Partida Rol por web

El código del Dragón (Edén IV)

Escena principal Profesor.

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06/01/2019, 19:46

Esta es tu escena personal para comentar lo que necesites tu comunicación directa conmigo, así como ,también, tu pequeño Bonus o blog de notas.

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07/01/2019, 22:11
Kassia Nowak

Hace años en algún lugar de Torun...

-Kassia, sí, sí, mírame, a ver... -comentaba una voz masculina detrás de una cámara que no dudó fotografiar aquella joven  universitaria de unos veintiún años-.

Kassia miró a la cámara tras las indicaciones que su fotógrafo , y amigo, le hubo dados y, tras ello, se incorporó.

-A ver, a ver... ¿Qué tal ha salido?  -comentaba a la paz que de sus labios carnosos el aliento era convertido vapor debido al frío que hacía. Se agachó ante la espera y cogió su bufanda, la cual se colocó rápidamente-.

- Con estas fotografías tengo el trabajo finalizado, muchas gracias. Venga, que te acompaño y nos tomamos algo caliente...

Kassia sonrió y negó con la cabeza. Ella tenía unos planes antes de ir y tomar algo por ahí, como por ejemplo era el regresar a la biblioteca nacional a por un libro específico que necesitaba para aquella asignatura que no hacía nada más que darle dolores de cabeza intensos. Resultaba ser, que ella se encontraba en el último año de la carrera de Medicina. 

-Será mejor que nos veamos luego, bueno..., mejor dicho, mañana por la tarde, do widzenia !

Y, tras escuchar el suspiro de su más leal amigo, Nowak corrió en el horizonte, con el objetivo de llegar a tiempo a la Biblioteca.

Notas de juego

Y aquí es donde trabajamos la historia de ambos xD.

 

 

 

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08/01/2019, 15:55
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

-Si... si, devolveré esto al archivo el martes. Dziękuję pani doktor. Cierro la puerta a mi espalda con las manos llenas de carpetas. Después del TFG podré dar clase. No me da tiempo a fantasear mucho más. Alguien me llama justo cuando voy a entrar en mi coche.

-¿Grzegorz? Soy Jans Olberg. Trabajo con el señor Holstein. Era sobre lo de las escavaciones al sur de Gotemburgo. 

-Ohh si. ¿Como está el señor Holstein? Si si tenía pensado ir. Pero aún es un poco pronto ¿no? No esperaba tener que ir a Suecia hasta el verano.

-Si, nosotros tampoco pero... hemos encontrado algo. Dice sacando de su abrigo largo unas fotos y mostrándolas. ¿Podría estar en 48 horas en Estocolmo?

-Emm... la verdad es que no. Necesito 2 semanas... al menos 10 días para cerrar mi curso aquí.

-Es importante. Suelta con tono neutro, casi desagradable.

-Mire... dígale a Holstein que iré en cuanto acabe mi presentación aquí. 10 días. Cojo las fotos. Prometo que si se me ocurre algo sobre esto... miro los símbolos... le llamaré.

Camino a casa le doy vueltas a la cabeza. ¿Seré capaz de dar clase y ser un Indiana Jones... o me quedará grande?

Según me alejo mis pensamientos se van con el frío aire que corre entre los árboles que me separan del Vístula.

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10/01/2019, 12:52

 

El clima estaba nuboso, el hombre del tiempo había anunciado que en las próximas horas llovería con tal precisión que era posible una alerta naranja por el temporal. Polonia era impresionante, lo sabía el profesor, quien había vuelto a su hogar tras los acontecimientos sucedidos. Con todo lo que él hubo apuntado y, tras dos años de los acaecido, consiguió publicar una tesis catedrática con una exitosa fama y prestigio. De hecho, incluso, hubo de quién habló realizar una adaptación cinematográfica acerca de aquel escrito que había conseguido ser publicado e, incluso, vendido con muy buenos puestos a nivel mundial. Estaba causando un gran furor entre los sectores universitarios y los más jóvenes del todo el mundo.

Mientras tanto, Marina, también se había ido a Polonia, tal vez porque necesitaba volver a empezar de cero  aún habiéndose cortado el cabello como símbolo de esa nueva etapa, y, porque además, había escuchado que su empresa tenía planes en el Mar Báltico, habiéndole nombrado jefa de una sucursal destinada en este país.

