Reclutados por sorpresa por el agente inquisitorial Nihilus (su superior directo) los acólitos son reunidos en aparentemente eclécticos e improvisados grupos. La misión que se les asigna parece desproporcionada a los recursos de los que disponen: crear un depósito de armas en la división Arastus. Se les exige un auténtico arsenal de armas no rastreables con su munición incluida, suficiente para armar a un pequeño ejercito. Se les proporciona una placa de datos con los detalles de la misión, así como diversa documentación y equipo pertinente.
Una vez vencidas parcialmente las suspicacias iniciales entre los recién reunidos acólitos, comenzaron a fraguarse los primeros planes para llevar a cabo la misión. Reunidos en la división Thaen como base de operaciones, comenzaron sus pesquisas para encontrar proveedores de armas e información del lugar donde debían montar el depósito. Varios sub grupos se pusieron en marcha para cubrir mas terreno.
El grupo formado por Markus, Jarsalex y Cortez viajó a la división de Nora Rosa, donde el crimen campa a sus anchas para conseguir información sobre traficantes de armas. Gracias a la red de contactos de Markus, consiguieron apalabrar una reunión con Duron Fell, un tratante al por mayor bastante conocido entre los círculos menos legales de la colmena.
Varios grupos hicieron reconocimiento por separado de la división Arastus, para encontrar un lugar donde establecer el depósito de armas y conseguir la máxima información posible de la zona en la que tendrían que trabajar. El grupo de Rebekah encontró y aseguró un prometedor posible emplazamiento (la fábrica de Series M en Arastus) previa eliminación de los mutantes que la ocupaban. El grupo de Smul localizó otro posible emplazamiento en la capilla de San Arastus de la misma división, asegurándose la cooperación del sacerdote a cargo.
Los otros grupos por su parte recopilaron información sobre la zona y las amenazas potenciales. Descubrieron que se movían importantes cantidades de tronos por el tráfico de drogas que hacían los narcopandilleros de la zona, siendo los Asaltantes Sangrientos los preeminentes en la zona. Se ubicó una pequeña tienda de armas, regentada por un tal Silas Roon, así como "El Casquillo", el único bar practicable de los alrededores.
Tras ésta toma de contacto inicial, Nihilus reclamó a la mayoría de los operativos que comenzaron la misión por causas desconocidas, reuniendo a los restantes en el mismo grupo. Éste nuevo grupo recién creado había conseguido desplazarse a la división Thaen para reunirse con éxito con el traficante Duron Fell y apalabrar un trato a falta de conseguir el pago, dando como adelanto la ametralladora obtenida de la fábrica de Series M. A la vuelta en Arastus capturaron a un miembro de los Calaveras Blancas, una banda rival de los Asaltantes Sangrientos que los estaba espiando para evaluar su posible amenaza. Después de sacarle algo de información se le liberó con la promesa de no agresión entre ambas partes.
En ésta tesitura y con la entrega de la ametralladora a los lacayos de Duron Fell se encontraban los acólitos en esos momentos...