Partida Rol por web

Cita:

Mi mirada se ensombreció-Cariño ¿por qué dices esas cosas? a tí no te va a pasar nada, te pondrás bien y haremos todo lo que quieras, ir al lago, te llevaré a la Feria que tanto te gusta y te enseñaré cosas nuevas para que seas una aventurera como yo, ya verásdije sonriendo, pero de repente me paré un instante me quedé clavado mirando sus ojos cuyo verdor había sido sustituido por un tono más amarillo. Tragué saliva preocupado, recordé lo que había ocurrido con ella...su transformación ¿estaría aquello relacionado con lo que la estaba pasando? al principio pensé que era una jugarreta del destino, pero ahora...

Cita:

Abrí la boca y la volví a cerrar, atónito. Me había llamado por mi nombre, no papá, ni papi...algo dentro de mí tembló y mi corazón se comprimió...nuevas incógnitas apesadumbraban mi cabeza ¿podría ser "ella" abriéndose camino entre la mente de aquella niña pequeña que creía ser mi hija? ¿era posible que la Eara adulta hubiese permanecido oculta o latente y ahora estuviese desperando? era de locos pensar eso, pero después de ver cómo la mujer que amaba, muerta en mis brazos se convertía en una niña, para mí, todo era posible.

Emisor desconocido.

23:00  Martes 01 del año actual.

No sabes quién soy, o ,al menos, no sabes de quién puede ser esta carta de mi puño y letra. Sin embargo, te voy a escribir algo importante. Ella. Ese ser que tienes en casa, sabes perfectamente de quién hablo. Nadie te ha contado que, como tú, puede volver a tener flashes 'del pasado'. 

Sólo te pido una cosa: ten sumo cuidado con el ser que intenta despertar. Con su 'yo' del pasado, quien en verdad, es su verdadero yo. Pues puede salir a la luz, dañándola. Ya que vive en un cuerpo que coetáneamente no es suyo. No te preocupes, tú sabes cómo actuar. Sabes que debes facilitarles las cosas para su mente intranquila. 

Te lo suplico, ten cuidado cuando sus ojos se vuelvan amarillo. Pues ese es el poder y consecuencia de los Edenes. Nadie os explicó que el resucitar tenía temibles consecuencias para la persona en sí. Enfermedades, amnesia, psicosis, esquizofrenia, cambios en el cuerpo físico, como -en el caso de un infante-, crecimiento prematuro por días, lo que quiere decir que tendrá un cuerpo de su yo del pasado con la mente del actual..., entre otros.

Me despido. Siempre podrás referirte a mí, como el ser que vela por ustedes. 

Atentamente:

Anónimo.

Emisor desconocido.

Miércoles 30 del año actual. 00:00 a.m.

No la encuentro, no la veo. La última vez que la vi se hallaba en su habitación. Estaba más alta y había decidido cortarse el cabello. ¿Hace mucho tiempo que no la ves? Es verdad, el tiempo pasa lento para ti, allí en el continente asiático. Sin embargo... quiero decirte que no todo es lo que parece ser. 

Como iba diciendo, la última vez que pude presenciar su silueta, estaba realmente cambiada. No la reconocerías ni tú mismo. Después de todo, llevas un año afuera y yo te sigo escribiendo como si fuera ayer, dos días antes de tu partida, velando por ella. 

Se parece a ti o ,al menos, se parecía. Después de todo, estuvisteis un tiempo juntos, como pareja, y años viviendo bajo aquel rol. En aquel entonces, se sentía confundida. Por extrañas razones no dejaba de mirar el mismo mapa que se encontraba en tu habitación de estudio. Aquella de la que no salías en demasiadas ocasiones.

El mismo mapa, una y otra vez.  Se permitía el lujo de anotar sobre tus notas, de hacer croquis en ellas. La sala era un completo desastre visual para los demás.

Miraba por la ventana de su habitación con la mirada triste.

Sabía que allí donde te encontrabas era un lugar peligroso. Te hubo advertido, con sus palabras en claves, aquella vez que asaltaron el hogar unos intrusos encapuchados. Desde aquel día, nunca, querido, nunca fue la misma. 

Por las noches acababa cansadísima. La escuchaba roncar desde al otro lado de las paredes. 

Al día siguiente, su rutina comenzaba de nuevo. Desayunaba, iba a correr, esquivaba a la prensa, entrenaba, llegaba a casa, bebía un zumo de naranja o agua, se duchaba y se encerraba en aquella habitación tuya. 

Lo más curioso es que su melena era un claro indicio que todo su cuerpo y su rojizo cabello, cambiaban con ella. No estaba sola, aunque se sintiese vacía por dentro.

Y escuché unos disparos procedentes de una de las estancias.

Aquel papel que me encontré en el bolsillo me perturbó de manera importante, incluso llegué a plantearme seriamente irme de allí y volver a casa. Era poca información la que presentaba aquel pequeño trozo de papel pero estaba cargado de sentido para mí, se refería a Eara claramente. Intentaba asimilar la información que tenía, que aquellos cambios no eran normales para una niña de su edad porque...¿aún seguiría siendo una niña cuando la volviese a ver? ¿seguiría pensando que era mi hija? porque según leía aquel documento su cuerpo estaba cambiando de forma acelerada, su pelo, su forma física, incluso sus rutinas diarias hacían que me estremeciese.

Su obsesión por mi habitación y mis documentos, el gimnasio, aquel zumo de naranja...mi difunta amada era una enamorada del zumo de naranja y cuando volvíamos de entrenar yo mismo se lo preparaba con naranjas frescas y todo aquello me trastornaba gravemente, mi corazón estaba totalmente partido por la mitad, por lo que sabía, por lo que desconocía y sobre todo, miedo por lo que me podría encontrar a volver a casa, me aterraba profundamente, pero debía quedarme y terminar la misión, encontrar aquel pequeño tesoro perdido y volver a casa.

-Eara, mi querida Eara...-