Partida Rol por web

El Despertar del Mal - II - La Máscara del Dios Viviente

I - Una larga travesía

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28/09/2015, 21:04
Rakna
Sólo para el director
- Tiradas (2)
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28/09/2015, 22:50
Cangrejo gigante

El único cangrejo que quedaba con vida, ajeno o no al destino que habían sufrido sus dos congéneres, se atrevió no sólo a adentrarse en la cubierta sino también a tratar de obtener un pedazo de carne de aquel ser de largas barbas y despeinados cabellos que blandía el espadón a diestro y siniestro con un pie apoyado en la baranda de la embarcación. Tal y como se lo propuso el gigantesco crustáceo llegó hasta Rhylen desde la espalda, ignorando a aquellos que se encontraban en el interior del camarote desde donde le habían llovido proyectiles tanto mágicos como mundanos. Una de las enormes pinzas encontró lo que buscaba cerniéndose con todas sus fuerzas en la corva de una de las esqueléticas y pálidas piernas del veterano guerrero. Rhylen, que victorioso tras haber dado cuenta del cangrejo ya se disponía a rescatar el cuerpo sin vida del agua, notó la férrea presa que como si se tratase de unas tenazas de herrero mordió sus carnes.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Ataque cangrejo a Rhylen: 1/2 éxitos. -3 pg y presa gratuita (apresado).

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28/09/2015, 22:54
Rhylen Carsson
- Tiradas (1)
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28/09/2015, 23:01
Rakna

Rakna se arrastró ensangrentado y carente de fuerzas hasta el interior del camarote mientras su bípeda favorita salía al encuentro de la amenaza dejando al cánido descansar y recuperarse de sus heridas. La oronda bípeda que estaba a su lado debería aguantar sus lamentos de dolor aunque Rakna más bien pensaba que era al revés, pues ésta comenzó a vociferar en cuanto vio que se acercaba hasta ella, hecho que provocó que Rakna se asustase enormemente. Cuando la gran bípeda sacó una maza, el lobo sólo agachó la cabeza pensando que sus días estaban contados, sus lloros sólo eran un intento porque Hostawen la salvase. Para su sorpresa una cálida sensación recorrió el cuerpo del lobo haciendo que olvidase la mayor parte del dolor. Rakna se levantó casi haciendo una reverencia y con dos lametones agradeció a Alétheia su ayuda. Entonces, la orden de Hostawen hizo que todo su bello se erizase y mostrase sus dientes. En un segundo el lobo corrió hasta el exterior sólo para ver que el cangrejo que había recibido los flechazos de su compañera ahora apresaba impunemente las piernas del escuálido anciano que olía a vino. Rakna ya sabía bien donde atacar pues sus fauces ya habían provado aquella carne anteriormente. Sus fauces destrozaron todo lo que encontraron a su paso salpicando de sangre azul la cubierta del barco y obligando al cangrejo a liberar la pierna de Rhylen.

Notas de juego

Motivo: ataqueñ Tirada: 1d20; Resultado: 18(+5)=23

Motivo: daño; Tirada: 1d6; Resultado: 6(+2)=8


Ataque: +1 AB +2 Fue +1 Soltura+1 bendecir= +5
Daño: 1d6 +2 Fue 

MUERTO

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29/09/2015, 06:06
Capitán Walren

Los lametones de Rakna sobre su propio pelaje indicaron al resto que la amenaza había finalizado, y esta vez era de forma definitiva. Sólo Alétheia, que aún seguía equipándose con la pesada armadura pareció no percatarse de que el último de los cangrejos gigantes había caído víctima de los ataques combinados de Hostawen, Tanyl y el lobo compañero de la elfa exploradora. Rhylen, inclinado sobre la borda del barco logró izar al interior el cadáver del cangrejo que había destrozado antes siquiera de que lograse subir a la embarcación.

Tras unos segundos de calma, el capitán Walren, gran aficionado al marisco ribereño, mandó con una sonrisa cómplice a su sirviente goblin a que se hiciese cargo de las presas recién pescadas. ¡Desde luego serrá un buen desayuno! – Se dijo el enano frotándose las manos, entumecidas tras la larga noche guiando la barca río abajo.