De manera que, en sus caminos separados pese a estar en el mismo país, ambos jóvenes tenían un proyecto de vida alejados de Triquel, de quienes ya habían o, intentado, borrar todo rastro. Es más, lo último que sabían es que Aeryn, junto con Nath, habían conseguido eliminar tal organización.

A pesar de todo, aquella nubosa mañana, Grzegorz estaba dando una interesante conferencia sobre su tesis, contando ,además, con la compañía, especial, de Marina a quién había pedido que se subiese al estrado. Necesitaba que alguien contase, desde otro punto de vista, todo lo que hubieron vivido. El coloquio era entretenido y, de hecho, había resultado impactante entre la comunidad. Tras terminar, al rededor de las doce de la mañana, la pareja se dispuso a volverse a separar. Entre saludos y demás, una figura de un hombre los interrumpió:

[*]

Podía tener perfectamente cincuenta y ocho años, aunque se mantenía muy bien físicamente. Él era Eduardo González Peral, un catedrático de la universidad de Cantabria, España, atraído por las habladurías de las personas acerca de las charlas de los jóvenes compañeros.

Un gusto, al fin os conozco en persona -les tendió la mano y, precisamente, en aquel momento empezó a llover-, me llamo Eduardo Gonzáles, Edu, y soy catedrático en la universidad de Cantabria, organizador de numerosas expediciones.

Fue, en ese preciso momento, cuando la mente de Marina se activó al vuelo. El profesor le tendía la mano mientras hablaban sobre la Atlántida, Egipto, el Amazonas y Japón, curiosamente aquellos tres lugares internacionales donde los edenes habían estado. Algo andaba mal, ella tenía aquel presentimiento. Su piel lo sabía, su sexto sentido lo intuía. Aquel hombre no le daba buena espina y, de así serlo, había algo en su aura que le echaba hacia atrás.

Y, claro, lo vio tejido en el bolsillo de su chaqueta, casi invisible, la palabra que había muerto hacía dos años, pero que, con aquel acto de presencia, nuevamente, les perseguía como a los herejes antiguamente. 

¿A caso creen que nada de esto tendrá consecuencias?

Sus propias palabras resonaban en su mente, lo miró con discrepancia y tragó saliva:

 

Tenía razón...

 

 

Triquel nunca murió, ni moriría; es más, les perseguía.

Notas de juego

No te preocupes, esto es para tenerlo en cuenta. Así fue cómo terminó la historia anterior.

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10/01/2019, 12:58
Kassia Nowak

Cuanto más tardaba en llegar, más frío hacía y antes se iba apagando el sol. Así pues, cuando consiguió alcanzar los tres primeros escalones de la rampa de acceso a la biblioteca, tras rodear aquel 'laberinto enladrillado' denominado como: jardín, Kassia consiguió entrar.

Menos mal que allí la temperatura del gran aire acondicionado que aclimataba el edificio le invitaba a entrar en calor, porque de no ser así... volvería a coger un resfriado. Y claro estaba, no quería casarse con uno como el de hacía dos meses ya.

Cojo lo que me hace falta y me las piro como alma que lleva el diablo. -se repetía a sí misma a modo de cancioncilla.

Mientras desfilaba, subía en un silencio sepulcral las escaleras que conducían a la planta de arriba. Allí todas las pobres almas sin voz estudiaban o, incluso, había quienes holgazaneaban entre los libros, se dormían, aprovechaban un rato para ver un capítulo de Game Of Throne y un largo etcétera del que ella había sido partícipe alguna vez en su vida.  Por no decir, que aquel lugar era el indicado para todos miembros del ámbito ( y no tenía por qué) universitario. Podías ver perfectamente a un economista, biólogo, historiador del arte..., en definitiva, un conglomerado de personas.

Anduvo repitiéndose la misma cancioncilla y buscó entre la sección el libro que indicaba. Cuando lo hubo localizado, lo cogió y bajó de nuevo las escaleras para llevárselo a la bibliotecaria. Una vez hecho el ritual que toda aquella persona debía de realizar para conseguir un puñetero manual, Nowak salió del edificio, volviendo a sentir el frío traspasarle todas las grietas de su cuerpo, incrustándose entre las grietas de sus huesos. 

