3...2...1...0 Comienza el
Uno o varios de vosotros vive esta situación.
Es madrugada del viernes (del jueves al viernes), estáis en un afterhours apurando las últimas horas antes del amanecer. Varias de las mesas próximas están ocupadas por los los últimos resistentes de una fiesta universitaria de final de exámenes. Desde hace un mes venís hablando de si no sería lo más sensato abandonar la ciudad al menos durante un tiempo. Con todos los antiguos desaparecidos el ambiente se está volviendo muy enrarecido. Propicio a vendetas personales y a luchas por el poder. Y eso dentro de la Camarilla que está compuesta por vampiros "civilizados". No sabéis lo que pueden estar pensando las bandas del Sabbat ni como de ciertos son los rumores de la ¿Segunda Inquisición?
La situación no es del todo negativa, y es que para vosotros también es una buena oportunidad para mejorar vuestra posición. Esa promesa de mejora hace que la discusión haya llegado a un punto muerto, como siempre y entonces es cuando entra Alicia un tanto apurada y como si supiese de qué estáis hablando dice:
El festival de fantasía y ciencia ficción se traslada a Encrucijada Vieja por problemas logísticos y técnicos de última hora en la sede original, (ciudad que dista 100 km de Encrucijada Vieja), imposibles de solventar- os muestra la noticia de rabiosa actualidad en la pantalla de su móvil.- a pesar de lo precipitado de la situación, el alcalde de Encrucijada la Vieja ha manifestado su voluntad de aprovechar esta oportunidad de traerse el festival. Pondrán trenes gratuitos lanzadera para que ningún fan ni friki se pierda el evento -Tenemos que largarnos ya. Si esto ha sido un problema técnico fortuito, entonces yo soy monja. Mañana por la noche la ciudad estará tomada por gente disfrazada uniéndose a todos los universitarios que celebran el final de exámenes. Esto estará lleno de Capitanas Marvel, Aryas Starks, Lukes Skywalkers y con el 20 aniversario de Matrix tendremos ración doble de Neos y Mrs Smith. Si alguien quiere liarla, desde la noche del sábado hasta la del lunes, tiene 3 noches idóneas. Es demasiado tarde como para iniciar un viaje esta noche, pero en cuanto se vuelva a poner el Sol, esta que veis aquí se borrará de la ciudad y si sois listos, vosotros haréis lo mismo.
Alicia tiene razón, es demasiado tarde para largarse esta noche. No lo es para hacer una llamada y dejar las cosas preparadas- Sí, normalmente sería arriesgado usar un móvil si de verdad existe esa tal Segunda Inquisición jugando a ser una combinación de Gran Hermano y Van Helsing, pero en las próximas noches, con la ciudad tomada por una horda de frikis, poner un neón anunciando la localización del Elíseo no destacaría sobre el resto.
Mientras vuelves a tu refugio, por tu cabeza cruzan ideas sobre las posibilidades que se abren, los asuntos pendientes y las opciones de huida.
¿A quién va dirigida esa llamada?¿Qué le pides/dices?
Al menos uno de los personajes está vive esa situación. Hay otros o incluso todos, que podéis estar también. Tal vez os habéis reunido por alguna razón.
Quienes no estéis en esta escena ¿qué estáis haciendo? De algún modo os enteráis también de la movida a última hora de la noche y optáis por hacer una llamada.
Una opción es que alguno de los pjs llame a otro para cobrarse una deuda.
Algunos optaréis por largaros pero tras pensarlo decidís que antes tenéis que resolver un asunto pendiente. ¿Qué asunto es ese?
Otros podéis decidir que no queréis perder lo que habéis construido en Encrucijada Vieja y que os quedaréis a prestar apoyo a la Camarilla si surgen problemas. ¿Qué es eso tan importante por lo que habéis decidido quedaros?
A lo mejor es vuestra oportunidad para dar un golpe de mano y escalar en la jerarquía... como diría Meñique, el Caos es una Escalera ¿Cuál es ese peldaño que queréis subir?
A alguno puede que ni le venga ni le vaya, pero recibe una llamada de un pj o un pnj que le pide ayuda (y así saldar una deuda)
Devin regresó a su cueva con gran decepción. Había estado de caza durante toda la noche en los pueblos abandonados de la cordillera de los Picos Desolados. Ni una rata hippie quedaba ya.
