El seminario de Kiev también conocido como Monasterio de las Cuevas data en 1051 durante el reinado de Yaroslav el Sabio. Aunque su origen se remonta al 1013 cuando un monje asceta griego se estableció en una de las cuevas de la colina.
El seminario se encuentra en un área de colinas boscosas llenas de cuevas, cerca de la orilla occidental del río Dniéper. Se compone de un recinto de 28 hectáreas rodeado por murallas donde se levantan los diferentes edificios de ladrillo pintados de blanco. La mayoría de estos edificios datan de 1718, año en que se produjo un gran incendio que destruyó la totalidad del monasterio.
En el seminario se distingue cuatro calases de alumnos: gramáticos, retóricos, filósofos y teólogos, llamados así según el nombre del curso en que estaban.
Los gramáticos, corresponden a las clases elementales, en su mayor parte chiquillos; que siempre entran corriendo, dándose empujones, y gritando con sus voces atipladas. Suelen ir muy mal vestidos, y en los bolsillos de sus harapientos trajes llevaban todo tipo de fruslerías, como silbatos de pluma hechos por ellos mismos, huesos de cordero con las que juegan muy a menudo a la taba, restos de empanadas o de cualquier otro alimento, y algún infeliz gorrión que muchas veces, de manera inesperada, rompe con su piar el silencio de la clase, siendo la causa de que su dueño reciba un severo castigo, ya en forma de palmetazos, o de unos buenos azotes con una vara de cerezo.
Los retóricos son un poco mayores que los gramáticos, y visten de un modo más decente, puesto que llevaban trajes en mejor estado y a veces muy limpios. Sin embargo, sus rostros no carecían de adornos en forma de símbolo victorioso, ya fuera un ojo morado, algunos arañazos o algunos hinchazones de la misma procedencia.
En los bolsillos de los filósofos solamente se podía encontrar tabaco, pues no suelen guardar restos de alimentos, ya que se los comen con avidez en cuanto caen en sus manos. De ellos emana un olor característico a pipa y aguardiente; un olor que se nota desde tal distancia que los artesanos, cuando se cruzaban con ellos, olfatean de igual modo que los perros de caza.
Finalmente están los teólogos, los más mayores y más respetados, que caminan erguidos con sus largas barbas y gestos serios en el rostro. Solamente aguardan a que el Patriarca les nombre y puedan abandonar el seminario rumbo a alguna iglesia rural.
Las imágenes de la aventura han sido obtenidas en su gran mayoría de las siguientes películas.
Satanás (The Black Cat) 1934
La máscara del demonio (Black Sunday) 1960
El Viyi (Viy) 1967
El poder del miedo (Ведьма, Vedma) 2006
Transilvania, el imperio prohibido (Viy 3D) 2014
El misterio del dragón (Viy 2: Journey to China) 2019
Como se indica en la descripción de la partida, la aventura está basada en el relato de Nikolái Gógol “Viy”. Un cuento de terror publicado por primera vez en el primer volumen de su colección de cuentos titulada Mírgorod (1835).
En el relato Gógol afirma que el Viy, el rey de los gnomos, era una criatura del folklore ucraniano. Sin embargo, se trata de un elemento puramente literario. En realidad, el monstruo de Gógol está basado en descripciones folkóricas de San Juan Casiano, y no tiene relación con el folklore eslavo precristiano, aunque unos pocos elementos de la historia se encuentran en diversos cuentos de Europa Oriental.