hasta yo mismo desconozco? Porque si así fuera me tendría que comer cada una de mis palabras y pedirte disculpas. Sin embargo tengo la sensación de que no tienes ni la más pálida idea de con quién estás hablando, ni sobre mi pasado, ni, en última instancia, sobre mi presente. Pero ahí estás tú, tan embriagada de poder, tan ciega ante la verdad que te crees los suficientemente superior como para hablar de mi sin conocerme.

Mike seguía mostrándose tranquilo y despreocupado cuando, en realidad, su interior bullía en un sinfín de preocupaciones. No quería provocar innecesariamente a la ya alterada e inestable Aisha. Ella ya había sufrido demasiado y él no quería herirla ni lastimarla más. Pues pese al devenir de las cosas, no podía evitar sentir lástima ella. La mafia le había quitado todo cuanto amaba y la justicia la había decepcionado. Por eso él no podía evitar sentirse identificado con ella y su sufrimiento. Él había pasado por lo mismo, pero pese a que la idea de cobrar venganza y la justicia por mano propia cruzó por su mente, nunca llegó a concretarlo... —«Eres mejor que eso» solía decirse cada vez que aquella idea volvía a surgir desde su interior—. Entre ellos había una importante diferencia, Aisha había buscado justicia optado por el camino fácil, por la venganza y por la justicia por mano propia. Había incurrido en un error capital, se había convertido en juez, jurado y verdugo. Aquel era un camino sinuoso, plagado de peligros y atajos... Y lo peor de todo es lo que lo había premeditado. Mike tenía sobradas pruebas de que aquello no había sido ni casual ni fortuito. Tampoco era que ella simplemente había perdido los estribos, ni que había actuado por emoción violenta. No. Ella conscientemente había decidido asesinar a una persona y no había ningún atenuante.

Para hacer algo así deliberadamente había que romper muchas barreras y muchos tabúes. No cualquiera podía orquestar una muerte cabalmente y llevarla a cabo ateniéndose a una hoja de ruta. Era el tipo de cosa que marcaba un antes y un después. Ese tipo de acciones era como un veneno que afectaba no sólo el corazón, sino también el alma ¿Tendría ella lo necesario para reconocer la mácula negra que ahora cubría su alma? ¿Tenía acoso intención de redimirse? Mike no tenía muchas esperanzas. Sin embargo se sentía en la obligación de al menos intentarlo. Todos le habían fallado: la sociedad, la policía, la justicia el estado. Todos... Todos cuantos pudieron haberla ayudada terminaron optando por mirar hacia otro lado. Tal vez algunos lo hayan hecho porque no creyeron en ella, otros tal vez por flojera y otros porque habían sido copados por la misma mafia a la que ella denunciaba. Pero todos cuantos pudieron fallarle lo habían hecho y aquello era ago terrible.

Se podía sentir que un enorme abismo se abría entre ellos. Una brecha que los separaba y que Aisha había decidido cruzar por sí sola. Él mismo había estado allí del otro lado y lo recordaba perfectamente. Se había aislado, había dejado que el odio lo consumirá —«Allí todo era tan oscuro» recordó involuntariamente, mientras reflexionaba sobre su pasado y lo contrastaba contra el presente de aquella joven muchacha—. Realmente deseaba ayudarla. Sin embargo él no podía ni quería volver allí. Sólo podía permanecer del otro lado, esperando pacientemente. Ella y sólo ella era capaz de volver de aquel oscuro y lúgubre lugar.

Mike miraba a Aisha caminando de un lado para el otro y, pese a no haberla conocido antes de todo aquello, podía ver la confianza con la que ahora se movía. Ya no era una niña inocente e indefensa. Había cambiado para convertirse en algo diferente. Había sufrido un cambio, un cambio con letras mayúsculas, aunque no se atrevió a decir si había sido para mejor o para peor.

—Sí, estás en lo cierto respecto a que he descubierto de lo que eres capaz. Sin embargo estás equivocada en lo demás, sé lo que le hicieron a tu marido. Sé por qué lo han hecho, también sé cómo la policía y la justicia te han fallado. Lamentablemente lo he averiguado demasiado tarde, pues sólo lo he descubierto cuando me asignaron la investigación del homicidio de Carlo Ranieri, cuando ya era demasiado tarde para hacer algo al respecto.

En ese punto, Aisha volvía a arremeter, dando rienda sueltas a su enojo, cerrándose y atacando. Mike tenía que hacer algo para llegar a ella. Tenía que romper aquella cínica defensa que la muchacha había montado... Tenía que intentar llegar a la vieja Aisha. Esa era la única chance que tenía para que reflexionase sobre lo que había hecho.

—¿Sabes algo...? —preguntó Mike mientras daba un paso hacia la muchacha— Si bien no tengo la sensibilidad que tú tienes para con los animales, lo que aquí están haciendo está mal. Me entristece lo que hacen aquí y, a decir verdad, me alegra que estés liberando a estas criaturas. He visto con mis propios ojos lo que los grandes poderes son capaces de hacer con tal de mantener sus enormes engranajes girando y de ninguna manera voy a impedirte el que liberes estos animales.

—No llegué aquí para defender los intereses de esta corporación, sea como sea que se llame. Si estoy aquí, en este edificio, es porque estaba siguiendo tu rastro. Rastro que me llevó hasta el parque, junto a los manifestantes. No tenía idea de que terminarías colándote en el edificio para causar tamaño jaleo. Yo te esperaba en el parque junto a los demás manifestantes. Pero mientras esperaba que aparecieras la cosa se desmadró y sólo tuve unos pocos segundos para optar por continuar allí, esperándote; o acudir aquí para ayudar a quien lo necesitase. Sin embargo, al entrar al edificio escuché que varios de los que corrían despavoridos, mencionaban que los animales estaban sueltos e inmediatamente pensé en ti.