Aquellos sucios y peludos humanos, cuya sangre estaba contaminada por estupefacientes la mayor parte del tiempo, eran su fuente de alimentación principal. Estaba hastiado de alimentarse de aquellas alimañas humanas, pero desde hacía bastante era lo único que podía comer sin tener que recurrir a alimentarse de animales.
Pero ya no quedaban. Devin no era estúpido. No cazaba cada noche en el mismo enclave. Sabía que si corría la voz, tarde o temprano aquellos despojos sociales abandonarían las montañas. Por eso picaba un poco aquí y un poco allá, pero al parecer su método había fallado.
Se habían ido. No quedaba uno solo de aquellos parásitos sociales. Habían recogido sus enseres y se habían largado. Al menos eso había sido así en los últimos cuatro poblados que Devin había visitado y en ese momento sólo tenía tiempo para regresar a su guarida.
- ¡Qué fastidio! - Gruñó el gangrel. - No lo entiendo... Llevaba años así... ¿Por qué se habrán marchado tan de golpe? - Se preguntó a si mismo en voz alta.
Devin golpeó contra la pared con su puño cerrado. Estaba rabioso. Podía alimentarse de animales, pero no le saciaba. Llevaba ya algunas noches así y no sabía cuánto más podría aguantarlo. Odiaba la ciudad. No quería ir a Encrucijada Vieja. ¿Pero que otra opción le quedaba? ¿Circe? No quería otra deuda con ella. Al anochecer de un nuevo día decidiría su futuro más próximo...
Circe estaba volviendo a su refugio junto a una jovencita de pelo rubio. La verdad que aúnque sus cuerpos estaban bastantes animados durante la presurosa vuelta al hogar la mente de Circe estaba en otro lugar. Estaba pensando en toda la mierda que le iba a caer encima.
¿Que hacía? ¿Huía de allí para buscar campos más verdes? ¿Se quedaba allí y aprovechaba para mejorar su situación? No es que tuviera una mala posición pero siempre se podía mejorar. Sin embargo quedarse allí suponía aguantar un chaparrón lleno de mierda. Pero tras el chaparrón vendría los premios. Como un campo apunto de ser sembrado.
Sonrió internamente mientras entraba en el refugio y empezaba a guiar a su acompañante a la cama. Que le dieran a todos. Ella no había caído. Y no pensaba caer como su vieja amiga. Así pues mientras se desnudaba dejó el teléfono a mano. Seguro que no tardaría en sonar. Al fin y al cabo gran parte de las conexiones pasaban por ella. Y tarde o temprano aquello volvería. Alguien pidiendo un favor, alguien reclamando un favor o alguien intentando joderla.
Por el momento disfrutaría del éxtasis que le provocaría aquella humana. Del éxtasis y del alimento. Sin duda le daría el mayor placer que podría llegar nunca a desear.
Devin
Camino de tu cueva te parece ver luces en la distancia en dirección a la gasolinera abandonada de la Nacional III. La gasolinera del viejo Joe está apartada de la autovía y es necesario desviarse un kilómetro para llegar hasta ella, aunque la verdadera razón de su abandono fue que el pequeño negocio fue estrangulado por la competencia sin rival de las multinacionales. Así que allí ha quedado oculta, inadvertida, condenada a caerse a trozos. Conectada por la autovía por una vía de servicio sin señalizar, sin reparar desde hace años y que nadie toma. El único que la visita de vez en cuando eres tú ya que has preparado en ella un refugio de emergencia. Esta noche sin embargo estás seguro de que hay alguien allí y tu hambrienta bestia interior no va a dejar de pasar la ocasión de que el/los incautos se conviertan en tu comida. No tendrás tiempo de volver a la cueva, pero tampoco necesitas hacerlo por tener allí el refugio.
Avanzas rápido en forma de lobo a través de la montaña boscosa. Los pinos llegan hasta la misma gasolinera y los bidones oxidados te ocultan hasta llegar al mismo edificio. Una amplia loma se interpone entre la gasolinera y la autovía que de despliega a un kilómetro de distancia. Desde allí llega el sonido de los coches y camiones más madrugadores, su flujo aún es intermitente, dentro de un par de horas los vehículos se convertirán en un continuo de dirigiéndose a Encrucijada Vieja o alejándose de ella.
