—Mi problema no son los peligros, ni el dinero, sino que quiera hacernos creer que si renunciamos no los hay. Ese tipo que tanto cariño nos tiene es un cazador, y sabe como atacar a su presa. Sabe que es mejor intimidarnos y que Janet y Arthur no eran los únicos, aunque fuesen los únicos en la fiesta. Precisamente por ser tan cerebral puede simplemente negociar con nosotros y después, cuando bajemos la guardia, librarse de gente que sabe lo que ha pasado. Así que no me venga con el "pueden retirarse" y no insinúe que digo esto porque— Luna hizo el gesto de las comillas— Es peligroso.
Si algo molestaba a Luna era que le tomasen el pelo, y no dejaba de tener la sensación de que el inmortal les estaba intentando comer la cabeza, ya fuese para motivarlos o para engañarlos, con promesas de grandes recompensas. La parte de la recompensa era lo que más irritaba a la cazadora, ya que, quisiera o no, aquello había pasado a ser un asunto personal. La joven movió la cabeza, disgustada, pero no tardó en volver a centrarse en el plan, aunque no era su punto fuerte.
—¿Dónde tiene que hacer usted su numerito cuando consiga el grial? ¿Ellos saben que tiene que hacer algo? Porque si es así, al entrar, en lugar de tratar de negociar para quitarnos la copa, le atacarían en primer lugar para impedirlo y ya luego irían a por el Grial. Negociando con palabras o balas, según prefieran. Dependiendo de donde sea, tendremos que pensar en un plan de fuga o en uno de contención.
—¿Conseguir una copa que sea sencilla y parezca antigua, en esta ciudad? Lo difícil será escoger cuál queremos —respondió a Arthur— Lo que no sé es si Göering nos dará la oportunidad de engañarle o nos impedirá el gusto de darle gato por liebre porque apriete el gatillo antes de tiempo. En cualquier caso, me voy a hacer con unas cuantas copas —dijo Janet mientras se alejaba para coger el teléfono fijo.
—¿Recepción? Sí, mire, unos amigos y yo estamos dando un pequeño coctel y nos gustaría disfrazarnos —dijo con toda tranquilidad, convencida de que no sería lo más extraño que ese conserje había escuchado— Así que apunte: necesitamos cinco togas de seda, tres bandejas robustas como hechas de cobre y diez copas doradas de diseños distintos, que parezcan antiguos. Y una corona de laurel. Que sean dos coronas. ¿Lo tiene todo? Y nos llena las bandejas de frutas locales. Y suba tres botellas de vino. Dos que sean del que nos sirvieron en la cena de ayer y la otra botella del peor vino que tengan, que haremos una cata a ciegas. ¿Lo ve viable? Estupendo. Meta los gastos en la cuenta. Si todo eso llega en menos de una hora, se ganará... ¿200 euros? Que sean 300. Que el esfuerzo bien valga la recompensa —dijo Janet mientras sonreía a Cartafilus. Colgó—. Pues ya tenemos copa. Hemos quedamos como unos frikis, pero nos quita de en medio a los espías de Göering.
Con la escena, Janet no solo pretendía conseguir discretamente la copa falsa, sino reducir la tensión que se respiraba en el ambiente entre Luna y Cartafilus. Si podía atraer la atención sobre ella durante unos instantes, quizá las aguas se calmaran. Si no, lo haría el vino.
Cartafilus abrió las manos dando a entender que no quería discutir con Luna o que le parecía que no iba a llegar a ningún lado. Él ya había expuesto sus argumentos y la nativa adoptada parecía fuera de si y bastante enfadada.
-Como quiera. -contestó de forma serena, intentando rebajar la tensión- Como ya dije en su momento, lo que tengo que hacer, ha de hacerse en la Basílica. Justo al lado. No deberíamos tardar demasiado en llegar y es algo que no debería saber Göering.
La intervención de Janet hizo que el ambiente se distendiera. Marylin fue la primera que sonrió levemente ante la ocurrencia de la líder del equipo. Aprovechando aquel impass, Cartafilus volvió a intentar reconducir el asunto.
-Muy bien. Mañana nos infiltraremos en el Museo. Sus exploraciones han encontrado hasta cinco salas sin uso que podemos usar para poder pasar el día hasta que llegue la noche. Podemos dividirnos en grupos pequeños por si encuentran a alguno que no encuentren a todos y así también poder entrar a diferentes horas.
-Una vez caiga la noche y haya pasado un tiempo prudencial para que la seguridad del Museo esté relajada, el señor Storm intervendrá el sistema y podremos salir de las salas, encontrar el alijo y dirigirnos a la Capilla Sixtina para proceder con la extracción del Grial. Esta parte es la más delicada, porque el ruido podría levantar sospechas de los guardas que hacen las rondas. Ha de hacerse la forma más precisa y rápida posible. -hizo una pausa- Una vez tengamos el grial, nos dirigiremos a la Basílica y luego saldremos por las alcantarillas situadas en la parte de los Jardines.
-A falta de decidir cómo dividirnos y hacer la entrada o mantenernos durante el día, creo que el resto está más o menos claro ¿no?
He intentado condensar un poco lo que estamos hablando en el Off para ir encauzando el plan y finiquitando esta escena. Sólo quedaría saber cómo vais a entrar y cómo os vais a dividir... más cualquier otra idea que tengáis, por supuesto.
