Bien pues, acomodémonos y durmamos, que nos esperan varios días de marcha. responde el semielfo mientras deja su petate en un rincón.
Creo que aquí todos tenemos el sueño ligero, con lo que no dudo que podamos despertar poco antes del amanecer. ¿O deberíamos dar orden de que nos despierten?
Lo siento, no encontraba el mensaje que decía que ya habíamos cenado.
Y de hecho sigo sin encontrarlo, quizás llegó el mensaje antes de que Sireon llegara a la taberna, aunque la última referencia fue cuando Velvet negoció una cena mas frugal para abaratar el coste en lugar de las viandas que había pensado el posadero inmediatamente antes de mostrarnos nuestra habitación.
Sera mejor darles aviso, esa muchacha no se veia muy despierta de mente y su padre es un timador inteligente, asi que tal vez se olvidan... con tal de cobrarnos extra. +respondo a Sireon, mientras comienzo a quitarme la ropa despacio, empezando por las botas, todo lo cual voy poniendo bajo la cama en que dormire+ Te haces cargo querido?
Finalmente decidís avisar para que os despierten a primera hora de la mañana, el monje se ofrece y baja a comunicárselo a la joven camarera, después de unos minutos regresa asintiendo con la cabeza, el mensaje ha sido efectuado... No tardáis en acomodaros lo mejor posible, aunque la gnomo no tarda en encontrar el sueño nada más meterse en el catre, los demás tampoco tardan demasiado ya que el cansancio puede con todos...
Los rayos del amanecer se introducen por el ventanal mientras algunos empezáis abriendo los ojos, podéis ver con algo de sorpresa como el monje está levantado y está haciendo algunos ejercicios, parece que se ha levantado algo antes, mientras os espabiláis el acaba y os da los buenos días, parece algo más animado, tal vez pensando que quizá acabaréis por ayudarle en su problema, por lo visto le ha vuelto el optimismo...
En el mismo moento que empezáis a recoger vuestro equipo y demás un sonido proviene de la puerta. "toc, toc, toc" - Perdonen las moletias, dejásteis mandado levantaros al amanecer!! - Una voz joven algo asustada os avisa de la inromisión, por lo visto se ha debido llevar algún que otro susto llamando temprano a algún viajero con mal levantar...
Gracias, joven dice Sireon, quién se encontraba preparando el petate dispuesto a partir en cuanto sea posible hacia la fortaleza.
No le gusta llegar tarde y en la fortaleza habían quedado al amanecer. Menos mal que no se encontraba demasiado lejos y no llegarían demasiado retrasados. El caravanero quizás ya se encontrara allí. Quizás el norteño no había entendido que habríamos de despertar poco antes del amanecer y no en el amanecer, o quizás había sido un error de la muchacha. No obstante tampoco creía que fuera algo tremendamente importante. Sireon no es un hombre que le guste someterse a normas y estaba seguro que no habría diferencia alguna entre llegar ahora o llegar dentro de unos pocos minutos. Era una diferencia de tiempo que se diluiria en los cuatro o cuinco dias de camino que les esperaban.
¿Estamos listos? partamos.
¡¡¡¡VÁMONOOOOS, O LLEGAREMOS TARDEEEEEEEE Y TENDREMOS QUE PAGAR MAS PIEZAS DE ORO A ESE HURAÑO DE COMERCIANTE CARAVANERO QUE HEMOS RECLUTADO!!!!!
;)
Se revuelve en la cama calentita...
-Mmm... si... ya va... ya va....+contesta desganada... Sin embargo, luego de unos minutos obliga a su cuerpo a salir del lecho. La joven solo lleva su ropa interior, pero no le preocupa, sus compañeros ya han disfrutado del espectaculo de su cuepecillo otras veces. Se viste lentamente, tomandose su tiempo para desperezarse y bostezar.+ Aum... si estas tan energico ve a buscar el desayuno... ya te alcanzamos.. + añade, luchando con las botas en lo que sale del sueño.
Una vez lista, sin embargo, se echa la mochila y su equipo al hombro, dispuesta a partir a la brevedad.
El enano abre los ojos mientras murmura en su idioma seguramente que unas palabras malsonantes, el levantar de un enano nunca es para su agrado... Después de hacerse el remolón un poco acaba por levantarse y despejarse del sueño de todo su ser. Finalmente recoge su equipo y mira a la gnoma con una pequeña sonrisa, que más parece una mueca...
- Vamos pequeña no hagamos enfadar a este semielfo, que vete a saber lo que nos puede hacer otro día mientras dormimos, la parte elfa que tiene segurmente es muy traicionera...
El monje por su parte que lestaba listo hace rato asiente las palabras de Sireon y empieza a salir por la puerta...