—No voy a faltarte el respeto soltando algunas palabras bonitas y vacías, tratando de brindarte un falso consuelo. En su lugar te hablaré con franqueza y con verdad. Puede que no confíes en mí, pero sé que en el fondo de tu alma sabrás que lo que te digo es cierto. Pues, pese a que tal vez no quieras verlo, estoy seguro que tú misma habrás llegado a la misma conclusión.

—Es abrumador por todo lo que has tenido que pasar, Aisha. No hay justificación ni consuelo posible. Lamento que nuestros caminos no se hayan cruzado antes, te hubiera ahorrado muchas penurias y te habría ayudado en todo cuanto estuviera a mi alcance. Sé que hay heridas que son demasiado profundas, heridas que nunca sanan no importa cuánto tiempo pase. El que te arrebaten un ser querido y la falta de justicia es algo que sólo alguien que lo ha sufrido en carne propia puede entender. 

—Algo así genera odio, ira, ganas de salir a romper cosas y hacer locuras. No voy a darte un sermón sobre lo peligroso de la ira y del odio. Sólo te diré que el odio bien canalizado es una poderosa herramienta. Una fuente de energía capaz de proveer un vigor y un poder inagotable. Pero, como toda herramienta, puede usarse para hacer el bien o para hacer el mal, e independientemente del uso que uno le dé, existen ciertos riesgos implícitos en su utilización. Pues para hacer uso de algo así, para canalizar un dolor ta grande y un odio tan abrasador se requiere de una gran fuerza de voluntad.

—Pero el asesinato a sangre fría no es la solución, pues al decidir cargarte la vida de Carlo Ranieri te convertiste en un ser tan despreciable como el mismísimo Carlo. Has cruzado un límite tras el cual ya nada volverá a ser igual, un límite que jamás debieras de haber cruzado y en el proceso te has convertido en un ser tan despreciable como aquel que ha quitado la vida de tu amado. Peor aún, no has hecho justicia por tu prometido muerto, sólo has saciado tu sed de venganza... Y dime ¿Acaso ha sido suficiente? ¿Te has sentido mejor contigo misma? ¿Ha, esa horrible sensación de que estás muerto por dentro, desaparecido de tu corazón o el vacío se ha vuelto frío e insondable? 

Hizo una breve pausa, mientras esperaba que sus palabras calaran hondo en la joven.

—No hace falta que me respondas, sólo hazte la pregunta y trata de responderte con total sinceridad ¿Ha valido la pena? ¿Ha valido la pena condenar tu alma inmortal para terminar convertida en lo mismo que has combatido?

Mike nuevamente permanece en silencio. Quería que la muchacha pudiese reflexionar sobre lo que había hecho y brindarle una mano amiga. Pues sólo quienes estuvieran tan rotos como ellos podrían entenderse. Sólo así se podría entender el dolor que supone el que te arrebaten un ser amado de esa forma.

En ese punto, Mike ve ingresar cinco chimpancés. Los pobres animales sufrían terribles heridas y malformaciones. Era increíble las aberraciones que el ser humano era capaz de perpetrar. Pero, contrario a lo que Aisha pensaba, la cosa era mucho peor. Los seres humanos no solo se limitaban a usar a los animales como sujetos de prueba, también usaba a sus congéneres para tal fin. La historia humana estaba sobrada de ejemplos: Méngüele, la operación de Guantánamo, las dictaduras del cono sur y un gran etc. 

La desazón que le causó ver a aquellos pobres animales se transparentó en su rostro. Y allí en ese mismo instante, Mike supo que tenía que hacer algo para ayudar. Tal vez no podría pelear la guerra que aquellos idealistas jóvenes estaba librando, pero al menos podría pelear aquella la batalla. Podría ayudar a los animales que estaban allí y colaborar con Aisha.

—Estoy aquí para detenerte, Aisha. Pero no soy tu enemigo, sino todo lo contrario. Liberemos todos los animales que han apresado y entrégate a la policía. Yo te acompañaré y me aseguraré que nada malo te pase. Te ayudaré, seré tu testigo y junto podremos desenmascarar a los Cleruzio.

—Las acciones tienen consecuencias y nadie está por sobre la justicia. Nadie, ni los ejecutivos de las poderosas corporación, ni los mafiosos, ni tú, ni yo ¡Nadie! Ranieri ya tuvo su merecido, tú te has encargado de eso. Ahora es tiempo de que la justicia también te alcance a ti... Porque aunque descreas y desconfíes de la justicia, es lo mejor que tenemos y es lo único que se interpone entre nosotros y la barbarie absoluta.

 

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30/06/2016, 00:39
Arca

La poderosa y ardiente ira que se extiende en el corazón de la mujer, es lo primero que el inspector logra acrecentar con sus palabras. Durante un instante casi está a punto de marcharse de allí, pero la propia incoherencia en las palabras del inspector despiertan su curiosidad. Aquel hombre que se alza ante ella está acabado, más cerca de la locura que la lucidez y mucho se teme, que no tiene ni idea del mundo por el que camina.

-Eres tú quién cree conocerme, quién cree saberlo absolutamente todo sobre mi. En lo que a mi respecta, solo eres una herramienta que los criminales utilizan a su antojo. Si realmente deseases acabar con la mafia, solo tendrías que presentarte en alguno de sus muchos locales ilegales. Pero la vida es mucho más placentera cuando apartas la mirada hacia otro lado y utilizas la placa para aterrorizar a los más débiles. ¿Eso es lo que te gusta, no? Seguro que cada noche, en la intimidad de tu apartamento, vives tus mejores momentos recordando el miedo que impones sobre los pobres inocentes de la ciudad.