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29/09/2015, 06:16
Ewem

Cuando Ewen llegó hasta los compañeros, los cuales se habían reunido en torno al señor Carsson para apreciar sus heridas, el goblin reparó en un objeto brillante que reposaba cerca de los barriles de provisiones. ¡Alguno perder esto! ¡Ezpejo bonito y brillante! – Exclamó cediendo a Hostawen un espejo de acero pulido en cuyo envés lucía un fragmento de vidrio fragmentado en numerosas partes pero que no se había desprendido de la estructura metálica. Podía ser aquel espejo el origen de aquel ruido metálico que había precedido a la llegada de los cangrejos a la cubierta del barco. Sea como fuere, Ewen poco reparó en aquel pequeño objeto y, entusiasmado por el tamaño de los crustáceos, se afanó por apilarlos en un espacio vacío de la cubierta de proa donde podría prepararlos para el almuerzo.

Notas de juego

Puntos de experiencia: 300 puntos de experiencia para cada uno. (Yo los apunto)

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29/09/2015, 06:24
Director

Fue desde la seguridad del cálido techo del camarote desde donde Togo presenció como sus compañeros no sólo hacían frente a dos enormes cangrejos, sino que además lograban derrotarlos sin demasiadas trabas. El señor Carsson, aquel anciano alcohólico de quien poco podría decirse y mucho menos alabarse tras verlo apoyado en la barra de las Siete Platas totalmente desaliñado y con la mirada perdida en las largas noches que Togo había servido de camarero, resultó ser un gran guerrero. El mediano había sido testigo de cómo éste destrozaba a uno de los gigantescos cangrejos  antes siquiera de que éste tuviese la oportunidad de entrar por completo con su gran cuerpo acorazado en la cubierta del barco. Además, por si aquella gesta pudiese parecer poco, también fue espectador privilegiado el mediano de cómo el anciano se sobreponía a una herida terrible que otro cangrejo le había propinado con sus enormes pinzas en una de sus escuálidas y pálidas piernas. Sólo gracias a la intervención de Rakna la cosa no había ido a mayores, pues tras recibir el cangrejo una serie de flechazos y unos cuantos impactos de unas bolas luminosas el lobo acabó con la vida del crustáceo como ya había hecho con anterioridad con el primero que pisase las bastas tablas de la embarcación.

Togo podía respirar aliviado. Gracias a los dioses no había sido necesaria su intervención más allá de su aviso con el espejo de acero pulido. Sin embargo, la historia de aquel espejo estaba muy lejos de terminar. A su espalda Togo escuchó cómo el capitán enano, contento por lo que presagiaba sería un espléndido almuerzo, ordenaba a su sirviente acercarse hasta la proa en busca de  los cuerpos sin vida de los cangrejos.

¡Desde luego serrá un buen desayuno!  - Se dijo el enano frotándose las manos, entumecidas tras la larga noche guiando la barca río abajo.

 

Cuando Ewen llegó hasta los compañeros, los cuales se habían reunido en torno al señor Carsson para apreciar sus heridas, el goblin reparó en un objeto brillante que reposaba cerca de los barriles de provisiones. 

¡Alguno perder esto! ¡Ezpejo bonito y brillante! – Exclamó cediendo a Hostawen un espejo de acero pulido en cuyo envés lucía un fragmento de vidrio fragmentado en numerosas partes pero que no se había desprendido de la estructura metálica. Podía ser aquel espejo el origen de aquel ruido metálico que había precedido a la llegada de los cangrejos a la cubierta del barco. Sea como fuere, Ewen poco reparó en aquel pequeño objeto y, entusiasmado por el tamaño de los crustáceos, se afanó por apilarlos en un espacio vacío de la cubierta de proa donde podría prepararlos para el almuerzo.

 Tanyl Argenthor¿Me dejas ver un momento? - Preguntó el hechicero semielfo tan pronto vio en manos de la exploradora el pequeño espejo de metal. Tras acercarse a ésta, el semielfo lo tomó y lo levantó sobre su rostro a la vez que sus dedos realizaban unos rápidos e intrincados movimientos.