En la gasolinera hay un nutrido grupo de personas junto a sus vehículos. Están haciendo planes y hablando de una de las pocas cosas que todavía pueden tocar a Devin, algo que le puede hacer movilizarse.
¿Qué es aquello de lo que hablan?¿Qué es aquello que más podría hacer temer/cabrear a Devin?
Esa era la razón... esa era la jodida razón de que la caza escasease tanto últimamente. No había logrado entender quien era el causante de todo aquello. Pero lo que sí había entendido que aquel grupo de matones a sueldo, aquel grupo de mercenarios sin escrúpulos, estaban allí para atemorizar a sus amados hippies, su fuente principal de alimento, y sacarlos de los pueblos de la cordillera. ¿Pero porqué?
Al parecer se estaban organizando para asaltar varias aldeas. Ríogrande y Ensenada. Eran dos aldeas algo lejanas. Si partían en ese preciso momento llegarían al amanecer. Portaban bates de beisbol, nudilleras, cadenas, cuchillos y alguna que otra escopeta y arma corta. Se movían en jeeps 4x4 del modelo wrangler; todos negros. Y ellos vestían chupas de cuero, pantalones vaqueros y gafas de sol aún siendo todavía de noche.
Y allí estaba Devin, agazapado y a la espera de movimientos. Tenía que actuar, tenía que hacer algo. Tenía que descubrir quienes eran y que cojones querían. La causa de que la cordillera se estuviera quedando sin presas eran esos payasos. Pagarían con sangre. Eso lo tenía muy, muy claro, pero debía hacerlo bien. No podía exponerse demasiado. Eran muchos y él solo uno. Cualquier mínimo detalle, cualquier cagada podía acabar con él en un abrir y cerrar de ojos. Así que esperó a que aquella reunión clandestina concluyera.
Entonces atacaría. Esperaría a que los últimos mercenarios subieran en su jeep y cuando el resto hubiera iniciado la marcha, entonces asaltaría el transporte. Sería sigiloso, rápido y despiadado y sólo dejaría a uno de esos bastardos con vida. Tenía mucho que sacarle. Mucha información que obtener de él. Quienes eran, quien mandaba sobre ellos y porqué le estaban jodiendo...
He dejado el coche aparcado en un garaje de alquiler a un par de manzanas de mi guarida, pero no lo necesito. Es una bonita noche, fría y clara, y me apetece ir andando.
Nadie me ve, por supuesto. Les hago retroceder, les mantengo alejados como en un cuento de hadas muy viejo. Les doy gato por liebre y camino calle abajo como en un mal sueño, y ellos se apartan de mi camino incluso cuando me están dando la espalda. Tropiezan los unos con los otros solo porque no quieren tocar lo que no pueden ver ni están dispuestos a admitir. A lo mejor me huelen. Estoy atento a las colisiones y echo la mano a unos cuantos bolsillos. Calderilla. Tarjetas de crédito de Sharif. Nunca nada interesante.
Estoy a punto de llegar a mi guarida cuando mis ojos se clavan en una cabina telefónica al otro lado de la calle. Tengo que llamar al "cocinero". Hace noches que no se de él y me tiene preocupado. Oderdan no suele comportarse así.
Levanto el teléfono y lanzo una moneda a través de la ranura. Se escucha el roce del metal cayendo que calla cuando llega al final. Marco los números del móvil del cocinero. Salta el buzón de voz. Lo vuelvo a intentar. Mismo resultado.
—¿Dónde cojones se mete? —me pregunto. Cuelgo el teléfono.
—Ni idea —me responde telepaticamente el reflejo de mi mismo en el cristal de la cabina. Un rostro fantasmagorico y deforme distorsionado por luces pálidas del alumbrado público. Un espectro de ojos deformes lleno de las cicatrices y pústulas de una película de terror de serie B. Me encojo de hombros y el reflejo me imita.
Me lo pienso un rato y vuelvo a descolgar. Esta vez marco otro número. El número del "pinche" del "cocinero". Su hombre de confianza. Esta vez hay más suerte y alguien contesta.
—Oderdan ha desaparecido. ¡No se dónde cojones se ha metido! —a través del auricular del movil la voz del tipo es un sonido estrepitoso y árido que se atropella por salir en estampida.