Sus palabras son dotadas con un tono de lo más sensual, pero eso no evita que surjan cargadas de un mortal veneno. Pero no solo su tono de voz ha cambiado, sus movimientos son ahora más sensuales y elegantes. Casi como si de una serpiente se tratase.

-Supongo que estarás tratando de ganar tiempo hasta que lleguen tus amigos uniformados. Bien, pues déjame prevenirte. Si alguno de ellos se atreve a cruzarse en mi camino, tendrá suerte si logra volver a valerse por si mismo algún día. Dicho esto, voy a dejarte claro varios puntos. El primero de ellos, es que no eras más que un mentiroso, no te importa una mierda ni esta ciudad, ni las personas que aquí habitan. Así que lo de estos pobres animales, no podría importante menos.

Mientras habla, la mujer vuelve la mirada brevemente hacia sus protegidos, tras lo cual todos ellos se alejan corriendo por el pasillo. Parece que de alguna forma, les ha indicado que salgan de allí.

-Estás lleno de contradicciones, tal vez sea por la edad o que simplemente sueltas lo primero que se te pasa por la cabeza, mientras tratas de conseguir que de alguna manera, me rinda y entregue. No tienes ni idea de la sensación que me produjo contemplar como ese cerdo de Ranieri se desangraba hasta morir. Para alguien considerado un tipo duro, no te imaginas lo que sollozó mientras agonizaba. ¿Me produjo placer? Oh, ya lo creo que si. ¿Justicia? Desde luego. ¿Me arrepiento? La verdad es que si, debería habérmelo llevado para encerrarlo de por vida en una oscura celda lejos de la luz del sol.     -La mujer se encogió de hombros con naturalidad. Hablar de la muerte de Ranieri no significaba nada para ella.    -¿Sabes qué? Me divierte ese rollo del alma inmortal. Es como si realmente creyeses que existe un dios todopoderoso que nos arroja a esta mierda de vida, para después, llevarnos hasta un lugar de luz resplandeciente. La verdad, es que si existe un dios, debe de ser un cabrón de lo más retorcido. Por otro lado ¿Crees que realmente cuando muramos, vamos a ir al cielo? Ya deberías saber que forma parte de la esencia del ser humano el ser un bastardo hijo de puta. Somos crueles por naturaleza y nos dejamos gobernar por nuestra moral. Una que por cierto, resulta de lo más curiosa. Lo que trato de decir, que si existe un cielo, será un campo de batalla donde nuestras almas inmortales, luchan unas contra otras para obtener imponerse sobre el resto.

Arca es una mujer con unas convicciones realmente fuertes. Su visión del mundo, tanto si es acertada como sino, es lo que la otorga toda ese energía que parece rebosar su joven cuerpo. O´conner sabe que por mucho que lo intente, sus puntos de vista son terriblemente diferentes y que jamás llegarán a un acuerdo.

-Podríamos hablar durante horas de las elecciones que el ser humano hace. Siempre me ha encantado el ejemplo de Hitler y el viaje en el tiempo. ¿De ser posible viajar en el tiempo, retrocederías en él para acabar con Hitler cuando no era más que un recién nacido? ¿Qué respuesta sería la correcta? ¿Sería la tuya más acertada que la mía?    -De nuevo se encogió de hombros levemente.    -Eres un esclavo del sistema, puedes negarlo si quieres. Pero te mueves por sus reglas y actúas según como ellos quieren. Cuando algo o alguien se sale de lo que ellos han establecido, nos tachan de criminales y os envía a vosotros a realizar el trabajo sucio. Hasta ahora, ellos han tenido el poder, pero todo ha cambiado. Voy hacer lo que ninguno de los de tu clase se han atrevido jamás, voy a eliminar a la escoria de la ciudad. Vosotros no hacéis nada y cuando lo hacéis, los criminales no tardan en salir a la calle. Pero conmigo no tendrán tanta suerte, yo seré su final y una vez mis garras caigan sobre ellos, no volverán a causar daño a nadie.

Arca se cruzó de brazos, no pretendía quedarse mucho más tiempo allí. Discutir con el tozudo agente de policía tan solo acabaría por enojarla y el día estaba saliendo bastante bien, como para que alguien se lo torciese.

-La verdad, desconozco si crees que soy idiota o que simplemente eres tan iluso como para creer que la mafia va a permitirte hacer nada para protegerme. Casi me tienta la idea de entregarme, solo para ver cómo le explicas al fiscal que una mujer con la capacidad de transformarse en animales ha sido quién ha matado a Ranieri. Las pruebas que tenéis sobre mi, tan solo me sitúan en la escena del crimen y solo...mientras yo así lo quiera. Pero no tenéis ni idea de cómo lo maté y por supuesto, jamás encontraréis el arma homicida. Toma un consejo, abuelo, retírate y regresa con tus amos, diles que la naturaleza no va a continuar conteniéndose. Su hora ha llegado, la muerte les aguarda.

 

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12/07/2016, 04:21
Mike O'Conner

Mike escuchó y aguantó las bravuconadas de la muchacha estoicamente mientras reflexionaba al respecto. Había esperado encontrar algo de culpa por haber quitado una vida y, sin embargo, no había encontrado otra cosa más que odio y resentimiento. La muchacha no estaba, ni por lejos, arrepentida por lo que había hecho. Peor aún, estaba segura que era algo así como el avatar de un espíritu de la venganza, que estaba allí para defender a los —supuestamente— más débiles... Pero en su locura, la ceguera no le dejaba ver que estaba más cerca de la megalomanía que de cualquier otra condición psiquiátrica.

Al fin, tras haber pensado al respecto, Mike pasó a responderle a la alterada joven.

