Circe: Sigues en tu conversación con Johan. A la hora que yo escribo no has posteado; si posteas durante lo que queda de hoy o mañana por la mañana, te contesto tan pronto lo lea para que no pierdas posts respecto a los demás. Pero si no, no pasa nada.
Cucaracha y Dumas: estáis en una conversación.
Jack y Devin: el resto ha avanzado cronológicamente y para ellos son las 03:00, así que cuando Dumas os conteste os avanzaré a esa misma hora. Como vosotros todavía estabais a las 00, decidme si habéis hecho algo o ido a algún sitio en ese tiempo. También os recuerdo que no es aplicable el +1 a la próxima tirada dada por el movimiento de intimidad ya que no se ha llegado a "contar una historia sobre el pasado y las lecciones que has aprendidas"
También os recuerdo que no es aplicable el +1 a la próxima tirada dada por el movimiento de intimidad ya que no se ha llegado a "contar una historia sobre el pasado y las lecciones que has aprendidas"
Totalmente de acuerdo.
Imagino que deberíamos ir a alimentarnos, que aunque no lo especificamos la noche anterior debimos gastar una buena cantidad de sangre para hacer cabriolas y curar heridas...
Jack y Devin:
Salís del refugio con cautela, pues no sabéis si hay alguien vigilando, y buscáis callejones oscuros para moveros en dirección a algún lugar donde Devin se pueda alimentar y regenerar ese agujero de pecho a espalda que le ha dejado el balazo de la noche anterior. Al avanzar por una calle desierta, os sorprende una voz joven saliendo de un local abandonado.
-Hey vosotros. Saludad a vuestros... verdugos.
Tras él, salen del local varios tipos con máscaras y sudaderas con capuchas que les cubren la cabeza. Uno monta en monopatín mientras alza un bate metálico, otro mece un machete, otro sostiene un rifle, sí, un rifle.
Están a cierta distancia y avanzan unos pasos hacia vosotros desafiantes.
- Vosotros os lo habéis buscado, por salir a la calle la noche de ... LA PURGAAAAA!!!
Los demás muchachos alzan sus armas que ahora os dais cuenta que son de plástico y gomaepuma, mientras repiten voz en grito ¡¡¡LA PURGAAAA!!!
Ríen, celebran algo entre ellos, recogen unas bolsas de supermercado con bebidas y se alejan calle abajo riendo, bebiendo y dando voces.
Nota: Para quienes no la hayan visto, la Purga es una película (bueno, varias) en las que durante una noche al año está permitido matar. Y estos muchachos iban disfrazados de eso.
—No me jodas, creía que me tendrías más en estima tras estar proveyéndome de ganado cada noche. —Contestó Dumas al teléfono antes de seguir y confesarse—. Estoy a la búsqueda de un buen negocio, no sé si tienes algo entre manos que pueda interesarme.
Una vez terminó la conversación con Cucaracha, vio que su teléfono estaba vibrando como loco nuevamente. Casi como si la conversación con el Nosferatu le hubiera alterado. Jack, ¿qué querrá?
—¿Sí? —Preguntó una vez se llevó el auricular al oído antes de murmurar un par de veces al escuchar la petición atropellada de su interlocutor.
—¿Qué es lo que queréis hacer exactamente?
Supongo que tengo una conversación tras otra, así que hasta que no resuelva la de Cucaracha, no dejo resuelta la de Jack (por si las moscas)
—¿Te parece esa poca muestra de estima? —respondo— Que más quieres, ¿palabras bonitas también?. ¡Ja!. —suelto una risotada.
—No pensaba que fueras un sentimental —bromeo.
Me tomo un par de segundos antes de continuar.
—No te voy a mentir, tengo entre manos un buen negocio, uno de los gordos. Mucha pasta, y ya sabes que la pasta es poder. Eso te gusta, ¿verdad? —no espero si quiera que responda— el tema es que precisamente ahora mismo estoy resolviendo un contratiempo relacionado con ese negocio. Nada importante, pero es algo que no puedo posponer.
