Mientras Hugh se despide de William, Rebekah no dedica más que una mirada a Vaan, Grigory o a Arianne, para luego despedirse del tecnosacerdote.-Os diría que os guiara a vos también, pero sé que lo hace, así que no tengo que repetirlo. Adiós, Kennard.
-El Emperador protege, padre. Suerte e igual alguna vez volvemos a vernos.-dijo al clérigo.
Y por último se volvió hacia Hugh. De todos los posibles asignamientos... igual éste es el peor, igual...
-Hugh ¿Me acompañas a la estación? Preferiría llegar un poco antes y evitar posibles emboscadas.
Hugh toca su frente y hace el signo del áquila, para luego tocar levemente el hombro del clérigo. Eres un buen hombre, Wilian. El Emperador protege, completa mientras dedica a los demás solo una inclinación de cabeza y una mueca. Y sus designios son inescrutables. Por suerte.
Hace un gesto a Rebekah indicándole que marche. Por supuesto, compañera. Vayamos a ver quienes son esta otra célula. Hasta hace un año solo conocía a un agente del Ordo y mira ahora, ya casi conozco a toda la familia! Hahahaha!!
-El ordo no es una familia, Hugh, pero entiendo lo que quieres decir. Mantengamos los ojos bien abiertos, a ver si podemos cumplir esta misión.
Desde luego, conseguir armas en los suburbios no es mi especialidad...
Pues eso, supongo que vamos a la estación al encuentro con nuestros nuevos compañeros.
Si, tranquilos que no me he olvidado de vosotros. En cuanto reciba unas contestaciones del otro grupo, os describo la escena y pasáis al capitulo 2.