—¿Sabes algo? Puede que al final estés en lo cierto. Puede que sólo sea un viejo idiota que creía no sólo conocerte, sino entenderte. Pero empiezo a darme cuenta de cuán equivocado estaba. Llegué aquí pensando que la vieja Aisha no había desaparecido y estando aquí, teniéndote frente a frente, me doy cuenta de que tal vez ya no haya quedado resquicio alguno de la persona que eras antes.

—Después de todo, parece ser que no eres mejor que el Don Cleruzio, ni que Pietro Roselli. Tampoco pareces ser diferente del policía que abusa de su autoridad, ni del político que se aprovecha de los pobres. Porque en lo que a mi respecta eres exactamente igual que ellos. Tú también tendrías que poder verlo, pero es que estás tan embriagada de poder que eres incapaz de verlo...

— Pero déjame decirte algo. En el preciso instante en que, desde lo alto, observaste morir Carlo Ranieri, te has convertido en una criminal. Una asesina tan despreciable como la mismísima lacra que mató a tu prometido. 

Asqueado ante la supuesta nueva Aisha, Mike la miró de pues a cabeza con cierto desprecio.

—Te crees gran cosa, crees que tu nuevo poder te hace mejor que los demás, pero no, sólo te hace un matón con esteroides, nada más.

—¿Es que acaso estas tan ciega que eres incapaz de ver que te has convertido en una asesina? En una delincuente que se cree superior a los demás... Superior incluso que la justicia que está por sobre todos nosotros

Hace una incómoda pausa.

—Tenías un grandioso potencial, podrías haber hecho mucho para traer justicia respecto al infame asesinato de tu amado, incluso podría haber usado tu poder para ayudar a los animales. Y me refiero a haber hecho algo realmente útil, no está fútil bravata que no hará más que recrudecer el conflicto. Pero no, en cambio te has embarcado en el camino del odio, dejándote guiar por la sed de venganza. Lo único que te espera si sigues por esta senda no es más que un espiral de autodestrucción. 

—Invariablemente llegará un momento en el cual al mirar en el espejo ya no te reconocerás y cuando te preguntes ¿Cuándo fue que todo eso comenzó...? La inevitable verdad saldrá a flote, y esa es que has perdido el rumbo en el mismo momento en el que planeaste y ejecutaste la muerte de una persona.

---

—Sí, así es, estoy lleno de contradicciones. He venido aquí sin saber qué hacer, sin saber qué haría contigo si la cosa se desarrollaba como se ha desarrollado hasta ahora. Llegué aquí esperando más de ti, mucho más. 

—Pero me he hartado de escuchar tu lamentos. Te crees muy especial porque has perdido a tu prometido, sin embargo eres incapaz de ver más allá de tus narices.

—¿Ves ese muchacho qué has derribado? Ese chico ha pasado por un infierno que tú ni siquiera imaginas y, sin embargo, cumple con su deber con dignidad y con justicia. Esta maldita sociedad le ha quitado toda su familia y sin embargo él se levanta cada día buscando una mejor sociedad.

—Yo he luchado contra la mafia desde antes que tu nacieras y nunca, en los más de treinta años que como servidor público, he sucumbido ante el camino fácil. Vivo en un puñetero departamento que a duras penas alcanzo a pagar y he perdido mucho más de lo que tú has tenido. Esta maldita ciudad me ha quitado todo no una, sino dos veces... Y yo sigo aquí, haciendo lo correcto, luchando contra el crimen organiza con las herramientas que la ley me otorga, sin más, sin atajos y sin pisar la cabeza de nadie.

Avergonzado de sí mismo, Mike abre su corazón. No sentía vergüenza por lo que había sufrido, ni por lo que le habían quitado... Se sentía avergonzado por lo que haría a continuación. Porque en aquel punto resultaba más que obvio que Aisha no depondría las armas, que lucharía hasta el final y que ni ante la innegable verdad cambiaría de parecer.

—Hasta no hace mucho fantaseaba con la idea de encontrar al hijo de puta que asesinó a mi esposa y que me tuvo por meses en terapia intensiva. Me despertaba en el medio de la noche sediento de sed de sangre, dispuesto a coger mi arma y salir a buscar respuesta a fuerza de tortura y asesinatos. No me importaba nada, ni siquiera mi propia vida. Pero en honor a mi esposa muerta, en honor a todo lo que ella significaba para mi y en honor a su memoria no lo hice...

—El tiempo me ha puesto tras la pista del autor intelectual del atentado. Me he topado con que hasta hubo compañeros de mi propio departamento de policía involucrados. Todavía no he dado con el responsable, pero el que lo haga es sólo cuestión de tiempo. Pese a todos los años que llevo haciendo las cosas bien, pese a la memoria de mi esposa seguía jugueteando con la idea del ojo por ojo. Pero ahora veo veo lo que significaría sucumbir ante la sed de venganza... Y lo que implicaría dar rienda suelta a poderes demasiado grandes para nosotros mismos.

Tras aquella reflexión, Mike  experimentó una epifanía. Pudo, por vez primera, entender lo que significaría abusar de un poder el suyo y apreciar las consecuencias que algo así traería aparejado.

—Tu te has dado por vencida, Aisha. Pero yo no. No me daré por vencido, ni te permitiré que sigas haciendo de las tuyas, causando dolor y sufrimiento solo porque te crees moralmente superior a los demás. Esto acaba aquí y acaba ahora.

Tras aquella declaración, Mike concentra todo su voluntad y se prepara para arremeter contra la muchacha. Al primer signo de que planeaba algo, Mike descargaría una oleada mental que —esperaba— bastase para dormir a la joven.