Casi puedo escuchar como crujen los ambiciosos engranajes dentro de la cabeza de Dumas.
—Si me echas un cable con esta mierda tendrás parte del pastel. ¿Qué dices?.
Circe miró con precaución a Johan pero ya se había metido de lleno en ello.
-Lo que creo es que esta ciudad está llena de mierda hasta los cimientos. Creo que ya va siendo hora de que se vacíe el contenedor.
Se puso el cigarrillo en la boca sin encenderlo. Al fin y al cabo tampoco marcaría una diferencia. Le servía para pasar el mono de lo que le pasaba ese engendro de Cucaracha. Estaba intentando dejarlo pero Dios sabe que aquello era como la voz de los ángeles.
-Y pronto alguien va a hacerlo. Anarquistas, disidentes... Se encogió lentamente de hombros. -¿Vamos a dejar que algún tiparraco de tres al cuarto aproveche la situación para poner su culo allí? A saber que podría pasar. Solo digo que es mejor alguien conocido. Y quien mejor que alguien que ya conoce la ciudad.
Mordisqueó un poco el filtro del cigarrillo. -Pero nada tiene que ver esto con el trabajo. Tan solo estate atento Johan. Algo me da que van a ser unos días muy movidos. Y no solo para los chicos de la furgoneta.
No... Dumas no le gustaba... Pero tampoco iba a gastar más hipotética saliva en aquella conversación. No se fiaba de Dumas. Sabía que había tenido algunos tratos con Cucaracha en el pasado y eso podía poner en peligro la operación. Pero realmente le daba bastante igual aquello. Devin ni tan siquiera quería acabar con Cucharacha. A Devin Morrow le traía sin cuidado que aquel nosferatu hediondo siguiere existiendo o no. Lo que realmente quería era acabar con el jodido Príncipe y volver a su puta montaña de mierda y poder pasar allí tranquilo el resto de la eternidad. Así que aceptó aquella propuesta de mala gana aunque no lo dijo.
Y salieron a cazar y por un momento pensó en que aquellos tipos enmascarados eran un problema. Pero no, eran simples frikis disfrazados de vete tu a saber que mierdas. Tres payasos que portaban armas simuladas. Tres payasos que iban a servirles de alimento. El alimento que Devin necesitaba para sanar las heridas de la noche anterior, pues ahora que se fijaba, todavía tenía un jodido agujero que le atravesaba el pecho y eso tenía que solventarse.
Los colmillos de Devin crecieron con una sed canina. Se acercó a los payasos disfrazados y les mostró sus intenciones. Ellos rieron, pues Devin supuso que creyeron que él también iba a esa estúpida convención de estúpidos. Y entonces el gangrel se abalanzó sobre uno de aquellos mindundis lanzándose a su cuello y abriendo una profunda herida en la yugular y de esa forma comenzó a alimentarse.
- ¡Eh tío! - Dijo uno. - ¿Qué coño...?
No le dio tiempo a decir más. Mientras su compañero agonizaba en el suelo, Devin se puso de nuevo en pie a una velocidad de vértigo y lanzándose al cuello de aquel malhablado le arrebató su sangre de forma violenta. Del tercero se deshizo Jack. Devin había quedado saciado, aunque no le hubiera importado beber un poco más y así sanar al mundo de cerebros corrompidos por la ciencia ficción de mierda.
- ¿Seguimos? - Le preguntó a su compañero de cacería. - ¿Dónde encontramos a ese nosferatu?
Motivo: Alimentarme
Tirada: 2d6
Resultado: 11(+1)=12
Circe:
Johan escucha con atención tus palabras y luego te mira tratando de calar tus intenciones. Finalmente exclama:
-Primero cantos de sirena y luego advertencias comedidas. No sé qué quieres de mí. Pero yo sé lo que quiero de ti y es que encuentres individuos con las características que te he detallado. Eres muy perceptiva y bailas como nadie en la noche. Seguro que podrás encontrarles, seducirles y llevarlos hasta mis hombres. Cuantas más personas con las características adecuadas, mejor. Hoy haz este trabajo para mí, mañana haremos la revolución. Quien dice mañana, dice el mes que viene. Este festival lo quiero exprimir al máximo para esta "cosecha" que nos traemos entre manos.
