El monje viendo su imposibilidad de golpear a las pequeñas criaturas, decide intentar protegerse para tranquilizarse detrás del tronco del árbol donde se encontraban, con movimientos ágiles y rápidos hace unas volteretas en esa dirección, en cuanto a los kóbolds parecen algo sorprendidos...
Aún así siguen al monje y mientras uno va por un lado otro rodea el árbol para así tener al monje a su merced... El que acaba rodeando al monje intenta alcanzarle con la lanza pero el ágil del humano consigue esquivarlo agachándose y mientras, gracias al árbol protegerse del ataque de la otra criatura, la situación parecía complicarse con el tiempo para el monje, tenía una herida en el brazo y parecía ser que no era capaz de concentrarse para golpear y dejar ko a alguno de esos seres...
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Ataque kobold (lanza)
Dificultad: 16+
Resultado: 15(-1)=14 (Fracaso)
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Ataque kobold (lanza)
Dificultad: 19+
Resultado: 10(-1)=9 (Fracaso)
Tranquilo estamos para ayudar, en cuanto te vea algo más suelto ya seré más severo :P
"Bueno, al menos el árbol me ha quitado uno de enmedio momentaneamente" .-No os da verguenza ser 2 contra uno ? pregunto para distraer un poco su atención. "Debo intentar golpearle y alejarme para mantener al otro alejado, no puedo dejar que me rodeen los dos" Ahora que el otro se ha quedado un poquito alejado es el momento de golpear y alejarme.
Esta vez mi patada está apunto de golpearle el rostro, y casi consigo acertarle, pero un movimiento reflejo del bicho, ha conseguido esquivar mi mortífero pie, en el último segundo. " Esta vez ha estado cerca, bien, vamos mejor"
Me alejo unos pasos de él, intentando controlar en todo momento sus movimientos.
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque (normal)
Dificultad: 15+
Resultado: 11(+3)=14 (Fracaso)
Bueno..Esquiva para el $·"%&$%$ que tengo al lado.
Ataque y un movimiento simple. Tengo que leerme varias cosas.A ver si me da tiempo por las noches antes de acostarme a repasarme lo del combate que me comentas y varias cosas más. Porque por las tardes ando más liado estos días que la leche.
Te estoy retrasando mucho con respecto a los otros pjs?
El Kobold que casi recibe la patada al sentirse amenazado golpea con la lanza alcanzando al monje por una zona de la pierna de la cual empieza a emanar un poco de sangre mientras el monje gime de dolor (-3pv), mientras tanto el otro ser apenas parece capaz de evitar el obstáculo del árbol....
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Ataque kobold (lanza)
Dificultad: 16+
Resultado: 17(-1)=16 (Exito)
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Ataque kobold (lanza)
Dificultad: 19+
Resultado: 5(-1)=4 (Fracaso)
Tirada: 1d20(-2)
Motivo: daño
Resultado: 13(-2)=11
Tirada: 1d6(-2)
Motivo: daño (corregido)
Resultado: 5(-2)=3
Bien, mejor no te mueves, puesto que si lo hicieras, crearías ataques de oportunidad, mejor corriges y editas el post anterior, piensa que si provocas oportunidad serían cuatro ataques que seguramente recibirías, si tienes el manual, mejor te miras el capítulo de combates, te iría muy bien en estas situaciones, puedes atacar y hacer un movimiento atarás de una casilla sin crear oportunidad, pero si pegas he intentas moverte lo normal, creas oportunidad, pues tienes a los adversarios adyacentes a ti, igual pasaría si ellos quisiesen moverse...
Te dejaré donde estabas, en el árbol, pues almenos tienes la cobertura contra uno de ellos, es tu turnoasí que suerte, y no te preocupes no me estás retrasando...
El dolor en el brazo y en la pierna, me impide pensar con claridad. "Loy-Yang, tienes que entrar en armonía con tu entorno." La voz de mi maestro en mi mente me calma. Parece que puedo controlar el dolor. Aunque noto la sangre caliente sobre las extremidades. "No merece la pena, huir, golpea cuanto puedas"
"Maldita sea!" Empiezo a desesperarme. Un puñetazo directo a la garganta es repelido por su lanza. Un segundo intento seguido pero utilizando el codo consigue superar la defensa débil que le quedaba al kóbold después de haber repelido el primer ataque, el codo impacta plenamente en lo que pudiera ser el cráneo del ser el cual cae a plomo en el suelo soltando el arma con los ojos en blanco y junto al crujido de unas ramas que se encontraban en el suelo. Ahora me quedaban dos y a un solo lo tenía en una esquina intentando voltear el árbol para golpearme, enseguida se acercaría el tercer adversario, y la cosa se pondría fea...
