Partida Rol por web

Estáis en la mas densa oscuridad, notáis (algunos mas que otros) como so duele todo el cuerpo, pero es bueno, si existe el dolor, es que seguís vivos. Poco a pocos, vais abriendo unos párpados que parecen de plomo, la claridad de una luz matinal os ciega y tenéis que interponer la mano entre la trayectoria del rayo de sol para que no moleste vuestros ojos.  Au, como duele el mover el brazo...el brazo...las piernas...el cuerpo en general, todo está impoluto, si acaso manchado con un poco de polvo y algún hierbajo...lo típico de un caminante.

Después de las comprobaciones iniciales, de ver como estáis vivos y coleando, os fijáis en vuestro entorno..."eh...esto me suena", se oye dentro de vuestras cabezas (tranquilos, es vuestro propio pensamiento, no voces ajenas), "eh, quienes son estos dos" vuelve a decir la voz. Estáis confusos y desorientados, pero vuestra cabeza funciona bien, y no tardáis demasiado en recordar el claro en el que estáis, a unos cuantos metros de un camino a un lado, y a otros cuantos metros de un lago al otro.

Os saludáis entre vosotros, sabiendo que ya os conocéis, y que os encontrasteis en un pueblo llamado Játiva. No hay tiempo para malgastar, todos comprobáis vuestras pertenencias y parece que está todo....o no? "Eh, donde está mi yegua", se pregunta Lázaro, pero un relinchar a lo lejos le hace fijarse en que está pastando plácidamente, esperando por su amo, revisa sus macutos, y está todo, o casi, faltan dos ungüentos...a saber donde estarán. Isabella tiene todo en su sitio, pero tiene un dolor inmenso en las costillas, como si se hubiese caído de espaldas desde una altura considerable. Y Diego...Diego ha perdido su zurrón...donde tendrá todo...y que es eso sobre lo que tenía apoyada la cabeza...una biblia...bueno, al menos la palabra del señor sigue con el, pero por que su biblia pone "al padre Dionís", si el se llama Diego...que confuso es todo...

Se acerca un hombre con un carro, va acompañado de dos mujeres, una joven y esbelta, y otra gorda y feucha, y un niño. Lo paráis para preguntarle que día es, y os dice que es viernes (el mismo día que salisteis de Játiva). Le decís si no estará confundido, y os contesta, literalmente "es viernes, palabra de Cándido".

Y el Italiano, dónde se ha metido el maldito italiano?, le habrá robado a Diego su Zurrón?. Todo es muy confuso, "¿habrá sido un mal sueño, o habrá pasado de verdad?", "¿he muerto y estoy en el paraíso, un paraíso clon del mundo?", os preguntáis mientras recogéis bártulos y retomáis el camino, pero estas preguntas...nunca tendrán respuesta, quedará como una incógnita en vuestras vidas.