Notas de juego

Kildan, respecto al cierre del post te comento que la intención de Mike es usar control mental para poner a la muchacha a dormir. Con esto espera controlar a la muchacha antes de que se haga daño, o peor aún, le haga daño a él mismo.

Por último me gustaría disculparme, pues al releer mi post anterior me he dado cuenta que quedó un poco desordenado... Pero es que tenía mucho que poner y se me complicó el darle forma. Espero que esta vez tenga un poco más de sentido :)

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15/07/2016, 16:20
Arca

Arca, con los brazos cruzados, escuchó las palabras sin sentido que O´conner no paraba de escupirla a cada instante. Aquel hombre era tan esclavo de las mafias, que trataba de justificarse tachándola a ella de criminal. Su paciencia con él había terminado, no tenía ya mucho más que hacer allí, así que se preparó para marcharse.

-Me das pena, anciano. Te han arrebatado a tu esposa y mientras que ella se pudre bajo tierra y es devorada por los gusanos, tu sigues defendiendo a aquellos que te la arrebataron. ¿Honor? ¡Ja! Ella más bien se sentiría asqueada por tu cobardía, no solo no has hecho nada en todos estos años, sino que te justificas de una forma que tan solo demuestra que lo único que te importa, es salvar tu propio pellejo. Si realmente fueses un buen policía, habrías detenido ya a los culpables o les habrías hecho pagar por sus crímenes. Pero en cambio aquí estás, persiguiendo y tratando de detener a la única que realmente desea cambiar las cosas. Mientras que tu hablas de tu estúpido honor, ellos siguen matando y violando. Si realmente te arrebataron a tu esposa, deberías conocer el dolor que eso te deja en el corazón y tratarías por todos los medios, hacer que otros no pasen por lo mismo. Pero supongo que ir donde una de esas victimas y decirlas que tu honor está intacto, les tranquilizará. Eres patético anciano, tu pasibilidad es lo que provoca que sigan haciendo daño a los débiles e indefenso. ¿30 años sirviendo en la policía? Muy bien...¿Y qué has logrado? Yo te lo diré, absolutamente nada, solo eres otro esclavo de las mafias sin el coraje necesario para ir a por quienes han convertido esta ciudad en una pocilga.

La mujer se alejó con paso firme hasta llegar al directivo que poco antes, había herido en su forma de tigre. Asqueada, posó el pie sobre la cabeza del desfallecido directivo. Después alzó la mirada llena de odio y asco, para fulminar con ella a O´conner.

-Este saco de basura, este desgraciado que tanto parece importante, contrata los servicios de las Rosas para que le suministren menores de edad. Dime, anciano, ¿Donde está tu justicia, donde está tu honor cuando esos pobres chiquillos son apresados y llevados ante depravados como este? Yo sé lo que soy, soy una asesina, pero al menos mis manos están manchadas de la sangre adecuada. Yo evitaré lo que tú y los tuyos os negáis hacer, yo protegeré a los indefensos y si eso me convierte en una criminal, adelante. Pero pienso convertirme en el azote de todos aquellos que convierten esta ciudad en un infierno, yo haré que teman salir a cometer sus fechorías y poca a poco, limpiaré esta ciudad o al menos, lo intentaré hasta mi último aliento. Ve ahora ante tus amos y diles que Arca va a por ellos...y diles que no esto sola en esta lucha. La furia de la naturaleza ha despertado y no va a volver a dormir hasta que el último de ellos haya caído.

Arca no tenía ninguna intención de atacar a O´conner, había derribado a Dean con fuerza controlada y por la situación que estaba viviendo. Pero ella no era de esas que iba dejando un reguero de cadáveres inocentes. Tal vez no estuviese para nada de acuerdo con las palabras de O´conner, pero el policía, salvo su pasibilidad para con los criminales, tampoco había cometido delito alguno. Por lo que Arca no tenía motivo alguno para matarlo, así que se dispuso a abandonar el edificio adoptando la forma de un majestuoso águila.

 

Notas de juego

Muy buenas!

Como puedes ver, Arca, pese a lo que piensa de Mike, no va a atacarle. Aunque si él trata de hacerlo, ella se defenderá con uñas, dientes y garras jaja.

Al ser un personaje especial y por tanto poderoso, se harían las tiradas pertinentes para el combate. Es decir, iniciativas y demás rollos. Eso sí, echa un ojo al poder de control mental. Este poder está diseñado para ser algo parecido al titiritero que salía en héroes. Es decir, que tomas el control del cuerpo y lo mueves a tu antojo.

Cuando tengas tiempo, pon por favor un poco más claro los poderes de tu ficha. Pq la he mirado y no sé bien que dotes posee cada poder jeje.

Por último, lo de sin sentido, era algo que ella decía debido a que ella no ve la forma de pensar de Mike. Es un poco radical la chica, que le vamos hacer XD

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14/08/2016, 15:51
Mike O'Conner

Al vislumbrar que no podría mantener aquella conversación por mucho más, Mike decide recurrir a su telepatía para buscar aliados. Entonces, con la única intención de que el guardia cumpliese con su palabra y volviese con refuerzos, busca su mente y siembra un sencilla compulsión que lo obligue a subir con refuerzos armados.

Ofuscado por la necedad de Aisha, Mike llega a la conclusión de que por más duro que intentase no podrá hacer nada para que entrase en razón. De dicha conclusión se desprende, además, que el único final posible es un enfrentamiento. Enfrentamiento que Mike no está seguro de querer o poder ganar. Pero aunque le pese, la muchacha está fuera de control y es su deber como policía lo obliga a tomar el toro por las astas.

Pero aunque intentó mantenerse ajeno a las provocaciones de la joven, llegó un punto en que yo no pudo más y estalló.