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque 1
Dificultad: 15+
Resultado: 9(+3)=12 (Fracaso)
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque 1
Dificultad: 15+
Resultado: 2(+3)=5 (Fracaso)
Tirada: 1d20(+1)
Motivo: Ataque 2 (ráfaga de golpes)
Dificultad: 15+
Resultado: 17(+1)=18 (Exito)
Tirada: 1d6(+3)
Motivo: Daño 2º golpe
Resultado: 5(+3)=8
Sigo con mi esquiva, contra el kobold "certero" ( Que ya me ha dado dos leches el muy mamón) y lanzo dos ataques. Alguno tendré que acertar.
Está visto que no me acompaña la suerte. Quizá en el próximo turno, deba tomarme la poción, pero no sé si la tengo a mano.
Por cierto, creo que hay un pequeño bug en la tirada de dados. Porque hoy si estoy seguro que he hecho una tirada, y han salido dos. Pensaba numerarlas por ataque 1 y ataque 2 , y verás que son los dos "Ataque 1" has salido a la vez. Pero total... creo que el resultado hubiera sido el mismo.
:-)
DIRECTOR: Puesto que me has dicho que te hace dos ataques sin querer te e echo yo el segundo, una cosa recuerda que si utilizas la ráfaga de golpes, el bonificador es de +1 al atque y no 3, fíjate en mi tirada :P. A caído uno, a ver que sucede ahora, y si la pócima la tienes en el cinto...
El kóbold que había conseguido por segunda vez dañar al humano había caído con un tremendo golpe que le había fracturado el cráneo en trozos, el sonido sordo del golpe no indicaba otra cosa, los ojos del compañero se abrieron al ver como un golpe de un humano podía ejercer con tanta violencia, dubitativo de si atacar o no, decidió echarse para atrás unos pasos y unirse a su otro compañero, así entre los dos lograrían matar al humano herido y llevarse ese ejemplar de animal tan extraño....
Mientras el kóbold que veía todo desde la distancia había rodeado por una parte alejada el árbol y también vio como caía uno de sus compañeros, en la cara se le podía denotar rabia, o al menos eso parecía, además de los sonidos parecidos a ladridos que hacía...
Bien, el Kóbold intenta salir de tu zona con lo cual ahora tienes un ataque de oportunidad, que será uno simple, con el bonificador +3, y seguidamente tu turno...
Un sentimiento de euforia se apodera de mí, al ver el primer enemigo a mis pies. " Vamos, si te concentras en lo que verdad importa, puedo hacerlo." Al ver que el que estaba acechando cerca del árbol intenta retroceder, se me presenta la oportunidad de golpearle. "Incluso, parece que se me ha olvidado el dolor".
Intento golpearle lanzándole una patada a la cabeza, pero el consigue esquivar, pero la ventaja que he obtenido con su intento de huida, hace posible que al bajar de mi salta, lance un puñetazo directo a su garganta. Oigo un sonido de un hueso al romperse, y veo caer al ser con los ojos cerrados.
Me detengo a esperar la reacción del último enemigo.
"Ha sido pensar en mi maestro, y conseguir calmarme, y armonizar la situación. En verdad le debo mucho"
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque de oportunidad
Dificultad: 15+
Resultado: 9(+3)=12 (Fracaso)
Tirada: 1d20(+3)
Motivo: Ataque normal.
Dificultad: 15+
Resultado: 16(+3)=19 (Exito)
Tirada: 1d8(+1)
Motivo: Daño
Resultado: 7(+1)=8
Bueno. No he querido poner claramente que está muerto, porque aunque le he hecho el mismo daño que al otro, prefiero que me lo confirmes tú. :-)
Lanza "esquiva" contra el tercero...y espero que me siga acompañando la suerte :-)
Parecía que el monje se había tranquilizado y después de acabar con un kóbold y ver que el otro le daba la oportunidad al intentar retirarse, el humano la aprovechó y lanzó un tremendo golpe que hizo caer a su segundo contrincante, miró al que quedaba con cara de pocos amigos, y el kóbold que quedaba en pie empezó a dudar, sus dos compañeros habían caído con una presa que parecía fácil y solo quedaba él en pie... No podía hacer otra cosa que huir... Levanto la lanza y la lanzo con toda la fuerza que pudo, con la suerte de ir bien dirigida, el monje no lo esperaba y pudo echarse a un lado en el último momento, pero el arma le rozó el brazo inflingiendo una herida en él, cuando el humano quiso darse cuanta veía como ese mal bicho escapaba entre unos arbustos corriendo como alma al diablo, estaba seguro de que no volvería a verle, al menos por ahora...