(Lo del tirachinas si queréis lo tiramos al final)
No parecía que el plan de Janet hubiese funcionado demasiado, pero eso era solo porque la muchacha no quería mostrarlo. En el fondo, se aliviaba de aquella tregua, pues no le gustaba discutir. Pese a todo, estaba completamente decidida a ser la que acompañase al inmortal. Al fin y al cabo, si había que protegerlo, era la mejor para ello.
—¿Y qué punto es es?— Luna insistía en señalar que el peligro iba a estar en el cuello de Cartafilus, pues "muerto el perro, se acabo la rabia" y saber el punto por el que habría que extraerlo era vital— En que parte de la Basílica, quiero decir, ¿o eso da igual? Necesitamos saberlo para ver por donde vamos y para proteger esa zona. Le recuerdo que va a haber un objetivo preferente para las balas y no vamos a dejar que le alcancen. Respecto a los ruidos... basta con hacerlos también en otra parte. A mayor volumen.
*Creo que si nos dividimos es mejor que Luna vaya con Cartofilus, y quizás Arthur o Pancho. Más que nada por temas de que para protegerle será la mejor opción.
—Efectivamente —continuó Janet tras las palabras de Luna—: si nuestros contactos no fallan, tendremos una sonora distracción en la otra punta del recinto, lo que nos dará algo de tiempo si hacemos ruido. Sobre los equipos, también pienso que usted, Cartafilus, y Luna formarían un buen grupo. Si alguien tuviera que protegerme, no encontraría mejores manos. Arthur podría completar el grupo. Y luego quedaríamos el resto. ¿Qué os parece?
Dejé el final un poco abierto porque no sé si Chispas entra o se queda fuera para encargarse de la parte tecnológica. Nótese también el intento de Janet de llevarse a Pancho "extra de drama" Castillo con su grupo.
A Jason no le apetecía quedarse fuera. Era más seguro, pero pensar en que podría ver a sus compañeros morir al otro lado de la pantalla le helaba la sangre.
- Yo puedo entrar solo y luego nos unimos - dijo el muchacho - puedo ir de turista americano, mochilero pijo, que está de año sabático. Luego podemos esperar juntos o más separados, lo que diga Janet. -
—Janet ya sabe que me encanta vestirme de turista — dijo con sorna — Ya tengo pensadas mis mejores galas.
Más allá de tomarle el pelo a su jefa, el plan le parecía correcto. Y se sentía cómodo en el grupo de Luna y su cliente.
—Me parece — respondió — Mientras Luna trabaja, yo puedo ocuparme de la protección del señor Cartafilus.
Tenía claro que iba a ser su compañera la que subiera a por el Grial, así que él les daría cobertura a ella y al Judío Errante, por si los guardias, o peor, Göering y sus hombres, aparecían por allí.
—Nadie lo tocará—aseguró Luna a Janet contenta tanto con la compañía de Arthur como con no haber tenido que decir ella que quería ir con el inmortal—Bien. Aparte de lo que hemos hablado, llevaré una honda o un tirachinas. No hará mucho daño a nadie, pero si puede servir para despistar o asustar si nos pillan antes de que lleguemos a las armas.
Cuando Arthur hizo aquel comentario, la chica levantó su moreno pulgar en señal de aprobación, aunque esperaba que cuando llegasen al lugar "donde había que trabajar" estuviesen ya todos juntos.
Cartafilus finalmente asintió una vez el plan había sido concretado.
-Muy bien. Descansen lo que puedan. Mañana será un día complicado. Suerte para todos. -dijo finalmente para cerrar la reunión.
El hombre "eterno" pareció quedarse en sus cavilaciones mientras el grupo se marchaba. Después de todo, igual llevaba vidas esperando aquel momento.
Muy bien, pasamos a la escena: Capítulo 4.4 (Final): Golpe en la Capilla Sixtina
Dejo abierta la escena por si alguno quiere decirse algo antes de que comience el Golpe Final. No se, desde desearse suerte, hasta tomarse una copa o lo que se os ocurra. Por supuesto, completamente opcional.
Un detalle @Blurym. Déjame la tirada de Intelecto+Profesión, para hacerle a Luna ese "pedazo" de tirachinas con mira telescópica :-P
Jason se retiró a la habitación, piso a cargar los cachivaches y miró alrededor con atención.
Luna quería un tirachinas o una onda... Tenía la mayoría de sus materiales en el taller, así que le tocaría improvisar. Miró el carísimo set de drones que tenía sobre la cama,suspiró y cogió un su navaja suiza. La estructura de algunos era de fibra de carbono, igual que las hélices del más grande. Serró la estructura de uno de los pequeños y cortó las palas de una de las hélices del grande y, usando un hilo muy apretado, las unió entre sí formando una "Y". Luego abrió una de las ventanas y con cuidado arrancó el sello de goma que hacía de puente térmico. Lo probó un par de veces y fue capaz de lanzar uno de los botecitos de champú con cierta fuerza, esperaba que sirviese. Al menos pitaría en el detector de metales.
Motivo: Tirachinas
Dificultad: 0
Habilidad: 7+8
Tirada: 1 2 9
Total: 2 +7 +8 = 17 Éxito