- No es ser inconformista, y lo sabes. por ahora lo voy a dejar, cuando llegue la primera sesión, y nos haya dado tiempo a hablar sobre este tema, ya veremos lo que ocurre. Pero una cosa tengo clara, no voy a permitir esa intromisión. - Pienso mientras continuo andando al tiempo que Tai Shi Zi.
Iriel... Y, ehm... Elcadia ¿Puede ser? Sí. - Continuó. - A vosotros os daremos unos cacharritos. Los llamamos proyectores holográficos. Son cómodos de llevar, son una simple pulsera. Proyectará una imagen alrededor de vuestro cuerpo y esconderá otras partes del mismo y os hará tener una apariencia norm... De Haze. - Se apresuró a corregir. Gesto que a Covel le irritó sobremanera.
No es por mi, entendedlo. Si por mi fuera, iríais así por todos lados, pero para evitar, mmmh... Conflictos potenciales contra quizás algún que otro cadete descerebrado, mejor que llevéis una apariencia más Haze cuando paseéis por ciertas zonas. A ti no hace falta, puedes pasar por Haze. - Le dice a Covel.
Y bueno... poco más hay que decir. ¡Ah, bueno...! No creo que llegue a darse el caso, pero hemos contratado vuestros servicios no sólo para las sesiones de visión. Si os necesitáramos para cualquier otra actividad para la que estuvierais aptos, os cogeríamos.
Pero ya os digo, que no creo. Jeje.
¿Preguntas?
Mantengo la expresión seria - esto es humillante - pienso con tono cortante un poco hacia Covel como reproche - perfecto, no solo no podemos hacer nuestras sesiones en paz, sino que tampoco podemos mostrarnos como somos, pero supongo que en esto tampoco cabe respuesta en contrario o seremos tachados de inconformistas. ¿Habrá algo de lo que podamos quejarnos? ¿O siempre vamos a tener que agachar la cabeza ante estos que nos repudiaron? Lo único que veo es que nos necesitan, de lo contrario no habrían solicitado nuestros servicios, eso nos da ventaja que creo deberíamos de aprovechar, en vez de callarnos. - y Tai Shi Zi pregunta si tenemos preguntas - más que preguntas, son aclaraciones las que me encantaría hacer - pienso al tiempo que niego levemente con la cabeza - no, está todo claro - ¿no? -
¡¿Y qué esperabas de Hazes, Iriel?! - Reprochó Covel con tono irritado. - Ya ves cómo son. Incluso aunque seamos sus aliados. He oído que al menos Ancestra aceptan nuestro físico tal y como sea...
Tampoco, ninguna objeción. - Dijo.
Estarlo claro, lo está.
No, ninguna. - Declaró también Elcadia.
Ahora sólo me faltaría ver los aposentos... Y a mi compañera...
¡Perfecto! - Dijo con entusiasmo. - Pues ahora acompañadme, por favor. Os mostraré vuestras habitaciones.
Tai Shi Zi os explica cosas referentes a Crepúsculo: Historia, jerarquía interna... Que te pondré en el Trasfondo, ok?
Emprendo la marcha junto con Tai Shi Zi rumbo a las habitaciones - ¿disponemos ahora de algo de tiempo para descansar? Tanta información hay que asimilarla - digo sonriendo lo más afablemente posible deseando mentalmente poder quedarme a solas con mis compañeros.
Ok, cuando lo pongas lo leo : D
¡Claro! Tranquilos, hoy seguramente no os llamemos. Ah, esa es otra, podremos requeriros en cualquier momento ¿de acuerdo? Así que intentad estar siempre preparados. Vuestro trabajo es muy importante, jeje. - Dijo.
Ahora, cuando os lleve a vuestras habitaciones, podréis descansar. Y si queréis familiarozaros con los lugares, la compañera lazarillo de Elcadia os puede hacer de guía.
Acabáis llegando a los aposentos. En uno de los blancos pasillos pequeños pero altos, las puertas eran de bastante altura.
Entonces, Tai Shi Zi os entrega a cada uno una especie de tarjeta.