Notas de juego

Puntos de experiencia: 100 px (Yo los apunto)

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29/09/2015, 06:42
Tanyl Argenthor

Fuzuli parecía revolverse inquieto en el petate al escuchar la palabra 'desayuno' de boca del capitán. Así que Tanyl, al que le parecía que el peligro había acabado, dejó salir al minino de la bolsa.

Tras depositar al orondo gato con delicadeza en el suelo, el jóven hechicero se acercó curioso al objeto que el goblin le había dado a la elfa.

-¿Me dejas ver un momento?

No pensaba que el espejo en cuestión se le hubiese caído al barbudo guerrero (seguramente Carsson llevaba tiempo si tan siquiera mirarse en uno). Y si no pertenecía a nadie del barco, ¿qué hacía ahí?

Los ojos de Tanyl brillaron mientras éste recitaba las palabras que le permitían discernir objetos mágicos entre los mundanos, y con esta nueva capacidad, volvió a revisar el espejo que Hostawen había recibido en sus manos.

Notas de juego

 Uso 'Detectar Magia'.

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29/09/2015, 06:59
Director

Notas de juego

Detectar magia:

Carece de magia, sin embargo por lo que puedes ver es de un tamaño bastante pequeño, del tipo que utilizaría una coqueta niña pequeña.

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29/09/2015, 09:27
Tanyl Argenthor

Después de unos segundos de observación Tanyl informó al resto:

- No es mágico. Pero ¿qué demonios hace aquí si no es de ninguno de nosotros?

¿De dónde lo había cogido el sirviente goblin? Los barriles de provisiones... ¿Es que  acaso habría dentro de los barriles algo que hubiese escapado del control de capitán enano?

¿Habéis revisado esos barriles? - dijo señalando al lugar donde se había encontrado el espejo.

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29/09/2015, 17:15
Alétheia

- ¡YA ESTOY AQUI, NO OS PREOCUPEIS!- Gritó una acorazada Alétheia maza y escudo en mano. Sus mejillas se sonrojaron cuando apreció que todo estaba en calma en cubierta.- Ah...ya está todo solucionado....ejem...como había previsto.La bendición del Débil es poderosa.-guardó arma y escudo y se apresuró a ayudar al goblín a amontonar los pedazos salvables de cangrejo. Con la maza sagrada golpeaba las articulaciones de las patas para sacar toda la comida.

- Una maza sagrada pues el yantar es sagrado también. Tenemos que recuperar energías.- Apenas prestó atención al espejo roto. Sería de Hostawen. La escuálida elfa era vanidosa y coqueta, si no cómo podía ser que estuviese tan delgada.- ¿Los barriles? Yo no. No quiero ser la diana de los horribles gritos del enano ese.

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29/09/2015, 19:26
Director

 Tanyl ArgenthorDespués de unos segundos de observación Tanyl informó al resto:

No es mágico. Pero ¿qué demonios hace aquí si no es de ninguno de nosotros?

¿De dónde lo había cogido el sirviente goblin? Los barriles de provisiones... ¿Es que  acaso habría dentro de los barriles algo que hubiese escapado del control de capitán enano?

¿Habéis revisado esos barriles? - dijo señalando al lugar donde se había encontrado el espejo.


Alétheia- ¡YA ESTOY AQUI, NO OS PREOCUPEIS!- Gritó una acorazada Alétheia maza y escudo en mano. Sus mejillas se sonrojaron cuando apreció que todo estaba en calma en cubierta.- Ah...ya está todo solucionado....ejem...como había previsto.La bendición del Débil es poderosa.-guardó arma y escudo y se apresuró a ayudar al goblín a amontonar los pedazos salvables de cangrejo. Con la maza sagrada golpeaba las articulaciones de las patas para sacar toda la comida.

- Una maza sagrada pues el yantar es sagrado también. Tenemos que recuperar energías.- Apenas prestó atención al espejo roto. Sería de Hostawen. La escuálida elfa era vanidosa y coqueta, si no cómo podía ser que estuviese tan delgada.- ¿Los barriles? Yo no. No quiero ser la diana de los horribles gritos del enano ese.

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29/09/2015, 20:26
Rhylen Carsson

-¡Puto bicho!, exclamó el viejo guerrero a la vez que propinaba un puntapié a los restos del cangrejo que había conseguido impactarle.

