Ayer como hoy
Desde las acrópolis griegas hasta nuestros días las ciudades importantes han tenido un núcleo diferenciado. Como una ciudad dentro de la ciudad. Antiguamente era la zona fortificada levantada dentro de la ciudad proyectada como última defensa. En época medieval, la finalización de los grandes conflictos armados hizo que las ciudades crecieran más allá de sus murallas, y crecieron tanto que los edificios murallas a dentro quedaron destinados a actividades comerciales y residencias de las élites económicas.
Hoy en día nuevos edificios de acero y cristal emergen en el mismo centro de la ciudad. Su altura destaca por encima de los edificios del siglo XX apropiándose del perfil de la ciudad.
Encrucijada Vieja conserva su antigua muralla, monumental como la de Ávila, solo que ahora cubierta por mamparas transparentes ancladas en una estructura de titanio, como en una vitrina o un museo. En ambas caras de la muralla hay zonas peatonales. Dentro de la muralla los edificios modernos y torres de oficinas con cristales tintados han sustituido el casco antiguo. En el lado externo se sitúan la zona habitada por la gente corriente y se extiende hasta dar cabida a 2 millones de habitantes. Más allá los polígonos industriales y barrios marginales y a una veintena de kilómetros, en la sierra, antiguos pueblos un tiempo abandonados y ahora repoblados por okupas o indigentes.
Dentro es fuera y viceversa.
Antes de que la ubicuidad de las imágenes por satélite y la cartografía puerta a puerta, el corazón de la ciudad era la civilización, era un faro cuya luz hacía posible el imperio de la justicia. Los márgenes de la ciudad y la zona más allá de esta eran las sombras de esa luz. Pero en las noches modernas, los neones de los edificios a intramuros matan la luz que pudiera llegar de la luna, las estrellas y la acción de la justicia. Muros adentro han crecido otro tipo de estructuras, unas que se alzan como nunca hacia el cielo y profundizan como nunca bajo el suelo, unas que generan tanto ruido que se convierten en un reino con un nuevo tipo de oscuridad. La luz y taquígrafos residen ahora fuera y dentro está la jungla.
Gótico y punk
Encrucijada Vieja no es una capital pero sí una gran ciudad. Tiene dos millones de habitantes. Varias líneas modernas de metro transitadas a diario más algunos túneles de metro arcaicos del primer y fallido intento de instalar el metro en los años 60. Está lejos de la costa pero pasa un río moderadamente caudaloso. A 15 kilómetros hay una conjunto arqueológico al que se puede llegar en una línea de tren de cercanías que está soterrada hasta 5 kilómetros de llegar al conjunto.
Nota: La frase del cuadro es metafórica. Las estructuras son los edificios de oficinas modernos que aunque no llegan a ser rascacielos, sí son edificios altos propios de una gran urbe. Lo que profundiza hacia el suelo es la red de metro y alcantarillado. Y el ruido e iluminación es el propio de una noche de fiesta en el centro de una gran ciudad. Hay discotecas, sótanos, lugares donde no hay cámaras de seguridad y al móvil no le llegan ni la cobertura ni la señal del gps.
Muros adentro han crecido otro tipo de estructuras, unas que se alzan como nunca hacia el cielo y profundizan como nunca bajo el suelo, unas que generan tanto ruido que se convierten en un reino con un nuevo tipo de oscuridad.
La Cordillera de los Picos Desolados
La Cordillera de las Los Picos Desolados se sitúa a unos quince kilómetros de la ciudad de Encrucijada Vieja. Es un vasto conjunto montañoso que se alarga a más de 500 kilometros desde la costa, hasta las grandes llanuras del centro del país. Pese a su nombre son unas montañas verdes en las que abunda la vegetación, sobre todo de grandes coníferas que crecen fuertes creando sombra en las zonas más bajas de la cordillera. A partir de los mil quinientos metros la vegetación escasea y salvo matorral y arbusto, poco o nada es lo que allí crece; de ahí su nombre.
