Partida Rol por web

Diego estaba pasándose con el vino y empezó a notársele: tenía la cara roja, estaba acalorado y sus risotadas y gestos eran claramente culpa del alcohol.

– ¡Claro que tenéis mucho que agradecernos! —el vino se derramaba por su barbilla, manchándole el hábito–. Pueden retirar mi plato en el banquete de esta noche. ¡Mejor denme mozas agradecidas y sírvanmelas en un jergón limpio! Jajaja.

Por favor, honradnos con vuestra presencia en el banquete, si no queréis comer, tan siquiera estad presentes para el brindis- dice Tafall nada mas oír que Diego se quería retirar del banquete- para nosotros soys la salvación y no estaríamos agusto si no disfrutais del banquete que os merecéis!

Pongo los ojos en blanco al escuchar las palabras de Diego y lo miro ceñuda sin decirle palabra alguna.

Me pongo en pie y camino en dirección al exterior. Me detengo y miro por encima del hombro a mis compañeros de viaje -Yo estaré fuera, aún tengo mucha hambre y porque no aprevechar ésta ocasión para saciarme -al terminar de hablarles, continuo caminando.

Al salir al exterior, camino hacia Tafall, inclino levemente la cabeza, mostrandole de ésta forma respeto -Yo los acompañaré en el banquete- le digo de forma amigable y cordial.