El baño reparador fue lo mejor que le había pasado a Rhylen en los últimos días. Tras sumergirse en el agua simplemente dejó que sus heridas se fueran limpiando mientras daba pequeños tragos a la botella de vino que había conseguido en la posada. – AAhhhhss…Así sí… joder… Aaaaasí, SÍ…, repetía con cada trago que daba hasta que acabó con ella.
Tras ese placido momento y las curaciones de Alétheia, los cinco aventureros se reunieron y comenzaron a ponerse al día con respecto a la información hallada. Tras oír a Togo y Alétheia, todos eran conscientes que la información obtenida era muy escasa, demasiado para todo lo que habían tenido que pasar… Sin embargo, Togo había dicho algo que Rhylen quiso resaltar... era evidente que habían sido descubiertos y ahora, en tan complicada situación, necesitarían ayuda más que nunca. - ¿Has dicho resistencia contra el templo, chico?, preguntó para asegurarse, no fuera a ser que la botella de vino comenzara a nublar su juicio. – Quizá podamos investigar nosotros sobre ello…, añadió. – Es evidente que necesitaremos ayuda a partir de ahora. Si conseguidos dar con esa… resistencia, podríamos intercambiar información y quién sabe si trabajar juntos contra un enemigo común…, concluía pensativo.
Mientras conversaban acerca de cual sería el curso a seguir en lo que tenían por delante, Hostawen se había mantenido en silencio examinando con detenimiento el pesado manuscrito sustraído por Togo. A todas luces parecía ser un registro de bienes y donaciones recibidas por el templo desde el día en que se fundase en Tamran. En las últimas líneas escritas en él, de forma vaga e imprecisa, Hostawen localizó objetos tan diversos como una maza mágica, pociones curativas y unas herraduras mágicas. Todos ellos habían sido marcados con una nota al margen que rezaba: «recibido». Además de tales registros había otros que involucraban únicamente una cantidad fija de dinero y habían sido marcados con la nota «Diezmo». A éstos les acompañaba un cargo adicional marcado como «Transporte». Aunque no seguían un patrón específico, la elfa dedujo que estos diezmos salían del templo cada tres o cuatro meses hacia un destino desconocido. El último de ellos parecía corresponderse con la fecha en que la misteriosa sacerdotisa había dejado el templo, antes de que los compañeros llegasen a Tamran.
-Hmmmm...- decía la elfa mientras leía el libro. -Tienen todo un sistema de cobros, están muy bien organizados. Diezmos cada tres o cuatro meses que salen con un destino no especificado. ¿Quizás otro templo que actúa como sede?- se preguntaba la elfa. No había nada claro, pero -De ser así, quizás lo que buscamos no esté en esta ciudad... Tendría sentido, pues la suma sacerdotisa abandonando el templo...- quizás la magnitud de la orden era muy superior a la que el grupo de aventureros pudiera imaginarse. La elfa por su parte decidió poner al tanto a Rhylen sobre la situación de la resistencia. -No existe ninguna resistencia, Sr. Carsson. Fue un bulo...que...que me inventé...- terminó diciendo algo avergonzada. -No sé que me pasó allí dentro, pero no podía dejar de mentir para confundir a Krant... Ese tipo era tan idiota que se creía cualquier cosa que le dijese...- sea como fuere el grupo no tenía mucha información, pero seguramente era hora de dar con el explorador, darle las nuevas sobre su compañero y preguntar si la orden tiene otra seda.
Al principio no le interesaba el libro en absoluto, pero después de lo que le había contado Hostawen, saltó una pequeña chispa en su alocada cabeza; si la mayoría e objetos importantes eran sacados del Templo, quizás las joyas que buscaban estuviese en aquel otro lugar.
Tenemos que averiguar ese destino. ¡Quizás esté ahí lo que buscamos!- dijo como si hubiese descubierto el fuego
El mediano se quedó escuchando a Hostawen y tras la intervención de Rhylen y Tanyl pronunció - Lo más parecido a una resistencia que hay en la ciudad es Reginar, por eso lo están buscando. Bueno.... y ahora nosotros, que también nos están buscando.¿ Y si estuvieran chantajeando a las autoridades de la ciudad...? De ahí que sean tan permisivos con el templo y con sus métodos... ¿ No creéis?
Deberíamos hacer una visita a Reginar para contarle lo que hemos descubierto, quizás él sepa algo más....
Como nos están buscando y juntos llamamos mucho la atención creo que lo mejor será que vaya yo. Escabullirme por la ciudad para llegar a su posada no me será difícil. Allí puedo contarle o traerlo hasta aquí. ¿Qué os parece?
¿La casa del panadero es la panadería o es otra casa?