A lo largo de la sierra se extienden algunos pueblos abandonados, al igual que en el valle donde se asienta la gran ciudad, la mayoría de ellas a orillas del caudaloso río que cruza aquellas tierras. Éstas aldeas vivieron durante muchos años de la agricultura, la ganadería y en algún caso de la pesca de río e incluso de la caza, muchos años atrás. Sin embargo ahora, con el capitalismo abusivo, se han ido despoblando y los habitantes han ido abandonando estos pequeños y mágicos enclaves por encontrar una oportunidad de una vida mejor en las grandes ciudades.
Pico Yermo
Se trata de la más alta montaña de toda la sierra. Alcanza los 3.142 metros de altura y se sitúa más o menos en el centro de la cordillera. En dicha montaña existe todavía un enclave en el que vive bastante gente, la aldea llamada Nevada. Con la llegada de la era moderna y lo que los humanos denominan vacaciones, se acabó por construir una estación de esquí, que funciona más o menos de forma satisfactoria. Si bien es cierto que en los últimos años ha ido decayendo, pues se está quedando obsoleta.
La cantera
A tan solo siete kilómetros de la estación de Esquí de Nevada, se encuentra una antigua cantera de mármol que ha lacerado la montaña vaciándola y creando un paisaje desolador en medio de la serranía. Se cuentan historias de terror respecto de ese lugar, pues en más de una ocasión han tenido lugar algunos crímenes horribles sin que nunca se llegara a encontrar al culpable.
La cantera posee un sistema de cuevas artificiales, que fue clausurado en los años 70, pues existía serio riesgo de derrumbe. Todavía se pueden leer los carteles de la época que prohibían el paso, a toda persona ajena. La cantera está vallada en toda su extensión, pero eso no impide que de tanto en cuanto, algunos grupos de jóvenes se salten las medidas de seguridad para acudir al lugar y realizar algún tipo de actividad sobrenatural, como la ouija o rituales satánicos.
Los pueblos okupas
La gran despoblación que afecta a las aldeas de la serranía, ya atrajo a deshechos sociales en los años 70, 80 y 90. Punks, hippies, drogadictos y todo tipo de grupos pertenecientes a movimientos movimientos sociales, se instalaron en aquellas aldeas. Hoy en día es más complicado ver okupas en muchos de aquellos lugares fantasma, pero todavía se cuentan por muchos los que deciden alejarse un tanto de la gran ciudad para vivir sin pagar un solo céntimo de alquiler y hacerlo además en comunión con la naturaleza.
Tres Salas de fiesta notables de Encrucijada Vieja
Daw Jones:
En el centro mismo de la ciudad, dentro del más selecto complejo de edificios de oficinas, se encuentra el Dow Jones, montado en un jardín interior entre los distintos edificios conectándolos. La planta baja es una amplia y lujosa sala de copas. Sobre parte del techo acristalado que deja ver la luna durante su apogeo, se encuentra una terraza igualmente lujosa.
Pero lo más característico de este local elitista son sus reservados. Desde los ascensores se puede acceder a zonas de los edificios de oficinas de la primera y segunda planta que pertenecen al dueño del Daw Jones. Distintos reservados para satisfacer los gustos más caros y exquisitos. ¿Cuántos de estos reservados hay? Solo el dueño lo sabe. ¿Qué deseos se han llegado a satisfacer?¿Qué objetos o voluntades se han llegado a comprar en ellos? Solo los involucrados lo saben.
No es un mero monumento al lujo y la exclusividad, es algo más, es un ascensor que lleva desde el suelo de lo prohibido y lo imposible hasta el reservado de todo lo aquello a lo que se puede poner un precio.
Transhuman
Diseñado y regentado por un artista futurista que proclama ser el primer Cainita con implantes cibernéticos. Es un maestro en varias disciplinas artísticas además de arquitecto. Excéntrico para unos, visionario para otros. Considera Transhuman una de sus obras de arte y la proyección de su psique a un tiempo.
En numerosos puntos del interior del local se proyectan hay sofisticados hologramas dignos del más atrevido cyberpunk, reservados de inmersión sensorial y el último grito en realidad aumentada.