—¿Pena? —preguntó Mike en tono divertido, casi jocoso, claramente burlándose de ella— Que gracioso resulta escucharte hablar de la pena, Aisha. Porque es justamente lo que yo siento al ver en lo que te has convertido. Antes de conocerte en persona sentía empatía hacia ti, muchacha, pero ya no está. Se ha esfumado al ver en lo que te has convertido y al ver que eres igual de delincuente que Carlo Ranieri. Puede que te sientas moralmente superior, pero eres la misma mierda. Eres una asesina. Intenta, si quieres, justificar lo que ha hecho, pero la única verdad es que ideaste y ejecutaste un asesinato... — hace una breve pausa— Y esa, aunque a ti te parezca una cosa menor, es un abismo.

Pero al ver que la muchacha no sólo no entraba en razón, sino que cada vez ganaba más coraje, fue la gota que colmó el vaso.

—¿Salvar mi propio pellejo? ¿Qué sabes tú muchacha buena para nada, si al primer viento desfavorable has tomado el camino fácil, el camino de la venganza y odio? ¿Sabes acaso lo que se siente haber compartido veinte años de tu vida con tu alma gemela y que por capricho de un malnacido te la arranquen de las mano, cuando en realidad era sólo daño colateral? No, no sabes una mierda... ¡No sabes una puta mierda! —gritó, harto de las estupideces de la muchacha. Al mismo tiempo y casi de forma involuntaria, imprimió su poderosa voluntad sobre aquellas palabras para darle aún más peso.

—Todo lo que queda de mi es un espectro que camina bajo el sol, una carcasa vacía que ha perdido todo, salvo su integridad y su palabra. Pero algo que tú nunca entenderéis es que sobre la tumba de mi esposa muerta juré hacer justicia. Y por justicia me refiero a una acción que cambie el mapa de poder de toda la ciudad. Hablo de promover un verdadero cambio, no estos necios desmanes que aquí estás causando, porque ¿Sabes algo? Todos y cada uno de los que están aquí son apenas engranajes de una maquinaria tremendamente voraz. Pero son sólo esos, simples engranajes, mientras que los que realmente tienen voz y voto no están aquí y nunca lo estarán. Están demasiado bien guarnecidos en los edificios corporativos, no en este simple centro de investigación. Lo que yo estoy haciendo es armar un caso contra los que realmente importan, muchacha ¿Pero, sabes qué? Eres un crio ignorante que quiere aprender a correr, sin siquiera llegar a darse cuenta que aún no sabe caminar. ¿O crees que Carlo Ranieri era un señor del crimen, niñata? Pues dejame decirte... Era un maldito peon ¡Era un maldito peón!

—Y no te hagas la tonta conmigo, ni quieras cambiar el foco de porque estoy aquí.  Hemos acabado aquí porque has quitado una vida. Eres una asesina y debes pagar por lo que has hecho. No importa los atajos que quieras tomar, no lo superior que te sientas nadie está por sobre la justicia.

Notas de juego

Respecto a la ficha de Mike la copie desde SN, pero al hacerlo se rompió el formato. Te recomiendo la veas allí (al menos por ahora).

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20/08/2016, 14:05
Arca

La joven a la que la mafia le había arrebatado su mundo, la joven a la que la policía había poco menos que escupido a la cara, hacía tiempo que había dejado de existir. Dominada por una desesperación insostenible, se abrió paso hasta lo más profundo de su ser y allí fue cuando descubrió qué y quién era en realidad. Aisha reyes había muerto para dar paso a Arca, la depredadora definitiva.

En aquella ocasión no se digno a responder a O´conner, pues como casi todos los hombres de su edad, estaba claro que era un ciego devoto de la fe. A su forma de ver las cosas, el inspector de policía tan solo era un cobarde que dejaba libre a los criminales con la falsa esperanza de que algún día, sucediese un milagro que solucionase todos los problemas del mundo. ¿Realmente pensaba que por poner la otra mejilla, sería recibido en un mundo perfecto para toda la eternidad? Lo peor de todo aquello, al igual que pasaba siempre con los ciegos devotos de la fe, es que eran incapaces de atenerse a razones. De poco importaba las pruebas irrefutables que les entregasen, ellos seguirían empeñados en continuar con su limitada forma de ver el mundo. Por lo que tan solo podía sentir una profunda pena por el inspector de policía.

Continuar aquella discusión tan solo la entregaría horas y horas de aburrimiento, sería como arrojarse contra una pared una y otra vez. Por lo que sin decir ni una palabra, simplemente adoptó la forma de un majestuoso águila y se dispuso a abandonar el lugar extendiendo las alas.

Ella era una depredadora y había aún muchas presas a las que dar caza. Las calles se teñirían con la sangre de los criminales que durante años o incluso décadas, la policía había dejado en libertad. En cierto modo, aquello resultaba de lo más paradójico, allí estaba el inspector tratando de detenerla con todas sus fuerzas, mientras se orinaba en los pantalones al tener que hacer frente al verdadero cáncer que corroía la ciudad. Era una lástima que el viejo policía estuviese tan anclado al sistema creado por los corruptos, en caso contrario, estaba segura de que se habría unido a su cruzada.

 

Notas de juego

Bueno, Arca se va a largar, O´conner la aburre XD Además tiene más enemigos a los que matar e intimidar. Puedes lanzarla un ataque si quieres, ella no está preparada para ello, por lo que no habría iniciativa este asalto. Eso sí, ya puedes tumbarla a la primera, pq dudo que O´conner sea capaz de sobrevivir a un golpe de ella, después de todo. Sería difícil sobrevivir a las garras de un oso polar, al mordisco de un tigle o al veneno de una serpiente jeje

Un saludo!