—No se eso si tiene que ver con ese rollo del festival, pero esto es una mieeeeerda —dice alargando la palabra en el tiempo y espacio recreándose estúpidamente—. Te has enterado de eso del festival de fantasía y ciencia ficción, ¿verdad?.
—Claro que si —pienso. Vaya capullo.
Cuelgo el teléfono. No pierdo el tiempo con ese idiota. Si Oderdan se ha largado ya de Encrucijada Vieja es un tipo listo, aún más de lo que ya pensaba, pero hacerlo así, sin avisar, no es propio de el. Pero si, quizá sea hora de cambiar de aires. Mover el negocio a otra parte. Nuevos territorios para explotar y vender nuestra mierda, pero para hacerlo primero tengo que encontrar a ese cocinero cabrón...
Circe:
La resonancia de aquella joven era inusualmente intensa y sensual. Tus sentidos se emborracharon del erotismo con que se entregaba y cuando llegó el momento su vitae recorrió tu cuerpo como un relámpago de placer. Durante un tiempo vagas en un limbo de satisfacción en el que nada malo puede ocurrir.
Entonces suena el teléfono.
Hola querida.- Es Johan Brost - ¿Tienes un momento para un viejo amigo? - Te da un segundo para que proceses la información antes de continuar - Pues claro que lo tienes. Esto te interesa. - Su voz suena alegre y juvenil - Te has enterado de la gran noticia, mañana Encrucijada Vieja se llenará de jóvenes y no tan jóvenes durante dos noches. Y resulta que tengo un buen amigo al que le interesan un tipo de jóvenes en especial y tu les traerás hasta mí. ¿Qué me dices?¿Harás esto por un viejo amigo? Te veo al caer la noche en mi oficina del Daw Jones para completar la información.
Devin:
Parece que quieres lanzar un ataque. Tira 2d6+Sangre
Motivo: Sangre
Tirada: 2d6
Resultado: 3(+1)=4
Mierda de ataque XD. Empezamos bien...
Llevaba un par de horas en el local hablando con unos y con otros, lo que solía hacer cada noche por diversos lugares de la ciudad para mantenerme al día y mover parte de mi “producto”, esas piezas robadas no se colocan solas. Ya casi me largaba cuando Alicia apareció por allí. Boom. Sálvese quien pueda. ¿No?
Asentí a sus palabras y la calmé un poco.
- Tenemos margen para largarnos, tranquila. Gracias por el aviso. – le dije antes de despedirme y largarme del local. Tenía cosas que preparar antes de largarme.
.
A una distancia prudencial de allí, en un callejón vacío y con la espalda pegada a la pared vigilaba mientras oía el tono del móvil llamando a Devin.
Uno… dos… tres… cuatro… joder, ese maldito peludo siempre tardaba una vida en coger el puto móvil… cinco… seis… siete… ositas al fin!
- Va a haber fiesta, chico. – le espeté sin más antes de ponerle al día de lo que me había contado Alicia
>> Es el momento de aprovecharlo… Tenemos que vernos sin perder tiempo. Prepara tus cosas que voy a recogerte.
No sé porque no se publicó este al mediodía :/
Devin, si quieres que lo cambie y que no me lo cojas, dimelo y sin problema, o podría suceder después de tu ataque al tipo.
Circe escuchó el teléfono aún medio extasiada. Y muy a su pesar todo su subidón fue desapareciendo mientras las palabras iban siendo pronunciadas. La verdad es que esperaba alguien pidiéndole algo no alguien reclamándole algo.
Se giró un momento y vio como la rubio estaba totalmente dormida. Seguramente dormiría como un bebé durante muchas horas. Eso le daba bastante margen, además de que podía hablar con completa claridad.
-Vendré. Sabes que siempre lo he hecho. Su voz parecía un siseo. Estaba bastante irritada y pese a su aparente frialdad este sentimiento se filtraba a través de sus palabras. -Solo espero que merezca la pena. Y sin decir ni adiós colgó el teléfono. La verdad es que siempre lo había hecho así por lo que ya no sorprendía a sus viejos conocidos.
Su ultima frase había sido para mostrar una posición de poder. Un farol. Los dos sabían que no se podía negar. En aquella ciudad una deuda valía más que el oro y en ese momento la tenían cogida por el cuello como a una perra callejera.
