Partida Rol por web

Sireon observaba taciturno el mapa y meditaba las posibles consecuencias de quedarse atrapados por la tormenta mas de una jornada. El invierno ya se les había echado encima y el mercader no pararía de quejarse amargamente como si nosotros pudiéramos hacer algo para calmar la situación.

Pero estaba seguro de que en algún momento amainaría. Se encoge de hombros cuando sus compañeros hablaban de hacer guardias. Siempre le daba igual.

 Jorgael pasea por la entrada de la cueva, mientras da algún vistazo de como Belriel va preparando algo para comer. El sacerdote se mantiene en movimiento acompañado por una leve neblina causada por su pipa, mientras su mirada se centra en el paisaje más allá de la cueva.

 - Yo ya harré la última guarrdia. Después de comerr me acostarré ya.

Belrien ya tiene casi preparada la gran cena. y viendo que esta casi lista

-La cena esta casi lista, yo hare la tercera.

¿La tercera cena?

 Jejeje.- Jorgael deja escapar una sonrisa ahogadaa por debajo de su espeso mostacho.

 - No, hombrre no, que no somos medianos. La terrcerra guarrdia, a eso se rreferría Belrriel.- Dice Jorgael mientras se acerca para tomar con su cuenco un poco de sopa y deja la pipa a su lado, junto a una roca en la que sentarse.

 Tras dar el primer sorbo, caliente, deja escapar un suspiro placentero.

 - No se te da mal eso de los fogones, camarrada Belrriel.- Da otro sorbo más.- Nada mal.

 Cuando terminó su ración de cena se quitó el peto de su pesada armadura y las hombreras y se tumbó en el suelo, sobre la manta y cubierto por la capa.

 - Ya medeperrtarreís cuando sea mi turrno de guarrdia, Qué clanggedin guarrde vuestrra vigía, compañerros.

 Instantes después el enano ya estaba sumido en un profundo y pesado sueño. Uno nunca sabía cuando volvería a poder dormir, por eso mejor aprobechar cuando uno podía hacerlo.

Sireon da el forraje a los animales y les aleja de la entrada de la cueva. Seguidamente enciende su pipa y tras pasar la bolsa de cuero llena de tabaco a sus compañeros que aun quedan despiertos, se queda mirando, taciturno y pensativo, la tormenta, preguntándose cuanto tiempo estarán aquí atrapados y si mañana podrán volver a salir.

La noche finalmente pasa plácidamente, gracias al calor del fuego los aventureros no pasan frío, pues dentro de la cueva el calor se mantenía mejor... A medida que había estado pasando la noche la tormenta amainaba, y parecía que se había alejado de la zona donde se encontraban. Una buena capa de nieve figuraba encima del paisaje ahora totalmente blanco. Los rayos del sol hacían brillar diferentes zonas donde había algo más de hielo.

Los aventureros se levantan y desayunan para recoger fuerzas para la marcha de nuevo, el camino será algo complicado ahora con la nieve, pero no deben detenerse... Después de un caliente caldo como el de la noche anterior el grupo decidió reanudar la marcha con Sireon en cabeza haciendo su trabajo, de avanzadilla. El frío se denotaba más ligero después de la tormenta y seguramente también gracias a que el sol se levantaba en todo su esplendor...

El día avanzaba mientras el grupo hacía lo mismo, habían cogido un buen ritmo a pesa de las circunstancias, pararon tenuemente a comer, pues sabían que llevaban retraso, para continuar su camino he intentar pasar el paso montañoso antes de que anocheciera completamente. El paso montañoso era un lugar obligado de paso para legar a su destino, en esa época del año era una serie de escarpados collados nevados...

Era casi anochecer cuando los aventureros llegan a la parte más abrupta del Paso Montañoso. Las antorchas de la caravana iluminaban débilmente el camino. Una suave y continua cortina de nieve se había empezado y caía sobre el grupo. Delante, una serie de riscos se abrían paso hacia la garganta del Paso Montañoso. El viento ululaba fuerte sobre la cima de los riscos...

Mientras observáis cómo el camino se adentra en el Paso Montañoso, algo llama vuestra atención. Del follaje nevado de los pinos una silueta, parecida a la de un búho, vuela rápidamente desde el árbol del camino en el  que estaba hasta coronar un elevado risco. Una vez allí, comienza como a gaznar volando continuamente en circulos. Parece como si estuviera avisando o alertando a alguien... o algo.

 Sacándose su perenne pipa humeante de entre los labios, el recio enano señala hacia el cielo, entremedio de la suave ventisca de nieve, señalando una ave que da vueltas en círculo, como un búho.

 - No es que sea un experrto en pajarracos, mas crreo que no es norrmal el comporrtamiento de ese bicho... es como si avisarra a alguien o a algo.- Tras colocarse de nuevo la pipa entre los labios sentencia.- No me gusta, apesta a emboscada.

Bien, entonces emboscaremos a nuestros emboscadores. Finjamos que se nos ha quedado la carreta atascada en ese.... charco. Nuestro cooperativo caravanero fingirá estar desesperado intentando sacar la carreta mientras el resto nos escondemos.... allí, alí y ... allí, Sireon va señalando unos refugios rocosos en las cercanías que les ofrecen escondite y parapeto. Cuando los emboscadores aparezcan pensando que tienen ante si a una presa fácil, estarán rodeados y con nuestras saetas y flechas apuntando hacia el corazón de su jefe. Y entonces Velvet tendrá ocasión de tomar el te con ellos si se muestran cooperativos. Ese Logadon ha dee ser un tipo astuto si ha conseguido amaestrar a un buho, pues no es nada sencillo..

El hecho de ver ese buho me obliga a eliminar mi mascarada. No soy Sireon el explorador. Soy Sirio-Gada-Fi, un poderoso hechicero nigromante de Canteras Morgul. Mi religión como adorador de Takishis, que es la reina de la oscuridad y emperatriz de Gordor me obliga a romper mi subterfugio cada vez que veo una criatura de la noche como ese pajarraco. Y como ahora toca hacer un sacrificio para mi reina y para mi estómago, pues me pongo a ello. ¡ Braseado de lechuza y almas para mi señora ia Ia shubb Nigurath!!!! Dicho esto el semielfo, que de repente es negro y ya no parece un elfo ni un humano, ejecuta un par de pases mágicos y se dispone a lanzar un manos ardientes sobre el alado bicho.

No os preocupéis. lo tengo dominado y solo es de nivel 2. dice antes de pifiar su ataque y dar de lleno a Aigam Zul, que les venia siguiendo todo el camino y callado como el putas y que estaba detrás de unos matorrales beneficiándose a una oveja que encontró por el camino.

Cuando el mago sale con todo el culo chamuscado y cara de pocos amigos, Sirio Gada-Fi decide que no puede soportar la verguenza de su mágico fracaso y se dispone a cortarse el cuello con un cuchillo de madera que guardaba en los calzoncillos.