Con la lucha concluida y la aparente calma recuperada, Rhylen volvió al camarote con rostro de muy pocos amigos, provocado en gran medida por el intenso dolor en la parte trasera de una de sus piernas.

Aquel barco le resultaba de lo más dispar. Al reencuentro con Alétheia y Hostawen se le había sumado la desconcertante figura de aquel hombre encapuchado. – No me da buena espina este tipo…, pensaba para sí mismo al pasar junto a él. Por si fuera poco aquel goblin, al que Rhylen no rebanó la cabeza de milagro nada más verle, no ayudaba comprender cuál era el motivo de encontrarse en aquel barco, qué para colmo iba comandado por un enano….

-Y bien… ¿Alguien me puede decir, DE UNA VEZ… que demonios hago yo aquí?¿Dónde diantres estamos?, preguntó a pleno pulmón mientras revisaba el saco con sus pertenencias y comenzaba a equiparse con su armadura. 

Notas de juego

Comienzo a ponerme la armadura.

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29/09/2015, 21:05
Hostawen

Rakna volvía a poner punto y final a otro crustáceo, él solo se había papeado a dos y Rhylen al tercero, dejando el desayuno como bien prodigaba el enano a los cuatro vientos. El maloliente Ewem se tambaleaba y al parecer encontró un artilugio que depositó en las manos de la elfa. -G-gracias.- dijo sorprendida ante el gesto de amabilidad de aquel ser. Totalmente inesperado y con una ceja en alto la exploradora miraba a Ewem llevarse aquella comida con una sonrisa en la cara. Tanyl parecía interesado en aquel objeto. -Por supuesto que no, me lo acaban de dar.- dijo la elfa impidiendo que el encapuchado tocase el objeto que le acababan de dar. -¿Por qué se lo iba a dar? Faltaría... que grosero...- se preguntaba la elfa a sí misma cuando el mago salió de sus cávilas para concluir que era un simple objeto mundando. - Qué poder de erudición. Le faltó acabar con que era un espejo...- ironizaba la elfa ante las apreciaciones de un mago que dejaba mucho que desear. -Creía que los magos eran inteligentes y sabio. Craso error el mío, ruego me disculpe.- finiquitó la guardabosques, dejando ver la personalidad compleja y fuerte que tenía una mujer acostumbrada a vivir entre bosques más que con personas. Le dio la espalda justo cuando la pitonisa del débil entraba con maza en mano para rematar la faena.-No guardes la maza, quizás Ewen la encuentre de utilidad para romper el caparazón.- dijo con una sonrisa. Alétheia era una mujer muy discreta, pero para Hostawen no había pasado por alto la gran ayuda que había aportado la oronda mujer. -Muchas gracias.- dijo agarrando las manos de la pitonisa. -Tienes un gran corazón. Tu mera compañía y presencia nos da vitalidad y valor.- decía con una mano en el pecho. Había sentido la bendición del débil. Había sentido que varios de sus disparos obedecían más a la fortuna que a su destreza. Incluso había visto como la pitonisa había refrenado sus miedo para ayudar a su compañero. Aquella mujer se merecía más que sus respetos.
Por su parte Rakna se sentó mirando a Alétheia obediente y atento.
-Parece que has hecho un amigo.- añadió Hostawen. -No soy la única que te agradece tu aportación en este combate.- terminó diciendo con una sonrisa. Finalmente la elfa tras escuchar a Alétheia pronunciarse se acercó al venerable anciano para refrescarle la memoria.
-Rhylen jajaja... Venid conmigo.- decía escoltando al guerrero hacia dentro de la estancia. Cerca de la hoguera donde en breve comenzarían a preparar el desayuno. -Lleváis demasiado tiempo con vuestros pasatiempos preferidos...- matizó con mucha mano izquierda. -Os han seleccionado por vuestro valor nuevamente para una importante misión. Debéis proteger a Alétheia...- sin duda la pitonisa merecía toda la protección que el grupo pudiese proporcionarle, había estado varias veces en vuelta en demasiados peligros y en muchas ocasiones casi pierde la vida. -Lo que descubrimos en el templo... Es nuestro asunto. Y debemos ponerle fin...- comenzó explicando. -La villa de Kassen confía en nosotros. Y aunque no sepamos la magnitud del peligro, se presagian grandes males... Y no sólo para la villa, también para sus bosques y la labor que se desempeñan en ambos, así como en sus viñedos.- terminó diciendo, seguramente un fervor fanático del vino no vería con buenos ojos el fin de aquellos viñedos y aunque la elfa no sabía bien si eso llegaría a pasar, bien era verdad que la ayuda de Rhylen sería clave para el grupo. Llegados a este punto la elfa recordó que sólo había traido una botella de vino, hubiese estado bien cedérsela al guerrero para darle al menos una alegría, pues confuso tras la peor de sus resacas y enrolado en un viaje que no había aceptado, sólo una botella de vino hubiese levantado su ánimo. Aunque seguramente no era la primera vez que aquel truhán se metía en una como esta, la elfa bien apostaría a que aquel noble anciano había pasado más de una vez por la misma situación.
 