Dejó ir un suspiro y encendió un cigarrillo. Dejó que se consumiera lentamente entre sus dedos. La verdad es que aunque era poco aquella pequeña llama le producía repulsión. Le recordaba lo que era, donde estaba y que no podía bajar la guardia. También le recordaba a una vieja amiga, una vieja amiga por la que rezaba siempre que ocupaba sus pensamientos.
El problema es que el Sol empezaba a salir. Escribió una nota para su acompañante diciendo que ella estaría fuera, que cogiera lo que quisiera. Una vez hecho esto se metió a dormir en su pequeño compartimento secreto. Aquella noche iba a ser muy movida.
Era madrugada no? Toca dormir.
Devin
Al poco de llegar tú, han terminado de ultimar los detalles y los jeeps 4x4 negros salen ordenadamente hacia la nacional. El último sin embargo hace un giro y vuelve. El conductor utiliza la linterna del móvil para tratar de localizar algo en el suelo. - ¿Estás seguro que no te lo has metido en el bolsillo? - Se escucha desde el asiento del copiloto.
Lo último que ve el tipo es a tí, una masa de pelo y músculo, emergiendo de la noche… con un sonoro¡Crunch! cae al suelo inerte con el cuello roto.
A tu espalda escuchas la voz del copiloto iniciar una conversación por teléfono.
Copiloto -¡El lobo...
En la quietud de la noche consigues escuchar la respuesta distante.
Voz del otro lado - ¿Lo habéis visto?¿Dónde está?
Copiloto -¡Está aquí! - Su voz delata miedo, pero también disciplina. Te acercas por la puerta del conductor que ha quedado abierta para evitar que el copiloto tenga tiempo de bloquear la suya. Ves que está sacando una pistola de la guantera con una mano mientras con la otra mantiene el móvil pegado a su oreja.
Voz del otro lado - ¿Lo tenéis?
Copiloto – Joder. Él nos tiene a nos…
Apenas puede realizar un disparo antes de que le des muerte. Uno que bien centrado en el pecho que te deja sendos un fino agujero de entrada y un buen boquete de salida. Suerte no necesitar pulmones para respirar. No ha salido como esperabas, no tienes a nadie para interrogar, estás herido, estás hambriento y queda menos de una hora para el amanecer. En un instante los compañeros de los que has matado habrán vuelto; han venido a cazarte y no tienes donde esconderte. Usar el refugio de la gasolinera es un suicidio. Las llaves del coche están puestas y el motor encendido, se sientas en el asiento del conductor y pisas el acelerador en dirección a Encruzijada Vieja. ¿A dónde si no?
Aún no los ves por el retrovisor, pero estás seguro de qu ela caza ha empezado. Mientras piensas desesperadamente donde refugiarte esta noche, suena el teléfono. Es Jack:
- Va a haber fiesta, chico.
Jack y Devin:¿Qué hacéis?
Devin: 2 puntos de daño.
Circe:
En realidad no tienes deudas con Johan Brost. Puedes negarte si quieres a hacer lo que te pide, puedes escuchar la propuesta y luego negarte, puedes acceder para poder pedirle algo a cambio o puedes decidir que tenías una deuda con él. Si es el último caso cuéntanos porqué estás en deuda con Johan. En cualquier caso, el encuentro con Johan lo resuelvo mañana para que vayáis todos sincronizados.
Cucaracha:
Por lo que cuentas, lo adecuado para buscar a Oderdan sería una tirada de "Echarse a la calle", pero estamos jugando sin facciones. En la adaptación Urban Shadows World of Darkness eliminan las facciones sin decir qué hacer con los movimientos de facción. Una facción podría ser la Camarilla, otro los Anarquistas pero no encuentro otros 2 que me resulten satisfactorios. Estoy abierto a sugerencias. En cualquier caso, para buscar a Oderdan creo que tiene más sentido tirar 2d6+mente para saber a quién dirigirte en caso de que trates de encontrarlo recurriendo a alguien. O también podrías examinar su laboratorio a ver si encuentras una pista... u otra cosa que sugieras. Todo esto será la noche siguiente y es que, al igual que a Circe, lo resuelvo mañana para ir sincronizados con Jack y Devin.
