Partida Rol por web

El demonio grita con un sonido agudo de lo más irritante mientras le ensartas tu katana en su delgado pecho, soltándote la pierna y tirándose al suelo perdiendo sangre a borbotones, cada vez más inmóvil.

Entonces, oyes la voz de Shopía detrás tuya, alzada y firme.
¡Tápate los ojos!

(Varios insultos que no vale la pena escribir... muy feos)

Me tapo los ojos mientras en mis pensamientos, mi madre pasa. Le rezo a ella que todo este bien...

Oyes la voz elegante de Sophía gritar:
¡LUZ! - En ese momento notas que realmente ha habido un gran destello en la zona. - Ya, puedes abrirlos.
Cuando abres los ojos ves a los demonios aturdidos y algo desorientados. Uno está tumbado frotándose los ojos con sus zarpas, mientras que el que está frente a ti se sacude la cabeza y mira hacia ti con los ojos entrecerrados casi por completo. - Con ese destello serán menos peligrosos.

Eldemonio que está frente a tu con los ojos llorosos y entrecerrados alza su zarpa para propinarte un zarpazo.
Pero su visión está tan dañada por el fogonazo de luz que no te alcanza ni de lejos.

Ataco con toda mi furia.
Pidiendole poder a mi madre grito en su honor.

Por el poder de Uriel!

Balanceo mi katana sin elegancia alguna.

Tu katana raja el pecho delgado del demonio cegado, haciendo que grite con ese sonido irritante y chirriante hasta caer al suelo y quedar inmóvil e innerte tras unos cuantos balanceos y gruñidos. Frente a ti se hayan ya los dos cuerpos de los demonios en un charco de su propia sangre.

Por su lado, Sophía hace frente aún a los otros dos.
Golpea a uno de ellos con el bastón que porta, un golpe vertical descendente que hunde la cabeza de uno de los demonios en el suelo. Quedándo éste inmóvil tras el tremendo impácto.

Ataco al Demonio con un corte directo de mi katana hacia su cuerpo, tratando de mantener más proligidad que en el anterior embiste.
La sangre de los perros demonios me llena de furia, pues es el veneno que los corrompe.

Es tu fin...

Al ver que mi golpe yerra, no tengo excusa, y vuelvo a ponerme en pose de ataque.

Tu mandoble acierta en el delgado cuerpo del demonio.
Le haces un gran tajo por el cual sale sangre a borbotones. El demonio, agonizando en el charco de su propia sangre, se tira al suelo a gemir irritantemente por el dolor.

Mientras tanto, Sophía aprovecha ese momento para humdir su bastón en su cabeza y darle el golpe de gracia que necesitaba para acabar de morirse.

Los cuatro demonios yacen muertos en el suelo. Todo está silencioso, el combate ha sido rápido pero agetreado, mas no parece haber más peligro.

Sophía vuelve su mirada tranquila, serena y penetrante hacia ti, y te dedica una cálida y amigable sonrisa.
Bien hecho. - Dice amable. - La cosa está cada vez peor. - Suspira. - No importa cuántos mates, al final acaban viniesndo más... - Añade mientras mira los cadáveres de los demonios con desprecio.

Mientras reviso los cadáveres en busca de alguna pista, me dirijo a Sophía.

Hermana, cual es tu motivo de viaje? Estos demonios no aparecen por que sí, algo los ha a atraído hacia nosotros...

Sophía emite un profundo suspiro.
No sabes cuánta razón tienes Ewan. - Silencia un momento. - Formo parte de una agencia de cazademonios recien instalada en Rhapsie, yo y 2 compañeros más. Sabíamos de que las crecientes actividades demoníacas atraerían a guerreros como tú, así que decidimos salir por separado a buscaros y pediros que colaboréis con nosotros.
No hemos podido averiguar mucho al respecto, pero todo esto es obra de alguien que actúa en la sombra. Pero me temo que nosotros 3 no somos suficientes para arreglar esto. Por favor, te rogaría ayudarnos y colaborar a expulsar el mal que azota Rhapsie en estos momentos. - Te anuncia, suplicante, pero con porte firme.

No necesito que nadie me suplique para matar demonios...

Sophía, trabajo solo, pero quisiera que me explicarais cuales son las actividades demoníacas en Rhapsie. Te acompañaré mientras hayan demonios que destruir...

Sophía te sonríe apacible y encantadoramente, lo que no puede evitar hacer que te sientas mejor de lo que estabas, tan sólo con su sonrisa.
Me alegro de oír eso Ewan. - Te agradece. - En tal caso será mejor esperar un momento. Creo que vendrán enseguda... - Dice mientrs mira al lado del camino por el que venías.

Miro hacia donde Sophía esta mirando, suplicando internamente que mi ojo de Aggamotto, me avise de cualquier peligro...