- Pediré que nos preparen algo para desayunar bien, y poder así estar fuertes para el viaje...
Porun instante Sireon medita sobre su parte élfica que habita en su ser, los genes elfos que le proporcionan buena vista y buen oído.... y los genes humanos que le proporcionan una buena longitud de los 5 miembros de su cuerpo. Por un instante piensa también en la homosexualidad congénita a los miembos de la raza de su madre y decide que el enano, en efecto, haría bien en dormir boca arriba. Pero pronto deja de pensar en chorradas y se concentra en su misión
Sireon va saliendo de la posada mientras su nuevo acompañante se lleva unos cuantos bollos para el camino. Parece un tipo previsor aunque ya tenemos bastantes provisiones para el viaje....¿verdad?
Oh, no, no hemos comprado provisiones. Llevamos provisiones para la guarnición pero no podemos comerlas... ¿o si? ¿se darán cuenta en la fortaleza? Si nos toca cazar perderemos algo de tiempo....Bueno, podremos con ello. No es la primera vez que nos pasa y somos buenos cazadores.
El grupo finalmente sale de la posada, el monje al comprobar que sus nuevos compañeros ansían por marchar cuanto antes sin querer siquiera desayunar decide dejarlo estar y sigue a sus compañeros, debía conocerlos mejor quizá le ayudarían en su serio problema y debía saber ciertamente con quien iba a tratar, aunque estaba seguro de que sus corazones eran nobles...
El enano sonrió ante la prisa del semielfo, estaba seguro que quería acabar ese mandado del capitán Farar cuanto antes para poder disfrutar de un pequeño y merecido descanso, y en ese momento en que lo pensaba el también tenía ganas. Ya había recogido todo su equipo y estaba preparad, así que salió detrás del monje con paso firme y rápido aún teniendo esas dos piernas tan cortas. El viaje sería largo pero al final estaría el ansiado descanso...
- Vamos pequeña no te retrases... - Le comentaba mientra salía por la puerta a la gnomo...
Si si....+La ultima y sin prisas, va detras de los demas, una ves vestida y lista. Una chica no puede salir asi como asi, ergo lleva el pelo apropiadamente peinado y recojido, y sus ropas ajustadas adecuadamente puestas sobre su fina piel, para resaltar las formas...
Por ende cuando baja es toda una cosita adorable, con su sonrrisa picara y su cuerpecillo bien contorneado...
-Toda obra de arte requiere su tiempo.. Vamos entonces, chicos?
Sireon no se sentía hambrieno. Era demasiado temprano y tenía el estómago, digamos, bloqueado. Por un instante se arrepintió de haber obligado a todo el mundo a salir de la taberna sin desayunar, pero habían quedado en recoger el cargamento al amanecer y esa era la hora a la que nos habían despertado.
Y no podían perder una hora mas en esperar a que les prepararan un copioso desayuno, pues estaba seguro de que Belriel no se conformaría con menos. No obstante viajarían en carromato. Tendrían mucho, muchísimo tiempo de comer pan de viaje, cecina y butifarra mientras los equinos avanzaban con su ritmo pausado hacia las montañas. Y en los poblados, granjas y villas que se encontraran por el camino podrían comprar pan recién hecho, fruta, empanadas de carne y otras viandas; y seguro que algún jabalí se les cruzaba en el camino al que podrían dar caza y cocinar en las brasas para la cena.
Esa es la fortalezaa de los escudos rojos indicó a sus compañeros cuando los muros se hicieron visibles.
El cargamento debería estar ya a la entrada, así como el huraño caravanero con sus reses y su carromato. Dudo mucho de que la capitana Ariana nos prepare un comité de bienvenida que no sean un par de guardias somnolientos y un par de criados para cargar todos los fardos.
El grupo se dirigía con paso ligero al fortín de los Escudos Rojos donde habían quedado el día anterior para recoger el cargamento y marchar hacia la Fortaleza donde les esperaba el Capitán Farar. El monje se retrasó un poco pues por lo visto debía hacer algo, ya casi llegando a su destino el monje se unía al grupo montado en una llama un peculiar animal, pero por lo visto muy servicial.
Desde la posición en que se encontraban ya cerca del fortín podían ver movimiento alrededor del carromato aparentemente del mercader que habían contratado. A su lado un enano de recia constitución y de brazos con músculos abultados de pelo y barba castaña, vestía con ropajes de cuero y una cota de bandas. Los dos hombres se afanaban por cargar el carruaje mientras los atentos ojos de la capitana Ariana los controlaba.