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29/09/2015, 22:16
Togo "El Niño" Overhill
Sólo para el director

Para cuando Togo quiso atacar a los cangrejos gigantes, los viajeros ya habían acabado con ellos. El mediano vio con asombro como el enjuto anciano blandía con maestría su espadón, derrotando al cangrejo que pretendía atacarle  Por todos los goblins, señor Carsson.... si no lo veo no lo creo. También fue testigo con grata admiración como un hechizo mágico de ataque, chocaba contra otro de los crustáceos acabando con su vida en un instante. Por Timora!! eso serán proyectiles mágicos...!! Cuando la tranquilidad volvió a la cubierta, la emoción se adueño de Togo, que se tumbó boca arriba con los brazos en cruz mirando al infinito cielo intentando asimilar aquello  que acababa de ver. Había sido testigo de excepción de un combate entre unos aventureros y  monstruos marinos  vaya golpes de mandoble.... y el cangrejo gigante atravesado por esas fuerzas mágicas... por todos los dioses... aún no me lo creo... Pero  la ensoñación del mediano se tornó en  cierta preocupación cuando escuchó que los viajeros habían encontrado su espejo y se preguntaban cómo había llegado hasta allí. Dejó pasar unos instantes sin moverse de su posición para no levantar sospechas, esperando a que la normalidad volviera al barco y empezaran a cocinar a los crustáceos, tal y como decía el capitán.

Notas de juego

Cuando pueda seguir actuando me avisas. Cuando la normalidad vuelva Intentaré sacar algunas cosillas más del saco.

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29/09/2015, 23:19
Rhylen Carsson

Rhylen permitió que la joven elfa le escoltara hasta una diminuta hoguera donde pudo ponerle al día. - ¿Elegido yo?, añadió sorprendido ante sus palabras. - ¿A Alétheia, decís?, añadió confundido. Era cierto, que la joven pitonisa sufrió feas y graves heridas durante la expedición en la antigua cripta, pero también la había visto desenvolverse en combate, y pesar de su juventud tanto ella como Sigmund le habían sorprendido gratamente. Para el anciano si realmente tenía que proteger a alguien allí, más bien debería ser a la misma persona que estaba susurrándole al oído… - O quizá a ese otro elfo delgaducho de la capucha, pensaba mientras fruncía el ceño.

No obstante Rhylen no quiso hacer ningún comentario al respecto, conocía muy bien lo orgullosa que podría llegar a ser Hostawen, quizá sólo le costaba admitir en público que necesitaba de sus servicios para sentirse más segura, y aunque notó como trataba de jugar con él en ese aspecto, decidió seguirle la corriente. – Claro…claro..., le susurró al oído, - Podéis contar conmigo..., dijo en tono cómplice…  - Pero dime… ¿A dónde coño vamos?...¿Ah, y quién es ese de ahí?, añadió señalando disimuladamente al hechicero. - ¿También hay que protegerlo?