Tirada: 1d20(-1)
Motivo: Lanza
Dificultad: 16+
Resultado: 17(-1)=16 (Exito)
Tirada: 1d6(-2)
Motivo: Lanza
Dificultad: 16+
Resultado: 3(-2)=1 (Fracaso)
Tirada: 1d6(-2)
Motivo: Lanza
Resultado: 4(-2)=2
Tirada: 1d6(+3)
Motivo: Daño monje
Resultado: 4(+3)=7
Efectivamente está muerto... Auqnue te has equivocado con el daño que haces, no se donde lo has mirado, el daño que infliges es de 1d6+3, lo pone en la ficha... :P
Después de ver a la última criatura como corría, inspiró hondo e intentó dejar la mente en blanco.
"Tres heridas en mi primera prueba real, no es un saldo demasiado bueno. Pero sin duda salir vivo, es lo mejor que me ha podido pasar"
Me acerco a mi llama. .- Tranquila Perita, relájate. El peligro ha pasado de momento.- Intento acariciarle la cabeza. Tengo la boca seca. Tomo un poco de agua, y aprovecho para lavarme las heridas. Escuecen un poco..."pero nada que no se cicatrice en poco tiempo"
.- Qué hacemos?.- Le pregunto al animal como si pudiera responderme.
"No me atrevo a volver a subir a una de las ramas de estos árboles, porque ese que ha huido, quizá pueda encontrarse con alguno de los suyos, y volver. Debería seguir un poco, e intentar descansar por la mañana"
.-Vamos amiga, tendremos que pasear a la luz de las estrellas. Mañana podrás tomar algo de pasto extra, mientras yo descanse.
Mejor ni te digo donde he mirado el daño en la ficha. Ahora he mirado el sitio correcto.Awww!! Lo bueno, que con tantos errores que tengo, voy aprendiendo seguro ;-)
Por fin me han salido tiradas buenas...espero que siga la racha :-)
OK, ponte en la ficha un apartado con experiencia, y ponte 100px
Han pasado los día sin más encuentros desafortunados, estás ya en la puerta de la ciudad que te recomendó el druida, es aquí donde debes encontrar algún grupo de aventureros o mercenarios para que te ayuden.
Cita:
La mejor manera que sabes es ir de tabernaa en taberna preguntando...
El cansancio unido al frío que sentia por todo el cuerpo, hacian que estuviera deseando llegar a la ciudad.
Desde su encuentro con aquellas criaturas, casi no habia dormido bien ningún día... su descanso se veía relegado a un duermevela inquieto y sobresaltado, y eso le estaba mermando. "Menos mal que las heridas se han cerrado bien..."
Por suerte, no había habido otro encuentro con nadie más y su camino había transcurrido sin sobresaltos, hasta llegar a Ánubel. Incluso su relación con Perita habia sufrido un cambio, y no pocas veces se sorprendía a sí mismo acariciándola y susurrándole palabras al animal que parecía entender.
"Sin duda la soledad del viaje me hace hablar sólo"
Al llegar a la ciudad le entró cierto temor. No había tenido contacto con muchas personas. Su vida de monje, le tenían más bien apartado de una vida social normal en aquella época. Además la misión que le traía era ni más ni menos que reclutar a unos cuantos mercenarios, que estaba seguro que intentarían aprovecharse de su ignorancia. De repente cayó en la cuenta..." Y cómo diablos voy a pagarles!!??"
No había pensado en eso en ningún momento, per sabía que esa gente se vendía al mejor postor, no había nada de honorable en sus acciones, sólo era trabajo, y como tal, tenía que ser remunerado.
Con la duda aún carcomiéndole, se quedó paralizado al entrar en Ánubel. Multitud de caravanas y comerciantes, iban de aquí a allá, algunos vendiendo sus mercancías, otros simplemente pasando a toda prisa. Se sintió muy pequeñi allí.
"Un cuerpo cansado, no puede tener una mente descansada" Su maestro siempre decía que el cuerpo y la mente tenía que ser uno, y que los estados de ámbos debían ser equilibrados.
"Lo mejor es que procure descansar un poco antes de ponerme a buscar a alguien... además, supongo que puedo preguntar en alguna posada, si tienen cama disponbles y si el posadero parece de confianza, preguntárle por algunos sujetos que merezcan le pena."
Agarró a la llama por las riendas, y empezó a andar despacio sin rumbo fijo ya que no sabía por donde ir, y no tenía aún mucha confianza para preguntarle a alguien...aunque había oido que los guarias de la cuidad eran gente honorable, no creyó ver ninguno.
Giró por la primera calle que vió a su derecha, con la esperanza de encontrar algún local. Necesitaba en verdad dormir, pero sabía que su misión era apremiante, así que aceleró un poco el paso.