Cuando finalmente llegan hasta el lugar el carruaje está por lo visto cargado y preparado, la capitana los ve y se acerca a saludarles, el sol empezaba a levantarse con solemnidad, de vez en cuando una ráfaga de viento gélido surcaba los aires...
- Bueno, os habéis dignado a presentaros por fin, ya creía que no veníais... - Parecía que iba a seguir con la reprimenda pero finalmente desiste...-
Bien, ya está todo cargado detrás del carromato, los víveres están sellados y tendrán que llegar así al capitán Farar de lo contrario se reclamarán responsabilidades.- Después señala al enano. - Este enano os acompañará y ayudará a llevar el carruaje, pues se dirige a la Fortaleza, será mejor que marchéis cuanto antes....
Saluda a la capitana con un gesto amable... Una mujer de armas tomar merece al menos eso, aunque no pueda competir ni de lejos con ella en otras cuestiones. Por ende, para no buscarse problemas, se explica con su habitual desenvoltura, dejando deslizar sutiles cumplidos en sus palabras.
-Sepa disculparnos... El sueño llega profundo en este pueblo tan bien vigilado, y esa seguridad, sumada al cansancio del viaje, nos hizo apegar a las sabanas más de la cuenta, señora. Tenga por seguro que en el descampado, lejos de la proteccion de los Escudos, muy distinta sera la predisposicion al dormir...
Luego mira al enano que se les une. Normalmente se reiria, bromeando con cosas de enanos, (como que si los caballos mueren, ya tienen una yunta que tire), pero no queda bien delante de la capitana... Asi que se mantiene en diplomatica.
-Ah, sea pues, como usted diga, ninguna ayuda es de despreciar en estos tiempos y con los inseguros caminos... +Mira al enano nuevo, sonrriendole+ Mi nombre es Velvet, bailarina y cantante... Bienvenido, espero que disfrutes el viajar con nosotros.
Sireon se encoge de hombros. No quiere discutir con la capitana, sabe que no merecería la pena y que además ésta podría hacer uin informe negativo al capitán Farar sobre su comportamiento. No es que al semielfo le importaran demasiado los informes que pudieran hacer en el ejército, pues estaba convencido que no se iba a pasar una vida entera en esta institución castrense; pero quizás eso los retrasaría algun rato mas. No le sentó bien que le fuera indicado que los sellos no habrían de romperse y lo tomó como una falta de confianza en la profesionalidad de sus compañeros y la suya propia. Apenas llegó a torcer el gesto cuando la mujer comentó este tema.
Además que en el momento de llegar hasta la fortaleza, estaban todavía cargando los fardos. Nuestro cometido no iba a ser cargarlos en el carromato, sino únicamente escoltarlos hasta la fortaleza de Farar. Para eso la capitana tenía a su disposición un nuevo compañero que se incorporaría a la caravana y el mercader, que para eso cobra. Por instante pensó en defender la pereza de sus compañeros indicando que las cajas acababan de ser cargadas justo en el momento en el que ellos hicieron acto de presencia y que el haber llegado antes no habría significado ninguna diferencia. Posiblemente, si hubieran llegado al alba podrían haber ayudado en la carga, pero, imaginemos por un momento que se hubiera caido una de las cajas y se hubiera partido el sello ¡o que está una caja menos que las que dice el albarán y buscan responsabilidades entre los escoltas!. O peor aún: ¡un inoportuno pinzamiento en la espalda por el esfuerzo realizado en un cometido que no les correspondía!
No sabiendo como callar los reproches de la capitana de afilada lengua; encuentra el recurso de responder educadamente con un saludo que ella omitió.
Buenos días. dice mientras inspecciona los piños, y las herraduras del caballo que el mercader ha traido para que el semielfo pueda cumplir su tarea para seguidamente, si pasa la mirada crítica del semielfo, darle un par de amistosas palmadas y una manzana que encontró en el camino para ganarse su confianza.
El enano de recia constitucion y de brazos con músculos abultados. De pelo y barba castaña, bajo la barba del lado izquierdo se adivina un zarpazo cicatrizado. Viste ropajes de cuero pesados, dando prioridad a la practicidad que al diseño o a la apariencia.
Tras dar un vistazo a cada uno de los presentes, finalmente asiente.
- Jorrgael es mi nombrre, del clan Barrbacobrriza. Siervo devoto de Clanggedín Bargenta. Saludos mujerr, Velvet. Saludos a ti y a los demás. Esperro que todo vaya sin prroblemas.- Tras esas palabras notais como bajo su tupido bigote, sus labios se mueven como si rumiara un poco, pero no dice más palabras.
Master añádeme como receptor de los mensajes por defecto o creo que me perderé algunos.
Pasamos a la escena Salida hacia Mylton que será vuestro próximo destino... :P