Tras la información obtenida llegaron las malas noticias. – ¿Ni una jodida botella de vino? ¿Qué clase de enano pilota este barco?, pensaba indignado cuando le negaron la existencia de alcohol a bordo. De seguro era que si él mismo hubiese preparado su equipaje, albergarían allí cosas muy distintas a las que no paraba de mirar con las esperanza de encontrar por allí perdida alguna de sus botellas de vino casero. -¡Maldición!... ¡Señor enano!, gritó aún desde el camarote. – ¿Queda mucho hasta llegar a puerto? Tengo la garganta seca, joder….

 

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29/09/2015, 23:39
Togo "El Niño" Overhill

Tras el ataque de los cangrejos gigantes la normalidad volvió a la embarcación. Mientras los tripulantes se afanaban por preparar un desayuno con los crustáceos recién capturados, Togo aprovechó para rebuscar con tranquilidad en su saco hasta encontrar varios objetos que, visto lo visto, prefería tener a mano por si a caso. 

Su nuevo escondite era mucho más confortable, no solo por el espacio, sino por el calor emitido por el hogar del camarote y que, a través del techo, podía notar cuando empezaba a refrescar.

Pero lo que más le gustaba era que podía disfrutar del viaje como un enano  mediano. La  brisa que azuzaba las velas le golpeaba en la cara, haciéndole sentir como a los lomos de un gran dragón. La belleza del paisaje era indudable y unido al idílico sonido del agua hacía que Togo se sintiera el mediano más afortunado del mundo. Sólo le faltaba algo que sentía a punto de conseguir... vivir una verdadera aventura. Aunque sin darse cuenta ya la estaba viviendo, pues colarse un aquella barcaza y viajar oculto a los ojos de tanta gente y sobre todo a los del capitán Walren y su fiel grumete.

A veces se sorprendía a sí mismo sentado en el techo del camarote, con los pies colgando por babor,  lanzando piedras a algún  monstruo que su imaginación había visto en la otra orilla. Y así, con el deseo de convertirse en un verdadero aventurero, Togo se alimentaba a diario para que el viaje no le resultara monótono y aburrido.

Notas de juego

Saco los objetos que según mi equipo llevo normalmente encima, aunque durante el viaje la armadura de cuero solo me la pondré si hace frio.

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30/09/2015, 06:32
Tanyl Argenthor

Pero qué mal carácter se gastaba la elfa,casi le quitaban a uno las ganas de llevarsela a la cama. Mordía más que su gigantesco lobo. Además parecía no enteder  bien el idioma común ya que él le había dicho DEJAR y no DAR. En fin, el objeto no era mágico así que se lo podía meter por donde le cupiese. Hubiese estado bien revisarlo por si llevase algo inscrito que pudiese identificar a su dueño pero a ver quién era el valiente que se lo decía.

Sin perder más tiempo con aquella desagradable fierecilla, Tanyl se volvió de nuevo a los barriles.

Capitán- exclamó- parece que un objeto se ha caído de uno de sus barriles de provisiones, ¿le importa que echemos un vistazo por si se le ha colado algún cangrejo dentro?

Parecía que a todos les llamaba más la atención la futura comida que el detalle del espejo y se afanaban por preparar los crustaceos. Se alegró por su familiar que se sentiría en su salsa con aquel grupo, pero a él le hubiese gustado que mostrasen algo más de interés por otras cosas. Eso falta en aquel equipo, alguien que se hiciese preguntas, que buscase hasta en los recovecos más oscuros en busca de respuestas...

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30/09/2015, 18:03
Alétheia

- ¿Estáis herido?- Fue lo único que contestó Alé al Sr. Carsson. - Déjeme echar un vistazo a esas heridas.- Pero no parecían de gran gravedad, por lo que la Pitonisa se limitó a limpiarlas y vendarlas, forzando al impulsivo hombre a quedarse quietecito.

Captó enseguida las tiranteces entre Hostawen y el nuevo, no en vano ella había sufrido las impertinencias de la elfa en un principio, cuando se conocieron.

- Tranquilo ya se le pasará.- Susurró acompañándose de un guiño.- ¿Qué te pasa?- Le dijo al hechicero dándole una fuerte palmada en la espalda estrecha de hombros.- ¿Necesitas ayuda con esos barriles?- A la  mujerona le faltó arremangarse antes de coger los barriles como si de una estibador se tratase.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Joder nunca me sale la ***ñ*** tirada con el Sr. Carsson.