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05/09/2016, 02:36
Mike O'Conner

La otrora encantadora y alegre muchacha ya no existía. Le hubiera encantado ignorar aquella verdad, pero no podía. Es que por más que uno intente tapar el sol con la mano, el sol seguiría allí y seguiría allí incluso si uno se negaba a verlo o reconocerlo... Y ahora todo aquello resultaba evidente para el viejo detective, le dolía reconocerlo ¡Le dolía mucho! Aisha se había convertido en un perro rabioso y aunque ella no pudiera, o no quisiera verlo, ya no podía seguir viviendo en sociedad. Era un paria. Ahora la muchacha era una criatura peligrosa que atacaría a cualquiera que se pusiera adelante. Lo peor resultaba el hecho de que hubiera probado sangre humana, pues ahora le había cogido el gusto y no se detendría hasta saciar su sed de venganza. No es que a Mike le gustase reconocerlo, pero había una cosa, y solamente una, que se podía hacer para tratar con tales animales —agregó mentalmente, aunque dejó aquella frase por la mitad, ya que, pese a que sabía perfectamente a lo que hacía referencia, su mente no se atrevió a darle forma.

Ya no cabía ninguna duda, la muchacha no iba a detenerse por nada, ni por nadie. Sólo traería un río de sangre, dolor y agonía.

Mike no pudo evitar maldecir al sistema que había dado lugar a circunstancias como aquellas. Pero uno no debe hacer las cosas bien sólo mientras la buena racha dure, o mientras sea conveniente. Debe hacerlo mientras siga intentando vivir en sociedad ¡Y al que no le guste que se vaya a vivir al medio del monte, lidiando con matorrales y bestias salvajes! Porque ni el sistema, ni el sufrimiento, ni todo lo que había padecido justificaba el asesinato premeditado y a sangre fría. Todo eso había sido el disparador de algo que por siempre debió estar latente en ella... Pero fue su ser conciente quien puso un marcha un plan que acabó con un sangriento asesinato. Había sido ella, también, quien había decidido convertirse en una vengativa justiciera. 

Puede que sólo ahora la verdadera Aisha haya emergido a la superficie. Y, como rezaba el viejo decir "No hay nada peor que un resentido al que se le da un látigo". Porque la verdadera prueba de carácter se daba al saborear el poder, al hacerlo propio y allí, sólo allí, se veía el verdadero yo.

Mike detestaba lo que estaba a punto de hacer, pues estaba a punto de convertirse en juez y verdugo. Pero alguien tenía que ponerle un freno... Alguien tenía que hacerlo, o aquello acabaría en una matanza de proporciones alarmantes.

Fue cuando la joven adopta la forma de una majestuosa ave, que Mike cogió la pistola, concentró toda su voluntad y la proyecto violentamente hacia Arca.

Notas de juego

Bueno, después de mucho pensarlo el deber como policía va por delante del bienestar de Mike. La verdad es que fue una decisión difícil, porque lo que haga ahora va a marcar todo lo que venga después... Pero bueno, un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer... Así que, tal como indica el post, Mike proyecta su voluntad sobre la mucha utilizando el poder aturdir. Si estás de acuerdo me gustaría activar la dota "Plan maestro".

Respecto a la ficha de Mike te comento que no he tenido tiempo de adaptarla ¿Te parece el usar la de SN?

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05/09/2016, 15:30
Director

Notas de juego

Muy buenas!

Te comento un par de cosillas. Plan maestro no lo puedes activar, necesitas algo de preparación para poder usarlo y estás actuando por instinto. Normalmente se tardan algunos minutos en trazar un plan y organizarlo todo bien. En segundo lugar, Aturdir es un poder con alcance de toque. Por lo que tendrías que ir hasta ella y tocarla para que pueda afectarla. Necesitarías una Tirada de Ataque, Dif 20 para impactarla. O´conner tiene un 4 en ataque, así que tendría que sacar 16 o más.

No sé si vas a querer seguir haciendo esto o no, pero por si acaso te lo comento ^^

Un saludo!

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05/09/2016, 19:15
Mike O'Conner

Notas de juego

En menudo lío me estoy metiendo, pero un hombre tiene que hacer lo que tiene que hacer. 

Mi idea es usar usar Control Mental para ordenarle que se detenga inmediatamente y luego vaciarle el cargador de mi arma reglamentaria. Me pregunto ¿Qué tantas chances tengo de liquidarla con una ráfaga de mi arma reglamentaria?

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05/09/2016, 22:48
Director

Dotado de unos inmensos poderes psionicos, O´conner bien podría doblegar la voluntad del presidente y convertirlo en un mero esclavo de sus deseos. Su poder era una abrumadora fuerza psionica que surgía de su ser como un imparable tsunami. Por desgracia, la voluntad de Arca se alzó como una inamovible montaña que impasible, detuvo su embestida haciendo gala de una fuerza mental apabullante. Era como si la fe en sus propias creencias la alimentasen e impidiesen que nada ni nadie se cruzase en su camino. 

Tal vez su camino fuese el equivocado, pero estaba claro que creía firmemente en su cruzada y que eso la dotaba de un poder asombroso. Una cruzada que debía de continuar, por lo que extendiendo las alas, se alejó sobrevolando a los manifestantes que aún permanecían allí fuera.

Aún podía tratar de recuperar su arma y abrir fuego, pero disparar a un águila no estaría bien visto. Por otro lado, si el cuerpo de la muchacha caía y adoptaba de nuevo su forma humana, tendría que responder a preguntas cuyas respuestas bien podrían causarle mayores problemas.

