Y así, tras una revisión de aquel extraño y misterioso premio, en un ambiente más distendido, el viaje prosiguió sin más inconvenientes hacia su destino: el hogar.
Había sido un trabajo duro con un empleador que difícilmente olvidarían. Habían conocido seres de leyenda, personas variopintas: desde sabios eremitas a megalómanos nazis. Incluso sus propias vidas habían estado al borde del precipicio en más de una ocasión pero, al final, el trabajo en equipo y la mezcla de sus grandes talentos, les había permitido, no sólo sobrevivir, sino lograr una hazaña que, por desgracia, pocos sabrían.
En los siguientes días, se tomarían un descanso para apartarse en buena medida de las consecuencias que pudieran derivar de sus acciones, pero, seguramente, los cinco de Janet, volverían a las andadas.
FIN