Partida Rol por web

La apresurada marcha no llegó a buen término, os perdísteis varias veces y hubísteis de volver sobre vuestros pasos y tomar otro camino diferente, poco a poco fuísteis consumiendo todas vuestras antorchas. Anduvísteis hasta el amanecer y aún más. Hasta bien entrada la mañana no llegásteis a Ribes. Demasiado tarde, desde lejos vísteis en el centro del pueblo una gran hoguera y temísteis lo peor.

Vuestros temores fueron infundados, pues al llegar lo que ardía era un cuerpo humano, o casi, pues constaba de tres piernas y cuatro brazos en forma de mujer. Os dijeron que era una Mola, la hermana de Caritat. Lo que había sucedido era lo siguiente:

Al parecer la madre de Caritat, que era de Olot, fue cubierta por una criatura llamada Molet, naciendo una niña humana (Caritat) y una Mola. Esta horrible criatura, era la hermana de Caritat y vino anoche al pueblo de Ribes y recitó unas palabras en un lenguaje arcano, desconocido por todos y los muertos se levantaron de sus tumbas...

La tierra del pequeño cementerio del pueblo se abrió y de ella ascendieron los muertos, lo más impresionante para todos fue ver precisamente a los muertos más recientes, aún reconocibles por sus seres queridos. Pero con lo que ni Caritat ni su deforme hermana contaban, era con que los muertos de Ribes bajo ningún concepto harían daño a los suyos, y se lanzaron contra la horrenda criatura y la apalearon casi hasta la muerte.

Las gentes de Ribes entonces montó la cruz y torturó a la Mola hasta la muerte mientras los muertos bailaban en derredor de la cruz hasta que poco antes del amanecer, se volvieron a sus tumbas... ¿para siempre?

Tras descansar unos días y reponer fuerzas, reemprendéis la marcha dejando en Ribes amigos para siempre. Con la gratitud eterna del pueblo pese a no haberles podido proteger de la Mola - ¡qué demonios! se valían ellos solitos - y con la satisfacción de ver que Pau se ha recuperado de su locura y de su mal y que incluso les acompaña un trecho del camino en dirección a Ripoll.