¿Quién era él? En otro tiempo lo habría sabido responder sin dudar. Pero ahora había estado apunto de matar a sangre fría a una mujer. Sin duda era una criminal, había asesinado a sangre fría. Pero ella no era la única que había cometido un crimen así. Un día antes, había estado ante Carlo el Animal, una bestia que disfrutaba dando palizas y que se encargaba de hacer desaparecer a los enemigos de la mafia. ¿Por qué no había actuado en su contra, cuando sabía que sus víctimas eran en su gran mayoría, personas inocentes? ¿Por qué sentía tanto desprecio hacia Arca, cuando ella lo único que deseaba era matar a los malos?

Con aquellas preguntas en mente, muchas nuevas se forman para O´conner. ¿Realmente había sido Arca quién había logrado superar su control mental o en el fondo, fue el propio O´conner quién se autosaboteó al no estar seguro de desear cruzar la línea que les separaba y convertirse en un criminal? De haberla matado, tendría que haber dado muchísimas explicaciones. La mujer estaba desarmada y las pruebas que tenían contra ella, tan solo la situaban en la escena del crimen. Pero no tenían el arma del crimen...ni la tendrían jamás. Por lo que bien podría haber perdido la placa para siempre...y entonces ¿Qué?

¿Qué pensaría Irene de haberlo visto actuar así? ¿Tendría razón Arca y lo que temía O´conner era que la mafia desapareciese? Si la fuente de su odio era destruida...¿Qué quedaría de él? ¿Era por eso por lo que sentía tanto desprecio en Arca o tal vez, era debido a que en cierto modo, él iba a actuar tal y como ella había hecho?

Fuese como fuese, un amargo sabor a bilis recorre el cuerpo de O´conner al contemplar al águila alejarse para seguramente, perderse en poco tiempo en el ajetreo de la ciudad.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Muy Buenas!

Debo reconocer que para nada esperaba que Arca superase la tirada de voluntad. De hecho, ya la veía como un posible cadáver jeje. Pero parece que la suerte le ha sonreído y ha logrado superar la resistencia de voluntad de sobra.

Tendrías otro asalto para actuar si quieres, aunque una vez pasado, dejarás de verla y perderás cualquier oportunidad de cazarla. Al menos de momento.

Un saludo!

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07/09/2016, 04:50
Mike O'Conner

Mike se quedó parado mientras miraba aquella águila alejarse, volando majestuosamente por sobre la ajetreada realidad. Ella había salido completamente indemne ante la violenta embestida de poder psíquico y lo había hecho sin siquiera inmutarse. Todavía había tiempo para una segunda embestida, hasta tal vez tuviera éxito, pero ¿Luego qué?

—No —se dijo cansado—. Nada bueno saldría de aquello, sólo miseria y más dolor.

De alguna extraña manera se alegró de que Arca se escapara. Se alegró, también, de no haberla tenido que enfrentar en una mezquina refriega que acabaría con uno de los dos muertos. Porque no creía que ella fuera a rendirse sin más y él no hubiera cesado su accionar. Pese a que él mismo no hubiese obrado así, entendía el accionar de Aisha. No lo compartía, pero lo entendía.

Tal vez había sido Irene quién lo había compelido a fallar aquella embestida, o tal vez el mismo se había autoboicoteado. Pero estaba seguro que el caso de Aisha, ahora devenida en Arca, no sería el último caso con el que tendría que enfrentarse. Pues aunque muchos aún no lo viesen, tanto el sistema policial, como el correccional, no estaban preparados para lidiar con personas con capacidades o poderes más allá de lo normal. Arca era un claro ejemplo de esto, así que ¿De qué valía atraparla en una prisión si ella era capaz de convertirse en un pequeño ratón, o tal vez una cucaracha y escaparse de allí? ¿De qué servía esposarla si era capaz de librarse de las ataduras como por arte de magia? Era una situación excepcional y, como tal, requería de medidas excepcionales. La pregunta del millón era ¿Cuáles serían dichas medidas? ¿Y quién sería el juez capaz de impartirlas? Porque el que hubiera personas que estuvieran por encima del sistema era muy peligroso.

La pregunta que surgía a continuación era simple ¿Qué haría con ella? ¿Qué haría con Arca? ¿Se limitaría a presentar un informe que la sindicase como asesina de Carlo Ranieri, para que luego la justicia no hiciera nada, o tomaría el toro por las astas? ¡¿Qué, qué haría?! ¿Qué pasaba si Aisha tuviese razón? ¿Qué si se requería algo de acción ciudadana? Pero, aunque estuviese en lo cierto ¿Cuál sería el límite? ¿El límite sería ingresar en un edificio corporativo, hacer un poco de lío y hacer que unos cuantos ejecutivos se cagasen en los malditos pantalones? ¿O tal vez el límite sería hacer justicia por mano propia, decidiendo quién merecía seguir viviendo y quién no? Hasta hace sólo un momento él estaba muy seguro de qué era lo que tenía que hacer... Pero ahora ya no estaba tan seguro.

En ese punto, Mike, miró por la ventana y vio que Arca ya había desaparecido en el inmenso cielo. Ahora estaba fuera de su alcance, se había ido y, en su fuero más íntimo, esperaba nunca más tener que cruzarla.

-=-

Entonces, tras la huída de Arca, Mike, se volvió con su compañero, lo levantó y salió de ahí con él. Ya afuera buscó una ambulancia e hizo atendieran a su compañero.

Ya habría tiempo para realizar el informe, adjuntar toda la evidencia y pedir la orden de arresto para la muchacha. Con lo que tenían en su contra, el juez no tardaría en hacer lo suyo.

Notas de juego

Bueno, la cuestión es que el viejo Mike no resolvió el problema, sino que lo pateó para adelante. Sea como sea, la escena con Aisha lo ha dejado completamente fuera de centro... Lo hizo enfrentarse a sus propios demonios.