Tomad. - Dice. - Estas son las llaves de vuestras habitaciones. Cuando queráis entrar, no tenéis más que pasarla por aquí, así. - Explica, mientras coge una de las tarjetas y la pasa por una especie de caja de plástico extraña, las cuales hay una colocada junto a cada puerta. Un pequeño destello verde en un diodo de la cajita de plástico hizo que la puerta se abriera corredera de derecha a izquierda, dejando ver uno de vuestros aposentos, a primera vista bastante amplio. - ¿Veis? Fácil, ¿Verdad?
Señor Tai Shi Zi. - Se escuchó la joven voz de una chica bastante joven venir del pasillo.
La chica os miraba seria. Aunque era bastante pequeña, parecía portar un vestido con los motivos que habéis estado viendo en las ropas de la gente de por ahí. Color blanco predominante, con algunas zonas rojas y pequeños motivos en color dorado. Aunque lo que llamaba la atención, era su pelo, pues no era de un color, sino de varios. Sus raíces eran pelirrojas, uanuqe luego tornaban rubias, para pasar a verdes, y luego a azules terminando en violetas. Era prácticamente un pelo arcoiris. Por un instante, os sentisteis reconfortados de ver a alguien con aquella peculiaridad física, típica de un Parthsan de aspecto bastante humano.
Aunque, quizás era una Haze más. Parecía trabajar ahí por los colores de su vestido. A saber...
Señor... Ellos son...
Aaaaaah, Milla. ¡Llegas justo a tiempo! - Exclamó Tai Shi Zi, aunque sus siguientes palabras aplastaron los tímidos murmullos de la niña que parecía decir:
Milla: Pero si llevo una hora esperando...
¡Mira, te presento a la Triada de la Visión! Acaban de venir de la tribu de Lady Orgullo. Y mira, esta el Elcadia. Elcadia, te presento a Milla. Milla, esta es Elcadia. Confío en que os llevaréis especialmente bien. A Milla le encantáis los Parthsans.
Mucho gusto en conocerte, Elcadia. - Dijo la chica, con una reverencia educada, aunque con una media sonrisa medio lograda. - Seré tu ojos durante tu estancia en la sede. Si necesitas algo, no dudes en acudir a mi.
Ah, mucho gusto. - Le respondió con una sonrisa. - Tranquila, te lo agradezco.
Hago un leve gesto de saludo con la cabeza - Yo soy Iriel y él es Covel - digo al tiempo que hago el amago de señalarlo con el dorso de la mano.
Bueeeeeeno, pues aquí concluye la visita. - Declaró Tai Shi Zi con una ligera palmada, mientras os dedicaba una mirada de expresión afable a todos. Incluída a la pequeña Milla.
¡Ah! Casi se me olvida dároslos. ¡Qué tontería! Jeje. - Dijo a la vez que rebuscó de nuevo entre sus ropas, para extraer de ellas dos pequeños aparatos en forma de pulsera o brazalete. - Estos son vuestros proyectores holográficos. - Dijo ofreciéndooslos a Elcadia y a ti. - Lo único que debéis saber es que esta pequeña palanquita sirve para conectarlo. Proyectará una imagen holográfica alrededor de vosotros, algo más de Haze. Pero... - Tituveó al echarles un vistazo a tus aparatosos ojos. - ...Tendrás que tener cuidado con ellos. Puedes plegarlos, ¿Verdad? Te vendría bien mantenerlos cerca de tu cuerpo mientras estás con el proyector, jeje.
Bueeeno chicos, pues os dejo. Pasad una confortable estancia en la sede de nuestra humilde organización. Recordad, os llamaremos cuando os necesitemos. Ante la duda, tenéis a Milla, y si no puede respodneros, ella sabrá dónde encontrarme.
¿Alguna última pregunta?
Ninguna. - Declaró Covel, secundado a la vez por una Elcadia que no apartaba sus manos de la pulsera.
Cuando se queja de mis ojos alego - Nunca he tenido la necesidad de hacer eso, haré lo que pueda - y recojo la pulsera para ponermela. Cuando Tai Shi Zi se despide lo hago yo también - Esperamos pasar una buena estancia y no, no hay preguntas. Gracias por la atención - Como si no pudiéramos saber donde te encuentras en cada momento - y me quedo mirando a la pulsera, a Milla, a mis compañeros, al propio Tai Shi Zi y alrededor.