Va a haber fiesta, chico.
- ¡Jack, Jack! - Le grita al teléfono tan fuerte que casi no haría falta utilizarlo.
Devin no acababa de acostumbrarse a "esas mierdas modernas", como él las solía llamar. Por supuesto no había escuchado nada de lo que Jack le había dicho. El frenesí de la carrera hacia un refugio, la amenaza del amanecer y sobre todo, la de los cazadores que sin duda llevaba a la espalda, era algo que a Devin le disgustaba sobremanera. Ni tan siquiera había tenido tiempo de alimentarse en condiciones.
- ¡Joder, Jack! - Volvió a exclamar. - ¡Vengo a la puta ciudad de mierda! - Alzó todavía más la voz. - ¡Tengo problemas tío, me siguen! ¡Vienen a por mi! - En ese momento llegó una curva de la carretera que Devin no advirtió hasta tenerla casi encima. Tuvo que coger el volante con ambas manos para impedir salirse de la calzada y el móvil acabó en el suelo, entre los sillones. - ¡Mierda, Jack, mierda! - Se escuchó muy bajito. - ¡Voy por la nacional III, espérame con un refugio a la puta entrada de...! - Y se cortó la llamada.
Tras pensarlo un poco vuelvo a descolgar el teléfono. Esta vez llamo al doctor Deal desde la cabina. Su apellido auténtico es Diehl y es un médico de verdad: un quiropráctico o un ortodoncista o de alguna otra de esas especialidades demenciales que no tenían antes, cuando yo todavía enfermaba. Es corrupto como un pecado, un barón inmobiliario de Encrucijada vieja y ¿qué es lo que os dice eso? Fue él quien me vendió mi maravilla de refugio, pero a buen precio. No había nadie más en el mercado que estuviera interesado en lo que para los mortales es un antro claustrofóbico.
El doctor Deal no sabe lo que soy; solo conoce un poco mis actividades. También conoce a Oderdan y tiene un buen puñado de contactos importantes por toda la ciudad.
—Dealie-o —digo—. Soy yo. ¿Qué pasa?
—Bien, bien. —responde. Parece que lo acabo de despertar— ¿Siempre vas a llamarme a estas horas?.
—Ya sabes, los negocios nunca duermen —y voy directamente al grano— Creo que Oderdan está metido en alguna mierda. Hace días que no se nada de él. No pinta bien. ¿Sabes algo?.
Motivo: ¿Dónde pollas está Oderdan?
Tirada: 2d6
Dificultad: 7+
Resultado: 11(+1)=12 (Exito)
Tiro con Mente como dices, a ver si se enciende la bombilla y doy con el hilo adecuado del que tirar...
Devin
Avanzaa directo hacia el casco urbano. Mantienes la velocidad por debajo de lo que considera el límite a partir del cual las patrullas de policía se lanzarán en tu persecución. Ya puedes ver los otros 4x4 a través del retrovisor en la distancia. Es una suerte que todavía quede media hora para que se forme el famoso atasco matinal de 15 kilómetros a la entrada de la nacional III. La ciudad crece ante tus ojos y cuando llegues a ella, llegarán los límites de velocidad y los semáforos en rojo.
Cucaracha
Al otro lado se escucha una voz femenina decir: ¿Quién es cariño?
Deal contesta: Son negocios Molly, tú sigue durmiendo. - Le oyes incorporarse y encender un cigarro al que da una larga calada.
- Me gustan los tipos que cuidan de sus socios, socio. No sé nada de Oderdan, pero en cuanto me tome un café haré unas llamadas a ver qué puedo averiguar y te dejo una nota de voz. ¿De acuerdo?
Jeje, Cucaracha: no enfermas desde antes de entrar en torpor. Pero por lo demás, aceptado Deal como médico de verdad, barón inmoviliario y corrupto como el pecado.
Jack: te toca
Circe estas en stand by hasta el siguiente anochecer.
—Hecho —digo antes de colgar el teléfono y encaminarme a mi refugio.
Jeje, Cucaracha, no enfermas desde antes de entrar en torpor.
A eso me refería, en aquella época no habían tantas especialidades médicas como ahora. La mayoría eran poco más que matasanos xD.
¡Puta mierda!