La decoración y la distribución están siempre cambiando. A veces son cambios radicales y otras veces tan sutiles que detectarlos supone un reto para las mentes más despiertas; uno no entra dos veces en el mismo Transhuman, incluso si lo hace la misma noche. Un día uno encuentra una exposición de esculturas, otro día la proyección sobre cortinas de agua vamporizada de los datos en bruto de la imágen del agujero negro super masivo M87 además de las frecuentes performances y conciertos en vivo.
Puertas de Mordor (… al menos hasta ayer)
Situado a extramuros pero cerca de la muralla, congrega a los habitantes más reveldes o antisistema. Construido en el subsuelo y con frecuentes espectáculos que hacen uso de lúces y niebla artificial de grupos transgresores y vestuarios estridentes, los Nosferatu que acuden al local no tienen que hacer uso de ofuscación en las noches de “disfraces”.
Un grupo de Nosferatus, abrazando con ironía su fama de monstruos, han montado este garito que rivaliza con los otras grandes salas de fiesta, a modo de reflejo oscuro.
Aunque no se sabe a ciencia cierta, los demás clanes sospechan Puertas de Mordos son la entrada a un complejo subterráneo. ¿Qué tienen montado? ¿Un almacen de armas?¿Un laboratorio subterráneo?¿Un superordenador dedicado al hackeo? Frío, frío… es algo más importante. No puedo contar más si aspiro a que mi cabeza siga sobre mi cuello.
Y sin embargo, está de reformas, como lo oís. Sin previo aviso, ayer estaba cerrado y hoy albañiles y decoradores no han parado de de trabajar a destajo. No ha habido tiempo de enviar a alguien a investigar. ¿Qué estarán tramando?
Edito: La expectación era máxima ante Puertas de Mordor la noche de su reinauguración. Ha sido una reforma en un tiempo record y por una buena razón. Cuando han caído los lienzos que cubrían la fachada no quedaba nada de mundo medieval y en su lugar encontramos con una conexión de banda ancha al universo de Matrix como conmemoración a su 20 aniversario.
¿A quién conoce Circe de los que regentan las salas de noche?
Circe conoce a los propietarios de todos los garitos que valgan la pena. ¿Qué nos puede decir de alguno de estos lugares y quienes los regentan (en las sombras?
Circe:
Puertas de Mordor *dejo ir un suspiro por la nariz* No pisaría ese lugar ni que me pagaran. No puede haber un lugar con menos clase en toda la ciudad. Por mucho que ahora se haya cambiado el nombre allí solo van los que no pueden entrar en ningún otro sitio.
El Daw Jones, donde todo puede hacerse realidad. ¿Quien estaría tan jodidamente loco para montar algo así? Precisamente, un Malkavin. Johan Brost. Excentrico. Si. Rico. También. Sin embargo cualquier cosa que pueda llegar a producir tu mente seguramente él ya la había pensado eones antes.
El Cementerio Viejo
El cementerio viejo se extiende hacia el Este partiendo del río en la orilla más alejada del centro de la ciudad. Está situado en un promontorio cuyo subsuelo arcilloso evita que las aguas del río se contaminen. Aunque su superficie está en la vertical un centenar de metros más baja que la zona entre murallas, el promontorio donde comienza el cementerio está elevado respecto a los alrededores y ofrece una vista privilegiada del las torres de acero y vidrios tintados que se alzan en el corazón de la urbe. En el promontorio se encuentra el cementerio original que ha crecido hacia el este, alejándose del río y del centro conforme las nuevas generaciones daban paso a otras aún más nuevas hasta que el propio terreno del cementerio fue rodeado y engullido por el crecimiento urbanístico y ya solo acepta nuevos miembros en el caso de las familias pudientes propietarias de mausoleos.
En el promontorio se encuentran los mausoleos más destacados, esperando paciente a los ilustres ciudadanos que hoy dirigen la política de los vivos. Allí el cielo está despejado mientras que las zonas más bajas son invadidas en ocasiones como la de esta noche por una niebla baja originada en el río.