Y si no quieres decirme nada más, me despido, como siempre a tus pies... princesa.
Circe: Si quieres decir algo más o propones un movimiento, Johan te escucha. Si no, puedes ir a donde decidas. Aunque Johan espera que vayas a los locales nocturnos a recolectar gente.
@Cucaracha
—Viniendo de ti seguro que es un buen negocio. —Reconoció Dumas tras sonreír brevemente—. ¿Dónde nos vemos?
- Dumas, necesito que conciertes una reunión con Cucaracha. Esta noche. – le espeté directamente sin preámbulos ni vaselina, lo mío no era suavizar las cosas.
Me tensé dispuesto a saltar sobre aquellos hijos de puta pensando que eran unos cabronazos de esa Segunda Inquisición. Una fracción antes de que me pusiera en acción me percate de que eran armas de gomaespuma. No eran más que unos críos humanos. La Bestia rugió. Quería enseñarle a esos estúpidos monos peludos a reconocer a un auténtico depredador.
La puse en su sitio conteniéndola. Sería mejor alimentarnos de otros…
Mierda.
El peludo no lo vio igual. No estaba para gilipolleces y se lo iba a explicar de la manera más expeditiva posible.
A tomar por culo.
Me coloqué detrás del tercero cuando iba a lograr reaccionar hundiendo mis colmillos en su cuello. Bebí y bebí… pero paré antes de que llegara a pararse su corazón. Tendría una oportunidad de sobrevivir a aquello.
- Vamos. Esto no tardará en saberse. Mantengámonos en marcha mientras esto se caldea. – comencé a moverme para robar un coche… uno normalito que pase desapercibido y que vayan a tardar en denunciar…
Motivo: Robar Coche - Sangre?
Tirada: 2d6
Resultado: 9(+2)=11
Jack:
No es fácil robar un coche hoy día con toda la electrónica que llevan, sin embargo, con un poco de paciencia y con oficio, en la zona en la que estáis alejados del centro con un poder adquisitivo medio-bajo, siempre hay algún coche con muchos años y poco equipamiento al que se le puede hacer un puente a la vieja usanza. Tenéis la suerte de que además tiene un pase de residente por lo que podéis acceder a zonas que están cortadas debido al Festival de Fantasía y Ciencia Ficción, eso os permite moveros con algo más de libertad, aunque la zona interior de las murallas está vetada para casi todos los vehículos que no sean transporte público, coches oficiales o residentes de intra-murallas que son de clase muy pudiente, totalmente fuera del alcance de vuestro humilde Ford Fiesta de principios de siglo (¿o será de finales de los noventa?). También tiene una capa de polvo delatando que no lo mueven más que en contadas ocasiones, es improbable que alguien denuncie su desaparición esta noche. En cualquier caso tiene la pegatina de la itv en regla y el pase de residente, con eso tenéis más movilidad que la mayoría. Solo falta saber donde os citará Dumas.
Todos: en principio os toca actuar a vosotros y de momento no añado nada más salvo que queráis plantearme algo.
—Es un gran negocio —digo despacio— Voy a expandirlo y tu eres el socio que necesito. Llenaré tus bolsillos de pasta, Dumas. Siempre has cuidado de Judy. Te lo debo.
Aquella era una oferta difícil de rechazar, y era cierto. Pensaba largarme de la ciudad para expandir el negocio, y si Dumas quería entrar, dejaría que el se encargara de mantener la red aquí, en Encrucijada Vieja.
—Nos vemos en una hora en el viejo cementerio. Ven sólo.
Cuelgo el teléfono.
@Jack
-Eres un capullo, ¿lo sabes? -Contestó Dumas con la misma delicadeza antes de colgar.
