815.M 41 - Planeta Escintila / Colmena Sibelus / División Thaen.
Paseas con Uriel por una avenida principal de la división. Acabáis de salir de un restaurante donde habéis disfrutado de una comida mas que decente. La calle está bastante limpia teniendo en cuenta que te encuentras en la colmena media y la gente se ocupa de sus asuntos cotidianos sin molestarte. La luz es aceptable aunque en esta zona es equivalente al atardecer aun en los ciclos díurnos.
Gracias a la Inquisición has podido llevar un nivel de vida bastante bueno. Pagan tus facturas mensuales y tienes un habitáculo de considerable tamaño en una zona residencial, fuera del alcance económico de la inmensa mayoría de los habitantes de la colmena. A cambio, solo te asignan ocasionales misiones en las que ejerces de guardaespaldas, intermediario o "haces desaparecer" blancos en nombre de tus invisibles maestros. Tu único contacto y superior directo es un tipo bastante esquivo que se hace llamar "Nihilus". Solo le has visto un puñado de veces, pues generalmente se comunica contigo a través de mensajeros. Siempre va enfundado en una túnica roja con la capucha calada, por lo cual solo has tenido un leve atisbo de su cara y no es muy dado a conversaciones innecesarias.
Para alguien como tu forjado en los fuegos de la guerra, la vida en el distrito Thaen es muy distinta a lo que estás acostumbrado, aún así parece que has sabido encajar bastante bien. Te hallas muy lejos de tu sector natal aunque la desaparición de tu planeta hace que en estos momentos no te sientas atado a situación geográfica alguna. Piensas que tu suerte está mejorando desde que te afiliaste a la inquisición y el hecho de ser una mas entre muchos millones de almas te permite moverte en el anonimato, algo que debido a tu forma de vida anterior valoras mucho.
Mientras paseáis por la calle, algo te sobresalta. Uriel te da un toque con el codo y hace un gesto de cabeza para que te gires, lo cual haces con rapidez. A unos 30 m se acerca hacia vosotros un servocraneo, para ti muy familiar. Lleva el símbolo de la Inquisición grabado en la frente. Rápidamente lo reconoces, ya que ha traído mensajes para ti alguna que otra vez. Supones que lo siguiente que hará será escanearos para comprobar vuestras identidades, lo cual puede ser muy incómodo dado que que estáis en mitad de la calle y cualquiera puede veros en compañía de un artefacto de la Inquisición...
Motivo: Perspicacia
Tirada: 1d100
Dificultad: 28-
Resultado: 95 (Fracaso)
Paseo con Uriel mientras me fumo un cigarrillo, y miro hacia las estrellas, bueno, allí donde deberían estar, porque la gruesa capa de polución y contaminación deja un techo gris ceniza, pero por un momento mi mente se me aleja a mi planeta natal. Llevo mi armadura de combate sólo en el tren inferior, eso es todo lo que puedo desconectar de mi profesión o vocación mejor dicho. Una de mis manos siempre está metida en mi ajustada chaqueta de cuero negro.
Ha estado bien la cena, Uriel siempre es más distendida cuando salimos a tomar algo, sólo por eso merece la pena dejar de buscar herejes por un tiempo. Quizas incluso me plantee un dia... El codazo de Uriel, me trae de un bombazo a la realidad cuando miro en la dirección que me indica y veo venir a un servocráneo con trabajo. Feth.
Señalo un portal de una casa privada con un poco de cobertura y nos dirigimos hacia allí para que nos escaneen en privado. Lanzo miradas furtivas por si hay alguna cámara de seguridad o algún curioso que disuadir con mi cara de malas pulgas.
yuhuuu ya enpezamos!
Tras conseguir apartaros de la vista de la gente, el servocraneo, que os había seguido de cerca, os alcanza y se coloca a escasos quince centímetros de tu cara. Un haz de de sensores escanea uno de tus ojos, suenan unos leves zumbidos y a los pocos segundos, el porta-mensajes se abre, revelando una placa de datos, que recoges con cuidado. Acto seguido repite la misma operación sobre Uriel y, cumplida su misión, el carente de alma servocraneo se aleja por donde había venido.
Conocéis perfectamente el proceso. Introduces en la placa tu clave personal de acólito cuando te la pide y la información se revela ante ti.
No puedo conversar con Uriel ¿verdad?, porque no me sale de destinatario, ¿te vas pegar el curro de corta-pega?
No pude evitar esbozar una leve sonrisa conforme terminaba de leer. Observé de reojo, solo por un instante, como aquel servocraneo se iba alejando de nosotros, acabando por perderse entre la gente. Acto seguido, intenté memorizar el contenido del texto, al menos lo importante. No es que tuviese como tendencia perder las placas de datos con las que normalmente trabajo, sino más bien una forma más de ser precavida, al menos en lo que este aspecto se refiere, claro está.
Tras apagar la placa de datos, levanté la mirada para poder ver el rostro de Smul.
-…y tú que creías que íbamos a pasarnos el día dando vueltas por toda la división sin rumbo fijo. ¿Sabes lo que esto significa, Smul? - me dispongo a dar los primeros pasos para incorporarme de nuevo a la acera peatonal - Sugiero ponernos en marcha de inmediato. ¿Te parece bien?. La verdad es que siento curiosidad por la información que pueda albergar esa taquilla - mientras hablo, busco con la mirada un transporte que nos pueda llevar la zona indicada.
Esto es lo que me pedía el cuerpo…tan solo espero que la acción esté garantizada.
Editado por el master: Si, habla sin miedo y yo le pongo los mensajes. Es que sino tendría que hacer otra escena aparte con vosotros dos y prefiero que tengáis cada uno la vuestra para cuando esteis solos o para pasaros información personal.
Siguiendo la sugerencia de Uriel, os encaminas con tiempo al bloque de habitáculos 12-423D, como está marcado en la placa de datos. Casi todo el mundo está trabajando en estos momentos y las calles están poco transitadas, así que avanzáis sin problemas. Aproximadamente en media hora caminando llegáis a la hora indicada al edificio, que está bien mantenido y justo cuando encontráis el habitáculo en cuestión, descubrís que no sois los únicos que habéis sido convocados.
Un variopinto grupo de gente tan sorprendida como vosotros, se está congregando en la puerta. Rápidamente os llama la atención un tipo trajeado que se encuentra junto al sello de apertura de la puerta. Cerca de él ya se encuentran otros dos, uno con aspecto de soldado y otro que parece un ex-convicto.
Vais bien, pero como no quiero que os quedéis atrás, os doy un empujoncito y os paso ya a la escena principal, que ya algunos andan por allí. ^_^
Continua en el Capitulo I