Partida Rol por web

ESCRIBA: Nombre del PJ

ESTACIÓN: Primavera
TERRENO: Pradera
CLIMA: Soleado

AVENTURA

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ESCRIBA: Kosuke
ESTACIÓN: Primavera
TERRENO: Habitación en Sakurairo
CLIMA: Soleado

AVENTURA

I

Me habría gustado empezar a escribir sobre estas páginas antes, pero el viaje ha resultado más avaricioso sobre mi atención de lo que me habría esperado. Aún así, ahora que estoy sentado aquí, en el alfeizar de nuestra habitación en el Dragón Rosado, con el sol del amanecer bañando las preciosas calles de Sakurairo, sólo puedo esperar que mi memoria haga honor a todo lo que hemos recorrido hasta ahora, y a la historia de todos mis compañeros.

 Fuera el destino o la fortuna la que nos juntó, la situación de los cinco cuando nos encontramos por primera vez hace ya unas cuantas semanas era similar: Para todos era el primer viaje, todos teníamos Sakurairo como destino, y a todos nos había arrinconado una fuerte e imprevista tormenta de nieve en una pequeña pero agradable posada de Ryokan. Allí charlamos, compartimos nuestras dudas, una pizca de nuestras historias, y cuando supimos que el camino que nos esperaba era, al menos por el momento, el mismo para todos, acordamos que lo recorreríamos juntos.

Y así, cuando la tormenta pasó y el sol volvió a asomarse, los cinco partimos con más de lo que teníamos cuando habíamos llegado. Pero quizá me estoy adelantando más de la cuenta.

Lo primero será presentarnos, y empezaré por Shiro. Es el más mayor del grupo, hasta el punto de que para mi sería fácil verlo como a un padre y, el resto, quizá incluso podrían pensar en él como un abuelo. Proviene de una pequeña aldea por el nombre de Noharayama, un lugar que, aunque apartado, describió como mágico, especialmente con la llegada del verano, cuando los trigales están listos para ser cosechados y el espíritu se vuelve festivo. En cuanto a él, es un sanador que aprendió de una viajera llamada Kanami, a la que espera volver a ver algún día. Por ser el más veterano, lo elegimos como líder del grupo.

Todo buen grupo necesita también un buen guía, y esa función cayó sobre todo en los hombros de Yoshi y, también, de Takeshi. Quizá Yoshi habría hecho un mejor trabajo que yo rellenando este libro que yo, o, al menos, uno más diligente, porque también se definió como escriba. Aunque no es por eso, claro, que lo nombráramos nuestro guía: Su verdadero oficio es el de cartero, y triste sería el cartero que carezca de orientación. Viene de un pueblo en la costa y tiene una familia de lo más numerosa con una historia que merece la pena ser oída. Pero, precisamente por eso, tendrá que ser él quien la cuente, aunque, puedo decir, él también busca una respuesta en este viaje.

En cuanto a Takeshi, nació en una aldea de Arboria. Una de lo más particular por sus costumbres, en las que el viaje no es únicamente una decisión personal, si no un requisito a cumplir para ganarse el derecho a formar una familia. Su habilidad como cazador es una que aprendió, por lo visto, de su madre, y es a él a quien le debemos que nuestros paladares y estómagos no se quejen después de ser sometidos a las penurias de las raciones de viaje durante demasiado tiempo. Aunque la decisión de emprender el viaje fue una que tomaron por él, y puede verse que echa de menos su hogar, estoy convencido de que cuando vuelva lo hará con más de lo que había esperado.

Minako es la única mujer del grupo, y también nuestra nuestra intendente con la ayuda de su fiel compañero Hai-iro, un burrito que ha portado nuestro equipaje durante todo el camino. Aunque proviene de una familia de granjeros, la he visto entrenar con su lanza por las mañanas y, créeme, no querría estar en su contra mientras la tenga en las manos. En su caso, busca un lugar donde encajar, un lugar donde se sienta cómoda de verdad. Transmitiré las mismas palabras que ella usó: No es lo mismo donde naces y donde perteneces.

Por último, estoy yo. Vengo de una aldea con muy pocos habitantes, pero por donde pasan montones de viajeros durante todo el año. La mayoría me llamaría trovador, o músico, pero yo sólo me definiría como alguien que sabe escuchar, y por eso mismo, no diré más, excepto que verdaderamente la suerte me ha sonreído al darme la oportunidad de viajar con el resto.
 

Y aunque aún hay mucho por contar, por el momento lo dejaré aquí, porque mi estómago reclama algo que comer y Sakurairo no se descubrirá a sí misma.