Sentía su ego herido, le estaba tratando aquel idiota como si fuera poco menos que un puro mayordomo. Y eso iba contra todo lo que ambicionaba.
Tras tomarse unos segundos para coger aire, se dirigió donde Cucaracha le había citado.
Sé que tengo una deuda, pero por roleo mi pj no puede aceptar esas formas.
- Puto gilipollas – tuve que hacer acopio de toda mi voluntad para no destrozar el móvil. Lo necesitaría. Di un puñetazo en el muro más cercano arranco pedazos de piedra de la pared.
>> Me encargaré de que toda la puta ciudad se entere de que no paga sus deudas. Si sobrevive al fin de semana nadie lo volverá a tomar en serio. Puto soplapollas. – le hice un gesto a Devin para ponerse en marcha. Estaba seguro que esta noche encontraríamos un huevo de niñatos con sprays. Mientras tocaba llamar a Circe. Mierda.
.
Busqué su número en la agenda y marqué.
- Probemos con esa diosa que proponías – le dije a Devin tratando de no pagar mi mala leche con él.
La llamada no había surtido efecto. Devin lo sabía una vez Dumas había colgado y lo sabía sin haber escuchado nada, únicamente por la reacción de Jack. Al parecer le había colgado el teléfono. Eso no era bueno, nada bueno.
Haber violado la mascarada sin luego poder acercarse uno ni tan siquiera al jodido Príncipe era una putada. De todas formas, a él Cucaracha le importaba más bien poco. Él quería a Lawrence. Ya era hora de que ese a anticuado vampiro dejara paso a nuevas generaciones. Más que nada por el bien único y exclusivo suyo. Para que el nuevo príncipe le dejara en paz.
Fue en ese momento en el que pensó en su sire. El ser oscuro que le abrazo a saber cuántas décadas atrás, se había convertido en una caricatura de lo que fue. A veces hasta sentía lástima por él, pero en ocasiones como aquella, solía pensar en él.
Max le dio la no vida, le enseñó a cazar, le enseñó a ocultarse, le enseñó a dejar pasar los problemas de lado. Nunca estuvieron muy unidos, pero se respetaban. Para Devin, Mollander era como un padre, un padre severo y para nada cariñoso, pero un padre. Le gustaría tenerlo cerca para pedirle consejo, pero... ¿Dónde debía estar? No tenía esa respuesta.
- Dos opciones de tenemos. - Dijo entonces Devin. - Vamos a donde esté Dumas o contactamos con Circe. - Dijo entonces el gangrel mientras se introducía en el coche recién robado por Jack.
Entonces se percató de que Jack se le había adelantado. Mientras él estaba inmerso en sus pensamientos, su compañero ya había marcado el número de Circe. Devin sonrió. Se entendían bien.
Nos hemos pisado jajaja.
Arreglado en mi último párrafo!
Ya estoy llamando a Circe :)
Todos:
En algún momento, antes de que Dumas se dirija al Cementerio, ocurre un parón en la línea 5 de metro; el hecho de que haya ocurrido precisamente la noche de mayor afluencia de personas ha generado un enfado colectivo y que la noticia se extienda con rapidez. Por lo visto una mujer se ha arrojado a las vías cuando el metro estaba entrando en la estación. La mujer era una joven promesa de la política llamada Raquel Valdeluz y ha muerto en el acto. El frenazo de emergencia ha provocado decenas de contusionados aunque ningún herido. Podía haber sido una verdadera tragedia, pero por fortuna solo hay heridos leves. El servicio de metro se ha restablecido con normalidad y las autoridades han abierto una investigación para esclarecer los hechos.
Las cámaras de seguridad muestran una mujer que vestía un traje ejecutiva estaba sola y parecía serena, aunque taciturna. Al aproximarse la cabeza del metro, avanzó hacia la vía sin que nadie reaccionase debido a lo inesperado de la situación. Algunos testigos cercanos afirman que antes de saltar dijo "No subestiméis mi poder".