-Mierda, necesito un café. Y claro, ¿dónde tenía que ir para beberse un triste café bombón que no fuese al Starbuck porque no era de su agrado? Nada más y nada menos que al Cafe Lenkiewicz, con el que andando le eran llevaría unos 41 minutos si conseguía ir por la ruta de siempre, cuarenta y dos si se alargaba y no había tráfico peatonal, porque aquello parecía la Calle Larios en plena Navidad o una Avenida de la Constitución en Semana Santa. 

Seguramente, me entre hambre, por lo que aprovecho y me compro una pizza para llevar en el PizzaHut.

Así que nada, allá iba ella con su odisea de vida.

 

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06/02/2019, 21:35
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

Apoyado en los muros del que fuera una de las fortificaciones más importantes del Vístula durante la época templaria comienzo a preparar mi pipa... Los bloques de hielo corren dirección Gdansk de izquierda a derecha como si de una bandada se tratara. El abrigo abierto aunque la nieve cubra los pies... El humo del tabaco confundido con el vaho.

Tengo que seguir impertérrito... como el río... las cosas van saliendo y cada vez me parezco más a lo que quiero ser. No puedo dej... Mis pensamientos trascendentales , y un poquito intensitos, me impiden ver a una joven y me tropiezo con ella

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17/02/2019, 21:04
Kassia Nowak

Pero todos sus planes se vieron fracasados cuando una acción fue el desencadenante de aquel monstruoso final.

Kassia, te tengo dicho que estés atenta al andar, deja de mirar al suelo y pensar en tu mundo. -Aquellas palabras se repetían una y otra vez en su mente. 

Claro, su madre siempre tenía razón. A lo largo de su vida, Kassia había sido el principal problema -y accidente- de los tantos que en aquella localidad se han producido. ¿Y todo por qué? Por no ir atenta. 

¡L-Lo siento! -como si fuera un bucle exclamaba tantas veces podía-, ¿se encuentra bien?

Aquel hombre, quien parecía de su quinta, tenía una expresión de fastidio en su rostro. Ella también la tendría de así haber sucedido, sin embargo, para más inri, había sido ella la causante. Así que lo menos que podía tener era una de CULPABILIDAD.

-Ay, madre, ay, madre... Lo siento mucho, de veras, ¿se encuentra bien?

Lo mucho que le podía haber ocasionado era un golpe en todo su torso. Kassia no era muy alta, lo que pasaba es que en aquella ocasión llevaba plataformas, por lo cual, esta vez sí, le podría haber realizado un hematoma en la frente, comúnmente conocido como ... chichón. 

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17/02/2019, 23:58
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

- No...no pasa nada tranquila. Digo sacudiendo la cabeza ligeramente. Estaba distraído.

Miro la pipa mutilada en el suelo. Mierda... tendré que comprar otra pipa... O por lo menos la baquelita. Finjo indiferencia al ver que las partes están irreconciliablemente separadas.

-Se encuentra bi... no soy capaz de acabar la frase cuando levanta la mirada

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24/02/2019, 23:21
Kassia Nowak

-T-Te la he roto... -comentó con las manos temblorosas llevándoselas al interior de su bolso en busca de su monedero-, parece cara, lo siento, lo siento, lo siento. Tenga, tenga el dinero, por favor. Le costearé su ... artilugio.

Kassia se sentía horrorizada por haberle roto la pipa, más que nada por la cara de aquel hombre.

 

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25/02/2019, 16:49
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

-Es igual... no... no pasa nada. Aparto suavemente el dinero con la mano y sonrío

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07/03/2019, 13:39
Kassia Nowak

¡Claro que pasa!, ¡claro que pasa!, ¡claro que...! 

Con una sonrisa amarga y con aquel rostro preocupado, Kassia propuso otra alternativa, al menos, para así, acallar ,de una vez, su voz interna:

Bueno, pero... déjame invitarte a un café al menos. -Pausó brevemente-, soy Kassia Nowak. Vas a recordarme como la persona que rompió tu valiosa pipa, pero está bien que sepas mi nombre, por si has de sancionarme. 

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07/03/2019, 18:02
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

-Está bien. Te acepto el café. Soy Grzegorz. Sonrío dando la mano

-Conozco un sitio genial al lado de la plaza. Si tienes tiempo ahora sería perfecto.