Me falta un tris para estrujar el puto móvil en mi mano. Me bajo de mi burra. No voy a usarla para lo que tengo en mente.
Sé a donde me dice Devin. Desde que empezamos a trabajar juntos nos preparamos un par de Refugios de emergencia por la ciudad y sé cuál dice cerca de la nacional III.
.
Sé en qué callejones de esta zona deja la gente coches y motos lejos de ojos indiscretos. Quizás vendría mejor un coche para estanparme… lo pienso mejor. Intentaré no estamparme y hacerles una 2.17.
Devin aún tiene un rato de conducir por esas carreteras de mierda que le gustan en su puta montaña de mierda. Me agencio una moto rápidamente. Con el casco habrá menos posibilidades de que reconozcan la cara.
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Arranco en dirección a la entrada de la Nacional III. Un lugar donde pueda ver la persecución o irla llegar con la antelación suficiente para arrancar con la moto y cruzarme entre el coche de Devin y sus perseguidores, mientras evito a esos putos coches y ellos tratan de evitarme a mí… Si sale bien saldré de allí sobre la moto y ellos se habrán estampado unos con otros o con las farolas… si no salve bien… el amanecer está demasiado cerca. Si no sale bien fácilmente seremos cenizas.
Puto mamón. Después de esta me va a deber una gorda y para suerte para él necesito que me la deba…
Motivo: Sangre pa to
Tirada: 2d6
Resultado: 6(+2)=8
8, se negocia! XD
Propongo que consigo que se estampen, pero a mi me dan y pierdo la moto, aunque no me llevo daño.
Jack (y Devin):
Cuando diseñaste el plan en tu cabeza, el rescate era limpio y sobre todo discreto; pero al ponerlo en práctica ha terminado a lo grande. Vueltas de campana, depósitos de combustible ardiendo, alguna pieza metálica volando por los aires.
Menos mal que tu traje antiabrasión era de la mejor calidad. Ahora está hecho una pena, igual que el casco.
El hecho de que la policía y los servicios de urgencia se dirigiesen en primer lugar al punto del accidente os da el tiempo suficiente a Devin y a tí para borraros de la escena y colaros en el refugio protegidos de los primeros rayos Sol por las sombras de los edificios.
Estuvo cerca. Hay algún video circulando por Whatsapp, pero la imagen es tan borrosa que podéis estar tranquilos.
Avanzo el reloj de violación de la mascarada a las 6. Todo lo demás aceptado.El hecho de que la policía se dirija en primer lugar al punto del accidente, os permite abandonar el 4x4 y deslizaros al interior del refugio. No os han reconocido, apenas hay algunos videos capturados por móvil que son tan borrosos que no se conoce la identidad de los implicados.
Sois libres de narrar y añadir cuanto queráis. En cualquier caso, esta noche o mañana continúo en una nueva escena y dejo esta abierta para lo que queramos añadir relacionado con esta primera noche.
Por fin llegaba a esa maldita ciudad. Para ese momento los jodidos cazadores ya debían estar pisándole los talones. Pero una vez en la urbe urbana sería más fácil despistarles. Sólo esperaba que Jack ya estuviera en las proximidades. Tenían un refugio cerca, pero para llegar hasta éste antes de que el sol saliera por el horizonte la necesitaba a él. De otra forma, sería demasiado arriesgado. Igual podría improvisar algo, pero no le gustaba improvisar.
Para cuando las luces de las farolas y los neones de los antros nocturnos se abrieron ante él, ya veía por el retrovisor a aquellos malditos hijos de puta. Tenía que despistarlos de alguna forma, tenía que darles esquinazo y acto seguido volver a la senda correcta donde debía encontrarse con su contacto. Si Jack le sacaba de esa, le iba a deber una y de las buenas. No le gustaba la idea, pero no tenía más remedio.
Devin trató de perderles en la primera calle en la que pudo girar. Aminoró un poco la marcha cuando vio el primero de los semáforos que colgaba en medio de la calzada. Cuando se puso en ambar anunciando el cambio a rojo aceleró a todo gas y giró en la primera calle a la izquierda. La idea era dar un rodeo a la manzana, dejar el coche oculto en algún sitio y seguir a pie regresando al camino marcado a la espera de Jack.
Podía salir bien... tenía que salir bien...
¿Qué tiro? ¿Tiro algo?