No subestiméis mi poder es una frase que Lawrence usa con frecuencia y su intención era provocar a Dumas. Sí, Dumas, ese traidor que aprendería demasiado tarde que no se puede enviar un conejo a cazar un zorro. Lawrence había doblegado la voluntad de Rach interrogándola provocando su suicidio no solo demostraba su poder sino que además enviaba un mensaje que solo entendería Dumas: "Sé quien eres". Esperaba que se pusiera nervioso y le condujese al resto de conspiradores. Pero mira por donde no hubiese hecho falta porque al mismo tiempo que Raquel Valdeluz daba el paso que le precipitaba a morir bajo las ruedas del metro, Dumas iba a lo que parecía una cita y los secuaces del príncipe iban tras él.
Jack: Llamas a Dumas y le reclamas su deuda. Él te informa de la reunión y la deuda queda cobrada. La llamada a Circe no se produce... a menos que quieras llamarla también. En ese caso, narra en esta misma escena la llamada.
Dumas: Informas a Jack de la reunión con Cucaracha.
Todos: Avanzo el reloj de avance del tiempo hasta las 06:00. En torno a las 06 es cuando sucede el encuentro en el cementerio. Pasamos de escena todos menos Circe que sigue escribiendo aquí hasta que avance su trama. Aunque escribáis en escenas separadas, todos tenéis acceso a leer lo de todos (si queréis, claro. También sois libres de leer solo vuestra parte)
Circe se encogió de hombros ante las palabras de Johan.
-Ya sabes. Somos seres duales. Nada de esto debería sorprenderte.
Dicho esto se encaminó hacia la salida.
-Como ya he dicho haré aquello que me has propuesto. Siempre cumplo. Lo sabes.
Salió contoneándose como una serpiente mientras el móvil sonaba en su bolsillo.
Una vez en la calle cogió el movil y sin decir nada esperó a que su interlocutor hablase.
Supongo que me han llamado?
Circe: Durante las siguientes horas haces un circuito por locales de moda buscando el tipo de personas indicadas por Johan. Buscas detalles sutiles y necesitas echar mano de tus sentidos aumentados para encontrarlos. También descubres que aunque en principio lo diverso de combinaciones de rasgos aceptables te hicieron pensar que encontrarías muchos individuos válidos, con el paso de las horas de das cuenta de lo infrecuentes que son y lo difícil que resulta. Cuando localizas a un candidato, llega la parte fácil, trabar amistad con ellos o seducirlos son actividades triviales para alguien como tú. Los conduces hasta los hombres de Johan que se los llevan narcotizados e inconscientes de lo que ha pasado.
Dada la naturaleza del favor, dudas que hubiese alguien más capacitado para tú para esta tarea de búsqueda y seducción. Te preguntas si Johan hubiese podido hacerlo sin tí en el breve plazo del festival.
Circe dejó ir un largo suspiro mientras jugueteaba con un cigarrillo entre los dedos. La verdad es que lo hacía para distraer el mono. La verdad es que aquello era una verdadera mierda. Y tenía ganas de dejarlo. Demonios, lo intentaba cada día. Sin embargo siempre acababa volviendo, cosa que le hacía enfurecerse con ella misma ¿Cuando se había vuelto tan debil? Repudiaba cualquier vestigio de la mujer que veía en esas ocasiones.
Además también tenía que verle la cara a Cucaracha, cosa que siempre le aguaba la noche. Tendría que comprarle una máscara o una capucha, pero parecía que disfrutaba de dar aquella impresión. La verdad es que tenía el aspecto perfecto para lo que era, un monstruo con piel humana ¿Pero acaso no eran lo mismo todos ellos?
Ya había ayudado a Johan. Ahora podría apretar un poco más con su pequeño plan ¿Acaso la reina de la noche no merecía un trono? Sin embargo lo que necesitaba era distraerse. Cogió el móvil y revisó sus contactos.
Ahí estaba su distracción. Jack siempre estaba metido en algo y por tanto siempre se podía sacar provecho de aquello. Así pues marcó lánguidamente el número y esperó a que Jack contestara.