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11/03/2019, 20:11
Kassia Nowak

Kassia aceptó con la cabeza. Después de todo, ella era muy fiel al café baratucho de la biblioteca. 

Te sigo, pues.

La joven caminaba al lado de aquel hombre que, seguramente, no pasaría de los treinta años o, en su defecto, era más joven que la edad que pensaba ella que él pudiera tener. 

¿A qué se dedica? ¿Es usted estudiante? -le preguntó con educación, pues bien le enseñaron sus padres a tratar a los demás por 'usted'-. 

*

*

 Para cuando llegaron al lugar, había una mesa apartada en una de las esquinas del local. La pareja se sentó esperando a que le tomasen nota.

¿Suele venir con frecuencia a este local? Nunca había entrado en él. Siempre he pensado que era para la gente con... dinero.

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11/03/2019, 23:01
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

-Por favor tutueame. Sonrío. Si, pero por poco tiempo... espero, estoy acabando, seguramente de clase aquí aunque trato de viajar todo lo posible... veremos como se da compaginarlo.

*

*

*

Este sitio es más normal de lo que parece. Bien pensado es cierto que tiene ese aspecto... quizá por eso está siempre tan tranquilo.

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01/05/2019, 00:33
Kassia Nowak

Kassia sonrió y aceptó la invitación de tutear a su acompañante. 

Un café solo, por favor. -Comentó al notar la presencia del camarero. ¿Viajas? Bonita pasión. ¡Vaya!, entonces eres mayor que yo... ¡Quién lo iba a decir!, razón de más para poderle tutear. Y sí, por lo que parece, el lugar es bastante acogedor. No había venido aquí nunca. ¿Estás finalizando el doctorado o la cátedra? -en un desliz, Kassia miró la hora en la pantalla de su teléfono móvil, a la biblioteca le quedaba poco tiempo para permanecer abierta.

-Este hombre va a pensar que soy una extraña, pero me va a cerrar.

Por cierto, como no me acuerdo -debido a mi mala memoria- de si nos hemos presentado, soy Kassia Nowak y llego tarde a la biblioteca. Así que -decía a la misma vez que se levantaba del asiento- le dejo el pago del café en la mesa y me largo. -Se bebió el café de un trago sin importarle cuánto quemase. Pues , al parecer, había adquirido práctica con el paso del tiempo: beber líquidos a altas temperaturas.

¡Espero verle otra vez, profesor! -corría hacia la puerta y la silueta de la mujer desapareció del local, aunque, tras la cristalera de la cafetería saludó por última, o no, vez al futuro profesor alzando su mano y una amplia sonrisa. 

Kassia echó un poco de vaho en el cristal. Acto seguido, su pequeño dedo índice dibujaban unas cifras. Su número de teléfono. Se marchó corriendo tras volverse a despedir. 

Notas de juego

Puedes pasar al día siguiente, porque sino... me temo que no avanzamos con estos dos. Puedes dar también ideas, si así lo quieres, te seguiré. :)

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01/05/2019, 12:06
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

Notas de juego

Podemos hacer una elipsis de más tiempo si así lo prefieres

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09/07/2019, 11:52
Grzegorz "Greg" Mielewczyk

Aquella noche no dormí demasiado.

El recuerdo de aquel número de teléfono dibujado en el cristal me hacía sonreír continuamente. Seguramente, no llegaría a nada, pero me sentía bien disponiendo de una oportunidad.

¡Espero verle otra vez, profesor! 

Y yo también, susurraba casi en sueños, al recordar la escena.

Por supuesto, al día siguiente, después de desayunar, tenía un plan. Quedar y vernos. Sencillo y directo. Si era rechazado... no, no, por qué iba a ocurrir eso. Después de todo, le gustaba. ¡Me había dejado su número!

Me tiré medio café encima, de forma que tuve que cambiarme de camisa. Todas estaban sucias, así que me puse la que tenía mejor presencia. Después, inicié la "operación Kassia".

Cogí el móvil y la llamé.

Un toque, dos, tres...

-Eeeh, ¿hola, Kassia? Soy... ejem, el prof... soy Greg. Yo... quería preguntarte... uff... sipodíamosquedarparacomeralgojuntosovernosencualquierparte -conseguí farfullar, temiéndo que no me hubiese entendido, puesto que ni yo lo había hecho debido a los nervios.