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30/09/2015, 18:46
Capitán Walren

¿Llegar a puerto? ¿Llegar a puerto? – Preguntó Walren sin poder contener un asomo de carcajada. ¡Le aconsejo señor que beba agua del río, pues con este viento no llegaremos antes de seis días! – Dicho esto, Elwen, que no paraba de reír las gracias de su patrón, asintió ante la petición de Tanyl de examinar los barriles; al fin y al cabo el goblin necesitaría abrirlos para preparar su guiso cangrejil. Estos contenían sal, patatas, puerros y boniatos para desaliento del pobre Fuzuli que, tras ver que no había nada interesante que llevarse al gaznate allí aparte de un pequeño y rápido ratón que huyó despavorido al mover el primero de los barriles y que no provocó en el gato más que una mirada de soslayo, se retiró al interior del cálido camarote a aguardar a que el goblin dejase caer o perdiese de vista algo de comida de verdad, daba igual lo que sucediese antes.

Saciada así en parte aquella sana curiosidad del semielfo, el grupo compartió un agradable almuerzo que fue seguido por lo que se convertiría en la anodina tónica del viaje durante los seis días restantes: echar cabezadas sueltas entre comida y comida. La calma tornó en tedio a los tres días de dejar Kassen pero al menos para combatirlo contaban con las espléndidas riberas del Toroundel, rebosantes de exuberantes vegetaciones y fauna, la cual aunque esquiva de vez en cuando se dejaba ver. Sin embargo, el cuarto día hubo un cambio sustancial en todo aquello. Las siempre entretenidas orillas dejaron de verse tan pronto el bajel entró en las mansas aguas del Encarthan. Una gran extensión de agua que no parecía conocer fin se extendía a ambos lados del navío y aunque a veces el barco se acercaba a la orilla occidental del lago no lo hacía a menos de un par de millas.

El carácter del enano, al que después de un par de días lograron acostumbrarse dado que era mucho más amigable de lo que su semblante daba a entender, cambió drásticamente. Aquella seguridad que se desprendía de él mientras navegaba a través de las a veces traicioneras aguas del río se convirtió en una precaución extrema. Dormía pocas horas y cuando la temperatura lo permitía lo hacía apoyado en el timón escrutando la oscuridad como si le fuese la vida en ello. Durante la cena del quinto día de viaje, no obstante, se atrevió a hacer partícipes a los allí presentes de sus miedos. Aquellas aguas a las que estaban a punto de entrar pertenecían a la región de Nirmathas cuya capital, Tamran, no era ajena a los eventuales ataques de los Molthunianos, con cuyas gentes mantenían una guerra de baja intensidad. Molthune tenía a su servicio a numerosos navíos corsarios que hostigaban el tráfico lacustre con los pueblos y ciudades asentados a la orilla del lago. No quería decir aquello que las aguas estuviesen totalmente desprotegidas, pues Nirmathas contaba con una flota de navíos de guerra lo suficientemente decente como para impedir que grandes barcos asediasen las ciudades, pero los barcos con patente de corso a sueldo de Molthune habían aprendido la lección a no mucho tardar y ahora se valían de pequeños barcos, rápidos y silenciosos, con los que asaltaban a los navíos comerciales sin ser detectados hasta que era demasiado tarde. Si algo temía el Capitán Walren aparte de caer al agua, pues no sabía nadar, era perder su único medio de vida. Hasta ahora había sido afortunado y el único intento de abordaje que sufrió un año atrás fue abortado por una fragata de Tamran que casualmente navegaba cerca y que oyó las voces de Ewem pidiendo auxilio. Fue por eso que en el atardecer del sexto día el Capitán Walren plegó la vela del navío. Bien amigos, aguardaremos aquí hasta que se haga de noche. – Comentó resoluto. Cuando la oscurridad de la noche nos envuelva nos acercarremos a Tamran, a la cual arribarremos en pocas horras. Hoy cenarremos temprano. No quierro luces en la oscuridad.

Notas de juego

Nos encontramos en la tarde del sexto día tras dejar Kassen.

Rhylen y Rakna han recuperado su salud.

Alétheia puede preprarar los hechizos que crea convenientes después de la charla con el Capitán Walren.